Derechos humanos: una conquista social
En 2011 la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos experimentó una de las reformas jurídicas más importante y trascendental de todos los tiempos, y que modificó diversos artículos de la ley suprema del país: 1°, 3°, 11, 15, 18, 29, 33, 89, 97, 102 y 105, donde se incorporaban los derechos humanos como eje rector de la vida social y política. Resultado de una larga lucha interna y de la firma de tratados internacionales, todos los actores y sectores de México están obligados a cumplir el respeto y la defensa de éstos.
Aquella reforma constitucional que tuvo lugar hace poco más de una década, y se encuentra en peligro constante ante el avance de un discurso de odio e intolerancia a las distintas formas de entender la vida de las personas. Con el avance de grupos reaccionarios en Europa, Estados Unidos y en América Latina, los derechos humanos están en riesgo. Gobernantes de extrema derecha amenazan, día a día, las conquistas alcanzadas en materia de equidad de género, del respeto de la comunidad lgtbq+, de la salvaguarda de los migrantes sin importar el estatus con que ingresan a México. Buscan imponer una ideología sustentada en supuestos valores tradicionales y religiosos, con lo que tratan de impedir el derecho al aborto.
Aquellos que sustentan este tipo de discursos, se disfrazan de demócratas, conservadores, y se escudan en partidos de derecha, sin embargo, en el fondo son más representantes de la reacción que buscan que en pleno siglo xxi la sociedad mexicana e internacional, regresen a un estatus similar al de la Edad Media. Por esta razón, es fundamental que todas las personas estén conscientes que, por ningún motivo, los derechos humanos son una concesión del Estado hacia sus ciudadanos, sino una conquista que llevó muchos años alcanzar. En 1945, la Carta de las Naciones Unidas incluyó éstos como parte fundamental de sus principios, desde entonces la lucha por respetarlos y hacerlos realidad ha estado presente.