Por ello, el 21 de diciembre de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 30 de agosto como el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas. Según información proporcionada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, las desapariciones forzadas se producen cuando se arresta, se detiene o se traslada contra su voluntad a las personas, o cuando éstas “resultan privadas de su libertad por agentes gubernamentales de cualquier sector o nivel, por grupos organizados o por particulares que actúan en nombre del Gobierno o con su apoyo directo o indirecto, su autorización o su asentimiento, y que luego se niegan a revelar la suerte o el paradero de esas personas o a reconocer que están privadas de su libertad, sustrayéndolas así a la protección de la ley”. Miles de personas se han desvanecido en México y en otros países del continente convirtiéndose en sombras para sus familias, las cuales cargan con ese pasado doloroso y no pierden la esperanza de encontrarlos algún día. De allí la urgencia de atender de inmediato y de forma integral a este tipo de víctimas por conflictos armados, violencia social, estatal, discriminación o migración, de acuerdo con los derechos establecidos en los tratados internacionales implementados para su protección. En la colección que presentamos para conmemorar este día reunimos documentación en torno a desapariciones forzadas a lo largo y ancho de nuestro continente.