“En este medio tiempo supo el capitán que unos españoles estaban siete años había cautivos en el Yucatán, en poder de ciertos caciques, los cuales se habían perdido en una carabela que dio al través en los bajos de Jamaica, la cual venía de Tierra Firma, y que ellos se escaparon en una barca de aquella carabela saliendo a aquella tierra, y desde entonces los tenían allí cautivos y presos los indios; y también traía aviso de ello el dicho capitán Fernando Cortés, cuando partió de la dicha isla Fernandina para saber de estos Españoles y como aquí supo nuevas de ellos y la tierra donde estaba […]”
Hernán Cortés, Cartas de Relación, Nota preliminar de Manuel Alcalá, México, Editorial Porrúa, 2013, p. 14.
“[…] saltamos en tierra en el pueblo de Cozumel, con todos los soldados; y no hallamos indios ningunos, que se habían ido huyendo; y mandó que luego fuésemos a otro pueblo que estaba de allí una legua, y también se amontaron y huyeron los naturales, y no pudieron llevar su hacienda y dejaron gallinas y otras cosas. Y de las gallinas mandó Pedro de Alvarado que tomasen hasta cuarenta de ellas. Y también en una casa de adoratorios de ídolos tenían unos paramentos de mantas viejas y unas arquillas donde estaban unas como diademas, e ídolos, y cuentas e pinjantillos de oro bajo; y también se les tomó dos indios y una india. Y volvímonos al pueblo donde desembárcamos.”
Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España, Introducción y notas de Joaquín Ramírez Cabañas, México, Editorial Porrúa, 2017, p. 41.
“Navegando por la mar aportó el armada a la isla que se llama Cozumel que es en tierra firme y la costa en la mano. Pareció en la costa un hombre que venía corriendo y capeando con una manta y un bergantinejo, le tomó, y súpose como era cristiano que se llamaba Hernando de Aguilar, el cual y otro su compañero habían escapado en poder de indios de una armada que allí había dado al través.”
Fray Francisco de Aguilar, Relación breve de la conquista de la Nueva España, México, Instituto de Investigaciones Históricas -Universidad Nacional Autónoma de México, 1980, p. 66.
“Hay en esta ciudad un mercado en que casi cotidianamente todos los días hay en él de treinta mil ánimas arriba, vendiendo y comprando, sin otros muchos mercadillos que hay por la ciudad en partes. En este mercado hay todas cuantas cosas, así de mantenimiento como de vestido y calzado, que ellos tratan y puede haber. Hay joyerías de oro y playa y piedras y de otras joyas de plumaje, haber.”
Hernán Cortés, Cartas de Relación, Nota preliminar de Manuel Alcalá, México, Editorial Porrúa, 2013, p. 50.
“Y lo que les enviamos a decir era que íbamos a su pueblo, que lo tuviesen por bien; que no les íbamos a hacer enojo, sino tenerles por amigos; y esto fue porque en aquel poblezuelo nos certificaron que toda Tlaxcala estaba puesta en armas contra nosotros, porque, según pareció, ya tenían noticia de cómo íbamos […]”
Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España, Introducción y notas de Joaquín Ramírez Cabañas, México, Editorial Porrúa, 2017, p. 105.
“Caminando más adelante llegaron a vista de una provincia grande que se llama Tlaxcala, en la cual parecieron y se vieron muchas poblaciones y torres a su modo de ellos, siete u ocho leguas de llanos se parecía, en los cuales se hallaron y vieron gente de guerra sin cuento con muy buenas armas a su modo, conviene saber, con ichcahupiles de algodón, macanas y espadas a su modo y mucha arquería.”
Fray Francisco de Aguilar, Relación breve de la conquista de la Nueva España, México, Instituto de Investigaciones Históricas -Universidad Nacional Autónoma de México, 1980, p. 70.
“Esta ciudad es muy fértil de labranza porque tiene mucha tierra y se riega la más parte de ella, y aun es la ciudad más hermosa de fuera que hay en España, porque es muy torreada y llana, y certifico a vuestra alteza que yo conté desde una mezquita cuatrocientos treinta y tantas torres en la dicha ciudad, y todas son de mezquitas.”
Hernán Cortés, Cartas de Relación, Nota preliminar de Manuel Alcalá, México, Editorial Porrúa, 2013, p. 56.
“Y una india vieja, mujer de un cacique, como sabía el concierto y trama que tenían ordenado, vino secretamente a doña Marina, nuestra lengua; como lo vio moza y de buen parecer y rica, le dijo y aconsejó que se fue con ella [a] su casa si quería escapar la vida, porque ciertamente aquella noche y otro día nos habían de matar a todos, porque ya estaba así mandado y concertado con Montezuma, para que entre los de aquella ciudad y los mexicanos se juntasen y no quedase ninguno de nosotros a vida, y nos llevasen atados […]”
Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España, Introducción y notas de Joaquín Ramírez Cabañas, México, Editorial Porrúa, 2017, p. 41.
“Y al tiempo que yo llegué a hablar al dicho Mutezuma, quitéme un collar que llevaba de margaritas y diamantes de vidrio y se lo eché al cuello; y después de haber andado la calle adelante, vino un servidor suyo con dos collares de camarones envueltos en un paño, que eran hechos de huesos de caracoles colorados, que ellos tienen en mucho, y de cada collar colgaban ocho camarones de oro de mucha perfección, tan largos casi como un geme, y como se los trajeron se volvió a mí y me los echó al cuello.”
Hernán Cortés, Cartas de Relación, Nota preliminar de Manuel Alcalá, México Editorial Porrúa, 2013, p. 63.
“Desque se hubieron aposentado los españoles, y corcertado todo su repuesto, y repusado, comenzaron a preguntar a Motecuzoma por el tesoro real, para que dixese dónde estaba. Y él los llevó a una sala que se llama teucalco, donde tenían todos los plumajes ricos y otras joyas muchas de pluma, y de oro y de piedras. Y luego los sacaron delante dellos. Comenzaron los españoles a quitar el oro de los plumajes y de las rodelas y de los otros atavíos del areito que allí estaban, y por quitar el oro destruyeron todos los plumajes y joyas ricas. Y el oro fundiéronlo y hicieron barretas, Y las piedras que les parecieron bien, tomáronlas. Y las piedras baxas y plumajes, todo lo tomaron los indios de Tlaxcalla. Y escudriñaron los españoles toda la casa real. Y tomaron todo lo que les pareció bien.”
Bernardino de Sahagún, Historia General de las Cosas de Nueva España, vol. 3, 3ª ed., estudio introductorio, paleografía, glosario y notas de Alfredo López Austin y Josefina García Quintana, México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 2000, p. 1191. (Cien de México).
“Como teníamos acordado el día antes de prender a Montezuma, toda la noche estuvimos en oración rogando a Dios que fuese de tal manera que redundase para su santo servicio, y otro día de mañana fue acordado de la manera que había de ser. Llevó consigo Cortés cinco capitanes, que fueron Pedro de Alvarado, y Gonzalo de Sandoval, Juan Velázquez de León, y Francisco de Luego y Alonso de Ávila, y a mí, y con nuestras lenguas doña Marina y Aguilar; y todos nosotros mandó que estuviésemos muy a punto y los de a caballo ensillados y enfrentados.”
Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España, Introducción y notas de Joaquín Ramírez Cabañas, México, Editorial Porrúa, 2017, p. 182.
“Visto el Marqués cuánto habíamos hecho los días que había que peleábamos, y cuán apretados estábamos y con cuánto peligro y con cuánta hambre y falta de comida, acordó de dejar la ciudad y salirse al campo; y mandó hacer unas puentes levadizas de madera, para pasar ciertas partes de ríos, que los indios habían derribado, y por salir más seguros, mandó que saliésemos una noche, a la media noche. Aunque los indios reposaban, no estaban tan sin cuidado, que luego fuesen con nosotros y, unos en canoas por el agua y otros por tierra, empezaron a dar en nosotros, que, como era de noche, era cosa de lástima y de grima lo que pasaba, que se veía o oía a los que morían.”
Bernardino Vázquez de Tapia, Relación de méritos y servicios del conquistador Bernandino Vázquez de Tapia, vecino y regidor de esta gran ciudad de Tenustitlan, Mexico, estudio y notas de Jorge Gurría Lacroix, México, Dirección General de Publicaciones -Universidad Nacional Autónoma de México, , 1972, p. 44.
“Y así, el capitán, bien armado con una rodela de acero, y Cervantes comendador, también bien armado y cubierto de una adarga, tomaron a Moteczuma detrás de sí, cubierto muy bien que n le pudiesen herir, y así fueron acompañados de ciertos hidalgos y soldados y subieron a la delantera del patio, adonde está ahora aposentado el visorrey. Sucedió que la gente, que era sin cuento, fuese toda forastera y no conociesen al dicho Moteczuma. Era tanta la grita que daban que hundían la ciudad y tanta piedra, varas, flechas que tiraban que parecía llover el cielo tanta piedra, flechas, varas y dardos. Sucedió que así como descubrió un poca la cara Moteczuma para hablar, lo cual sería a las ocho o nueve del día, que vino entre otras piedras que venían desmandadas una redonda como una pelota, la cual le dio a Moteczuma, estando entre los dos metido, entre las sienes y cayó.”
Fray Francisco de Aguilar, Relación breve de la conquista de la Nueva España, México, Instituto de Investigaciones Históricas-Universidad Nacional Autónoma de México, 1980, p. 88.
“Después de lo arriba dicho, cuatro días andados después de la matanza que se hizo con el cu hallaron los mexicanos muertos a Motecuzoma y al gobernador de Tlatilulco, echados fuera de las casas reales, cerca del muro donde estaba una piedra labrada como galápago, que llaman Teoáyoc. Y después que conocieron los que los hallaron que eran ellos, dieron mandado y alzáronlos de allí, y lleváronlos a un oratorio que llamaban Copulco, y hiciéronlos allí las ceremonias que solían hacer a los difuntos de gran valor. Y después los quemaron como acostumbraban hacer a todos los señores, y hicieron todas las solemnidades que solían hacer en este caso.”
Bernardino de Sahagún, Historia General de las Cosas de Nueva España, vol. 3, 3ª edición, estudio introductorio, paleografía, glosario y notas de Alfredo López Austin y Josefina García Quintana, México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 2000, p. 1199.
“Y desde aquella poblazón y cas donde dormimos se parecían las serrezuelas que están cabe Tlaxcala, y como las vimos no alegramos, como si fueran nuestras casas. Pues, ¿quizá sabíamos cierto que habían de ser leales, o qué voluntad tendrían, o qué había acontecido a los que estaban poblados en la Villa Rica, si eran muertos o vivos?”
Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España, 8ª ed., notas e introducción de Joaquín Ramírez Cabañas, México, Porrúa, 2008, vol. I, cap. CXXVIII, p. 402-401. (Biblioteca Porrúa de Historia, 6).
“Ya pues, que hartos de pelear se querían aposentar, los de Yztapalapa dos horas antes habían rompido una calzada que estaba como presa […] Acordóse Cortés cómo había visto rota la calzada, dio luego en el engaño, hizo a toda priesa salir la gente, mandando que nadie se detuviese si no quería morir ahogado. Salieron a toda furia, que sería a las siete de la noche, pasando el agua en unas partes a vuelapié y en otras a los pechos y a la garganta. Perdieron el despojo, ahogáronse algunos tlaxcaltecas, acabaron de salir a las nueve de la noche, y a detenerse tres horas más, corrían mucho riesgo. Tuvieron ruin noche de frío, como salían tan mojados, y la cena fue ninguna, porque no la pudieron sacar.”
Francisco Cervantes de Salazar, Crónica de la Nueva España, prólogo de Juan Miralles Ostos, Porrúa, 1985, cap. LII, p. 586. (Biblioteca Porrúa de Historia, 84).
