México bajo la lluvia
(1980-1989)
La serie México bajo la lluvia tiene su origen en un día lluvioso, a principios de los años cincuenta del siglo pasado, en el que Rojo contemplaba la precipitación en el Valle de Cholula desde una loma del Instituto Astrofísico de Tonantzintla. Ahí se habían formado dos cortinas de agua que caían separadas en ambos extremos del valle. La visión lo persiguió por años, y dos décadas más tarde, durante una estancia en el Centre Beaubourg (como invitado por el Museo de Arte Moderno de París), concretó el tema en pinturas a pesar de lo difícil que parecía la tarea de representar el agua. Respecto al formato, encontró la solución en un cuadrado dividido por una diagonal a fin de formar dos triángulos cuya inclinación evocaba la vieja imagen del aguacero de 30 años antes. La serie se presentó en 1981, a instancias del museógrafo Fernando Gamboa, en el Museo de Arte Moderno de la capital mexicana.
Para Vicente Rojo la escultura significó otra forma de investigación visual que, a diferencia de la pintura, le exigía una idea más precisa del resultado que deseaba lograr. Este camino nunca se cerró y sus últimas obras fueron esculturas urbanas de dimensiones monumentales que le dan identidad a los espacios públicos que habitan.