Niños y jóvenes del exilio chileno
El exilio chileno de 1973 fragmentó familias enteras. Muchos de los transterrados eran jóvenes que rondaban los 20 o 25 años de edad. Entusiastas de los cambios sociales impulsados por el gobierno de la Unidad Popular (up), defendieron los atropellos de la dictadura militar a los Derechos Humanos. Las atrocidades de la Junta Militar fueron más allá de la tortura, desaparición forzada, asesinatos, etcétera. Los niños y adolescentes que acompañaban a sus padres al exilio fueron las víctimas silenciosas del golpe. Cincuenta años después, sus voces y rostros comienzan a recuperarse.
Las series fotográficas de los Hermanos Mayo, que se localizan en el Archivo General de la Nación (agn), cuentan con imágenes propias de conferencias, mesas redondas y sepelios, entre otros. De los rostros que se asoman, pueden apreciarse niños, niñas y adolescentes que se adaptan a la vida en el exilio. Al igual que sus padres, no habían realizado ningún crimen. Con el tiempo, las vivencias de estos jóvenes, la vida en México o en otros países, el regreso a Chile en los años noventa y el vacío del desarraigo, dejaron en ellos una huella indeleble.
Es importante señalar que cuando el lector visualice las imágenes que acompañan este texto verá rostros de políticos como Clodomiro Almeida y Pedro Vuskovic, entre otros. No obstante, al navegar en la serie fotográfica podrá observar a detalle como los rostros de los más pequeños emergen en las fotografías de lo que fuera una entrevista, una ceremonia o cualquier otro evento. En muchas ocasiones, los documentos también muestran las cartillas de ingreso de niños y niñas, algunos de un año de edad, otros ya en la adolescencia.