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General Salvador Alvarado, gobernador de Yucatán

General Salvador Alvarado, gobernador de Yucatán

 
 

Institución: Fototeca Amalia Castillo Ledón

El general Salvador Alvarado Rubio fue gobernador de Yucatán de 1915 a 1917. La fotografía que nos ocupa servirá para exponer brevemente su mandato. Fue tomada en el municipio de Maxcanú, de la misma entidad. Se le ve sentado al frente, al centro, rodeado de personas en “carácter de mestizos”, como se lee en la inscripción, quizá haciendo referencia a que la gran mayoría del grupo porta trajes típicos. Las más próximas a él son mujeres; las dos que están detrás posan colocando cada una la mano en los hombros del general. Todas llevan algún tipo de accesorio, como collares, abanicos o sombreros. Alvarado viste un traje que se aprecia formal, por lo que se deduce la celebración de un acto oficial. Los hombres enmarcan la fotografía desde el fondo y hasta los costados.

 

Para ir despertando el alma de tantos oprimidos, yo fui de pueblo en pueblo, de hacienda en hacienda, mezclándome con ellos, hablándoles infatigablemente de la buena nueva y de los nuevos tiempos; haciéndoles comprender que de ellos mismos tenía que venir el aprovecharse del camino que se abría delante de sus ojos y saber seguir por él.

 

Durante su administración liberó a los trabajadores y peones explotados promulgando leyes para mejorar sus condiciones laborales, como el establecimiento de la jornada de ocho horas y el seguro por accidentes de trabajo; organizó el Primer Congreso Feminista en México en 1916 y apoyó un gran movimiento educacional en favor de la mujer, así como la prohibición de prostíbulos “enseñando así que el amor, aun en sus formas inferiores y malsanas, no debe ser cosa de tráfico y menos debe permitirse que el Estado sea cómplice de tales infamias, por el hecho de sancionarlas, incluyéndolas como fuentes de ingreso en sus presupuestos”; además, instituyó cerca de mil escuelas en el campo.

 

Instauró bibliotecas populares y centros de enseñanza laica; organizó los ferrocarriles del estado; construyó la terminal de petróleos en Progreso, y promulgó una importante ley de expropiación de tierras.

 

… es 100 veces mejor el trabajo de un hombre libre que la fatiga miserable de un esclavo.

El compromiso del general Alvarado con la dignificación de la mujer fue ejemplar. La convocatoria al Primer Congreso Feminista de Yucatán da constancia de sus preocupaciones y de su convicción respecto a que “el medio más eficaz de conseguir estos ideales o sea de libertar y educar a la mujer, es concurriendo ella misma con sus energías e iniciativas a reclamar sus derechos, a señalar la educación que necesita y a pedir su injerencia en el Estado, para que ella misma se proteja”.

Yo siempre he creído que mientras no elevemos a la mujer, nos será imposible hacer patria.

 

Al término de su periodo como gobernador de Yucatán, se incorporó de nueva cuenta al ejército y en 1920 se unió a la rebelión de Agua Prieta contra Carranza. Adolfo de la Huerta lo nombró jefe militar del sureste en 1923, rebelándose contra Álvaro Obregón. Fue asesinado el 9 de junio de 1924 en el rancho del Hormiguero por el teniente coronel Diego Zubiaur.

Material de apoyo:

Alvarado Rubio, Salvador, Mi actuación revolucionaria, México, inehrm, 2019. Diccionario de Generales de la Revolución, México, inehrm, 2013. Convocatoria al Primer Congreso Feminista de Yucatán. Disponible aquí.

 

Institución: Fototeca Amalia Castillo Ledón

El general Salvador Alvarado Rubio fue gobernador de Yucatán de 1915 a 1917. La fotografía que nos ocupa servirá para exponer brevemente su mandato. Fue tomada en el municipio de Maxcanú, de la misma entidad. Se le ve sentado al frente, al centro, rodeado de personas en “carácter de mestizos”, como se lee en la inscripción, quizá haciendo referencia a que la gran mayoría del grupo porta trajes típicos. Las más próximas a él son mujeres; las dos que están detrás posan colocando cada una la mano en los hombros del general. Todas llevan algún tipo de accesorio, como collares, abanicos o sombreros. Alvarado viste un traje que se aprecia formal, por lo que se deduce la celebración de un acto oficial. Los hombres enmarcan la fotografía desde el fondo y hasta los costados.

Para ir despertando el alma de tantos oprimidos, yo fui de pueblo en pueblo, de hacienda en hacienda, mezclándome con ellos, hablándoles infatigablemente de la buena nueva y de los nuevos tiempos; haciéndoles comprender que de ellos mismos tenía que venir el aprovecharse del camino que se abría delante de sus ojos y saber seguir por él.

 

Durante su administración liberó a los trabajadores y peones explotados promulgando leyes para mejorar sus condiciones laborales, como el establecimiento de la jornada de ocho horas y el seguro por accidentes de trabajo; organizó el Primer Congreso Feminista en México en 1916 y apoyó un gran movimiento educacional en favor de la mujer, así como la prohibición de prostíbulos “enseñando así que el amor, aun en sus formas inferiores y malsanas, no debe ser cosa de tráfico y menos debe permitirse que el Estado sea cómplice de tales infamias, por el hecho de sancionarlas, incluyéndolas como fuentes de ingreso en sus presupuestos”; además, instituyó cerca de mil escuelas en el campo.

 

Instauró bibliotecas populares y centros de enseñanza laica; organizó los ferrocarriles del estado; construyó la terminal de petróleos en Progreso, y promulgó una importante ley de expropiación de tierras.

 

… es 100 veces mejor el trabajo de un hombre libre que la fatiga miserable de un esclavo.

El compromiso del general Alvarado con la dignificación de la mujer fue ejemplar. La convocatoria al Primer Congreso Feminista de Yucatán da constancia de sus preocupaciones y de su convicción respecto a que “el medio más eficaz de conseguir estos ideales o sea de libertar y educar a la mujer, es concurriendo ella misma con sus energías e iniciativas a reclamar sus derechos, a señalar la educación que necesita y a pedir su injerencia en el Estado, para que ella misma se proteja”.

Yo siempre he creído que mientras no elevemos a la mujer, nos será imposible hacer patria.

Al término de su periodo como gobernador de Yucatán, se incorporó de nueva cuenta al ejército y en 1920 se unió a la rebelión de Agua Prieta contra Carranza. Adolfo de la Huerta lo nombró jefe militar del sureste en 1923, rebelándose contra Álvaro Obregón. Fue asesinado el 9 de junio de 1924 en el rancho del Hormiguero por el teniente coronel Diego Zubiaur.

Material de apoyo:

Alvarado Rubio, Salvador, Mi actuación revolucionaria, México, inehrm, 2019. Diccionario de Generales de la Revolución, México, inehrm, 2013. Convocatoria al Primer Congreso Feminista de Yucatán. Disponible aquí.

 
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