El gobernador yucateco había sido comerciante, negociando con granos y otras mercancías desde adolescente. Fue vaquero y partidor de ganado vacuno en pie, para el abasto de la plaza de Motul. Conductor de trenes en Ferrocarriles del Oriente Unidos de Yucatán, cubriendo la ruta entre Mérida y la Hacienda de Cauca. Durante esos días entre las vías estuvo en contacto con un rijoso sector de la población económicamente, obreros con una particular perspectiva de la vida social y económica. Con ellos conoció primero el anarquismo venido de la Casa del Obrero Mundial, por un lado y la defensa del proletariado mexicano y su vínculo con el mundo al discutir noticias que llegaban sobre la revolución socialista que había fallado primero en 1905 y triunfado 12 años después, en Rusia. Había también un cierto sedimento dejado una generación antes por el griego Plotino C. Rhodakanaty, uno de los primeros propagandistas de la anarquía y un gran número de inmigrantes españoles que difundían a Proudhon y Fourier.

El magonismo de los primeros años del siglo xx y la acción política del Partido Liberal Mexicano con Práxedis Guerrero, fueron también fundamentales. Entra en contacto en 1912 con la Casa del Obrero, que contó con la influencia de los antiguos miembros del plm: Antonio Díaz Soto y Gama, Lázaro Gutiérrez de Lara, Manuel Sarabia y Santiago de la Vega. En torno suyo acudían organizaciones proletarias como la Unión de Linotipistas Mexicanos, la Unión de Canteros Mexicanos, la Confederación Tipográfica Mexicana, el Sindicato de Carruajes y la Gran Liga de Sastres. Por lo que las obras de Kropotkin, Bakunin, Malatesta, Reclus y Marx estaban inmediatamente disponibles.