Escrituras

A pesar de que el artista creía que Escenarios sería su última serie, una nueva motivación temática lo llevó a una reflexión en la que notó cómo un elemento clave y presente en toda su producción había sido la escritura, lo cual, por otro lado, lo vinculaba con su otra gran pasión que fue el diseño gráfico, además de considerar su estrecha relación con el mundo literario. De esta manera, la idea central de la serie fue crear una escritura propia, abstracta, una suerte de alfabeto secreto con palabras y frases representadas con grafías imaginarias, falsas, que exigen del observador una lectura visual en la que el significado sería encontrado por el mismo espectador. En este sentido, la idea del formato cuadrado se extendió dos veces, en lo que se antoja un pergamino desplegado horizontalmente.

Así como el caballo que nunca pudo pintar de pequeño, a los siete años de edad vio con profundo dolor cómo era sacado con correas de un quinto piso el piano familiar, con el que estudiaban sus hermanas para aliviar la precaria situación económica de la familia. Más de 70 años después el espíritu de aquel niño, siempre acompañado de lápices de colores y papeles, pensaba que su “afán más profundo” había sido recuperar aquel piano.