Con el gobierno de Lázaro Cárdenas (1934-1940) terminaron los esfuerzos por profundizar la Revolución. Entonces inició una etapa de contención a las demandas obreras y campesinas. Se conformó un régimen de creciente dominación y control sobre la sociedad mediante un sistema apoyado en las instituciones, en las grandes corporaciones de clases y sectores, en el partido en el gobierno, en la represión y el anticomunismo. Se implementó una intensa persecución hacia los comunistas, recrudecida con el término de la Segunda Guerra Mundial, quienes fueron identificados como el enemigo interno por excelencia y tuvieron que pasar a la clandestinidad.
En este ambiente surgieron aparatos de vigilancia y represión que integraron experiencia de instituciones similares previas. Así en 1947 se creó la Dirección Federal de Seguridad (dfs), cuyos primeros elementos provenían de diversas corporaciones policiacas y a los que se sumaron militares. Su objetivo inicial era la protección directa del presidente, rendir informes y responder inmediatamente ante cualquier situación de riesgo nacional, de modo independiente a otras instituciones encargadas de la seguridad presidencial. Un año más tarde surgió la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales (dgips) de la reestructuración de una institución previa, la cual se dedicó a investigar eventos políticos internos, infiltrar agentes y generar informes.
Estas direcciones se mantuvieron casi cuatro décadas en activo, periodo durante el cual tuvieron gran influencia en la identificación de objetivos “peligrosos”, la detección de amenazas, la creación de estrategias para acabar con ellas y en su implementación, en vinculación con otras instituciones y con un gran alcance territorial. En 1985, la dfs y la dips se fusionaron para crear la Dirección de Investigaciones Políticas y Seguridad Nacional (Dipsen), devenida en Dirección General de Investigación y Seguridad Nacional (Disen). A partir de 1989, ésta fue sustituida por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (cisen). Con ello arrancó una nueva etapa de espionaje y represión con el ascenso galopante del neoliberalismo en el ocaso de la Guerra Fría, pero también nuevos desafíos desde los movimientos sociales, los pueblos indígenas y las luchas democráticas.
Deseamos que estas ideas te acompañen en tu recorrido. Si miras y lees con atención, tal vez puedas escuchar las voces acalladas. Cuestiona los discursos de poder que impregnan a los documentos, cruza información, analiza, extrae tus conclusiones, busca la verdad y súmate a la exigencia de justicia.
Los archivos iluminan el sendero de la verdad, el instrumento más poderoso para alcanzar la justicia.