“Desde aquí [Tepeaca] el capitán enviaba otros capitanes con gente a apaciguar, y lo hicieron muchos pueblos, que sin darles guerra se daban de paz, y por los dichos capitanes y capitán eran bien tratados, los cuales con consentían que nada se les tomase por fuerza, slamente querían les diesen de comer, y esto ellos lo daban de voluntad; y de esta manera se apaciguaron muchas provincias y pueblos dando obediencia al rey, y otros que de lejos venían ni menos a darse paz.”
Fray Francisco de Aguilar, Relación breve de la conquista de la Nueva España, edición, estudio preliminar, notas y apéndices por Jorge Gurría Lacroix, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1980, p. 94. (Serie de historiadores y cronistas de Indias, 7).
“En los caminos yacían huesos rotos, cabellos revueltos, los (techos de las) casas
están descubiertos, las viviendas están colorados (de sangre), abundaban los gusanos
en las calles. Los muros están manchados de sesos, el agua era como rojiza, como
agua teñida. Así la bebimos. Hasta que bebíamos agua salobre.
Y el agua que
bebíamos estaba llenada de salitre (tequisquite). Bolas de barro labradas estaban
(colocadas) encima del pozo, las guardamos entre escudos, como tesoro preciado. Lo
que estaba todavía vivo en alguna forma (se guardó) entre escudos, como si lo
quisieran asar.
Masticamos madera de tzompantli, zacate de tequisquite, bolas de
barro, lagartijas, ratones, cosas cubiertas de polvo, gusanos. Comimos juntos lo que
se puso sobre el fuego y al quedar bastante cocida la carne, nos la comimos (luego)
junto al fuego. Y tuvimos un sólo precio; éste fue el precio general para un joven,
para un sacerdote, para una muchacha, para un niño. El precio toral para un esclavo
ascendió solamente a dos puñados de maíz.”
Anales de Tlatelolco. Unos anales históricos de la nación mexicana y Códice de Tlatelolco, versión preparada y anotada por Heinrich Berlin, con un resumen de los Anales y una interpretación del códice por Robert H. Barlow, México, Antigua Librería Robredo, de José Porrúa e Hijos, 1948, p. 71.
“Y yo le animé y le dije que no tuviese temor ninguno, y así, preso este señor, luego
en ese punto cesó la guerra, a la cual plugo a Dios Nuestro Señor dar conclusión
martes, día de San Hipólito, que fueron 13 de agosto de 1521 años.
De manera que
desde el día que se puso cerco a la ciudad, que fue a 30 de mayo del dicho año,
hasta que se ganó, pasaron setenta y cinco días, en los cuales vuestra majestad verá
los trabajos, peligros y desventuras que estos sus vasallos padecieron, en los
cuales mostraron tanto sus personas, que las obras dan buen testimonio de ello.
Y en todos aquellos setenta y cinco días del cerco ninguno se pasó que no se
tuviese combate con los de la ciudad, después de haber recogido del despojo que se
pudo haber, nos fuimos al real dando gracias a nuestro Señor por tan señalada merced
y tan desea victoria como nos había dado.”
Hernán Cortés, Cartas de Relación, Nota preliminar de Manuel Alcalá, México, Editorial Porrúa, 2013, p. 205.
“Los españoles y sus amigos pusiéronse en todos los caminos y robaban a los que pasaban, tomándolos el oro que llevaban y escudriñándolos todos sus hatos y todas sus vestiduras. Y ninguna cosas otra tomaban sino el oro. Y las mujeres mozas hermosas, y algunas de las mujeres, por escaparse, desfrazábanse poniendo lodo en la cara y vestiéndose de andrajos. También tomaban mancebos y hombres recios para esclavos. Pusiéronlos nombres tlacamazque, y a muchos dellos herraron en la cara.”
Bernardino de Sahagún, Historia General de las Cosas de Nueva España, vol. 3, 3ª ed., estudio introductorio, paleografía, glosario y notas de Alfredo López Austin y Josefina García Quintana, México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 2000, pp. 1233-1234.
“Llovió y relampagueó y tronó aquella tarde y hasta medianoche mucho más agua que otras veces. Y después que se hubo preso Guatemuz quedamos tan sordos todos los soldados como su de antes estuviera un hombre encima de un campanario y tañasen muchas campanas, y en aquel instante que las tañían cesasen de tañerlas, y esto digo al propósito porque todos los noventa y tres días que sobre esta ciudad estuvimos, de noche y de día daban tantos gritos y coces unos capitanes mexicanos apercibiendo los escuadrones y guerreros que habían de batallar en las calzadas; [...]”
“[...] otros llamando a los de las canoas que habían de guerrear con los bergantines y con nosotros en las puentes; otros en hincar palizadas y abrir y ahondar las aberturas de agua y puentes y en hacer albarradas; otros en aderezar vara y flecha, y las mujeres en hacer piedras rollizas para tirar las hondas; pues desde los adoratorios y torres de ídolos los malditos atambores y cornetas y atabales dolorosos nunca paraban de sonar. Y de esta manera de noche y de día teníamos el mayor ruido, que no nos oíamos los unos a los otros, y después de preso Guatemuz cesaron las voces y todo el ruido; y por esta causa he dicho como si de antes estuviéramos en campanario.”
Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España, Introducción y notas de Joaquín Ramírez Cabañas, México, Editorial Porrúa, 2017, p. 369.
Acontecimientos | Cartas de Relación de Hernán Cortés |
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Llegada a Cozumel | La armada de Hernán Cortés partió de la isla Fernandina con diez carabelas, cuatrocientos hombres de guerra y dieciséis caballos; llegaron a la isla de Cozumel. La compañía cortesiana halló la isla desolada; supieron “por tres indios que se habían tomado de una canoa” que todos abandonaron sus poblados por temor a los españoles. Cortés ordenó que, por medio de un intérprete, se comunicara a la población que no tenía intención de dañarla y le pedía que rindiera vasallaje a la Corona española. Los nativos regresaron a sus pueblos sin más temor y con una actitud amistosa hacia los hispanos. |
Los náufragos |
Cortés se enteró de la presencia
de algunos españoles que estaban cautivos en Yucatán; éstos habían
sobrevivido al naufragio de una carabela en los bajos de Jamaica. Cortés
envió a varios indígenas como mensajeros para pedir la liberación de los
hispanos y, por desconfianza, también despachó dos bergantines y un batel
con cuarenta hombres para esperar a los náufragos. Tras varios días de
espera éstos regresaron sin cumplir su objetivo. La armada ya zarpaba cuando un viento contrario la obligó a volver a Cozumel; entonces vieron llegar a Jerónimo de Aguilar en una canoa. Aguilar explicó a Cortés que los otros náufragos estaban muy dispersos por Yucatán, por lo que buscarlos requeriría de mucho tiempo y esfuerzo. |
Toma de Potonchán |
Hernán Cortés y sus hombres
llegaron al Río Grijalva; tras adentrarse en él encontraron un poblado,
cuyos habitantes pidieron a Cortés no desembarcar y marcharse. Al día
siguiente, varios indígenas se acercaron a las embarcaciones españolas,
llevaron gallinas y algunos alimentos; de nuevo pidieron a los extraños que
se marcharan. Cortés ordenó a sus hombres que desembarcaran, envió a
doscientos por tierra hacia el pueblo y él mismo, junto con ochenta
compañeros, avanzó por el río. El capitán solicitó tres veces la paz, lo que
hizo constar ante un escribano, y después entabló combate con los nativos,
logrando ganar el poblado. Al día siguiente, varios mensajeros de los caciques llevaron algunas joyas a los españoles y acordaron darles comida e insistieron en que debían dejar su pueblo; nunca regresaron con los alimentos prometidos. |
Batalla de Centla | Más de doscientos españoles salieron a buscar comida y fueron emboscados por los locales; no obstante, lograron replegarse gracias a la ayuda de la fuerza que se quedó en el poblado. Cortés ordenó a sus hombres que se prepararan para combatir y mandó sacar diez caballos de sus navíos. Se enviaron trescientos hombres al frente, seguidos por una retaguardia de otros cien; Cortés y la caballería hicieron un rodeo. El primer grupo se encontró con “gran multitud de indios”; tras dos horas de combate, y cuando los hispanos ya estaban casi rodeados, la caballería llegó y atacó a los nativos desde atrás. Luego de otra hora de combate, los hispanos lograron poner en retirada a sus enemigos. |
Acuerdos de paz en Potonchán. Entrega de Malintzin | Hernán Cortés invitó a los caciques locales para que fueran a verlo; ese mismo día acudieron y le ofrecieron servir al rey español. Según Cortés, le informaron que habían peleado contra los guerreros de ocho provincias, cuarenta mil en total. En un periodo de cuatro o cinco días, los españoles recibieron ciento cuarenta pesos de oro de los indígenas; consideraron que fue poco, por lo que supusieron que el oro no era abundante en esa región. Antes de partir, los hispanos reprendieron a los indígenas por adorar a sus ídolos, les hablaron de la fe católica y les dejaron una cruz de madera, indicándoles que debían venerarla. |
Llegada a San Juan de Ulúa. Primer encuentro con dignatarios de Motecuhzoma |
La armada de Hernán Cortés llegó
a la bahía de San Juan y, por ser casi de noche, se ordenó que nadie
desembarcara. Al día siguiente, Cortés y varios de sus hombres saltaron a
tierra, donde conocieron a dos “principales de los indios”. Por medio de los
intérpretes, les comunicó que venía de parte de los monarcas españoles, les
obsequió dos camisas, cintas de oro, dos jubones, dos gorras de grana, entre
otras cosas, y les pidió que llamaran a sus caciques. Cortés recibió la visita de un cacique, a quien le hizo saber que no tenía intenciones hostiles y lo invitó al servicio de los reyes españoles; le regaló una camisa de Holanda, un sayón de terciopelo y una cinta de oro. Al día siguiente, el cacique regresó con piedras preciosas y joyas de oro, después se despidió y regresó, muy feliz según Cortés, a su casa. |
La invitación de los “embajadores totonacos” | |
Primera fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz |
Los hombres de Cortés
consideraron que el mejor servicio a sus monarcas era crear un poblado y no
limitarse a rescatar oro, como Diego Velázquez les había instruido; también
los motivó la buena voluntad del cacique que conocieron y los valiosos
regalos que les dio. “Acordes de un ánimo”, todos solicitaron a Cortés que
se fundara una villa, así se creó la Rica Villa de la Veracruz; varios de
los solicitantes fueron nombrados alcaldes y regidores. Reunidos en Cabildo, los españoles nombraron a Cortés como justicia y alcalde mayor. Asimismo, se acordó enviar todo el oro, plata y joyas a sus reyes, se nombraron procuradores a Alfonso Fernández Portocarrero y a Francisco de Montejo, quienes debían solicitar a la Corona que reconocieran la fundación de la villa, la autoridad de Cortés y que no otorgaran derechos a Velázquez sobre las tierras que recién exploraban y poblaban. |
Llegada a Cempoala. Las quejas del “Cacique Gordo” | |
Llegada a Quiahuiztlan. Captura de los recaudadores mexicas | Cortés fue informado de que todos los pueblos de la región estaban sometidos, por la fuerza y desde hace poco tiempo, a Motecuhzoma. Recibió muchas quejas, la solicitud de servir al monarca español y la petición de protección contra sus enemigos. |
Alianza hispano-indígena en Quiahuiztlan | Cortés afirmó que se aseguró la alianza y servicio de Cempoala y de toda la región de la sierra, hasta cincuenta mil hombres de guerra y cincuenta villas y fortalezas. |
Segunda fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | Cortés dejó en la Villa de la Vera Cruz ciento cincuenta hombres, dos caballos y una fortificación. |
Toma de Tizapancingo | |
Derrocamiento de ídolos en Cempoala. Entrega de mujeres cempoaltecas | |
