El Ejército Constitucionalista toma la ciudad de Zacatecas
23 de junio de 1914
La toma de la ciudad de Zacatecas el 23 de junio de 1914 es considerada una de las acciones militares más destacadas durante la primera etapa del periodo armado revolucionario. Este sitio fue la última plaza que el gobierno del golpista Victoriano Huerta trató de sostener para su causa empleando para ello sus mejores tropas; sin embargo, la pericia y organización de los ejércitos, que en aquel entonces se encontraban bajo el mando de Venustiano Carranza, lograron vencer a los federales, y los rebeldes consiguieron adelantar a sus hombres hacia el centro del país.
A pesar del éxito conseguido, esta empresa fue compleja y no estuvo exenta de problemas, sobre todo debido a los liderazgos de quienes comandaban los ejércitos que se emplearon para la causa: Venustiano Carranza y Francisco Villa, quienes pusieron en riesgo el triunfo de la campaña. Carranza solicitó a Villa enviar a una determinada cantidad de hombres que el segundo consideró riesgosa por lo reducida que era, por lo que decidió desobedecer la orden del Barón de Cuatro Ciénegas, pues Villa pensaba que lo más conveniente era atacar con toda la fuerza de la División del Norte.
Ante los desacuerdos, Villa presentó su dimisión, cosa que sus hombres no aceptaron, pues era más fuerte su deseo de vencer a los federales, así que personajes como Felipe Ángeles y Tomás Urbina, junto con sus tropas, decidieron ponerse en marcha. La maniobra duró varios días, aproximadamente desde el 16 de junio. A partir de esa fecha se fueron integrando más fuerzas comandadas por generales de la División del Norte como Raúl Madero, Eugenio Aguirre Benavides, Maclovio Herrera, José y Trinidad Rodríguez, Rosalío Hernández, Mateo Almanza, Martiniano Servín, Pánfilo Natera y Domingo Arrieta, entre otros. De esta forma, y ya integrado Villa a la operación, el 23 de junio de 1914 se desató el ataque por todos los frentes de forma conjunta. Aunque fue difícil y los revolucionarios también sufrieron importantes bajas, por la tarde de ese mismo día, cerca de ocho mil soldados federales comenzaron la huida, gracias a lo cual la victoria se consumó. En esta colección reunimos documentación e imágenes referente a este evento y algunos de sus protagonistas.