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Nueva Jerusalén María Señora: Poema Heroyco

Nueva Jerusalén María Señora: Poema Heroyco

 
 

Nueva Jerusalén María Señora es un poema del jesuita Antonio de Escobar y Mendoza inscrito en la tradición de la épica sagrada española. Fue publicado en 1618 en Valladolid con el nombre de Historia de la Virgen Madre de Dios María.

La efervescencia de la poesía épica en Hispanoamérica surgió también durante el siglo XVI y se extendió hasta el XVIII. La épica colonial fue uno de los géneros más cultivados, y sus temas principales fueron la conquista y el Nuevo Mundo. A finales del siglo XVI, Francisco de Terrazas escribió en la Nueva España, Nuevo Mundo y conquista, texto fundacional del “ciclo cortesiano”, ciclo de poemas que giran en torno a la figura de Hernán Cortés. Otro género de gran popularidad fue el de la épica sagrada o religiosa. Uno de los ejemplos más notables es la Nueva Jerusalén María Señora: Poema Heroyco.

 

Este poema, escrito en octavas reales, narra la vida y excelencias de la Virgen María. Los puntos de partida que Escobar toma para contarnos la vida de la Virgen son, además de los evangelios neotestamentarios (Mateo, Lucas, Juan, Marcos), los textos apócrifos, como el Protoevangelio de Santiago, el Evangelio del seudo Mateo y el Evangelio de la natividad de María, que pertenecen al grupo de evangelios suplementarios.

La edición que aquí se presenta consta de dos volúmenes. El poema está estructurado con base en los “doce preciosos cimientos de la Mística Ciudad”, las 12 piedras preciosas con las que están construidos los muros de la ciudad que describe san Juan en Apocalipsis 21, la Nueva Jerusalén, donde “ya no habrá muerte ni lamento, ni llanto ni pena”, 12 fundamentos que a su vez contienen tres cantos cada uno.

 

La poesía hagiográfica gozó en España, y consecuentemente en la Nueva España, de gran difusión e importancia durante estos siglos. Su principal propósito era confeccionar obras de tipo biográfico sobre santos o personajes bíblicos. En Nueva Jerusalén María Señora el primordial objetivo es la glorificación de María, haciendo hincapié en su perfecta y absoluta pureza.

Material de apoyo:

González Blanco, Edmundo, Evangelios apócrifos, Conaculta, México, 1991.

Peña, Margarita, “La poesía épica en la Nueva España (siglo XVI)”, en Historia de la literatura mexicana: Las literaturas amerindias de México y la literatura en español del siglo XVI, Beatriz Garza y Georges Baudot (coords.), Siglo XXI, México, 1996, pp. 450-460.

 

Nueva Jerusalén María Señora es un poema del jesuita Antonio de Escobar y Mendoza inscrito en la tradición de la épica sagrada española. Fue publicado en 1618 en Valladolid con el nombre de Historia de la Virgen Madre de Dios María.

La efervescencia de la poesía épica en Hispanoamérica surgió también durante el siglo XVI y se extendió hasta el XVIII. La épica colonial fue uno de los géneros más cultivados, y sus temas principales fueron la conquista y el Nuevo Mundo. A finales del siglo XVI, Francisco de Terrazas escribió en la Nueva España, Nuevo Mundo y conquista, texto fundacional del “ciclo cortesiano”, ciclo de poemas que giran en torno a la figura de Hernán Cortés. Otro género de gran popularidad fue el de la épica sagrada o religiosa. Uno de los ejemplos más notables es la Nueva Jerusalén María Señora: Poema Heroyco.

Este poema, escrito en octavas reales, narra la vida y excelencias de la Virgen María. Los puntos de partida que Escobar toma para contarnos la vida de la Virgen son, además de los evangelios neotestamentarios (Mateo, Lucas, Juan, Marcos), los textos apócrifos, como el Protoevangelio de Santiago, el Evangelio del seudo Mateo y el Evangelio de la natividad de María, que pertenecen al grupo de evangelios suplementarios.

La edición que aquí se presenta consta de dos volúmenes. El poema está estructurado con base en los “doce preciosos cimientos de la Mística Ciudad”, las 12 piedras preciosas con las que están construidos los muros de la ciudad que describe san Juan en Apocalipsis 21, la Nueva Jerusalén, donde “ya no habrá muerte ni lamento, ni llanto ni pena”, 12 fundamentos que a su vez contienen tres cantos cada uno.

La poesía hagiográfica gozó en España, y consecuentemente en la Nueva España, de gran difusión e importancia durante estos siglos. Su principal propósito era confeccionar obras de tipo biográfico sobre santos o personajes bíblicos. En Nueva Jerusalén María Señora el primordial objetivo es la glorificación de María, haciendo hincapié en su perfecta y absoluta pureza.

Material de apoyo:

González Blanco, Edmundo, Evangelios apócrifos, Conaculta, México, 1991.

Peña, Margarita, “La poesía épica en la Nueva España (siglo XVI)”, en Historia de la literatura mexicana: Las literaturas amerindias de México y la literatura en español del siglo XVI, Beatriz Garza y Georges Baudot (coords.), Siglo XXI, México, 1996, pp. 450-460.

 
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