12. Kua chuun niangajmie / Cosmos del universo.

SUEÑOS


La dimensión onírica de Naxín (Án / yo)8 conecta el mundo real con aquel que sólo puede imaginarse en la mitología y en la cosmogonía mazateca, en la lengua (Ién nima / Palabra mazateca).9 Algunos seres de carne y hueso crean esa fantasmagoría dual (Chuu Kui / Animal)10, se trata de dualidades como el nahual-monstruo, conejo-luna, pájaro-anunciador, perro-gemelo, pez-agua, felino-guerrero, venado-guía, tortuga-madre, serpiente-tierra, guajolote-humano, tlacuache-noche, felino-poder, conejo-noche: (Natsié sá / Conejo en la Luna).11 En la intensidad gráfica de Naxín el sueño es el vehículo de un viaje idílico o una inquietante pesadilla de la modernidad. Sus paraísos zoomorfos, (Kua chuun niangajmie / Cosmos del universo)12, anuncian periodos de cosecha, fertilidad, reproducción y vida. En contraparte, de los eclipses sombríos nacen las bestias que anuncian el fin de la humanidad, la destrucción, el odio y la descomposición de un mundo capitalista y postindustrial de los humanos que atenta contra ellos mismos. Tanto el periplo onírico como las cartografías y bestiarios forman parte de un repertorio vivo, en el que los planetas se colocan y luchan dentro del caos para restablecer el orden y los equilibrios cósmicos a través de la palabra, el pueblo y la casa palafítica que se eleva por los rascacielos de la ciudad a través de la escalera que traza un camino hacia: (Naxinanda / El pueblo).13

Del grano sagrado se eleva la caña del maíz que cubrirá con sus hojas e hilos a las familias, linajes de lenguas y costumbres oaxaqueñas (Jnu jñu / Milpa de noche).14 Los cerdos y zopilotes rondarán en el expolio y el desperdicio de las riquezas de un mundo en permanente amenaza de desaparición (Tifié / Destrucción).15 Colores en ácidos negros y verdes fluorescentes, en infiernos incandescentes que sólo encuentran su cura en la raíz de los hongos, sabios sacerdotes y únicos propiciadores de los guardianes de la selva y la montaña (Xolo sosteniendo el mundo).16 Por ello, los sueños de Naxín son premonitorios de una conciencia profunda que viene de una consigna estética del respeto y conocimiento de la tierra (Niangajmie / Paisaje de la oscuridad).17 Un sueño recurrente de Naxín es su casa, uno de los principales personajes que habita su gráfica, es el origen que se manifiesta en lo onírico de sus cosmos en donde la morada determina el principio de todo y el microuniverso que lo cobija como una nave espacial dentro de una galaxia de seres fantásticos (Jián / Tres).18 La casa es aquello que cuida y abraza la acción pictórica en las pesadillas de Naxín como en (Tibeya iéna / La muerte de mi lengua).19