La bicicleta es un vehículo que cada día gana más terreno dentro de las calles y caminos del mundo. Transporta a infinidad de ciclistas de un lugar a otro, por los rincones de las ciudades y pueblos, pero también tiene la característica de formar parte de los diversos ámbitos que componen a una sociedad. Aunque hoy en día es sencillo verlas a cualquier hora, en cualquier sitio y montadas por cualquier persona, en sus inicios la historia fue otra. Esta exposición pretende dar a conocer algunas de las muchas imágenes surgidas en los primeros años de la bicicleta segura en México y así saber un poco más sobre su historia, evolución, desarrollo e importancia, al mismo tiempo que se le da reconocimiento por ser uno de los vehículos más nobles que ha creado el ser humano, por permitir la existencia de uno de los deportes más completos y extremos y, sobre todo, por ser generadora de tantas sensaciones de bienestar, alegría y libertad.
La bicicleta segura llegó a México a finales del siglo xix, durante el gobierno de
Porfirio Díaz. Antes de su arribo, el transporte era dirigido por tracción animal: mulas de carga
jalaban las carretas y tranvías permitiendo el traslado y la comunicación entre
poblaciones cercanas, mientras que el ferrocarril servía para llegar a lugares ubicados a
mayor distancia, y las canoas recorrían ríos y canales que aún existían en los
alrededores de la Ciudad de los Palacios. La mayoría de los caminos no estaban en
condiciones óptimas; algunos no tenían pavimento ni banquetas, por ejemplo, en las
regiones aledañas al centro. Sin embargo, las zonas ricas de la urbe tenían una
apariencia más afrancesada, elegante, moderna y sí contaban con pavimento y hasta
con alumbrado.
La desigualdad social del momento se vio reflejada en la estructura de la ciudad, pero
también por factores como la práctica de deportes, pues, aunque en aquel tiempo ya
existía la gimnasia, la pelota vasca, el frontón, la esgrima, la equitación, la natación, la
lucha, el savate, el box, las regatas, el futbol, el cricket, el beisbol, el
turf (carreras de caballos y ponis), el golf, el rugby, el tenis, el patinaje y el automovilismo, no toda la
población podía realizarlos, mucho menos presenciar los partidos. Sin embargo, la
bicicleta fue empleada para ejecutar un deporte que sí estuvo a la vista de todos y que
generó varios cambios: el ciclismo.
A través de esta muestra fotográfica se narra la forma en la que la bicicleta se adentró
en cada ámbito de la sociedad hasta convertirse en un vehículo deportivo.