Colaborador: Rogelio Cuéllar
El punto literario indiscutible que hermana a Colombia y México tiene nombre: Gabriel García Márquez (1927-2014), capturado en esta imagen por la lente del fotógrafo Rogelio Cuéllar. Nacido en Aracataca y fallecido en la Ciudad de México, el escritor es una figura compartida. Mexicano por elección, llegó a nuestro país el 26 de junio de 1961, procedente de los Estados Unidos, en donde no se le permitió trabajar ni vivir en paz por sus posturas políticas cercanas a la Revolución cubana. Arribó acompañado de su mujer y de su primer hijo, Rodrigo, pues Gonzalo, el segundo, ya nació en México. Fue recibido por su compatriota, amigo y colega Álvaro Mutis en el país en el que iniciaría una aventura literaria sin igual. Pronto reconoció su fascinación por el lugar en el que aspectos tan distantes como la modernidad y la cultura indígena, más un toque de magia convivían como si fuera una de esas “realidades” de los escritos de Juan Rulfo.
En México surgió con fuerza una pasión que logró explorar con rotundo éxito: la escritura para cine más allá de la experiencia que ya tenía como crítico en Colombia y en México, bajo el seudónimo Séptimus, y el antecedente de la escritura de un cortometraje silente. En la capital del país desarrolló historias que fueron llevadas a la pantalla; su quehacer en el cine devino para él casi obsesión; en consecuencia dejó un legado importante que marcó la cinematografía nacional con la creación de guiones que hoy son parte fundamental de nuestra historia fílmica, baste mencionar: En este pueblo no hay ladrones (1962), Tiempo de morir (1965), Patsy mi amor (1968) y El año de la peste (1978), entre muchas otras más. García Márquez triunfaba, no obstante, de pronto desapareció del mundillo del cine y no se supo de él por un largo tiempo. Retomaba una vieja historia que siempre había querido escribir.
La Ciudad de México es también huella indeleble, lugar en el que Gabo, como se le llamó siempre con cariño en la intimidad de su casa día a día y con suma disciplina redactaría una de las novelas más importantes de la historia de la literatura: Cien años de soledad. Él recordaba haberla tenido guardada en su mente por más de 17 años, sólo bastaba comenzar, sentarse frente a la máquina de escribir durante 18 meses para que cobrara forma una historia con profundas raíces colombianas, absorto en ello y sin explicarse cómo su mujer, Mercedes se encargaba de la casa y de los alimentos de la familia. Después de su publicación todo cambió. Otras dos fechas rotundas le esperaban en el entonces Distrito Federal: una fue la llamada telefónica en la mañana del 21 de octubre de 1982 en la que le comunicaban que era el Premio Nobel de Literatura; la otra, el 17 de abril del 2014 en que su cuerpo trascendió a otras mágicas realidades.
Material de apoyo:
Moreno Blanco, Juan (comp.), Gabriel García Márquez: Literatura y memoria, Programa Editorial Universidad del Valle, Colombia, 2016.
Saldívar, Dasso, García Márquez. El viaje a la semilla, Ariel, Barcelona, 2021.
Santana Acuña, Álvaro, Gabriel García Márquez, vida, magia y obra de un escritor global. Océano, México, 2021.
Colaborador: Rogelio Cuéllar
El punto literario indiscutible que hermana a Colombia y México tiene nombre: Gabriel García Márquez (1927-2014), capturado en esta imagen por la lente del fotógrafo Rogelio Cuéllar. Nacido en Aracataca y fallecido en la Ciudad de México, el escritor es una figura compartida. Mexicano por elección, llegó a nuestro país el 26 de junio de 1961, procedente de los Estados Unidos, en donde no se le permitió trabajar ni vivir en paz por sus posturas políticas cercanas a la Revolución cubana. Arribó acompañado de su mujer y de su primer hijo, Rodrigo, pues Gonzalo, el segundo, ya nació en México. Fue recibido por su compatriota, amigo y colega Álvaro Mutis en el país en el que iniciaría una aventura literaria sin igual. Pronto reconoció su fascinación por el lugar en el que aspectos tan distantes como la modernidad y la cultura indígena, más un toque de magia convivían como si fuera una de esas “realidades” de los escritos de Juan Rulfo.
En México surgió con fuerza una pasión que logró explorar con rotundo éxito: la escritura para cine más allá de la experiencia que ya tenía como crítico en Colombia y en México, bajo el seudónimo Séptimus, y el antecedente de la escritura de un cortometraje silente. En la capital del país desarrolló historias que fueron llevadas a la pantalla; su quehacer en el cine devino para él casi obsesión; en consecuencia dejó un legado importante que marcó la cinematografía nacional con la creación de guiones que hoy son parte fundamental de nuestra historia fílmica, baste mencionar: En este pueblo no hay ladrones (1962), Tiempo de morir (1965), Patsy mi amor (1968) y El año de la peste (1978), entre muchas otras más. García Márquez triunfaba, no obstante, de pronto desapareció del mundillo del cine y no se supo de él por un largo tiempo. Retomaba una vieja historia que siempre había querido escribir.
La Ciudad de México es también huella indeleble, lugar en el que Gabo, como se le llamó siempre con cariño en la intimidad de su casa día a día y con suma disciplina redactaría una de las novelas más importantes de la historia de la literatura: Cien años de soledad. Él recordaba haberla tenido guardada en su mente por más de 17 años, sólo bastaba comenzar, sentarse frente a la máquina de escribir durante 18 meses para que cobrara forma una historia con profundas raíces colombianas, absorto en ello y sin explicarse cómo su mujer, Mercedes se encargaba de la casa y de los alimentos de la familia. Después de su publicación todo cambió. Otras dos fechas rotundas le esperaban en el entonces Distrito Federal: una fue la llamada telefónica en la mañana del 21 de octubre de 1982 en la que le comunicaban que era el Premio Nobel de Literatura; la otra, el 17 de abril del 2014 en que su cuerpo trascendió a otras mágicas realidades.
Material de apoyo:
Moreno Blanco, Juan (comp.), Gabriel García Márquez: Literatura y memoria, Programa Editorial Universidad del Valle, Colombia, 2016.
Saldívar, Dasso, García Márquez. El viaje a la semilla, Ariel, Barcelona, 2021.
Santana Acuña, Álvaro, Gabriel García Márquez, vida, magia y obra de un escritor global. Océano, México, 2021.
