Institución: Gleason, Miguel
El objeto que aquí se muestra es una de las piezas de indumentaria prehispánica más emblemáticas del arte plumario mexicano; además, se le atribuye haber pertenecido al emperador Moctezuma II. Pese a que es una creencia bastante popular, no es una idea compartida por todos los investigadores, ya que en el material documental existente no se le representa al emperador con un atavío como éste. El Penacho de Moctezuma es custodiado actualmente por el Weltmuseum Wien, en Austria, y ha sido protagonista de una polémica diplomática entre México y aquel país. A lo largo del tiempo, el gobierno mexicano ha tratado en diversas ocasiones de repatriar esta pieza, sin embargo, una de las principales razones por las que esto no ha sido posible es por su estado de conservación. Una restauración realizada entre 2010 y 2012 por especialistas austriacos y mexicanos determinó que es sumamente frágil, por lo que no es factible su traslado.
Según la antropóloga Zelia Nuttall, este resplandor de largas plumas verdes, con una parte central más alta, es en realidad un quetzalapanecáyotl, que representa un quetzal completo con las alas extendidas. En fuentes como la Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, de fray Diego Durán, se le ve como un atavío utilizado en combates. Éste fue confeccionado con plumas de cuatro especies de aves, que se distinguen por sus colores: las azules, que se localizan al centro, son de ave xiuh totol y se encuentran engarzadas en tejuelos de oro; continúa un área de plumas de color rosa, de ave tlauquechol; sigue una zona de plumas marrones (de cuclillo) que se acompaña de una hilera de plumas esmeralda de quetzal, para terminar en otra también de plumas quetzal pero de mayor tamaño. Tiene una altura de 116 centímetros y un diámetro de 175, y contiene además mil 500 piezas de oro, plata y cobre en formas de medialunas, discos y escamas.
Desde el imperio de Maximiliano de Habsburgo se han realizado solicitudes para regresar a México diversos objetos prehispánicos que se encuentran en el extranjero y el Penacho de Moctezuma no ha sido la excepción. En este sentido, se han dado a conocer esfuerzos para la repatriación de piezas arqueológicas y objetos con valor histórico, tanto de instancias públicas como de colectivos de la sociedad civil.
En 2011, las autoridades mexicanas ofrecieron un préstamo temporal del penacho a cambio de la carroza dorada del último emperador de México. Recientemente, los mexicanos Sebastián Arrechedera y Yosu Arangüena coordinaron el intercambio (de manera no autorizada) de cerca de 30 audioguías de las que dispone el Weltmuseum Wien por otras con el audio modificado que corresponde a la descripción de este objeto, con la finalidad de contar otro punto de vista respecto de cómo terminó en ese lugar este quetzalapanecáyotl y abogar por su regreso.
Material de apoyo
Aguilera, Carmen, “El penacho de Motecuhzoma”, en Arqueología Mexicana, núm. 64, pp. 76-79.
Corona, Sonia, “El frágil penacho de Moctezuma”, El País, julio de 2014, disponible aquí.
Institución: Gleason, Miguel
El objeto que aquí se muestra es una de las piezas de indumentaria prehispánica más emblemáticas del arte plumario mexicano; además, se le atribuye haber pertenecido al emperador Moctezuma II. Pese a que es una creencia bastante popular, no es una idea compartida por todos los investigadores, ya que en el material documental existente no se le representa al emperador con un atavío como éste. El Penacho de Moctezuma es custodiado actualmente por el Weltmuseum Wien, en Austria, y ha sido protagonista de una polémica diplomática entre México y aquel país. A lo largo del tiempo, el gobierno mexicano ha tratado en diversas ocasiones de repatriar esta pieza, sin embargo, una de las principales razones por las que esto no ha sido posible es por su estado de conservación. Una restauración realizada entre 2010 y 2012 por especialistas austriacos y mexicanos determinó que es sumamente frágil, por lo que no es factible su traslado.
Según la antropóloga Zelia Nuttall, este resplandor de largas plumas verdes, con una parte central más alta, es en realidad un quetzalapanecáyotl, que representa un quetzal completo con las alas extendidas. En fuentes como la Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, de fray Diego Durán, se le ve como un atavío utilizado en combates. Éste fue confeccionado con plumas de cuatro especies de aves, que se distinguen por sus colores: las azules, que se localizan al centro, son de ave xiuh totol y se encuentran engarzadas en tejuelos de oro; continúa un área de plumas de color rosa, de ave tlauquechol; sigue una zona de plumas marrones (de cuclillo) que se acompaña de una hilera de plumas esmeralda de quetzal, para terminar en otra también de plumas quetzal pero de mayor tamaño. Tiene una altura de 116 centímetros y un diámetro de 175, y contiene además mil 500 piezas de oro, plata y cobre en formas de medialunas, discos y escamas.
Desde el imperio de Maximiliano de Habsburgo se han realizado solicitudes para regresar a México diversos objetos prehispánicos que se encuentran en el extranjero y el Penacho de Moctezuma no ha sido la excepción. En este sentido, se han dado a conocer esfuerzos para la repatriación de piezas arqueológicas y objetos con valor histórico, tanto de instancias públicas como de colectivos de la sociedad civil.
En 2011, las autoridades mexicanas ofrecieron un préstamo temporal del penacho a cambio de la carroza dorada del último emperador de México. Recientemente, los mexicanos Sebastián Arrechedera y Yosu Arangüena coordinaron el intercambio (de manera no autorizada) de cerca de 30 audioguías de las que dispone el Weltmuseum Wien por otras con el audio modificado que corresponde a la descripción de este objeto, con la finalidad de contar otro punto de vista respecto de cómo terminó en ese lugar este quetzalapanecáyotl y abogar por su regreso.
Material de apoyo
Aguilera, Carmen, “El penacho de Motecuhzoma”, en Arqueología Mexicana, núm. 64, pp. 76-79.
Corona, Sonia, “El frágil penacho de Moctezuma”, El País, julio de 2014, disponible aquí.
