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Cortés y La Malinche

Cortés y La Malinche

 
 

Institución: Antiguo Colegio de San Ildefonso

Una vez concluido el conflicto armado revolucionario, los encargados de dirigir al país se dieron a la tarea de construir una nueva idea de nación y de difundirla entre todos los mexicanos. Para lograrlo se convocó a artistas e intelectuales como parte de los programas implementados por la Secretaría de Educación Pública, entre los que se encontraban los llamados muralistas, encargados de presentar esta versión renovada a través de las paredes de los edificios públicos. El objeto destacado que mostramos aquí, forma parte del interés que se tenía por mostrar una historia que legitimara la Revolución y a la clase política en el poder, aunque muchas veces lo que se plasmó no fue precisamente lo sucedido. Así, con este mural que retrata a Hernán Cortés y a la Malinche, comenzó a propagarse la idea de México como un país resultado del mestizaje.

 

Pero un mestizaje muy particular, el que sólo incluía a la cultura española y a la indígena. A decir de los especialistas, ésta fue la primera vez en el siglo xx que se plasmó la imagen de la Malinche en una obra. El artista jalisciense José Clemente Orozco la realizó en 1926 en un plafón del cubo de la escalera del Antiguo Colegio de San Ildefonso, edificio que en aquella época alojaba a la Escuela Nacional Preparatoria. En este sitio, pintores destacados desarrollaron varios temas entre los que destacan la Revolución y la llamada Conquista, la cual, durante esos años, se manejó como un hito clave en la reestructuración de la identidad nacional mexicana. Sin embargo, también propagó la idea de un poderoso español frente a un pasivo y sumiso indígena, además de la derrota ineludible de todo el pueblo mesoamericano representado por el hombre que se encuentra a los pies de los personajes sentados, figuras centrales de la composición. Hoy sabemos que las cosas no fueron tan simples como se muestra en este mural.

 

En la actualidad existen muchas interpretaciones del fresco elaborado por Orozco y las consultadas señalan su interés por representar la fusión de dos culturas como el origen de la nación mexicana. A los ojos de quienes generalizaron esta idea en los años veinte, este episodio valió la pena al dar como resultado una nación con raíz indígena pero alejada ya de la barbarie que se creía caracterizaba a estos pueblos. Hoy en día, en el afán por sanar las heridas dejadas por este periodo histórico se han solicitado disculpas a la Corona española, sin embargo, nos resulta más difícil cuestionar a los gobernantes e intelectuales mexicanos del siglo xx que, a través de la literatura, la historiografía y el arte, insertaron en la ciudadanía una idea errada o por lo menos rebatible de lo que sucedió entre 1519 y 1521. Contrastar estas versiones a la luz de los conocimientos actuales, como lo está haciendo la historiografía reciente, resulta un buen ejercicio en la búsqueda de la reconciliación con aquel pasado.

 

Material de apoyo:

Ibarra, Mayra, "Hernán Cortés y la Malinche: unidos por una herida. Aproximaciones al análisis del discurso histórico e ideológico acerca de la identidad cultural mexicana en la década de 1950", en Cuadernos del Sur. Letras, núm. 37, 2007, pp. 87-118.

Machado, Fernando, "Orozco: el mural de la escalera del antiguo Colegio de San Ildefonso", en Crónicas. El Muralismo, Producto de la Revolución Mexicana en América, núms. 10-11, 2013, pp. 63-72.

Salazar Lisboa, Eric Francisco, “Cortés y Malinche: el discurso del mestizaje en la representación artística latinoamericana”, en ArtyHum: Revista Digital de Artes y Humanidades, núm. 33, 2017, pp. 25-41

Salmerón, Pedro, La batalla por Tenochtitlan, México, Fondo de Cultura Económica, 2021.

 

Institución: Antiguo Colegio de San Ildefonso

Una vez concluido el conflicto armado revolucionario, los encargados de dirigir al país se dieron a la tarea de construir una nueva idea de nación y de difundirla entre todos los mexicanos. Para lograrlo se convocó a artistas e intelectuales como parte de los programas implementados por la Secretaría de Educación Pública, entre los que se encontraban los llamados muralistas, encargados de presentar esta versión renovada a través de las paredes de los edificios públicos. El objeto destacado que mostramos aquí, forma parte del interés que se tenía por mostrar una historia que legitimara la Revolución y a la clase política en el poder, aunque muchas veces lo que se plasmó no fue precisamente lo sucedido. Así, con este mural que retrata a Hernán Cortés y a la Malinche, comenzó a propagarse la idea de México como un país resultado del mestizaje.

Pero un mestizaje muy particular, el que sólo incluía a la cultura española y a la indígena. A decir de los especialistas, ésta fue la primera vez en el siglo xx que se plasmó la imagen de la Malinche en una obra. El artista jalisciense José Clemente Orozco la realizó en 1926 en un plafón del cubo de la escalera del Antiguo Colegio de San Ildefonso, edificio que en aquella época alojaba a la Escuela Nacional Preparatoria. En este sitio, pintores destacados desarrollaron varios temas entre los que destacan la Revolución y la llamada Conquista, la cual, durante esos años, se manejó como un hito clave en la reestructuración de la identidad nacional mexicana. Sin embargo, también propagó la idea de un poderoso español frente a un pasivo y sumiso indígena, además de la derrota ineludible de todo el pueblo mesoamericano representado por el hombre que se encuentra a los pies de los personajes sentados, figuras centrales de la composición. Hoy sabemos que las cosas no fueron tan simples como se muestra en este mural.

En la actualidad existen muchas interpretaciones del fresco elaborado por Orozco y las consultadas señalan su interés por representar la fusión de dos culturas como el origen de la nación mexicana. A los ojos de quienes generalizaron esta idea en los años veinte, este episodio valió la pena al dar como resultado una nación con raíz indígena pero alejada ya de la barbarie que se creía caracterizaba a estos pueblos. Hoy en día, en el afán por sanar las heridas dejadas por este periodo histórico se han solicitado disculpas a la Corona española, sin embargo, nos resulta más difícil cuestionar a los gobernantes e intelectuales mexicanos del siglo xx que, a través de la literatura, la historiografía y el arte, insertaron en la ciudadanía una idea errada o por lo menos rebatible de lo que sucedió entre 1519 y 1521. Contrastar estas versiones a la luz de los conocimientos actuales, como lo está haciendo la historiografía reciente, resulta un buen ejercicio en la búsqueda de la reconciliación con aquel pasado.

Material de apoyo:

Ibarra, Mayra, "Hernán Cortés y la Malinche: unidos por una herida. Aproximaciones al análisis del discurso histórico e ideológico acerca de la identidad cultural mexicana en la década de 1950", en Cuadernos del Sur. Letras, núm. 37, 2007, pp. 87-118.

Machado, Fernando, "Orozco: el mural de la escalera del antiguo Colegio de San Ildefonso", en Crónicas. El Muralismo, Producto de la Revolución Mexicana en América, núms. 10-11, 2013, pp. 63-72.

Salazar Lisboa, Eric Francisco, “Cortés y Malinche: el discurso del mestizaje en la representación artística latinoamericana”, en ArtyHum: Revista Digital de Artes y Humanidades, núm. 33, 2017, pp. 25-41

Salmerón, Pedro, La batalla por Tenochtitlan, México, Fondo de Cultura Económica, 2021.

 
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