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Agricultura y agua. El campo mexicano en 1930

Agricultura y agua. El campo mexicano en 1930

 
 

Institución: Archivo Histórico y Biblioteca Central del Agua

Esta imagen parece representar una imagen cotidiana de la vida campesina en México en la década de 1930. Hombres con picos y palas remueven la tierra para hacer canales de riego, y otras personas disfrutan la laguna de Yuriria en Guanajuato, misma que circunda las tierras cultivables. Al fondo, una montaña sin más características que una silueta cónica invertida domina el horizonte: es el cerro de “Culiacán” o Teoculhuacan Chicomoztoc Aztlán, que en la actualidad es una reserva de la biosfera. También pueden observarse árboles dispersos, algunos al interior de la laguna, otros al margen de la ribera. Los reflejos en el agua de los trabajadores y de aquellos que se regodean al interior del cuerpo de agua, parecen marcar la hora en la que se tomó la fotografía. Sin embargo, una inscripción en el borde inferior izquierdo confirma que un fenómeno natural ocurrió poco antes de la captura de la foto de los campesinos, y por tanto, la imagen idílica del campo mexicano no lo es del todo.

 

1931 marcó el inicio de la primera década desde el triunfo de la Revolución mexicana. El reparto agrario y la distribución de ejidos fueron la norma. Sin embargo, la infraestructura de irrigación y la construcción de caminos para las comunidades campesinas aún no se desarrollaban. Esta fotografía, a simple vista, muestra a un grupo de aproximadamente 20 personas, vestidas con ropa de manta, mientras realizan trabajo en un terreno inundado. Las herramientas que utilizan son picos, palas o las mismas manos, que sirven para hacer zanjas. Los campesinos trabajaron a marchas forzadas para salvar sus terrenos de cultivo, sobre todo, a las comunidades que circundan la laguna de Yuriria. En agosto, las precipitaciones fluviales fueron superiores a las de años anteriores, haciendo que el río Lerma, que cruza la región, se desbordara y provocara varias inundaciones en los estados de Guanajuato, Querétaro y Estado de México.

 

La imagen cuenta con una anotación que dice: “Borde defensa Oriente. Inundación Jaral, Gto. 8.17/31”. En aquella ocasión, de acuerdo con la prensa de la época, las lluvias fueron torrenciales en la región. La cantidad de agua fue superior a lo esperado y desbordó el río Lerma, mismo que transporta agua a la Ciudad de México. Además de la pérdida de las cosechas y ganado, la inundación puso en riesgo a los habitantes de la comunidad, de ahí que fueran ellos mismos los que respondieron a la emergencia con las herramientas que contaban. Si se observa con detalle a los campesinos, se puede apreciar cierta angustia, pero también coordinación en las labores que realizaban: construcción de barricadas contra el agua y zanjas para el desazolve. Entre los detalles que pueden apreciarse están que todas las personas son hombres, algunos están vestidos, otros no. Pocos años después, en las inmediaciones de la laguna de Yuriria se construyó un embalse para evitar este tipo de desgracias.

 

Institución: Archivo Histórico y Biblioteca Central del Agua

Esta imagen parece representar una imagen cotidiana de la vida campesina en México en la década de 1930. Hombres con picos y palas remueven la tierra para hacer canales de riego, y otras personas disfrutan la laguna de Yuriria en Guanajuato, misma que circunda las tierras cultivables. Al fondo, una montaña sin más características que una silueta cónica invertida domina el horizonte: es el cerro de “Culiacán” o Teoculhuacan Chicomoztoc Aztlán, que en la actualidad es una reserva de la biosfera. También pueden observarse árboles dispersos, algunos al interior de la laguna, otros al margen de la ribera. Los reflejos en el agua de los trabajadores y de aquellos que se regodean al interior del cuerpo de agua, parecen marcar la hora en la que se tomó la fotografía. Sin embargo, una inscripción en el borde inferior izquierdo confirma que un fenómeno natural ocurrió poco antes de la captura de la foto de los campesinos, y por tanto, la imagen idílica del campo mexicano no lo es del todo.

1931 marcó el inicio de la primera década desde el triunfo de la Revolución mexicana. El reparto agrario y la distribución de ejidos fueron la norma. Sin embargo, la infraestructura de irrigación y la construcción de caminos para las comunidades campesinas aún no se desarrollaban. Esta fotografía, a simple vista, muestra a un grupo de aproximadamente 20 personas, vestidas con ropa de manta, mientras realizan trabajo en un terreno inundado. Las herramientas que utilizan son picos, palas o las mismas manos, que sirven para hacer zanjas. Los campesinos trabajaron a marchas forzadas para salvar sus terrenos de cultivo, sobre todo, a las comunidades que circundan la laguna de Yuriria. En agosto, las precipitaciones fluviales fueron superiores a las de años anteriores, haciendo que el río Lerma, que cruza la región, se desbordara y provocara varias inundaciones en los estados de Guanajuato, Querétaro y Estado de México.

 

La imagen cuenta con una anotación que dice: “Borde defensa Oriente. Inundación Jaral, Gto. 8.17/31”. En aquella ocasión, de acuerdo con la prensa de la época, las lluvias fueron torrenciales en la región. La cantidad de agua fue superior a lo esperado y desbordó el río Lerma, mismo que transporta agua a la Ciudad de México. Además de la pérdida de las cosechas y ganado, la inundación puso en riesgo a los habitantes de la comunidad, de ahí que fueran ellos mismos los que respondieron a la emergencia con las herramientas que contaban. Si se observa con detalle a los campesinos, se puede apreciar cierta angustia, pero también coordinación en las labores que realizaban: construcción de barricadas contra el agua y zanjas para el desazolve. Entre los detalles que pueden apreciarse están que todas las personas son hombres, algunos están vestidos, otros no. Pocos años después, en las inmediaciones de la laguna de Yuriria se construyó un embalse para evitar este tipo de desgracias.

 
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