Institución: Mexicana - Museo Nacional de la Estampa
Cuando una pieza artística de naturaleza abstracta no tiene un título se presenta como un reto de interpretación para aquel que la observa. La obra que presentamos fue realizada por Fernando García Ponce (1933-1987), quien pese a haberse formado como arquitecto se decantó por las artes visuales como profesión. Esta litografía, que no está fechada, forma parte de la producción que lo identifica como un artista abstracto geométrico, es decir, que la relación de lo representado no guarda similitud con objetos de la realidad.
El desarrollo en la formación del artista nos puede dar pistas para comprender esta pieza. A su regreso de Europa, después de haberse familiarizado con obras de vanguardia, específicamente con el cubismo francés, decidió distanciarse del arte que se había consolidado en México a través del muralismo. Esta negación lo llevó a formar parte de la llamada Generación de la Ruptura, misma que se caracterizó por tener otros intereses expresivos que los alejaban de temas nacionalistas. Así, su producción se fue al otro extremo de representaciones realistas, por ejemplo del género del retrato, que trabajó en sus inicios, específicamente en los cincuenta del siglo xx.
Con el tiempo se fue acercando a cierta búsqueda de pureza, ajena ya a las apariencias reconocibles del entorno, agregando figuras geométricas, tal como lo hace en esta pieza, en la que experimenta con diversos materiales como la serigrafía, el collage y la incorporación de varias tintas. En consecuencia, el resultado nos lleva a considerarla como un equilibrio entre formas que contrastan por sus firmes colores, que se acentúan en un contundente fondo negro.
Material de apoyo:
Borràs, María Lluïsa, Fernando García Ponce. México, Ediciones El Equilibrista, 1992.
Institución: Mexicana - Museo Nacional de la Estampa
Cuando una pieza artística de naturaleza abstracta no tiene un título se presenta como un reto de interpretación para aquel que la observa. La obra que presentamos fue realizada por Fernando García Ponce (1933-1987), quien pese a haberse formado como arquitecto se decantó por las artes visuales como profesión. Esta litografía, que no está fechada, forma parte de la producción que lo identifica como un artista abstracto geométrico, es decir, que la relación de lo representado no guarda similitud con objetos de la realidad.
El desarrollo en la formación del artista nos puede dar pistas para comprender esta pieza. A su regreso de Europa, después de haberse familiarizado con obras de vanguardia, específicamente con el cubismo francés, decidió distanciarse del arte que se había consolidado en México a través del muralismo. Esta negación lo llevó a formar parte de la llamada Generación de la Ruptura, misma que se caracterizó por tener otros intereses expresivos que los alejaban de temas nacionalistas. Así, su producción se fue al otro extremo de representaciones realistas, por ejemplo del género del retrato, que trabajó en sus inicios, específicamente en los cincuenta del siglo xx.
Con el tiempo se fue acercando a cierta búsqueda de pureza, ajena ya a las apariencias reconocibles del entorno, agregando figuras geométricas, tal como lo hace en esta pieza, en la que experimenta con diversos materiales como la serigrafía, el collage y la incorporación de varias tintas. En consecuencia, el resultado nos lleva a considerarla como un equilibrio entre formas que contrastan por sus firmes colores, que se acentúan en un contundente fondo negro.
Material de apoyo:
Borràs, María Lluïsa, Fernando García Ponce. México, Ediciones El Equilibrista, 1992.