Partida hacia Tenochtitlan con el consejo y ayuda de Cempoala | Cortés partió de Cempoala el 16 de agosto de 1519, con trescientos peones y quince caballos. También se llevó a “algunas personas principales”, con el fin de dejar la recién fundada villa con más seguridad y, posiblemente, como guías que fueron de gran utilidad en el camino. Los cempoaltecas aconsejaron a Cortés evitar las tierras sometidas a Motecuhzoma y, en cambio, ir a Tlaxcala y buscar su amistad. |
Acontecimientos | Historia verdadera de la conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo |
Llegada a Cozumel |
La armada de Hernán Cortés
partió hacia Cozumel el 10 de febrero de 1519; los navíos en que viajaban
Bernal Díaz del Castillo y Pedro de Alvarado llegaron a la isla antes que
Cortés. Alvarado exploró un poco y llegó a otro asentamiento, tomó algunos
objetos de valor, gallinas y tres nativos. Cuando Cortés llegó, puso
grilletes al piloto Camacho, responsable de los navíos que se adelantaron,
reprendió a Alvarado, devolvió lo robado y mandó que se pagase con cuentas y
cascabeles por las gallinas que ya se habían comido. Por medio de Melchorejo, Cortés mandó llamar a los caciques de los pueblos cercanos para hacerles saber que no tenía intenciones hostiles y darles algunos regalos; los nativos volvieron a sus pueblos sin más temor. En Cozumel se hizo recuento: once navíos, quinientos ocho hombres, sin contar a los marineros, trece escopeteros, tiros de bronce, cuatro falconetes y varios ballesteros, de los que Bernal no recuerda el número. |
Los náufragos |
Cortés dedujo la posibilidad de
que hubiese españoles capturados en la región y, tras preguntar a los
indígenas de Cozumel, se confirmó este supuesto. El capitán mandó a algunos
mercaderes de la zona para solicitar que los españoles cautivos fueran
liberados y traídos; para este fin, se dispusieron dos barcos, los más
pequeños, que partieron con los mensajeros, veinte ballesteros y
escopeteros, liderados por Diego de Ordaz. Los mercaderes encontraron a
Jerónimo de Aguilar, quien fue liberado y buscó a Gonzalo Guerrero; éste se
negó a volver con los españoles pues era casado y con hijos; su esposa
incluso reprendió a Aguilar por quererse llevar a su marido. Tras esperar ocho días en Punta Cotoche y sin noticias, Ordaz regresó a Cozumel sin encontrarse con Aguilar. La armada de Cortés se dispuso a partir en marzo de 1519; sin embargo, la avería de uno de los navíos los obligó a regresar; esto permitió que Aguilar los alcanzara. Aguilar, que no pronunciaba muy bien las palabras, explicó que había naufragado hacía ocho años, junto con otros quince hombres y dos mujeres; sus compañeros fueron sacrificados o murieron de dolencias o por exceso de trabajo. |
Toma de Potonchán |
La armada de Cortés llegó el 12
de marzo de 1519 al Río Grijalva. Según Bernal, en la ribera había más de
doce mil guerreros listos para defender su ciudad. El capitán ordenó a
Francisco de Aguilar que comunicara a los nativos que venía en son de paz;
no obstante, éstos no cambiaron su postura. Cortés dispuso a sus hombres en los bateles y en cada uno colocó tres tiros y varios ballesteros y escopeteros; también mandó, por tierra, a Alonso de Ávila, junto con cien soldados. Los indígenas se prepararon para defenderse por tierra y por agua, con canoas. Cortés hizo un tercer requerimiento de paz; era una forma de justificar, como legítima defensa, cualquier muerte que resultara de un enfrentamiento. Al principio, los españoles que avanzaron por el río tuvieron dificultades para mantener una posición sólida en tierra, debido al terreno y a que defensores los rociaban con flechas; sin embargo, nombrando al apóstol Santiago, y cuando lograron entablar combate cuerpo a cuerpo, hicieron retroceder a los nativos. Finalmente, los hispanos hicieron un hueco en las mamparas con las que se había reforzado la ciudad y recibieron la ayuda de Alonso de Ávila, que llegaba por tierra. El capitán dio tres cuchilladas a una ceiba, en señal de que tomaba posesión del lugar. |
Batalla de Centla |
Cortés ordenó a Pedro de
Alvarado y a Francisco de Lugo que, junto con cien hombres cada uno, fuesen
a explorar y a buscar comida; ese mismo día se descubrió que un indígena
intérprete había huido con los de Tabasco. El grupo de Francisco de Lugo fue
emboscado y rodeado por los nativos; sin embargo, logró retirarse gracias a
la ayuda de las fuerzas de Alvarado y de las que se habían quedado en la
ciudad. En la refriega, los españoles capturaron a tres de los contrarios,
uno de los cuales parecía “algo principal”; éste fue enviado a los caciques,
con cuentas como regalos, para invitarlos a la paz, pero nunca
volvió. Cortés nombró capitán de los soldados a Diego de Ordaz, dejó a “Mesa el artillero” al mando de las armas de fuego y él mismo lideró a un grupo de trece jinetes que intentarían rodear a los enemigos. La infantería se encontró con “todas las capitanías y escuadrones” indígenas, que estaban armados con arcos, lanzas, rodelas, “espadas como montantes de a dos manos” y muchas hondas. Ante la superioridad del equipamiento de combate cuerpo a cuerpo español, los indígenas prefirieron atacarlos con constantes andanadas de proyectiles y comenzaron a rodearlos. Cortés y la caballería tardaron, pero finalmente llegaron al combate y sorprendieron a sus enemigos; además, según Bernal, los indígenas creyeron que caballo y jinete eran un solo ser, por lo que se retiraron hacia los montes. Algunos cronistas hispanos atribuyeron la victoria de Cortés a la intervención divina y presencial del apóstol Santiago; sin embargo, Bernal afirmó que nunca vio al santo, pues quizá, como pecador, no fue digno. |
Acuerdos de paz en Potonchán. Entrega de Malintzin |
Cortés, por medio de su
intérprete Aguilar, envió a dos capitanes indígenas, capturados en la
batalla, para que llamaran a todos los caciques; les envió cuentas verdes y
diamantes azules. Al día siguiente, treinta “indios principales” llevaron gallinas, pescado, fruta y “pan de maíz”; éstos pidieron a Cortés que les permitiera recoger a sus muertos y enterrarlos: supuestamente informaron a Cortés que habían perdido ochocientos hombres en la batalla. Al medio día, llegaron al aposento del capitán cuarenta “indios principales” para acordar la paz; Cortés les exigió ponerse al servicio del emperador Carlos, los amedrentó disparando una lombarda y mostrándoles un caballo embravecido. El 15 de marzo de 1519, muchos caciques de la zona visitaron a Cortés y le regalaron varias joyas de oro, las cuales, en palabras de Bernal, no fueron nada en comparación con veinte mujeres que les dieron: entre ellas estaba doña Marina. Cortés ordenó a los señores de la zona que volvieran a habitar sus ciudades y poblados, les hablo “lo mejor que pudo” de la fe católica, les dejó una imagen de la Virgen María, un altar y una gran cruz de madera. Según Bernal, los caciques aceptaron adorar y venerar esas imágenes. |
Llegada a San Juan de Ulúa. Primer encuentro con dignatarios de Motecuhzoma |
Los navíos de Cortés llegaron a
San Juan de Ulúa en Jueves Santo de 1519 y fueron a su encuentro numerosos
“indios mexicanos” que viajaban en canoas; con Marina como intérprete,
hicieron saber al capitán que iban de parte de Motecuhzoma. En Viernes
Santo, los españoles desembarcaron en unos arenales especialmente inhóspitos
e hicieron chozas, un altar y acomodaron su artillería. El sábado, víspera de la Pascua de la resurrección, los hispanos recibieron la visita de muchos indígenas al mando de Pitalpitoque, “un principal que era gobernador de Montezuma”, quien llevó gallinas, tortillas, ciruelas y joyas; prometieron volver. Al día siguiente, Cortés recibió a Pitalpitoque y a Tendile y les solicitó que llamaran a su gente para que comerciara con sus hombres; envió varios regalos a Motecuhzoma: una silla, piedras margaritas, un sartal de diamantes torcidos y una gorra carmesí con una medalla de oro de San Jorge. Tendile fue y regresó otras dos veces, intercambiando los mensajes y regalos entre Cortés y Motecuhzoma, quien siempre se negó, cordialmente, a la posibilidad de recibir la visita de los hispanos. Después de esto, los indígenas redujeron el suministro de comida que daban a los españoles y, finalmente, huyeron; Cortés lo interpretó como una posible actitud hostil. |
La invitación de los “embajadores totonacos” |
Bernal afirma que, estando de
guardia junto con otro compañero, vio a cinco hombres que se acercaban;
éstos lo saludaron y pidieron ser conducidos al “real”. Estos indígenas eran
muy diferentes a los mexicas en sus atavíos, su lengua (totonaco) y tenían
perforados los labios y las orejas. Ni Aguilar ni Marina los entendían, pero
esta última descubrió que también sabían hablar náhuatl. Los totonacos iban de parte del señor de Cempoala para dar la bienvenida a Cortés y averiguar quiénes eran los españoles; explicaron que no los habían contactado antes por temor a los mexicas. Gracias a estos hombres, Cortés se enteró de que Motecuhzoma tenía numerosos enemigos, información de la que “se holgó mucho”, por lo que los despidió con “dádivas y halagos”. |
Primera fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz |
Bernal Díaz del Castillo, Alonso
Hernández Puertocarrero, Pedro de Alvarado junto con sus cuatro hermanos,
Cristóbal de Olid, Alonso de Ávila y Juan Escalante, en parte de acuerdo con
Hernán Cortés, fueron algunos de los que apoyaban la idea de iniciar un
poblado. Por otra parte, había un grupo, formado por “deudos y amigos” de
Diego Velázquez, que presionaban a Cortés para volver a Cuba y entregar el
oro rescatado al gobernador. Aquellos que deseaban poblar otorgaron a Cortés
amplios poderes, lo nombraron capitán general y justicia mayor, asimismo, le
dieron una quinta parte del oro que habían reunido; esto quedó registrado
ante un escribano del rey llamado Diego Godoy. Así se fundó la Villa Rica de
la Vera Cruz, se nombraron alcaldes, regidores y otros funcionarios, se
colocó una picota como centro de la plaza de la villa y se hizo una horca en
las afueras. Los promotores de la fundación de la villa consideraban que así servían mejor a la Corona, que ahora les podía reconocer el derecho a poblar, y liberaba a Cortés de las instrucciones de Velázquez, que lo limitaban al rescate de oro y la exploración. |
Llegada a Cempoala. Las quejas del “Cacique Gordo” |
Hernán Cortés ordenó a sus
hombres que entraran a Cempoala “muy apercibidos”, con las escopetas y
ballestas preparadas y en formación ordenada. A una legua de la ciudad, los
españoles fueron recibidos con “piñas de rosas de la tierra muy olorosas”, y
se le explicó a Cortés que el señor cempoalteca no salía a verlo por “ser
hombre muy gordo y pesado”. Los hispanos quedaron impresionados por el
tamaño y la prosperidad de la ciudad, al grado que, según Bernal, algunos
pensaron que el acabado de cal de los edificios era plata. El “Cacique Gordo” recibió a Cortés en la plaza principal y le obsequió algunas joyas de oro y mantas; el capitán, por su parte, le habló de la fe católica y afirmó que el monarca español lo había enviado para “deshacer agravios y castigar a los malos”. La respuesta del “Cacique Gordo” fue suspirar y sollozar, dando quejas de Motecuhzoma, a quien estaba sometido desde hacia poco tiempo y cuyos recaudadores se llevaban todas sus joyas de oro. |
Llegada a Quiahuiztlan. Captura de los recaudadores mexicas |
Bernal describió a Quiahuiztlan
como un poblado ubicado en lo alto, entre dos grandes peñascos que de haber
sido hostil, habría sido “malo de tomar”. Cuando los españoles llegaron, lo
encontraron vacío, tan sólo vieron a quince hombres que los esperaban en lo
