Alaíde Foppa y la violencia de Estado en Guatemala
Antes de que las matanzas de Ruanda y de la ex Yugoslavia propiciaran los debates mundiales que llevaron a crear el concepto de la Responsabilidad de Proteger, Guatemala sufrió hechos de extrema violencia con gran pérdida de vidas y perjuicio para la población civil durante la guerra interna que se llevó a cabo en este país entre 1960 y 1996. Esta contienda no respetó las normas humanitarias internacionales, murieron miles de personas y muchas más tuvieron que huir en calidad de refugiadas o desplazadas.
Alaíde Foppa (1914-1980), poeta, crítica de arte y activista feminista nacida en España, pero radicada en Guatemala (la tierra de su madre) y exiliada en México, fue una de las personas que denunció de manera más contundente lo que sucedía en Guatemala cuando muchos callaban la terrible realidad de las masacres masivas y de las muertes de civiles diariamente. Ella misma tuvo que salir de esa nación cuando se dio la caída del presidente Jacobo Árbenz, pues su esposo había formado parte de su gabinete, hallando refugio en nuestro país acogida por la élite intelectual de la época. Fue en 1976 cuando organizó el programa de radio titulado Foro de la Mujer, transmitido por Radio Universidad, a través del cual pudo denunciar la espantosa realidad que vivían los pobladores de la zona quiché en Guatemala. Desde ese micrófono denunció, entre otros eventos, la feroz violencia contra las mujeres, las cuales eran sometidas a estupro, violación, torturas y muerte. Sus transmisiones causaron gran revuelo entre la opinión pública, no sólo en México sino a nivel internacional. Considerado una afrenta inaceptable, el régimen militar de Romeo Lucas García la secuestró el 19 de diciembre de 1980 frente a la casa de su madre, un día que acudió exclusivamente para visitarla. Alaíde, ciudadana universal, vivió dos guerras mundiales, la Guerra Civil española, la Revolución de Octubre, el nazismo, el 2 de octubre de 1968, pero no pudo sobrevivir a las fuerzas represoras de la G-2, también conocidas como el Cuerpo de Policía Secreta del Ejército que, junto con la Policía Judicial, fueron las organizaciones encargadas directamente de la tortura y asesinatos políticos en la Guatemala de aquellos años.