Obregón fue creciendo como militar gracias a la experiencia que vivió en el día a día al mando del 4° Batallón Irregular de Sonora, al cual tiempo después se le conocería como Ejército del Noroeste. Tras el golpe al régimen de Madero, Maytorena volvió a convocar a estas fuerzas para levantarse en armas contra los traidores, pero al poco tiempo abandonó el cargo por problemas de salud. Fue sustituido por Ignacio L. Pesqueira, quien designó a Obregón como jefe de la Sección de Guerra dejándolo al frente de cuatro mil hombres. Durante abril de 1913 avanzaron por la zona y tomaron plazas importantes, pero el 18 de ese mes decidieron adherirse al Plan de Guadalupe, unirse a Venustiano Carranza y reconocerlo como Primer Jefe, por lo que el batallón de Obregón, quien ya para entonces había ascendido a general, pasó a formar parte del Ejército Constitucionalista. El 4 de julio de aquel año, por decreto emitido en Monclova, éste quedó constituido por siete cuerpos: Noroeste, Noreste, Oriente, Occidente, Centro, Sur y Sureste. A partir de ese momento, el Ejército del Noroeste se encargaría de operar en Sonora, Chihuahua, Durango, Sinaloa y en el Territorio de Baja California. La actividad de esta facción fue importante durante todo lo que restaba de ese año y el siguiente, en el que libró relevantes batallas que llevaron al Ejército Constitucionalista a controlar el noroeste y el occidente del país. Victoriano Huerta dejó la presidencia en julio de 1914 y las tropas de Obregón entraron en la capital del país el 15 de agosto. En la colección que reunimos en esta ocasión, presentamos documentación generada por este cuerpo militar: pagos de nómina, correspondencia, nombramientos, gratificaciones y más, que nos muestran una perspectiva diferente sobre su funcionamiento.