alto de un cu; posteriormente se les unió el “Cacique Gordo”. Los señores de Quiahuiztlan y de Cempoala comunicaron a Cortés numerosas quejas que tenían de Motecuhzoma; sin embargo, fueron interrumpidos por la llegada de cinco recaudadores mexicas. El extremeño, informado por Marina, se percató del gran miedo y respeto que estos individuos causaban en la gente del lugar. Cortés ordenó y animó a los nativos para que tomaran presos a los recaudadores mexicas lo que, en un principio, asustó a los caciques, pues consideraban un terrible atrevimiento el maltratar a los hombres de Motecuhzoma. |
Alianza hispano-indígena en Quiahuiztlan |
Tras el aprisionamiento de los
recaudadores mexicas, Cortés ordenó que se dejase de pagar tributo a
Motecuhzoma y pidió al “Cacique Gordo” que enviara mensajeros a los pueblos
cercanos para que se hiciera lo mismo. Según Bernal, a partir de ese momento
los españoles fueron llamados “teules”, que él mismo tradujo como “dioses” o
“demonios”. Cortés evitó que los recaudadores mexicas fueran sacrificados y ordenó que, en secreto, fuesen liberados, alimentados y enviados de vuelta con Motecuhzoma con palabras de amistad; después se fingió enojado por su supuesta huida. Tras estos eventos, Cortés prometió defender a todos los poblados de los caciques presentes; según Bernal, así se formó una alianza con más de treinta pueblos. |
Segunda fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | La compañía cortesiana acordó refundar la Villa Rica de la Vera Cruz en unos llanos a media legua de Quiahuiztlan. Se trazó la plaza, la iglesia y se planeó una fortificación; en esto fueron ayudados por los indígenas. |
Toma de Tizapancingo |
El “Cacique Gordo” acudió a la
villa española para advertir a Cortés sobre un poblado llamado
“Cingapacinga”, donde se reunían muchos mexicas que destruían campos de
cultivo y casas. Cortés, que había prometido proteger a sus nuevos aliados,
aceptó ayudar al señor de Cempoala. Hacia “Cingapacinga” partieron cuatrocientos españoles, catorce jinetes, ballesteros, escopeteros y cien “tamemes” cempoaltecas. En el camino, algunos representantes de la ciudad interceptaron a Cortés para explicarle que la guarnición mexica se había marchado, mientras que el conflicto con Cempoala se debía a viejas enemistades y disputas de tierras. No obstante, el capitán no logró detener a tiempo a los guerreros cempoaltecas, que ya estaban saqueando la ciudad; éstos fueron reprendidos severamente y obligados a devolver todo lo robado. |
Derrocamiento de ídolos en Cempoala. Entrega de mujeres cempoaltecas |
Con el fin de fortalecer su
alianza, los caciques de la ciudad solicitaron a los hispanos que se unieran
con sus hijas. El “Cacique Gordo” les presentó a siete mujeres; a Cortés le
dio a su sobrina, que era “señora de pueblos y vasallos”. El capitán las
recibió, pero condicionó su amistad y unión a que fueran bautizadas y a que
toda la ciudad dejara los sacrificios y la adoración de sus dioses; los
cempoaltecas se negaron. Cincuenta españoles derribaron las figuras de los templos, por lo que los guerreros cempoaltecas los rodearon y comenzaron a atacarlos. Cortés capturó al “Cacique Gordo” y amenazó con matarlo, por lo que éste ordenó la retirada de sus hombres. Tras el violento episodio, los españoles mandaron hacer una cruz y un altar donde colocaron una imagen de la Virgen María. Posteriormente, se hizo una misa cristiana en la que se bautizó a las mujeres cempoaltecas ofrecidas a los españoles; Bernal recordó que la sobrina del señor de Cempoala fue nombrada Catalina y la hija de otro gran cacique se llamó Francisca. |
Partida hacia Tenochtitlan con el consejo y ayuda de Cempoala |
Los españoles partieron de
Cempoala a mediados de agosto de 1519. Pidieron consejo a los cempoaltecas
sobre el camino que debían seguir y éstos acordaron que lo mejor era que
marcharan hacia Tlaxcala, pues ésta era enemiga de los mexicas. Los cempoaltecas enviaron con los españoles a cuarenta “principales”, que eran guerreros, y cuatrocientos “tamemes”, quienes se encargaron de llevar el armamento, los víveres y todos los pertrechos necesarios para la marcha. |
Acontecimientos | Relación breve de la conquista de la Nueva España de fray Francisco de Aguilar |
Llegada a Cozumel |
Francisco de Aguilar afirma que
Hernán Cortés consiguió dinero prestado de sus amigos, juntó provisiones y
reunió, rápidamente, doscientos hombres; entre éstos había venecianos,
griegos, sicilianos, vizcaínos, montañeses, asturianos, portugueses,
andaluces y extremeños. Ya embarcados, Pedro de Alvarado, Pedro Puerto
Carrero, Diego Velázquez, Cristóbal de Olid y otros, acordaron nombrar a
Cortés como capitán del rey. Cortés hizo capitanes y generales a Pedro de Alvarado, Cristóbal de Olid y Andrés de Tapia. Posteriormente, la armada llegó y desembarcó en Cozumel. |
Los náufragos | En Cozumel, los españoles vieron a un hombre corriendo y haciéndoles señales con una manta; era Hernando de Aguilar que, junto con otro compañero, sobrevivió a un naufragio y había quedado “en poder de indios” durante seis o siete años. |
Toma de Potonchán | Los navíos españoles llegaron al río de Grijalva, donde, según Aguilar, resistieron el ataque de hasta cuarenta mil indígenas. |
Batalla de Centla | El autor atribuye la victoria al temor que los nativos sintieron cuando los españoles los atacaron con caballos, tiros de artillería y ballestas. |
Acuerdos de paz en Potonchán. Entrega de Malintzin | Al día siguiente de la batalla, los nativos acudieron en son de paz y aceptaron ser vasallos del emperador español; llevaron consigo comida, mantas y ocho mujeres, entre las que estaba Marina, que después fue llamada Malinche. Francisco de Aguilar resaltó que esta mujer sabía hablar “lengua mexicana” y también la que Hernando de Aguilar aprendió después de naufragar (maya). |
Llegada a San Juan de Ulúa. Primer encuentro con dignatarios de Motecuhzoma |
Hernán Cortés y sus hombres
llegaron a San Juan de Ulúa, donde nativos los recibieron pacíficamente y
les dieron alimentos, ropa y joyas: un sol de oro, una luna de plata y
collares de oro; todo esto fue enviado a Carlos V. Aguilar afirma que la gente de Cotaxtla, una “provincia” cercana a San Juan de Ulúa, informó a Motecuhzoma de la presencia de los españoles; éste envió varias veces a sus embajadores, junto con muchos presentes de oro. A partir de este momento, los españoles fueron llamados “teules”, palabra que Aguilar tradujo como “dioses”. |
La invitación de los “embajadores totonacos” | |
Primera fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | |
Llegada a Cempoala. Las quejas del “Cacique Gordo” |
Hernán Cortés ordenó a sus
hombres que avanzaran divididos, unos por mar y otros por tierra. Los que
marcharon a pie llegaron a Zempoala, donde fueron muy bien recibidos;
Aguilar describió a la gente de esta ciudad como amiga y siempre leal a los
españoles. Según Aguilar, Zempoala estaba ubicada en un gran llano, entre dos ríos; además afirmó que en esa ciudad había hasta “veinte mil casas” y abundaban los árboles frutales y el pescado. |
Llegada a Quiahuiztlan. Captura de los recaudadores mexicas | Los españoles partieron de Zempoala en busca de otro puerto y se aposentaron en un pueblo junto a la mar. |
Alianza hispano-indígena en Quiahuiztlan | |
Segunda fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz |
Varios de los hidalgos que
acompañaban a Cortés querían regresar a Cuba para rendir cuentas a Diego
Velázquez; sin embargo, el extremeño mandó a barrenar los navíos, excepto
uno. Juan Escudero, Diego de Ordaz y “otro que se decía Umbría” intentaron
apoderarse de la embarcación intacta; al enterarse, Cortés mandó a ahorcar a
Ordaz y a Escudero; el primero no fue ejecutado por que “los capitanes
rogaron por él.” Posteriormente, Cortés ordenó que se fundara una villa, donde dejó a cuarenta o cincuenta españoles al mando de Escalante. |
Toma de Tizapancingo | |
Derrocamiento de ídolos en Cempoala. Entrega de mujeres cempoaltecas | |
Partida hacia Tenochtitlan con el consejo y ayuda de Cempoala | Según Aguilar, Cortés ordenó a Pedro de Alvarado que, con ciento cincuenta hombres, fuera hacia México (Tenochtitlan). La narración da a entender que Cortés y Alvarado “fuéronse a juntar al despoblado” y después llegaron a “unas poblaciones grandes sujetas al dicho Moteczuma” (Zautla e Iztacimaxtitlan). |
Acontecimientos | Relación de la conquista de México de Andrés de Tapia |
Llegada a Cozumel |
La armada de Hernán Cortés zarpó
del puerto de Guaniguanico, se repartieron las provisiones, se nombró a los
capitanes y se dieron instrucciones sobre la organización de todo el grupo y
la ruta que debía seguir. Un “temporal” dispersó a los navíos; sin embargo,
éstos lograron reunirse en una isla que, según Andrés de Tapia, se llamaba
Aqucamil. El compañero de Cortés narró que la isla medía unas cinco leguas de largo por una y media o dos de ancho y contaba con dos mil habitantes, aproximadamente, quienes adoraban a varios ídolos, sobre todo a uno que se ubicaba en la costa sobre una “torre alta”. Tapia observó que en la isla se practicaban sacrificios y mencionó la presencia de una cruz hecha de cal, donde los nativos ofrecían codornices, sangre y quemaban la resina de un árbol con el fin de propiciar las lluvias. Antes de que Cortés partiera, los habitantes de la isla aceptaron derribar a sus ídolos y cuidar las imágenes cristianas que se les dejaban. |
Los náufragos |
Por señas, los indígenas
comunicaron a los españoles que había tres o cuatro hombres barbados en
tierra firme; Cortés envió en su búsqueda a un mensajero, con varias joyas y
una carta, y mandó un bergantín junto con cuatro bajeles. Los navíos
esperaron ocho días, hasta que regresó el mensajero y “dijo por señas de que
no querían venir”. La armada de Cortés se preparó para continuar navegando; sin embargo, un viento contrario los obligó a volver. Ya de vuelta, los españoles divisaron una canoa, en la cual viajaban tres hombres casi desnudos, con el cabello amarrado hacia atrás y armados con arcos y flechas; uno de ellos se les acercó y les habló en castellano, pero Tapia no menciona su nombre. De camino al campamento, el hombre narró que era náufrago de un navío que había partido de Santo Domingo desde hacía diez años. Asimismo, contó que había otros trece sobrevivientes, y que uno de ellos se había casado y adoptado las costumbres locales, por lo que se negaba a volver, y los otros “los indios los habían muerto”. Cortés se alegró mucho de reencontrarse con el náufrago, pues éste le serviría como intérprete. |
Toma de Potonchán |
La armada llegó a un río llamado
Tabasco. Cortés ordenó a los navíos mayores que esperaran, mientras
desembarcaba a sus hombres en bajeles. De camino por el río, lo españoles se
encontraron con “ciertos indios de guerra”; el capitán les comunicó, por
medio del intérprete, que no pretendía hacerles mal y sólo pedía que lo
recibieran y escucharan las razones de su llegada. Según Tapia, los nativos
pidieron un día para dar su respuesta. Al día siguiente, Cortés y sus hombres se acercaron a tierra en sus bajeles, y los locales los recibieron equipados para la guerra, con arcos, flechas y varas; les prohibieron desembarcar so pena de matarlos. Sin hacer caso a las advertencias, los españoles saltaron a tierra, lucharon con los indígenas y lograron asentarse en un pueblo. |
Batalla de Centla |
Tras tomar el poblado, Cortés
envió a tres grupos de sus hombres para buscar comida; éstos entablaron
combate con los nativos y lograron capturar a algunos, quienes les
informaron que su gente se estaba reuniendo para matar y comerse a los
