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Foto del hotel del complejo del Agua Caliente

Foto del hotel del complejo del Agua Caliente

 
 

Institución: Archivo Histórico Municipal de Tijuana

El Distrito Norte de Baja California estuvo gobernado por el general Abelardo L. Rodríguez entre 1923 y 1929. Durante esa época, el turismo fue una de las principales actividades económicas del lugar, aprovechando que en los Estados Unidos la llamada Ley Seca impedía tanto el consumo de bebidas alcohólicas como los juegos de azar y demás actividades relacionadas con ellas. Rodríguez, que además de ser militar y político tenía buen ojo para los negocios, aprovechó esta situación para apoyar a capitalistas, extranjeros y nacionales, para invertir y establecer negocios en los diferentes poblados del Distrito. Para él existían dos clases de turistas: los hombres que viajaban solos y buscaban lugares para salir de fiesta; y las familias, generalmente de clase media y alta, que querían un sitio tranquilo para vacacionar y, tomando esto en cuenta, comenzó a planear la forma de crear un espacio que de alguna manera contemplara a estos dos sectores.

 

Así, para atraer a Tijuana a una clientela de mayor rango, el gobernador se alió con empresarios estadunidenses para formar la Compañía Mexicana de Agua Caliente, cuyo objetivo principal era establecer hoteles, casinos, balnearios y otros comercios afines. Aunque la idea original fue tener distintos espacios, la principal obra que desarrolló esta empresa fue el conocido como Hotel Casino de Agua Caliente, el cual fue inaugurado el 23 de junio de 1928. Rodríguez fungió como arrendatario poniendo a disposición de la compañía el terreno en donde se levantó el complejo turístico que pronto llamó la atención de los visitantes extranjeros por su tipo de arquitectura, sus dimensiones, el lujo de sus interiores y las fortunas que se gastaban en su casino. El objeto destacado que mostramos aquí es precisamente una vista del hotel de este centro vacacional que contaba con 500 habitaciones, búngalos y un gran salón de baile.

 

Además de su gran alberca y los baños turcos y rusos, las tiendas de ropa, joyería y perfumería, así como su restaurante de alta cocina internacional, contaba también con espacio para 150 automóviles, que era el medio más utilizado para arribar a este complejo. Además, tenía una pista de aterrizaje a la que llegaban aviones una o dos veces por semana desde San Diego o Los Ángeles. En la fotografía se puede apreciar el edificio de estructuras bajas, blancas con techos de teja, diseñado por el arquitecto Wayne McAllister, inspirado en las misiones californianas. También vemos parte de sus jardines, las palmeras que se alzan tanto al interior como al exterior, y los caminos que conducen a su entrada principal. Es probable que la fotografía esté tomada desde otra parte del mismo complejo, pues las construcciones de la parte inferior son similares a las que observamos a lo lejos. Este emblemático centro turístico funcionó hasta el año de 1938, cuando fue expropiado por el gobierno de Lázaro Cárdenas.

 

Material de apoyo

Gómez Estrada, José Alfredo, Gobierno y casinos. El origen de la riqueza de Abelardo L. Rodríguez, México, Instituto Mora / Universidad Autónoma de Baja California, 2007, 233 pp.

———, “Turismo, gobierno y ley seca en la frontera norte de México. Tijuana, Baja California, en el periodo 1920-1935”, en Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México, núm. 57, enero-junio de 2019, pp. 207-238.

 

Institución: Archivo Histórico Municipal de Tijuana

El Distrito Norte de Baja California estuvo gobernado por el general Abelardo L. Rodríguez entre 1923 y 1929. Durante esa época, el turismo fue una de las principales actividades económicas del lugar, aprovechando que en los Estados Unidos la llamada Ley Seca impedía tanto el consumo de bebidas alcohólicas como los juegos de azar y demás actividades relacionadas con ellas. Rodríguez, que además de ser militar y político tenía buen ojo para los negocios, aprovechó esta situación para apoyar a capitalistas, extranjeros y nacionales, para invertir y establecer negocios en los diferentes poblados del Distrito. Para él existían dos clases de turistas: los hombres que viajaban solos y buscaban lugares para salir de fiesta; y las familias, generalmente de clase media y alta, que querían un sitio tranquilo para vacacionar y, tomando esto en cuenta, comenzó a planear la forma de crear un espacio que de alguna manera contemplara a estos dos sectores.

Así, para atraer a Tijuana a una clientela de mayor rango, el gobernador se alió con empresarios estadunidenses para formar la Compañía Mexicana de Agua Caliente, cuyo objetivo principal era establecer hoteles, casinos, balnearios y otros comercios afines. Aunque la idea original fue tener distintos espacios, la principal obra que desarrolló esta empresa fue el conocido como Hotel Casino de Agua Caliente, el cual fue inaugurado el 23 de junio de 1928. Rodríguez fungió como arrendatario poniendo a disposición de la compañía el terreno en donde se levantó el complejo turístico que pronto llamó la atención de los visitantes extranjeros por su tipo de arquitectura, sus dimensiones, el lujo de sus interiores y las fortunas que se gastaban en su casino. El objeto destacado que mostramos aquí es precisamente una vista del hotel de este centro vacacional que contaba con 500 habitaciones, búngalos y un gran salón de baile.

Además de su gran alberca y los baños turcos y rusos, las tiendas de ropa, joyería y perfumería, así como su restaurante de alta cocina internacional, contaba también con espacio para 150 automóviles, que era el medio más utilizado para arribar a este complejo. Además, tenía una pista de aterrizaje a la que llegaban aviones una o dos veces por semana desde San Diego o Los Ángeles. En la fotografía se puede apreciar el edificio de estructuras bajas, blancas con techos de teja, diseñado por el arquitecto Wayne McAllister, inspirado en las misiones californianas. También vemos parte de sus jardines, las palmeras que se alzan tanto al interior como al exterior, y los caminos que conducen a su entrada principal. Es probable que la fotografía esté tomada desde otra parte del mismo complejo, pues las construcciones de la parte inferior son similares a las que observamos a lo lejos. Este emblemático centro turístico funcionó hasta el año de 1938, cuando fue expropiado por el gobierno de Lázaro Cárdenas.

Material de apoyo

Gómez Estrada, José Alfredo, Gobierno y casinos. El origen de la riqueza de Abelardo L. Rodríguez, México, Instituto Mora / Universidad Autónoma de Baja California, 2007, 233 pp.

———, “Turismo, gobierno y ley seca en la frontera norte de México. Tijuana, Baja California, en el periodo 1920-1935”, en Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México, núm. 57, enero-junio de 2019, pp. 207-238.

 
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