Institución: Archivo Histórico de la Cámara de Diputados
Elías Amador: un gran erudito de las antigüedades en Zacatecas. Elías Amador fue un notable archivista, bibliotecario, historiador, periodista y funcionario estatal y federal. Llegó a ser el director del Museo Nacional de México y ocupó el cargo de diputado por la xxvi Legislatura Federal, como se aprecia en la credencial con su retrato, que hoy publica Memórica. Nació en 1844 en la Villa de Cos, Zacatecas, que en ese entonces pertenecía al Partido de Fresnillo. Sus padres fueron don Juan Lozano Amador y doña Margarita Garay Yáñez. Debido a los problemas políticos en esa época apenas asistió a la escuela primaria, por lo que su educación estuvo a cargo de su padre, quien era un liberal de ideas radicales. Durante su juventud, Elías Amador combatió en la Guerra de Reforma y contra el Segundo Imperio bajo las órdenes del general González Ortega.
En la Villa de Cos (hoy municipio y cabecera del mismo nombre) se convirtió al protestantismo y se desempeñó como preceptor de rentas, tesorero municipal, secretario del Ayuntamiento y presidente del mismo. Al trasladarse a la ciudad de Zacatecas, organizó en 1884 la Biblioteca Pública del Estado, donde se desempeñó como director y también como archivero general; ambos empleos le dieron la oportunidad de revisar acervos documentales que le sirvieron para realizar sus estudios históricos y sus publicaciones sobre los mismos. También ocupó diversos puestos públicos: entre los más importantes se pueden señalar el de director del Periódico Oficial, secretario particular del gobernador liberal Jesús Aréchiga; director del Hospicio de Niños, regidor en 1890 y diputado suplente en 1896.
Como defensor del jacobinismo colaboró en los diarios El Pueblo Liberal, El Centinela y El Demócrata Zacatecano, entre otros.
En 1892 editó el primero de los tres tomos de su gran obra El Bosquejo Histórico de Zacatecas, y su artículo “Algo sobre Chicomoztoc” salió a la luz en 1896 dentro de las Actas del Onceavo Congreso de Americanistas que se llevó a cabo en la capital de México el año anterior. En 1900, al ascender el latifundista y conservador Genaro García como gobernador del estado, Amador tuvo que irse a la ciudad de Aguascalientes debido a sus ideales políticos. De los volúmenes manuscritos del Diario Histórico de Carlos María Bustamante que encontró arrumbados en la Biblioteca Pública y que deseaba publicar, sólo pudo editar uno en el año de 1896 pues debido a su exilio no pudo imprimir los otros dos faltantes de su Bosquejo Histórico, que se editaron hasta época reciente.
En 1911 fue nombrado diputado federal por Zacatecas, cargo que ocupó hasta 1912. Ya radicado en la Ciudad de México, fue jefe de Publicaciones del Museo Nacional de Arqueología e Historia de México en cuyos Anales publicó entre otros artículos el de “Los caudillos de la Independencia ante el patíbulo”, en el número 15, tomo III, en 1911. Años después, de agosto de 1915 al 15 de enero de 1916, fue director de ese museo. Murió en la Ciudad de México en 1917.
Las antigüedades
No hay ninguna duda que en el primer tomo de su Bosquejo Histórico de Zacatecas y en su contribución “Algo sobre Chicomoztoc”, Elías Amador recopiló una gran cantidad de información sobre los vestigios arqueológicos descubiertos en varias regiones de ese estado; la reunió gracias a la revisión de colecciones arqueológicas que poseían algunos de los propietarios de las tierras donde se hallaban esas ruinas, y por la consulta de publicaciones de la época colonial y del siglo xix disponibles en la Biblioteca Pública, o bien que él poseía, y finalmente por la correspondencia que publicó en el diario El Demócrata de Zacatecas y en el Diario Oficial y que sostuvo con otros estudiosos, principalmente mineros, quienes, como él, también se interesaron por indagar sobre el mutismo de las antigüedades anteriores a la conquista. Éste fue el caso de los datos que aparecen en esos dos textos sobre las ruinas de La Quemada o Chicomoztoc y la colección de la familia Franco, que se ubicaba en la hacienda del mismo nombre en el valle de Malpaso, municipio de Villanueva, al centro sur del territorio zacatecano.
O lo escrito por él en su Bosquejo sobre el ancestral centro ceremonial caxcán del Teúl, en Tlaltenango, al sureste, y de las antiguas fortalezas y cavernas que se localizaron en Chalchihuites, Zacatecas, y que fueron reportadas por tres jóvenes zacatecanos, entre ellos Genaro García, que décadas después llegó también a ser director del Museo Nacional de México y en el año 1908 envió al estudiante Manuel Gamio a esa región, mismo que, por casualidad, descubrió los restos del asentamiento de Alta Vista.
Material de apoyo:
Diccionario Porrúa. Historia, Biografía y Geografía de México [1964], tomo I, Porrúa, México, 1995, pp. 146-147.
Enciclopedia de México, tomo I, 1987, pp. 384-387.
García Uranga, Baudelina y José Humberto Medina González, Antología documental sobre Alta Vista, Chalchihuites, vol. I, inah-Secretaría de Cultura (Col. Científica), México, 2016.