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baile

Las “propas”, como popularmente se conoce a los volantes que anunciaban las fiestas de los Luz y Sonido, en palabras del sociólogo Juan Rogelio Ramírez, representan un imaginario rostro de la música, una expresión visual de una identidad socio-musical (Ramírez, 2016). Trazos de artistas como Boris Vallejo, Frank Frazetta y Hajime Sorayama, junto con la energía vibrante de la música y la imponente arquitectura de nuestro país, sirvieron de inspiración a Jaime Ruelas para crear un lenguaje visual que abordan de manera fascinante los libros Ilustrando el high energy, Arte fantástico mexicano y Racrufi arte de alta energía.

El uso de slogans megalomaníacos y la propuesta visual en la que se destacan gigantes, vikingos, cyborgs y criaturas mitológicas, naves terrestres, acuáticas, aéreas y espaciales, resaltaban la exuberancia visual de las piezas de audio e iluminación de los equipos disco resultando en una innovadora fusión de música, territorio y tecnología.

Raúl Cruz Figueroa “Racrufi” espejeó esta identidad con sus trazos y junto a la propuesta de Ruelas transmitieron un legado a las generaciones venideras de ilustradores como José Luis Recillas; dibujantes anónimos y algunos que reconocemos por sus firmas como Ortiz, Padilla, Tinajero, Negrete, El Marquéz, Gasu, Pikasso, Fer Fuentes, J.c.g., M. Ponce, Rosas, León, Oros, J.s Organista, Villa, P.R.M. y Ruiz, forman parte de los circuitos underground del coleccionismo, actuando como una constelación de pequeñas unidades para el estudio, preservación, difusión, cuidado, presentación e intercambio de “propas”. “La euforia por el estilo de la gráfica sonidera comenzó cuando Ramón Rojo Villa le dijo a Ruelas: Oye, Jaime, hazme el logotipo de La Changa.”

“La euforia por el estilo de la gráfica sonidera comenzó cuando Ramón Rojo Villa le dijo a Ruelas: Oye, Jaime, hazme el logotipo de La Changa.