El doctor Javier Garciadiego indica que, a principios del gobierno de Francisco I. Madero, éste tuvo una política respetuosa afín con la educación superior, por lo que eligió colaboradores a miembros de la comunidad universitaria, como Miguel Díaz Lombardo o Alberto J. Pani. Sin embargo, a finales de 1912, cambió su actitud y comenzó a designar para puestos claves en la universidad a gente leal que tenía como objetivo el control político de la institución, pero dejando un poco de lado la calidad de la docencia. Así, los nombramientos comenzaron a ser cada vez más obvios, lo que generó descontento entre la comunidad académica. Fue entonces que un grupo de abogados profesores de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, antecesora de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam), se inconformaron con la designación que el presidente Madero hizo de Luis Cabrera al frente de Jurisprudencia. Así, decidieron renunciar a las cátedras que tenían y fundar una institución de enseñanza superior propia e independiente del gobierno, lo cual hicieron el 24 de julio de 1912. Profesores como Luis Méndez, Miguel S. Macedo, Agustín Rodríguez y Emilio Rabasa, entre otros, formaron parte del grupo de los llamados científicos, es decir, los intelectuales partidarios del régimen porfirista, por lo que se consideró que este nuevo sitio de aprendizaje era de corte tradicional e incluso se dijo que era financiado por la Iglesia católica. Para recordar esta fecha, reunimos algunos documentos e imágenes sobre este tema y sus protagonistas.