Cuando escuchamos sobre el Partido Liberal Mexicano (plm), solemos relacionarlo con nombres como Ricardo y Enrique Flores Magón, Librado Rivera, Manuel Sarabia entre algunos otros. Sin embargo, se suele dejar de lado a las mujeres que formaron parte de esta organización política y fueron protagonistas fundamentales en su historia.

Mujeres como Juana Belén Gutiérrez Chávez, Elisa Acuña, Dolores Jiménez y Muro, Susana Barrios, Sara Estela Ramírez, Margarita Zambrano, Julia Ontiveros, Ethel Duffy Turner, María Talavera Broussé y Lucía Norman aportaron una importante base ideológica a la estructura del plm. Gracias a ellas, la palabra “liberal” dentro de su apelativo, adquiría un verdadero sentido revolucionario; primero, por actuar dentro de un partido político, segundo, por reconocerlas como trabajadoras y sujetas de derechos laborales y, tercero, por incluir la regulación del trabajo doméstico dentro de los puntos de su programa político.
La incursión de las mujeres en las filas del plm no se dio como meras acompañantes, sino como periodistas fundadoras de diarios de oposición, organizadoras de clubes, que contaban con una formación política capaz de comprender y plantear de manera fundamentada los problemas sociales del país. Muchas mujeres simpatizaron con los proyectos de este partido, pues su programa significaba la reivindicación de su trabajo tanto en lo público como en lo privado. Su popularidad alcanzó a las obreras de las maquilas de la frontera con Estados Unidos, y a maestras normalistas, que encontraron su discurso como esperanzador.

Como los demás miembros de este partido, las mujeres militantes de esta organización fueron perseguidas por el régimen de Porfirio Díaz. Algunas de ellas fueron encarceladas y obligadas al exilio. Su aporte intelectual es hoy reconocido como uno de los más importantes durante esta etapa de la historia mexicana.

En esta colección se pueden consultar los expedientes de María Dolores Jiménez y Susana Barrio (agosto de 1913); los de Juana Belem Gutiérrez

y Chávez, Antenor Sala Suárez y Manuel Ilizaliturri Sánchez, (septiembre de 1913); y dos más, uno de Dolores Jiménez Muro (mayo de 1914) y otro de Juana Belem Gutiérrez de Mendoza (mayo-junio de 1914). Todos relacionados con el ingreso a la Penitenciaría de México acusadas de rebelión.