españoles; según Tapia, los indígenas también habían acordado que, en caso
de ser derrotados, servirían a los hispanos como si fueran señores. Los
cautivos fueron enviados por Cortés con mensajes de paz, pero nunca
regresaron. Cortés y sus fuerzas se alistaron para combatir; él mismo lideró a un grupo de diez hombres a caballo que marchó por la izquierda para “dar contra los enemigos o por las espaldas o por un lado”. Andrés de Tapia afirma que los españoles lograban matar a algunos indígenas gracias a los tiros de artillería y las ballestas; sin embargo, éstos los superaban en número y les causaban gran daño con flechas, varas y piedras. Finalmente, cuando los nativos ya habían rodeado a los hispanos, Cortés llegó por la retaguardia, lo que le dio la victoria. El autor señala que antes de la llegada de su capitán, vio la aparición de un misterioso jinete, montado en un caballo rucio, que atacó a los indígenas desde diferentes ángulos, causándoles gran daño y temor. Según el autor, los mismos indígenas dijeron que se habían atacado con cuarenta y ocho mil guerreros. |
Acuerdos de paz en Potonchán. Entrega de Malintzin |
Tras la batalla, Cortés envió a
algunos cautivos para tratar de concertar la paz con los señores locales;
éstos acudieron con “gallinas de las indias”, frutas y otras provisiones, y
aceptaron dar obediencia al extremeño, quitar sus ídolos y reemplazarlos por
cruces. Posteriormente, los “señores de la tierra” dieron a Cortés veinte mujeres esclavas “para que moliesen el pan”. Más adelante, Tapia narra que una de estas mujeres sirvió como intérprete con los hombres de Motecuhzoma. |
Llegada a San Juan de Ulúa. Primer encuentro con dignatarios de Motecuhzoma |
La armada de Hernán Cortés llegó
al puerto de San Juan el Jueves Santo de 1519. Tras fundar una villa, los
españoles fueron contactados por hombres de Motecuhzoma, informaron al
capitán sobre el gran poder de este señor y sobre un poco de la historia de
su pueblo, que había sometido a muchos otros por medio de la religión y la
guerra. Motecuhzoma y Cortés intercambiaron varios mensajes y regalos. |
La invitación de los “embajadores totonacos” | Tapia narra que Cortés procuró hablar con algunos de los pueblos sujetos a Motecuhzoma, los cuales le dieron muchas quejas de éste. |
Primera fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | Tras desembarcar en el puerto de San Juan, Cortés ordenó la fundación de la Villa Rica de la Veracruz, en nombre del rey de Castilla. |
Llegada a Cempoala. Las quejas del “Cacique Gordo” | De camino hacia un mejor puerto, la hueste hispana halló una ciudad en la que recibieron muchas quejas de los agravios de Motecuhzoma y sus recaudadores. Cortés prometió ayudarlos e impedir cualquier abuso contra todos los que quisieran ser sus “amigos”. Por ello, envió a los “criados” de Motecuhzoma para rogarle que no hiciera más agravios a “los naturales de la tierra”. Tapia no menciona el nombre de la ciudad, pero es posible que se refiera a Cempoala. |
Llegada a Quiahuiztlan. Captura de los recaudadores mexicas | Tras reubicar la Villa de la Veracruz, los españoles encontraron varios pueblos de los que también recibieron quejas acerca de Motecuhzoma. Cortés les prometió su ayuda y amistad, lo que animó a los locales a atrapar a los recaudadores mexicas y a sus acompañantes; algunos lograron huir y Cortés les dio refugio. Posteriormente, envió a algunos de regreso con Motecuhzoma: su objetivo era hacerle saber que había salvado a sus hombres y, así, evitar enemistarse con él. |
Alianza hispano-indígena en Quiahuiztlan | Tapia tan sólo narra que Cortés prometió su ayuda y amistad a varios pueblos en contra de Motecuhzoma. |
Segunda fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | Anteriormente, Cortés había ordenado a algunos navíos que zarparan en busca de un mejor puerto para asentarse y, posteriormente, la villa fundada en San Juan fue trasladada a la ubicación que encontraron, a legua y media de otros pueblos indígenas. |
Toma de Tizapancingo | Según Tapia, un pueblo llamado “Ticapancinga” se negaba a dejar de atacar a otros, por lo que Cortés decidió castigarlo. |
Derrocamiento de ídolos en Cempoala. Entrega de mujeres cempoaltecas | |
Partida hacia Tenochtitlan con el consejo y ayuda de Cempoala | Cortés dejó a algunos hombres en la recién fundada Villa de la Veracruz y se dispuso a marchar hacia donde sabía que estaba Motecuhzoma. Tapia menciona que, ante la ausencia de gente de Motecuhzoma, los españoles fueron guiados por “estos que se habían dado por nuestros amigos”; posiblemente se refería a los cempoaltecas. |
Acontecimientos | Relación de méritos y servicios del conquistador Bernardino Vázquez de Tapia. Vecino y regidor de esta gran ciudad de Tenustitlan, México de Bernardino Vázquez de Tapia |
Llegada a Cozumel | Bernardino Vázquez de Tapia escribió que fue en 1518 cuando partió con la armada de Hernán Cortés, aunque el resto de las crónicas afirman que fue en 1519. De Cozumel se limita a decir que la conquistaron y pacificaron. |
Los náufragos | En Cozumel, los españoles se encontraron con Jerónimo de Aguilar, quien había permanecido durante muchos años en el sur de Yucatán y que, posteriormente, “hizo mucho provecho” debido a que conocía la lengua de la región. |
Toma de Potonchán |
Los navíos al mando de Hernán
Cortés llegaron al Río de Grijalva, donde encontraron un pueblo bien
defendido. Según Vázquez de Tapia, el capitán extremeño pidió a los nativos,
en repetidas ocasiones, que lo dejaran entrar para descansar, tomar agua y
comprar provisiones, sin embargo, los lugareños le respondieron con burlas y
provocaciones. Cortés mandó a la mitad de sus hombres por tierra y a la otra mitad por el río, junto con artillería, ballestas y escopetas. Los defensores resistieron a los españoles que atacaban por el agua; sin embargo, se retiraron cuando fueron alcanzados, en la retaguardia, por los que iban por tierra. |
Batalla de Centla | Vázquez de Tapia recuerda que, tras tomar el pueblo, tuvieron “otras dos batallas muy recias”, en las que todos hubieran muerto de no ser por la caballería. El autor atribuye la victoria a un milagro: la aparición de un jinete en un caballo blanco “a cuya causa de desbarataron los indios”. |
Acuerdos de paz en Potonchán. Entrega de Malintzin |
Tras la batalla, los indígenas
acordaron rendir obediencia al monarca español; entregaron algunos presentes
y varias mujeres, entre ellas había una que “sabía la lengua de la Nueva
España” (náhuatl) y la de Yucatán. A partir de ese momento, Jerónimo de
Aguilar y la mujer mencionada sirvieron como intérpretes de Cortés y sus
hombres. Bernardino Vázquez de Tapia resaltó el hecho de que fue nombrado “factor de su Majestad” antes de que la armada partiera hacia San Juan de Ulúa. |
Llegada a San Juan de Ulúa. Primer encuentro con dignatarios de Motecuhzoma | Según Vázquez de Tapia, cuando los españoles llegaron a San Juan de Ulúa pacificaron a todos los pueblos cercanos al mar y tuvieron muchas guerras. Dejó registro de que él participó en todas las batallas, en las que tuvo gente a su cargo. |
La invitación de los “embajadores totonacos” | |
Primera fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz |
Cortés acordó “poblar la tierra”
en nombre de su monarca y fundar un poblado español, la Villa Rica; también
nombró alcaldes y regidores. Bernardino Vázquez de Tapia fue nombrado regidor. |
Llegada a Cempoala. Las quejas del “Cacique Gordo” | |
Llegada a Quiahuiztlan. Captura de los recaudadores mexicas | |
Alianza hispano-indígena en Quiahuiztlan | |
Segunda fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | |
Toma de Tizapancingo | |
Derrocamiento de ídolos en Cempoala. Entrega de mujeres cempoaltecas | |
Partida hacia Tenochtitlan con el consejo y ayuda de Cempoala |
Cortés dejó el poblado español
con algunos habitantes y partió hacia Tenochtitlan con trescientos hombres y
trece caballos. Vázquez de Tapia no mencionó los tratos de los españoles con Cempoala; sin embargo, más adelante narró que un guerrero cempoalteca derrotó a un tlaxcalteca en una especie de duelo. |
Acontecimientos | Historia de las Indias y de la conquista de México de Francisco López de Gómara |
Llegada a Cozumel |
Los navíos al mando de Hernán
Cortés zarparon el 18 de febrero de 1519. Cortés llegó a la Punta de las
Mujeres, donde halló algunos de sus navíos y posteriormente se reunió con el
resto, menos uno, en Acuzamil. Los españoles descubrieron que los habitantes
de la isla habían huido, por lo que tomaron joyas de oro y ropas. Algunos
exploradores encontraron a cinco mujeres nativas, gracias a ellas
contactaron con el “calachuni”; Cortés le dio algunos obsequios y lo trató
bien, por lo que éste ordenó que los habitantes de la isla volvieran. López
de Gómara narra que el capitán devolvió a los isleños las joyas de oro y
ropa que sus hombres habían tomado. López de Gómara dejó registro de que la palabra “Cozumel” era una corrupción de Acuzamil; también informó que la isla medía diez leguas de largo por tres de ancho, que el calachuni era el título que se daba a su cacique o rey y que los nativos eran morenos, andaban desnudos y llevaban el cabello largo y trenzado. Asimismo, resaltó la presencia de un templo, similar a una torre, con numerosos ídolos y una puerta secreta por la que aparecían los sacerdotes. Sobresalía la figura de uno de los dioses; era más grande que el resto, a su alrededor había ofrendas de pan, frutas, sacrificios de sangre de codorniz y también humana. Al pie del templo también había una cruz que, según López de Gómara, era adorada como el dios de la lluvia. El cronista añadió que los nativos pidieron a Cortés que les dejara a alguien que los instruyera en la fe católica, pero éste no quiso, pues temió que los mataran o sacrificaran. |
Los náufragos |
Los habitantes de Acuzamil
comunicaron a Cortés, por medio de señas, que había cinco o seis “barbudos”
en Yucatán. El capitán, convencido de que se trataba de otros españoles,
logró persuadir a tres isleños para que les llevaran una carta en la
que les pedía que se reunieran con él. Asimismo, Cortés envió un bergantín
con cincuenta hombres al mando de Juan de Escalante; éstos esperaron ocho
días sin que llegara ningún español a su encuentro, por lo que asumieron que
habían sido capturados o sacrificados. La armada de Cortés partió hacia Yucatán; sin embargo, tuvo que regresar a Acuzamil debido a un problema en la embarcación en la que viajaba Pedro de Alvarado. Mientras esperaban a que el tiempo mejorara, los españoles divisaron una canoa; de ella desembarcaron cuatro hombres: uno de ellos era Jerónimo de Aguilar. Aguilar narró a sus compañeros que, junto con otros, había sobrevivido a un naufragio cerca de Jamaica, en unos bajos llamados las Víboras. Los náufragos fueron capturados para ser sacrificados; sin embargo, lograron escapar y fueron amparados por Aquincuz, señor de Xamanzana, que fue sucedido por Taxmar. Cinco de los sobrevivientes murieron poco tiempo después, pero otro, llamado Gonzalo Guerrero, estaba con Nachancán, señor de Chetemal. Guerrero se negó a volver con los españoles, tenía la nariz y las orejas horadadas, el rostro y las manos tatuadas y se había casado y tenido hijos con una “rica señora de aquella tierra”. |
Toma de Potonchán |
La flota llegó al río de
Grijalva. A su encuentro acudieron numerosos nativos armados que no parecían
sorprendidos por la apariencia de los extranjeros. Cortés decidió dejar los
navíos mayores en la costa y avanzar por el río. El capitán y sus hombres
encontraron un pueblo (Potonchán) cercado con madera “de bien gruesa pared”
