Gramáticas de los siglos XVIII y XIX
Quién no recuerda con cariño algunos de sus libros de español, especialmente los de educación primaria. Alguna historia escrita en sus páginas, alguna lección enseñada por los maestros cuando apenas comenzaba el aprendizaje de lectura y escritura. Sin embargo, los libros con los que los mexicanos aprendimos el uso de las letras no siempre fue igual, y podemos constatarlo a través de la colección que presentamos en esta ocasión. Estas gramáticas, la mayoría resguardadas por el Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM, a excepción de un par de la Dirección General de Bibliotecas, fueron el material de apoyo que emplearon aquellos afortunados que durante los siglos XVIII y XIX tuvieron acceso a la educación.
La primera gramática en lengua romance fue la castellana, publicada por Antonio de Nebrija en 1492, por lo cual no resulta extraño que para los hispanoparlantes, principalmente la esfera culta, los estudios relativos al buen y propio uso de la lengua tuvieran especial importancia. Así pues, en esta colección encontramos desde el Compendio de gramática y ortografía castellanas en su 18ª edición, publicado por la Real Academia Española en 1807, y su posterior edición corregida de 1820, para la enseñanza en escuelas de primeras letras, hasta una Gramática filosófica de la lengua española, pasando por una Cartilla de prosodia francesa, una gramática italiana, un manual de declinaciones latinas e incluso una Gramática del idioma mexicano, en el cual Darío Julio Caballero hace una gramática del náhuatl.
A lo largo de los siglos, los estudiantes que memorizaron estas gramáticas debieron su educación a sus maestros; ya fuese al párroco de la iglesia en aquellas épocas en que la enseñanza estaba aún en manos de las órdenes religiosas, ya a los letrados en los liceos y universidades de bien entrado el siglo XIX, así como ahora debemos la nuestra a aquellos docentes que nos enseñaron las primeras letras.