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Correspondencia y partes militares de José María Morelos y Pavón

Correspondencia y partes militares de José María Morelos y Pavón

 
 

Institución: Biblioteca Histórica José María Lafragua

Las gestas independentistas no sólo emergieron del fervor de las arengas y el filo de las armas. La historia sociocultural de las intrigas políticas de la Independencia de México conforma un amplio terreno de posicionamientos y disputas por la hegemonía y el control de la Nueva España. Así lo demuestran los años previos a la insurrección de Miguel Hidalgo, pero también una historia rica en ideas, libros, jurisprudencia y acciones. Habría que imaginar cuántas misivas y papeles debieron arder en el gesto de mantener los secretos y objetivos de la organización insurgente. También podríamos pensar que algunos hombres comisionados para realizar copias de ciertas cartas y mensajes sabían que podían caer en manos del enemigo, o que los realistas terminaron utilizando la información bajo estrategias contrainsurgentes y fueron motivo de persecución y desahucios. Muchos otros pergaminos cayeron en poder de la Inquisición, mismos que presentaron como pruebas ante jueces para sentenciar a los levantados, que usaban otros nombres y seudónimos con firmas apócrifas y sellos codificados.

 

El objeto destacado que a continuación se muestra trata de textos que, de su puño y letra, el jefe insurgente José María Morelos y Pavón dirigió a Ignacio López Rayón, secretario de Hidalgo, miembro de la Junta Gubernativa, redactor de los Elementos constitucionales e integrante de la Suprema Junta Nacional Americana, quien también fuera diputado del Congreso de Anáhuac en Chilpancingo. Otras piezas de este conjunto documental Morelos las dirigió a Carlos María Bustamante, abogado y colaborador de la causa, quien se le unió en Oaxaca, y que fue editor del Correo Americano del Sur, un letrado que participó activamente en ese otro proceso de independencia que fue el de las letras impresas, las letras insumisas. Bustamante fue nombrado por Morelos inspector de Caballería del Ejército insurgente y también redactó algunos manifiestos importantes que formaron el corpus discursivo de Morelos en el Congreso de Chilpancingo así como del Acta de Independencia. Otros documentos tratan noticias y partes militares del bando independentista firmados por Morelos entre noviembre de 1811 y enero de 1812 y que fueron publicados en El Español como “Noticias de México”.

 

Finalmente, una carta dirigida al virrey Francisco Javier Venegas por Diego García Conde en noviembre de 1810, fecha muy cercana a los levantamientos de septiembre por Miguel Hidalgo, quizás una carta que tuvo un uso estratégico en su momento. Este legajo fue adquirido por José María Lafragua, quien tras su muerte legó su colección bibliográfica y documental a la biblioteca del Colegio del Estado de Puebla, actualmente Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, y que constituye una pieza que como un rompecabezas forma parte de un paisaje documental mucho más extenso y complejo de lo que fue la producción escrita insurgente: mensajes prioritarios, muestras de lealtad, planes tácticos, tomas de plazas, en fin, un asomo material a los movimientos militares de uno de los jefes más importantes, quien en su convicción patriota prefirió rechazar frente al primer Parlamento constituyente el mote de “Excelentísimo” y pidió ser llamado “Siervo de la Nación”.

Referencia:

Guedea, Virginia, En busca de un gobierno alterno. Los Guadalupes de México, México, Instituto de Investigaciones Históricas-UNAM, 1992, 412 pp. Disponible aquí.

 

Institución: Biblioteca Histórica José María Lafragua

Las gestas independentistas no sólo emergieron del fervor de las arengas y el filo de las armas. La historia sociocultural de las intrigas políticas de la Independencia de México conforma un amplio terreno de posicionamientos y disputas por la hegemonía y el control de la Nueva España. Así lo demuestran los años previos a la insurrección de Miguel Hidalgo, pero también una historia rica en ideas, libros, jurisprudencia y acciones. Habría que imaginar cuántas misivas y papeles debieron arder en el gesto de mantener los secretos y objetivos de la organización insurgente. También podríamos pensar que algunos hombres comisionados para realizar copias de ciertas cartas y mensajes sabían que podían caer en manos del enemigo, o que los realistas terminaron utilizando la información bajo estrategias contrainsurgentes y fueron motivo de persecución y desahucios. Muchos otros pergaminos cayeron en poder de la Inquisición, mismos que presentaron como pruebas ante jueces para sentenciar a los levantados, que usaban otros nombres y seudónimos con firmas apócrifas y sellos codificados.

El objeto destacado que a continuación se muestra trata de textos que, de su puño y letra, el jefe insurgente José María Morelos y Pavón dirigió a Ignacio López Rayón, secretario de Hidalgo, miembro de la Junta Gubernativa, redactor de los Elementos constitucionales e integrante de la Suprema Junta Nacional Americana, quien también fuera diputado del Congreso de Anáhuac en Chilpancingo. Otras piezas de este conjunto documental Morelos las dirigió a Carlos María Bustamante, abogado y colaborador de la causa, quien se le unió en Oaxaca, y que fue editor del Correo Americano del Sur, un letrado que participó activamente en ese otro proceso de independencia que fue el de las letras impresas, las letras insumisas. Bustamante fue nombrado por Morelos inspector de Caballería del Ejército insurgente y también redactó algunos manifiestos importantes que formaron el corpus discursivo de Morelos en el Congreso de Chilpancingo así como del Acta de Independencia. Otros documentos tratan noticias y partes militares del bando independentista firmados por Morelos entre noviembre de 1811 y enero de 1812 y que fueron publicados en El Español como “Noticias de México”.

Finalmente, una carta dirigida al virrey Francisco Javier Venegas por Diego García Conde en noviembre de 1810, fecha muy cercana a los levantamientos de septiembre por Miguel Hidalgo, quizás una carta que tuvo un uso estratégico en su momento. Este legajo fue adquirido por José María Lafragua, quien tras su muerte legó su colección bibliográfica y documental a la biblioteca del Colegio del Estado de Puebla, actualmente Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, y que constituye una pieza que como un rompecabezas forma parte de un paisaje documental mucho más extenso y complejo de lo que fue la producción escrita insurgente: mensajes prioritarios, muestras de lealtad, planes tácticos, tomas de plazas, en fin, un asomo material a los movimientos militares de uno de los jefes más importantes, quien en su convicción patriota prefirió rechazar frente al primer Parlamento constituyente el mote de “Excelentísimo” y pidió ser llamado “Siervo de la Nación”.

Referencia:

Guedea, Virginia, En busca de un gobierno alterno. Los Guadalupes de México, México, Instituto de Investigaciones Históricas-UNAM, 1992, 412 pp. Disponible aquí.

 
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