y defendido por almenas; en el lugar había muchos guerreros y “barquillos”
que, según López de Gómara, eran llamados “tahucub”. Por medio de Aguilar, Cortés comunicó sus intenciones pacíficas a los indígenas, y también trató de convencerlos de que le permitieran desembarcar para tomar agua y comprarles alimentos. Los nativos dieron a los españoles tortillas, fruta y gallipavos; Cortés lo consideró poca cosa e insistió en que lo dejaran entrar al poblado. El extremeño ordenó que todos los ballesteros y los escopeteros se repartieran en los bateles, mientras trescientos hombres, por tierra, debían acercarse al pueblo y esconderse en la maleza para no ser vistos. El cronista narra que el capitán siguió negociando y acusó a los nativos de inhumanos, por hacerlos padecer hambre; sin embargo, éstos se mantuvieron firmes y hasta se mofaron y rieron de las “charlas de paz”. Ante las negativas de los indígenas, Cortés ordenó entrar a su pueblo por la fuerza. Los defensores no retrocedieron, ni siquiera ante la artillería, aunque, se dispersaron cuando los españoles que marcharon por tierra entraron en el poblado sin ser vistos. |
Batalla de Centla |
Ya establecido en Potonchán,
Cortés envió a algunos prisioneros para tratar de concertar la paz con los
líderes locales, culpándolos de las hostilidades; sin embargo, no hubo
respuesta. Según López de Gómara, Cortés mandó exploradores, por tres
caminos, para capturar enemigos y conseguir información; por ello se
enteraron de que se estaba reuniendo una fuerza numerosa para recuperar
Potonchán. Posteriormente, varios grupos de hispanos fueron atacados en
poblados, mientras intentaban conseguir comida. López de Gómara afirmó que en Centla se enfrentaron quinientos españoles, trece caballos y seis tiros de fuego contra cinco escuadrones de ocho mil indígenas cada uno. Mientras el grueso de los hispanos se encontró de frente con sus adversarios, Cortés comandó a un grupo de trece jinetes para atacar a las fuerzas contrarias desde atrás o desde un flanco; sin embargo, tardaron mucho debido al terreno difícil que atravesaron. Los guerreros de Potonchán esperaron a los españoles en un terreno conocido y que les era favorable, por lo que ni las ballestas ni las armas de fuego bastaban para derrotarlos. Posteriormente, los combatientes llegaron a una locación más propicia para los hispanos y su armamento, aunque estaban en gran inferioridad numérica; no obstante, fueron ayudados por la aparición de un jinete al que después identificaron como el apóstol Santiago. Finalmente, Cortés logró llegar con la caballería, sorprendiendo a los indígenas y forzándolos a retirarse. |
Acuerdos de paz en Potonchán. Entrega de Malintzin |
Cortés envió mensajeros a los
señores locales para comunicarles su pesar por la batalla librada; sin
embargo, los responsabilizó por el daño que ambas partes recibieron y les
dio un plazo de dos días para acudir y acordar la paz, de lo contrario,
destruiría sus tierras. Al día siguiente, cincuenta “indios honrados” se
encontraron con el extremeño; éstos le solicitaron licencia para buscar y
disponer de sus muertos; Cortés aceptó, pero exigió la presencia de los
líderes de la zona. El señor de Potonchán (a quien López de Gómara llama Tabasco), con numerosos acompañantes, se reunió con Cortés y le obsequió “pan”, gallipavos, frutas, cuatrocientos pesos de oro en joyas y piedras preciosas y veinte mujeres esclavas para la molienda del maíz. Cortés solicitó a los nativos que le llevaran todo el oro que tuviesen para intercambiar; sin embargo, le informaron que no era abundante en la zona, una de las razones por las que Cortés decidió continuar su camino. Antes de partir, los españoles exigieron a los nativos que derribaran sus ídolos y adoraran la cruz cristiana, a lo que éstos accedieron. López de Gómara enfatizó que Cortés no dañó, saqueó o tomó esclavos en Potonchán. |
Llegada a San Juan de Ulúa. Primer encuentro con dignatarios de Motecuhzoma |
Los navíos llegaron a San Juan
de Ulúa el Jueves Santo de 1519; varios nativos acudieron en “acalles” al
encuentro de los españoles. Cortés ordenó el desembarco en unos arenales,
llamados “Chalchicoeca”; el cronista especifica que también desembarcaron
doscientos hombres “de servicio” de Cuba, quienes se encargaron de construir
chozas. Durante dos días, los hispanos recibieron la visita de numerosos
indígenas que les dieron comida y joyas a cambio de cuentas de vidrio,
espejos, tijeras, cuchillos, alfileres y otras cosas. El domingo de Pascua, Cortés fue visitado por Teudilli, que según López de Gómara también se llamaba Quintalour y era señor de “Cotasta”. La comunicación entre indígenas e hispanos fue posible gracias a Jerónimo de Aguilar y una de las veinte mujeres que los españoles recibieron en Potonchán: Marina. El extremeño habló a Teudilli sobre el emperador Carlos y le dijo que, en su nombre, deseaba hablar con Motecuhzoma. López de Gómara narró que Cortés mostró a los indígenas las armas españolas, los caballos y la artillería; esta última los espantaba tanto que se tiraban al suelo cuando la escuchaban. Teudilli mandó pintar un lienzo sobre lo que sucedía en la costa y envió mensajeros a Motecuhzoma. Dos mil hombres y mujeres se quedaron en los arenales para proveer de comida a los extranjeros. Motecuhzoma y Cortés intercambiaron mensajes y regalos mediante Teudilli; sin embargo, el primero siempre se negó a encontrarse con los españoles, argumentando muchas dificultades y obstáculos para ello. Teudilli pidió a Cortés que desistiera, hasta que, finalmente, se fue junto con toda su gente. |
La invitación de los “embajadores totonacos” |
El cronista afirma que Cortés
identificó a veinte hombres que no se acercaban a la gente de Teudilli, por
lo que ordenó que los invitaran al asentamiento español; éstos no se habían
acercado por miedo a los “culúas”, la gente de Motecuhzoma. Los indígenas recién llegados eran muy diferentes a los que los hispanos conocían, pues tenían grandes horadaciones y adornos en orejas, boca y nariz. Gracias a Marina, Cortés supo que éstos eran de Cempoallan, enviados para saber qué clase de hombres o dioses eran los españoles; asimismo, la intérprete le informó que no eran súbditos de Motecuhzoma y además hablaban otra lengua. El extremeño decidió platicar aparte con los que le parecieron “más principales” y gracias a ellos supo de los muchos enemigos y guerras de Motecuhzoma, noticia que lo alegró mucho. Cortés los despidió con su amistad y les aseguró que pronto iría a visitar al señor de Cempoallan. |
Primera fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz |
Cortés consideró que la
abundancia de oro, población, comida y la riqueza de la zona eran gracias
divinas, por lo que instó a sus hombres a poblar aquellas tierras. Además,
el capitán expuso otros motivos para fundar un asentamiento: defenderse de
posibles ataques, entablar amistad con los enemigos de Motecuhzoma y enviar
navíos a las islas cercanas para conseguir refuerzos y
provisiones. Cortés tomó posesión de la tierra en nombre del rey de Castilla, lo que dejó registrado ante un escribano llamado Francisco Fernández, y designó alcaldes, regidores y otros puestos. El consejo formado fue llamado la Villa Rica de la Veracruz. Cortés renunció al cargo y a las instrucciones que recibió de Diego Velázquez y, posteriormente, fue nombrado capitán y alcalde mayor de la recién fundada villa. |
Llegada a Cempoala. Las quejas del “Cacique Gordo” |
Los españoles determinaron que
los arenales no eran un lugar adecuado para fundar la villa, por lo que
decidieron partir, por mar y tierra, hacia Quiahuiztlan, para establecerse
al abrigo de un peñón avistado, previamente, por Francisco de
Montejo. Los españoles que marcharon a pie arribaron a Cempoallan, “toda de jardines y frescura”, donde fueron bien recibidos. Algunos de los hombres de Cortés creyeron que la ciudad estaba chapada con plata, engañados por el reluciente blanco del acabado de cal de los edificios. Los hispanos llegaron al palacio del señor de la ciudad, quien salió a recibir a Cortés; éste no había salido antes a su encuentro porque era muy gordo y se le dificultaba caminar. Tras algunos días de descanso, Cortés platicó en privado con el señor de Cempoallan. El cacique, “enterneciéndosele los ojos”, contó a Cortés la reciente dominación que su pueblo había sufrido por parte de los “culúas”, sobre las exigencias de tributos y el gran poder militar de México (Tenochtitlan) y lo fortificado de la ciudad, que estaba en medio de un lago. Para alegría del extremeño, el señor cempoalteca también le habló de los muchos enemigos de Motecuhzoma, entre los que destacaban Tlaxcala y Huexotzinco. La reunión terminó con la promesa de Cortés de ayudar a Cempoallan en contra de sus adversarios y de acabar con las imposiciones que le afectaban. |
Llegada a Quiahuiztlan. Captura de los recaudadores mexicas |
La hueste cortesiana llegó a
Quiahuiztlan, que encontraron casi desierta; sin embargo, fueron recibidos
por recomendación del señor de Cempoallan. Cortés se reunió con el señor de
Quiahuiztlan, de quien también recibió numerosas quejas acerca de
Motecuhzoma. El encuentro fue interrumpido por la llegada de veinte
recaudadores mexicas que causaron gran temor entre los lugareños, pues
pensaron que Motecuhzoma los había enviado para castigarlos por hospedar a
los españoles. Cortés impidió que el señor de Quiahuiztlan recibiera a los recaudadores y lo convenció de apresarlos, por lo que fueron violentamente capturados. Después, el extremeño liberó secretamente a dos de los prisioneros y los envió a Motecuhzoma con varios mensajes: le hacía notar la buena voluntad que le tenía al liberar a sus vasallos, le refrendaba su amistad, le recriminaba por la partida de Teudilli y que se aseguraría de que los presos restantes, a los que no liberaba para no molestar a sus anfitriones, estarían seguros. |
Alianza hispano-indígena en Quiahuiztlan |
Numerosos líderes totonacos se
reunieron en Quiahuiztlan para discutir si debían pedir perdón a Motecuhzoma
o si era viable rebelarse en su contra abiertamente; al final, ganó esta
postura. Según López de Gómara, los pueblos reunidos en Quiahuiztlan
pidieron a Cortés que fuera su capitán y defensor, y pusieron a su
disposición cien mil guerreros y enviaron mensajeros a toda la sierra para
difundir la noticia. López de Gómara atribuyó a Cortés, totalmente, la formación de esta “liga contra Moteczuma”. |
Segunda fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | Una vez que los navíos llegaron a la costa cercana al peñol, Cortés llevó a numerosos indígenas de Quiahuiztlan y Cempoallan para que cortaran madera, llevaran piedras y levantaran casas; así se construyó la Villa Rica de la Veracruz. Se designaron lugares públicos (cárcel, carnicería, atarazanas y descargadero) y se planificó una fortificación. |
Toma de Tizapancingo | Los cempoaltecas pidieron ayuda a Cortés para atacar “Tizapancica”, poblado fortificado donde había una guarnición mexica que trataba de poner fin a la rebelión totonaca. El extremeño partió junto con un gran ejército de aliados indígenas. Según el cronista López de Gómara, la guarnición de Tizapancingo salió del poblado pensando que sólo se enfrentaría a los cempoaltecas; tras percatarse de la presencia española huyó a su fortaleza. La caballería alcanzó a los hombres en retirada y se mantuvo en la entrada del pueblo hasta que fue reforzada por el resto del ejército de españoles y cempoaltecas. Cortés entregó el poblado a sus aliados y les pidió que dejaran partir, “sin armas ni banderas”, a los soldados mexicas. |
