Institución: Archivo General de la Nación, agn
Plano iconográfico del Estado actual en que se halla en repartimiento y distribución de la Casa Hospital de Mujeres dementes sita en esta Ciudad de México.
Un plano icnográfico es aquel que representa la planta de un edificio y el que ahora presentamos como objeto destacado corresponde al del Hospital del Divino Salvador, también conocido como Hospital de la Canoa u Hospital de Mujeres Dementes que se encontraba en la Ciudad de México, en la actual calle de Donceles. Hay varias versiones acerca de su origen en el siglo xvii. Algunas fuentes comentan que este establecimiento tuvo como antecedente una obra pía iniciada por el carpintero José de Sáyago quien se impresionó al ver la cantidad de enfermos mentales que vagaban por la ciudad y que, por no contar con las atenciones necesarias, morían solos en las calles. Pero también se dice que quien realmente inició con esta labor fue la esposa de Sáyago, quien tenía una prima que sufría de este tipo de problemas, por lo que pidió permiso a su esposo para albergarla. Posteriormente fueron recogidas las mulatas Beatriz de la Rosa y Francisca Osorio y a partir de entonces, no se detendría la llegada de más y más mujeres, hasta alcanzar el número de setenta.
Llegó un momento en que la demanda era tan alta que los Sáyago ya no pudieron hacerse cargo de todas las internas, por lo que pidieron ayuda a la orden de los jesuitas, quienes consiguieron recursos a través de limosnas, así como un inmueble nuevo para recibirlas a todas. Tiempo después, cuando la congregación del Divino Salvador tomó las riendas del lugar, se acordó comprar un sitio donde se levantara un edificio especial y no usar una casa arrendada, que no podría cumplir con las necesidades de las internas. El lugar elegido fue un solar en la calle de Donceles, conocida también como calle de la Canoa, que contaba con merced de agua y licencia de oratorio para que la obra pía pudiera continuar a perpetuidad. La casa que se edificó, medía veintisiete varas de frente y cuarenta y ocho de fondo y conforme pasaron los años, sufrió modificaciones por las diferentes situaciones que fue enfrentando el hospital, como los casos de epidemias que llegaban a diezmar a la población que lo habitaba.
El plano que presentamos aquí corresponden a una petición para la remodelación de la casa que se llevaría a cabo entre 1801 y 1802. En el documento se indica que muchos de estos cambios, que incluía la reorganización de las habitaciones, buscaban separar a las mujeres “más furiosas” de las “mansas” y de algunas otras convalecientes que, si se encontraban juntas, se inquietaban y perdían la calma que necesitaban para su recuperación. Por estos mismos gráficos sabemos que el nosocomio contaba con capilla, despensa, antecocina, cocina, corral, enfermería y varios patios para el esparcimiento de las internas. También se señala cuánto costaría la obra y como ésta traería alivio y comodidad a las “pobres enfermas”. Es importante destacar que este sitio fue el primero dedicado exclusivamente a atender a personas del sexo femenino, pues se consideraba que como las mujeres eran mucho más sensibles, tenían propensión a manifestar problemas mentales con lo que se convirtieron también en una de las primeras instituciones en la historia del país dedicadas a lo que ahora conocemos como psiquiatría.
Material de apoyo
Villa Guerrero, Guadalupe, “Hospital del Divino Salvador para mujeres dementes” en Cuadernos de Culhuacán, año 1, vol. I, 1975, pp. 33-42.
Calderón Narváez, Guillermo, "San Hipólito y el Divino Salvador: primeros hospitales psiquiátricos de América" en Acta psiquiátrica y psicológica de América Latina, Núm. 39, 1993, pp. 254-259.