El reconocimiento de los derechos en la infancia: tema del mes de abril de 2021
La conformación del concepto infancia ha pasado por diversos momentos a lo largo de la historia, y responde, en primer lugar, a la división del curso de la vida del ser humano en etapas o periodos delimitados que abarcan desde el nacimiento hasta la muerte, según cada momento histórico y considerando la expectativa en la esperanza de vida. En tiempos más remotos solía verse al niño como un homúnculo, es decir, como un hombre pequeñito. Sólo con el paso de los siglos se fue abordando desde diversas perspectivas hasta lograr su reconocimiento y consolidar sus derechos.
En Memórica ha sido objeto de interés y a través de diversas colecciones se pueden apreciar documentos textuales y visuales de cómo se ha representado a lo largo de la historia y como en ellos se reflejan sus derechos. En las civilizaciones antiguas como Roma y Grecia se comenzó, desde el Estado, a pensar en las necesidades de formación de los infantes, papel que retomó en la Edad Media la Iglesia; especialmente en el mundo occidental y en el Renacimiento las ideas clásicas se retoman, sobre todo en el tema de la educación. No obstante, será en el siguiente periodo conocido como la Industrialización (de los siglos xviii y xix) cuando surgen las preocupaciones científicas y pedagógicas que se enfocan en su estudio. En éstas se considera a la infancia como el tiempo que transcurre entre el nacimiento y la adolescencia y puede extenderse hasta la adultez. El tema ocupó un lugar destacado a finales del xx, específicamente el 20 de noviembre de 1989 cuando, en la Convención sobre los Derechos de los Niños, se aprobó, por la Asamblea General de las Naciones Unidas, que el aspecto más relevante a considerar concierne a los derechos humanos de la niñez mundial, basados en normas universales que dieron un sentido jurídico al tema. Así, se especifica el reconocimiento a todas las personas menores de 18 años como sujetos de pleno derecho sin distinción de raza, sexo, idioma, posición económica, religión o cualquier otra condición, y el compromiso histórico en favor de los niños de todo el mundo de gozar de una vida plena de protección, alimentación, educación, identidad, libertad y salud.