Derrocamiento de ídolos en Cempoala. Entrega de mujeres cempoaltecas |
Antes de partir, Cortés pidió a
los cempoaltecas que derribaran las figuras de sus dioses y los sepulcros de
sus caciques muertos. El señor de Cempoala dio ocho mujeres a los españoles; una de ellas era su sobrina y fue entregada para que se casara con Cortés, quien la recibió de buena gana para no ofender a su anfitrión. Según López de Gómara, esto sucedió antes de que los hispanos partieran para Quiahuiztlan. |
Partida hacia Tenochtitlan con el consejo y ayuda de Cempoala |
Cortés partió de Cempoallan el
16 de agosto de 1519; con él iban cuatrocientos españoles, quince caballos,
seis “tirillos”, y un total de mil trescientos indígenas; entre éstos iban
nobles, guerreros, cargadores y los que se habían traído de Cuba. Por otra parte, en la Rica Villa de la Veracruz se quedaron ciento cincuenta españoles al mando de Pedro de Hircio, dos caballos, dos mosquetes y numerosos indígenas; asimismo, estaban rodeados por cincuenta poblados aliados que podían juntar hasta cincuenta mil guerreros. |
Acontecimientos | Crónica de la Nueva España de Francisco Cervantes de Salazar |
Llegada a Cozumel |
La flota de Hernán Cortés partió
hacia Cozumel el 18 de febrero de 1519; un viento fuerte dispersó los
navíos, sin embargo, todos llegaron a su destino. Los españoles encontraron un suntuoso templo cerca de la costa y un poblado cuyos habitantes habían huido. Los primeros que desembarcaron encontraron ropa y joyas de oro que llevaron a Cortés; también hallaron a varios nativos, a los que trataron bien y dieron algunos obsequios. Posteriormente, los lugareños regresaron a sus hogares llevando consigo frutas, pescados y maíz; Cortés fue visitado por el señor local, llamado Calatuni. El capitán decidió devolver los objetos que sus hombres habían tomado. |
Los náufragos |
Los indígenas de Cozumel
comunicaron a Cortés la presencia de cinco o seis hombres barbados en la
costa de Yucatán. El cronista no atribuye el encuentro con Jerónimo de
Aguilar al capitán, sino a Dios, quien impidió que la armada partiese en
tres ocasiones, debido al mal tiempo. Cortés envió dos bergantines y un batel al mando de Diego de Ordás y de Martín de Escalante, éstos llevaban a algunos indígenas con cartas dirigidas a los náufragos. Aguilar recibió uno de los escritos y se lo mostró al cacique al que servía, quien, serenamente, le permitió ir a encontrarse con sus coetáneos. Aguilar no alcanzó a los bergantines que esperaban en la costa, pero, con ayuda de algunos compañeros indígenas, halló una canoa y navegó hasta Cozumel, saltó a tierra y se encontró con Ángel Tintoreto; según Cervantes de Salazar, esto sucedió el primer domingo de cuaresma. Aguilar dijo ser de Ecija y contó que había naufragado, cerca de Jamaica, durante la guerra del Darién en 1511; junto con él sobrevivieron otros veinte hombres, siete murieron de sed y cinco fueron sacrificados por un cacique. Aguilar y los sobrevivientes lograron escapar y se encontraron con otro señor local, llamado Aquincuz. Poco tiempo después, los únicos sobrevivientes fueron Aguilar y Gonzalo Guerrero, este último estaba con un cacique de Chtememal, se casó con una “señora principal”, tuvo hijos y adoptó las costumbres indígenas, razones por las que se negó a regresar con los españoles. Cervantes de Salazar narra que Aguilar llevó una vida humilde y casta (pues estaba ordenado) mientras estuvo al servicio de Aquincuz, lo que le ganó su respeto y su confianza para liderar algunas batallas. |
Toma de Potonchán |
La armada llegó a un río llamado
Tabasco. Cortés decidió adentrarse en éste con bateles y no en los navíos
mayores; en la costa había numerosos guerreros indígenas. El capitán se
adentró en el río hasta encontrarse con un gran poblado (el cronista lo
llama Champotón) protegido por una cerca de madera gruesa y almenada.
Asimismo, fueron a su encuentro numerosas canoas llenas de indígenas
enfurecidos. Cortés trató de convencer a los nativos, por medio de Aguilar, de que sus intenciones eran pacíficas y también les pidió comida; éstos le ofrecieron un poco de maíz y algunas “gallinas de la tierra”; el capitán lo consideró poca cosa y les recriminó su crueldad. Por la noche, los indígenas sacaron a las mujeres y niños del pueblo y Cortés envió ciento cincuenta hombres por tierra para rodear al poblado hasta un posible punto de acceso; su orden era atacar cuando escucharan disparos de artillería; el resto de los españoles se distribuyeron en los bateles. Por la mañana, Cortés “hizo señal de paz”, una vez más, a los nativos, pero sin éxito. El combate inició y, finalmente, los defensores se retiraron de su ciudad al verse rodeados por los hispanos y atemorizados por los disparos. |
Batalla de Centla |
Cortés trató de concertar la paz
con el señor local, éste no cedió y juntó hombres de cinco provincias: más
de cuarenta mil. Al día siguiente, veinte embajadores visitaron a Cortés y
le llevaron comida asegurándole que podía salir del poblado a buscar
provisiones libremente; sin embargo, Cervantes de Salazar afirma que éstos
eran espías. Alonso de Ávila y Pedro de Alvarado, con ochenta hombres cada
uno, salieron en búsqueda de alimentos y fueron atacados en un pueblo
cercano, donde intentaban comprar maíz. Cortés juntó quinientos hombres y doce caballos, los organizó en capitanías y ordenó marchar hacia “Acintla”; puso la artillería a cargo de Alonso de Mesa. Los indígenas esperaron a los españoles en unas acequias de agua y ciénagas. Cortés lideró a la caballería para rodear a los nativos; sin embargo, se retrasó debido al terreno pantanoso. A pesar de la efectividad de la artillería, ballestas y escopetas, la infantería hispana fue perdiendo el orden de su formación a medida que quedó rodeada por los guerreros nativos, que los superaban en número y los rociaban con constantes lluvias de flechas y varas. Los españoles lograron llevar la batalla a un terreno menos pantanoso; sin embargo, se quedaron sin espacio para maniobrar con la artillería, pero fueron ayudados por la aparición de un jinete a quien posteriormente identificaron como el apóstol Pedro o Santiago. Finalmente, Cortés logró llegar al campo de batalla, rompiendo la formación de los guerreros locales y forzándolos a retirarse. |
Acuerdos de paz en Potonchán. Entrega de Malintzin |
Hernán Cortés envió a algunos
prisioneros para tratar de concertar la paz con los líderes de la zona. Tres
días después, cincuenta “indios principales” visitaron a Cortés en son de
paz y volvieron con los suyos; Cervantes de Salazar afirma que los señores
indígenas discutieron la posibilidad de hacer la paz o volver a atacar, y
finalmente se decidieron por la primera opción. El cacique, acompañado de
otros dos grandes señores, acudió a Cortés, le regaló algunas joyas de oro
y, por medio de Aguilar, le hicieron saber que se ponían a su
servicio. Tras cerciorarse de la sinceridad de la paz recién acordada, Cortés habló a los indígenas sobre el rey de Castilla y sobre la fe católica; según el cronista, éstos quedaron convencidos de abandonar a sus dioses y dejar de hacer sacrificios. Poco tiempo después, los nativos dieron doce o trece mujeres a los españoles para que hicieran tortillas, y entre ellas estaba Marina, o Malinche, que sabía la “lengua mexicana” y también la de aquella tierra. Cervantes de Salazar narra dos versiones sobre el origen de Marina, pero consideró que la más certera era aquella que la describía como hija del señor de un pueblo llamado Totiquipaque y de una esclava; de niña había sido secuestrada y. finalmente, había llegado a aquellas tierras. |
Llegada a San Juan de Ulúa. Primer encuentro con dignatarios de Motecuhzoma |
La armada de Cortés llegó a
“Sant Joan de Lúa” el Jueves Santo de 1519 y fue contactada por mensajeros
de Teudile, “gran mayordomo de Motezuma” y gobernador de “Cotasta”.
Cervantes de Salazar resalta que ésta fue la primera ocasión en que Marina
actuó como intérprete. El domingo de Pascua Teudile visitó a Cortés; se intercambiaron regalos y el extremeño amedrentó a los indígenas disparando la artillería. Posteriormente, Cortés habló a Teudile sobre la fe católica y de su determinación de encontrarse con Motecuhzoma para que éste aceptara servir al emperador español; el cronista narra que Teudile se rio de la idea de que Motecuhzoma quedara al servicio de alguien. Motecuhzoma y Cortés intercambiaron sus mejores regalos y mensajes mediante Teudile; el primero siempre argumentó numerosas dificultades para que se vieran directamente. Al final, Teudile expresó claramente la negativa de Motecuhzoma, quien ofrecía a Cortés todo lo necesario para que se marchara o, en su defecto, que lo fuese a visitar acompañado de dos o tres de sus hombres y no con un ejército; el extremeño insistió en que, necesariamente, debían encontrarse en persona. Esa misma noche, los indígenas se retiraron sigilosamente del campamento español. |
La invitación de los “embajadores totonacos” | El señor de Cempoala, que según Cervantes era uno de los más poderosos de la costa, estaba enterado sobre la llegada y las acciones de los españoles; por ello, envió a veinte “criados” para que averiguaran todo lo posible al respecto. Cortés se percató de que estos hombres eran diferentes a los de Teudile, por lo que ordenó traerlos a su tienda; Marina le informó que los cempoaltecas eran diferentes a los mexicanos y que no reconocían a Motecuhzoma como señor, lo que era causa de muchas guerras. Estas noticias alegraron a Cortés pues, hasta ese momento, consideraba que Motecuhzoma podría ser demasiado poderoso como para someterlo, por ello dio algunos obsequios a los cempoaltecas y les aseguró su amistad. |
Primera fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | Algunos españoles solicitaron a Cortés que poblara las tierras que recién exploraban, argumentando que era la mejor vía de acción debido a la prosperidad de la región y a la amistad que les habían mostrado los cempoaltecas. El capitán aceptó la petición al día siguiente, se fundó un cabildo y se nombraron alcaldes y regidores. Posteriormente, Cortés renunció al cargo y las instrucciones otorgadas por Diego Velázquez y fue nombrado capitán general y justicia mayor de la Villa Rica de la Vera Cruz. |
Llegada a Cempoala. Las quejas del “Cacique Gordo” |
La hueste de Cortés partió hacia
Cempoala y a un peñón que previamente habían localizado. El grupo hizo un
alto en un pequeño poblado, pues no sabían el camino a seguir; no obstante,
encontraron a algunos nativos que aceptaron guiarlos. Enterado de esto, el
señor cempoalteca envió abundantes alimentos a Cortés y se excusó de no ir
en persona “porque estaba tan cargado en carnes que no se podía
menear”. Los españoles se deleitaron ante la belleza y prosperidad de Cempoala, tanto que la llamaron Sevilla, y fueron muy bien recibidos. El señor de la ciudad encontró a Cortés en el patio principal, acompañado de dos “caballeros” que lo llevaban del brazo; el extremeño y sus hombres pasaron quince días descansando y recibiendo obsequios. Poco después, el señor de Cempoala se reunió con Cortés y le habló sobre las vejaciones que sufría de parte de Motecuhzoma, quien era muy poderoso y le exigía grandes tributos y esclavos; por ello, solicitaba la protección del emperador de Cortés. El capitán trató de apaciguar a su interlocutor y le prometió que haría todo lo posible por deshacer los agravios que sufría. Por otra parte, el señor cempoalteca dio a Cortés los detalles sobre la alianza entre Motecuhzoma, Tetzcoco y Tlacopan, pero también de su constante guerra contra Tlaxcala, Guaxocingo y Cholula; incluso sugirió la idea de confederarse con éstos. |
