Institución: Archivo General de la Nación, agn
El expediente 8535 del volumen 778 del ramo Archivo de Guerra del agn contiene, entre otras fojas, la diligencia para agregar el retrato del reo José Alvino Silva. El documento alude la indicación que se ha dado y en la parte superior central aparece la fotografía del acusado, que mira fijamente a la lente. El escrito aporta datos como la fecha exacta de la petición, el retrato, el nombre del escribano y la institución involucrada en la producción que fue la Cárcel Nacional. En cuanto al proceso, podemos referir que al joven de la causa se le acusaba por el robo de vino, huevos, burros, huacales de gallina y un borrego; aunque en la descripción se recupera que aceptó el cargo sobre el hurto del vino.
Aunque en esta entrada sólo mostramos una foja del expediente en cuestión, cabe señalar que en sí misma es un importante testimonio del cual vamos a explorar diversos temas. En primer lugar, nos interesa resaltar el aspecto físico de la pieza. De acuerdo con Ana Lilia Quintero Barajas, los retratos de prisioneros son los registros más antiguos en este soporte que custodia el agn, por lo que su valor material es digno de destacarse; en ese sentido, podemos apreciar en la representación que su estado de conservación es adecuado para un documento de más de 168 años de antigüedad, por lo que la digitalización del mismo ayuda a garantizar su conservación y su difusión.
Por otra parte, la documentación del caso arroja información sobre la impartición de la justicia y de la sociedad a mediados del siglo xix. Luego de lograrse la independencia y después de varias disputas políticas para consolidar el poder, el país atravesaba profundas crisis sociales por lo que la población padeció constantes casos criminales, ya que muchos grupos sufrieron por la escasez de alimentos, el desempleo y enfermedades. por lo que el bandidaje alejaba brevemente de la inanición a mujeres, niños y hombres. Debido al aumento de la delincuencia diversas instancias gubernamentales decidieron utilizar el recurso fotográfico para lograr una plena identificación de los reos e impulsar así la administración de la justicia. Fue tan utilizado este recurso que podríamos encontrar abundantes retratos en más de 600 volúmenes del fondo.
En cuanto al motivo por el cual la información sobre reos y presos se resguarda en el fondo Archivo de Guerra, éste se debe a que en 1853 los delitos de robo se canalizaron a la jurisdicción militar; muchas veces se castigaba con la muerte o con la reclusión en San Juan de Ulúa; Quintero Barajas refiere que si el castigo era el segundo, los prisioneros tenían que trasladarse más de 400 kilómetros a pie, y aunque las condiciones del viaje eran tan severas, siempre cabía la posibilidad de que se pudieran escapar los acusados, de ahí que se implementara casi dos años después el uso de la fotografía en los procesos.
Para terminar, resaltamos la importancia material de estos registros fotográficos, que también son un gran testimonio para conocer las limitaciones de los grupos marginados en el centro del país.
Material de apoyo:
Ana Lilia Quintero Barajas, “Las fotografías más antiguas del agn, en papel salado, procedentes del registro de ladrones de la Cárcel Nacional de Belem”, en Legajos. Boletín del Archivo General de la Nación, núm. 15 (enero-abril de 2018), pp. 103-127.
Institución: Archivo General de la Nación, agn
El expediente 8535 del volumen 778 del ramo Archivo de Guerra del agn contiene, entre otras fojas, la diligencia para agregar el retrato del reo José Alvino Silva. El documento alude la indicación que se ha dado y en la parte superior central aparece la fotografía del acusado, que mira fijamente a la lente. El escrito aporta datos como la fecha exacta de la petición, el retrato, el nombre del escribano y la institución involucrada en la producción que fue la Cárcel Nacional. En cuanto al proceso, podemos referir que al joven de la causa se le acusaba por el robo de vino, huevos, burros, huacales de gallina y un borrego; aunque en la descripción se recupera que aceptó el cargo sobre el hurto del vino.
Aunque en esta entrada sólo mostramos una foja del expediente en cuestión, cabe señalar que en sí misma es un importante testimonio del cual vamos a explorar diversos temas. En primer lugar, nos interesa resaltar el aspecto físico de la pieza. De acuerdo con Ana Lilia Quintero Barajas, los retratos de prisioneros son los registros más antiguos en este soporte que custodia el agn, por lo que su valor material es digno de destacarse; en ese sentido, podemos apreciar en la representación que su estado de conservación es adecuado para un documento de más de 168 años de antigüedad, por lo que la digitalización del mismo ayuda a garantizar su conservación y su difusión.
Por otra parte, la documentación del caso arroja información sobre la impartición de la justicia y de la sociedad a mediados del siglo xix. Luego de lograrse la independencia y después de varias disputas políticas para consolidar el poder, el país atravesaba profundas crisis sociales por lo que la población padeció constantes casos criminales, ya que muchos grupos sufrieron por la escasez de alimentos, el desempleo y enfermedades. por lo que el bandidaje alejaba brevemente de la inanición a mujeres, niños y hombres. Debido al aumento de la delincuencia diversas instancias gubernamentales decidieron utilizar el recurso fotográfico para lograr una plena identificación de los reos e impulsar así la administración de la justicia. Fue tan utilizado este recurso que podríamos encontrar abundantes retratos en más de 600 volúmenes del fondo.
En cuanto al motivo por el cual la información sobre reos y presos se resguarda en el fondo Archivo de Guerra, éste se debe a que en 1853 los delitos de robo se canalizaron a la jurisdicción militar; muchas veces se castigaba con la muerte o con la reclusión en San Juan de Ulúa; Quintero Barajas refiere que si el castigo era el segundo, los prisioneros tenían que trasladarse más de 400 kilómetros a pie, y aunque las condiciones del viaje eran tan severas, siempre cabía la posibilidad de que se pudieran escapar los acusados, de ahí que se implementara casi dos años después el uso de la fotografía en los procesos.
Para terminar, resaltamos la importancia material de estos registros fotográficos, que también son un gran testimonio para conocer las limitaciones de los grupos marginados en el centro del país.
Material de apoyo:
Ana Lilia Quintero Barajas, “Las fotografías más antiguas del agn, en papel salado, procedentes del registro de ladrones de la Cárcel Nacional de Belem”, en Legajos. Boletín del Archivo General de la Nación, núm. 15 (enero-abril de 2018), pp. 103-127.
