Como fotorreportero de Unomásuno, Valtierra viajó a Guatemala en cuatro ocasiones: la primera en 1981 para registrar el éxodo de guatemaltecos a tierras mexicanas a causa de la guerra; en 1982 regresó a cubrir los desplazamientos internos en el Petén y, en ese mismo año, se internó en dos ocasiones en la selva con los grupos guerrilleros de la Organización del Pueblo en Armas (orpa) y las Fuerzas Armadas Rebeldes (far), que en ese momento se enfrentaban al gobierno militar del general Efraín Ríos Montt.

El objetivo primordial de este reportaje, publicado en junio de 1982, fue mostrar la cotidianidad de los desplazados por la guerra y la vida en la selva, incluyendo las actividades diarias de los guerrilleros. Las mujeres rebeldes aparecen con mayor persistencia en los más de 400 negativos que componen esta cobertura mediática. Se aprecia el interés del fotógrafo por retratarlas como integrantes de los grupos rebeldes, alejadas de los estereotipos de la época, donde se les asociaba a labores del hogar, aún dentro de las guerrillas. Es así que aparecen realizando ejercicios militares, ataviadas con su equipo de combate, mimetizadas con la selva, y las que permanecen estoicas realizando su labor de vigías.