Sala 1-I

La vida de Carlos Pellicer
foto de pellicer

El poeta que nos ocupa en esta exposición tiene varios momentos destacados en su vida, además de dedicarse efusivamente en la creación poética es recordado también por su participación y activismo social, por su labor docente y su interés en la museología. Nació en Tabasco y junto a su familia cambió de lugar de residencia a la Ciudad de México, en donde el joven Pellicer, al ingresar a la Escuela Nacional Preparatoria, se insertó en la vida política y cultural de la capital. Llegó a formar parte de la Federación de Estudiantes Mexicanos y en representación de ésta se embarcó a Colombia y a Venezuela, no sin antes hacer una escala tergiversada en Nueva York en donde visitó los museos de la gran ciudad.

Trabajó muy de cerca con José Vasconcelos, lo que le permitió vincularse con la poetisa Gabriela Mistral, Pablo Neruda y José Ingenieros. Conoció América —la del sur y la del norte—, viajó también a Europa y parte de África y Oriente. En su biografía figuran cargos como el de profesor de historia y literatura, subdirector en la Dirección General de Educación Extraescolar y Estética de la sep, director de museos de Tabasco, presidente de la Asociación de Escritores, presidente de la Sociedad Bolivariana de México, senador de Tabasco, entre otros. De su creación poética se editaron varios libros, entre ellos Piedra de sacrificios (1924), Hora de junio (1937), Práctica de vuelo (1956), entre muchos más que le merecieron el reconocimiento de sus contemporáneos y en 1964 fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura. Murió en la Ciudad de México en 1977. La breve semblanza que aquí presentamos servirá para introducir al lector en diferentes puntos claves que resultan de gran importancia para comprender la trascendencia del poeta.