La marcha por la democracia que inició el psum en 1981 terminó el 19 de junio de 1982 en una manifestación multitudinaria en la planta del Zócalo capitalino, bautizada por Roberto Rock y Rogelio Hernández como “Zócalo rojo”. Este acto fue importante porque significó la recuperación del espacio público más importante de la nación por parte de la izquierda. Desde 1968 sólo el presidente y el Partido Revolucionario Institucional (pri) podían ocuparla. Más allá de lo anecdótico, también puede pensarse que con esta manifestación se dio el despertar electoral de la izquierda socialista y su vuelta al espacio público.
Tensiones por ocupar el Zócalo
No fue fácil recuperar el Zócalo capitalino como una plaza para las izquierdas. Desde que los estudiantes fueron desalojados en 1968, los sectores progresistas tenían impedido concentrarse en ella. Sólo el presidente, el pri y las organizaciones corporativas a su mando lo utilizaban de manera ritual. La conquista del Zócalo, el pintarlo de rojo, fue, como muchas otras cosas, una conquista y no una concesión. La prensa partidaria dio pie a denunciar los intentos de censura, pero también, de ese logro mayúsculo para la época.
Llamado a movilización
Los llamados a la movilización electoral contemplaban la participación, pero también un grado de concientización importante, es decir, de conocimiento del programa y de los objetivos. Martínez Verdugo recorrió el país, encontrando situaciones de franca debilidad para la izquierda, además de fuerte arraigo. Toda la campaña fue una intervención significativa de sindicatos, militantes y voluntarios. En la época del México autoritario se escuchaba la noción de “insurrección civil”, para demostrar que la salida la daban las mayorías, pero en una búsqueda pacífica.
El Zócalo rojo
El Zócalo fue ocupado por militantes y simpatizantes del Partido Socialista Unificado de México. Este hecho marcó la recuperación del centro de la ciudad como un espacio que no pertenecía sólo al gobierno. Pero también la convicción de que la izquierda mexicana no estaba condenada a la marginalidad y el ostracismo, sino que poseía vocación de poder. Así se dejaron ver los discursos de los principales dirigentes del psum. Sin embargo, faltaba un largo camino para que esto pudiera verificarse. El “Zócalo Rojo”, designación periodística por parte de quienes hicieron el recorrido del país junto al candidato Arnoldo Martínez Verdugo en el camino El Machete (que recordaba una legendaria publicación comunista) verificó que el árbol de la democracia en México tiene una profunda raíz roja y socialista.