La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 20 de noviembre Día Universal del Niño, fecha en que se aprobó la Declaración de los Derechos del Niño y la Convención Sobre Los Derechos del Niño. Sin embargo, en nuestro país, se festeja a los niños y niñas el 30 de abril.

A propósito de esta festividad, presentamos tres carteles publicitarios del Gran Circo Bell, fundado por el payaso de origen londinense Ricardo Bell, mundialmente reconocido, que encontró sus mayores éxitos en la Ciudad de México. Formó parte de las atracciones del Circo Orrín (considerado uno de los mejores del mundo en el siglo XIX) y, posteriormente, abrió su propia compañía circense en 1906 en terrenos concesionados por el gobierno de Porfirio Díaz ubicados frente a la Alameda Central. Ahí se instaló el Gran Circo Bell.

Ricardo Bell fue un hombre preparado, filósofo y psicólogo. Estudiaba a conciencia sus parlamentos y sus gestos. Se dice que solo le bastaba hacer una mueca o una pose para arrancar carcajadas del público, incluidas las del presidente Porfirio Díaz, con quien forjó una peculiar amistad. Se cuenta que, en una ocasión, un periodista cuestionó al mandatario sobre por qué no dejaba votar a la población y él contestó: “porqué votarían por Ricardo Bell”.


Por el ambiente social y político que se vivía en el país, Bell decidió partir con su familia a Europa a principios de 1911, en momentos que las fuerzas revolucionarias cobraban fuerza con el propósito de deponer a Porfirio Díaz. Muere en Nueva York un par de meses más tarde a causa de una neumonía.