“Soy de Tixtla, donde el más cobarde era Guerrero y el más tonto Altamirano”, dicen los oriundos de este verde valle instalado en la Sierra Madre del Sur, en el estado de Guerrero. En este sitio de memoria, en 1782 nació Vicente Guerrero. A 190 años de su legado, lo recordamos en sus facetas múltiples y resignificadas. Así como fue un valiente líder que no abandonó el combate durante el proceso independentista como protagonista en primer plano en la consumación de la Independencia, el 27 de septiembre de 1821, también es visto como una figura para destacar la presencia de las comunidades afrodescendientes del estado de Guerrero. Es la imagen polisémica de un héroe nacional. En esta exposición veremos las implicaciones de su fusilamiento en diversas narrativas, tanto documentales como plásticas, y en todo tipo de soportes, así como una lectura de sus orígenes vinculados con este territorio donde la afrodescendencia da cuenta de una historia muy particular. Las conmemoraciones a Vicente Guerrero, a lo largo de los años, han generado una iconografía pública mediante la cual comprendemos cómo ha sido valorado este personaje, desde la historia de bronce hasta las facetas más humanas de un “guerrero”. Se reconstruyen aquí, a través de las plumas de las y los especialistas, así como del patrimonio diverso resguardado en nuestro país, las formas como se ha representado al caudillo, su figura, sus gestos, su impronta. Cómo los anhelos nacionales le imprimieron ciertos aires, despertando los sentidos hacia su figura como personaje central, con indumentarias llamativas y expresiones plásticas que quedaron dibujadas por los pinceles de la historia. Las iconografías populares, tan singulares, se dan cita en esta reconstrucción de la imagen de Vicente Guerrero dando cuenta de la diversidad de formas y soportes —estampillas filatélicas, calendarios populares, monografías de papelería y monedas de gran circulación— en los que el caudillo ha transitado de mano en mano. La muestra indaga en una variada colección de objetos, entre ellos documentos, pinturas, retratos, monumentos, lugares de memoria, murales, objetos personales y representaciones populares que ofrecen al espectador una mirada extensa sobre la permanencia de Guerrero en el imaginario colectivo y del lugar que ocupa en la memoria histórica y cultural de nuestro país. Por todo esto y más, este 2021, Año de la Independencia, recordamos a Vicente Guerrero a 190 años de su muerte.
Gabriela Pulido Llano, Directora general de Memoria Histórica y Cultural de México.