Llegada a Quiahuiztlan. Captura de los recaudadores mexicas |
Cortés fue recibido en
Quiahuiztlan gracias a la recomendación de Cempoala; ahí se encontró con
doce “indios ancianos y de mucha autoridad”. El señor de la ciudad se reunió
con el extremeño, a quien dio numerosas quejas sobre la opresión que recibía
de Motecuhzoma; sin embargo, fueron interrumpidos por la llegada de veinte
recaudadores mexicas que causaron gran temor entre los
locales. Apoyado por Cortés, el señor de Quiahuiztlan no recibió bien a los mexicas y, recordando con coraje todas las ofensas sufridas, ordenó su captura; el capitán pidió que no fueran ejecutados. Por la noche, el extremeño ordenó a sus hombres que liberaran a dos de los recaudadores, fingió estar apesadumbrado por lo sucedido y los envió de regreso a Motecuhzoma, para hacerle notar su amistad y buena voluntad. |
Alianza hispano-indígena en Quiahuiztlan | En Quiahuiztlan lamentaron la huida de los presos y temieron el castigo de Motecuhzoma. Algunos consideraron necesario enviar mensajeros a México (Tenochtitlan) para pedir perdón y llevar el tributo requerido, y otros argumentaban que era mejor morir luchando por su libertad; finalmente esta postura se impuso. El señor de Quiahuiztlan, acompañado de otros “principales”, comunicó a Cortés su decisión de rebelarse en contra de Motecuhzoma y le pidió cumplir con sus promesas de ayuda. El extremeño aceptó y pidió que se enviaran mensajes a todos los aliados cercanos y enemigos de Motecuhzoma para que se reunieran cuando fuera necesario; no obstante, aclaró que, en realidad, él y sus hombres no necesitaban ninguna ayuda. |
Segunda fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | Cortés planeó el trazo de un poblado español, ordenó construir casas, planificó una fortificación y repartió solares; las obras fueron posibles gracias a la ayuda de numerosos indígenas cempoaltecas y de otros poblados cercanos. Así se inició el emplazamiento de la Villa Rica de la Vera Cruz. |
Toma de Tizapancingo |
Los cempoaltecas pidieron ayuda
a Cortés para atacar Tizapancingo, poblado fortificado donde había una
guarnición mexica que trataba de poner fin a la rebelión totonaca. El
extremeño partió junto con un gran ejército de aliados indígenas; las tropas
“culhúas” huyeron de los españoles, pero no lograron cerrar las puertas de
la fortaleza, por lo que fue tomada. Cortés entregó la ciudad a sus aliados,
pero les pidió dejarla intacta y que dejaran partir, sin daño, a los que
intentaron defenderla. Cervantes de Salazar cuenta que los indígenas victoriosos se comieron a algunos de los enemigos muertos e hicieron un banquete con un “niño gordo”. |
Derrocamiento de ídolos en Cempoala. Entrega de mujeres cempoaltecas |
El cronista afirma que, antes de
partir hacia Quiahuiztlan, Cortés recibió “en prenda de amor y amistad” a
veinte mujeres cempoaltecas; una de ellas era sobrina del señor de Cempoala
e iba en compañía de muchas mujeres de servicio. Después de un tiempo, Cortés habló al señor de Cempoala sobre la fe católica, asegurándole que era la única verdadera y afirmando que los cempoaltecas eran engañados por Tlacatecolotl que, en realidad, era un demonio. Asimismo, el capitán pidió al señor de la ciudad que se dejara de adorar a los ídolos y que se destruyeran sus imágenes. Según Cervantes de Salazar, los cempoaltecas aceptaron adorar al dios cristiano. |
Partida hacia Tenochtitlan con el consejo y ayuda de Cempoala | Cortés partió de Cempoala el 16 de agosto de 1519; llevaba consigo cuatrocientos españoles, quince caballos, seis tirillos y mil trescientos indígenas, entre nobles, guerreros y cargadores. Anteriormente, Cervantes cuenta que los cempoaltecas entregaron varios rehenes a Cortés, como reafirmación y garantía de su lealtad, y entre éstos destacaban Mamexi, Teuch y Tamalli, “hombres muy principales”. Posteriormente, éstos serían muy importantes ya que sirvieron como guías y facilitadores de los primeros contactos entre hispanos y tlaxcaltecas. |
Acontecimientos | Relación de algunas de las muchas cosas notables que hay en la Nueva España y de su conquista y pacificación y de la conversión de los naturales de ella de Alonso de Zorita |
Llegada a Cozumel |
La armada al mando de Cortés
partió el 18 de febrero de 1519. Un “norte” dispersó a los navíos; todos,
menos uno, lograron llegar por separado a la isla de Acuzamyl. Los españoles
encontraron un poblado abandonado y tomaron algunas mantas y joyas; Cortés
temió que la ausencia de indígenas fuera señal de una emboscada. Los hispanos lograron ponerse en contacto con el señor local, llamado Calichuni; al poco tiempo éste ordenó que todos los habitantes regresaran a sus casas y proveyeran de comida a los extranjeros. Cortés dio algunos regalos a Calichuni y también mandó que se devolvieran las mantas y joyas que sus hombres habían tomado. Al poco tiempo, los nativos perdieron todo temor de los españoles. Gracias a un intérprete indígena Cortés convenció a los habitantes de Acumazyl para que destruyeran sus ídolos y adoptaran la fe católica. La armada se aprovisionó bien en la isla y, según Alonso de Zorita, su partida entristeció a los indígenas. |
Los náufragos |
Los habitantes de Acumazyl
informaron a los españoles sobre la presencia de cinco o seis hombres
barbados en Yucatán, por lo que Cortés les destinó tres cartas en donde les
hablaba sobre su llegada y les pedía que se reunieran con él. Se enviaron
tres mensajeros indígenas y un bergantín ocupado por cincuenta españoles, y
éstos esperaron durante ocho días sin obtener respuesta, por lo que
regresaron a Acumzayl; esto le pesó a Cortés, quien se lamentaba por no
tener intérpretes. La flota intentó zarpar, pero el mal tiempo lo impidió. El primer domingo de cuaresma, los hispanos divisaron una canoa que se dirigía de Yucatán a la isla; en ella viajaba Gerónimo de Aguilar. Éste contó que había naufragado en los bajos de las Víboras y que, junto con otros veinte sobrevivientes, navegaron en un batel durante catorce días, hasta que la corriente los empujó hacia tierra firme. Ocho murieron de hambre, cinco fueron sacrificados por un cacique; los restantes escaparon al monte, donde fallecieron otros cinco. Al final sólo sobrevivió Aguilar y otro náufrago; este último se casó, tuvo hijos y se negó a ir con Cortés. |
Toma de Potonchán |
La armada llegó al río Grijalva
o de Tabasco; desde la playa divisaron numerosos guerreros. A Cortés le
pareció que era gente “muy lucida” y un buen asentamiento, por lo que
decidió adentrarse, en bateles, por el río. Río arriba, los españoles encontraron un gran poblado (Potonchán), fortificado con una cerca de madera almenada; muchos indígenas salieron armados en canoas. Cortés trató de negociar la paz y su desembarco mediante Gerónimo de Aguilar; sin embargo, los nativos se limitaron a dar algunos alimentos y pidieron una noche de plazo para dar respuesta. Por la noche, los potonchanos alzaron sus pertenecías y sacaron a las mujeres y niños del pueblo; mientras tanto, Cortés metió a sus hombres en los bateles, junto con escopeteros y ballesteros, y envió a un grupo por tierra para que se acercaran al poblado sin ser vistos. Por la mañana, Cortés trató de negociar su desembarco, pero los indígenas le dieron algunos alimentos y le pidieron que se marchara, pues la gente del poblado los consideraba hombres “mandones y soberbios”. El extremeño insistió, argumentando que tenía que entrar al poblado para dar relación de ello a su emperador. Finalmente, Cortés decidió entrar a Potonchán por la fuerza; en un principio los indígenas defendieron con éxito su poblado; sin embargo, se retiraron cuando fueron sorprendidos, por la retaguardia, por el grupo de españoles que aguardaba en tierra. |
Batalla de Centla |
Cortés trató de concertar la paz
con el señor de Potonchán en dos ocasiones, pero no tuvo éxito.
Posteriormente, se enviaron tres compañías, de ochenta hombres cada una, a
buscar comida; una de éstas fue emboscada, pero logró regresar al poblado
gracias al auxilio de las otras dos. Esa misma noche, Cortés organizó un
ataque. Los hispanos marcharon hacia Cintla con quinientos españoles, trece jinetes y seis tiros de artillería; los indígenas estaban organizados en cinco escuadrones conformados por ocho mil hombres cada uno. Ambas fuerzas se encontraron en medio de acequias, ríos hondos y “pasos malos”, terreno que favoreció a los nativos. Mientras tanto, Cortés llevó a la caballería a dar un rodeo para atacar a sus enemigos por la espalda. La batalla se trasladó a un terreno más llano, donde los españoles pudieron usar mejor su artillería; no obstante, terminaron por ser rodeados hasta que se quedaron sin espacio para utilizar sus armas de fuego, pero en ese momento un jinete se les apareció tres veces, siempre arremetiendo contra los indígenas. Finalmente, Cortés logró llegar por la retaguardia de los nativos, provocando su retirada. Después de la batalla, los hispanos consideraron que la aparición del jinete fue una ayuda divina de parte del apóstol Santiago, aunque Cortés deseaba que fuese san Pedro, pues era su patrono. |
Acuerdos de paz en Potonchán. Entrega de Malintzin |
Zorita afirma que Marina fue
entregada a Cortés en la isla de Acumazyl, junto con otras seis esclavas;
sin embargo, también cuenta la versión de Francisco López de Gómara.
Posteriormente, Marina narraría a Cortés que era de Xalisco, de un poblado
llamado Viluta. Cortés liberó a dos presos para que dieran un mensaje al señor de Potonchán: lamentaba la batalla, pero culpaba a los nativos y le daba dos días de plazo para reunirse con él en el pueblo. Cincuenta “indios principales” acudieron a Potonchán para pedir perdón a Cortés y solicitar que se les permitiera enterrar a sus muertos, el extremeño aceptó. Los potonchanos acordaron que no tenían fuerza suficiente para derrotar a los extranjeros, por lo que, finalmente, el señor del pueblo fue a reunirse con Cortés, a quien regaló comida, joyas de oro, piedras preciosas y mujeres esclavas. El capitán interrogó a Tabasco (el señor de Potonchán) acerca de la existencia de oro en la zona y sobre las razones de su hostilidad; también le habló sobre el rey de Castilla y sobre la fe católica. Los españoles decidieron partir de Potonchán debido a la escasez de oro en la región; asimismo, Zorita afirma que los nativos dieron su obediencia al rey de Castilla y aceptaron dejar de adorar a sus deidades en favor del dios cristiano. |
Llegada a San Juan de Ulúa. Primer encuentro con dignatarios de Motecuhzoma |
La flota de Cortés llegó en
Jueves Santo a San Juan de Ulúa; Zorita afirma que Ulúa era una corrupción
de la palabra “Culúa”. Los navíos hispanos fueron contactados por dos
“acales”, en donde viajaban hombres de Teudilli, gobernador de la región; su
misión era averiguar las intenciones y la identidad de los recién
llegados. Los españoles desembarcaron en unos arenales, emplazaron su artillería y se fortificaron como pudieron. El domingo de Pascua, Teudilli visitó a Cortés, acompañado de cuatro mil hombres. Al principio se comunicaron por señas, pues Aguilar no comprendía la lengua de los “mexicanos”; posteriormente, descubrieron que una mujer de Potonchán podía ser intérprete. Motecuhzoma y Cortés intercambiaron mensaje y regalos mediante Teudilli. Según Zorita, el señor mexica se alegró de la llegada de los españoles e incluso envió a mucha gente para que los acompañaran a visitarlo. No obstante, el oidor también cita la obra de López de Gómara, en la que se cuenta lo contrario. En cualquier caso, al final Teudilli terminó por despedirse de Cortés y se marchó junto con toda su gente. |
La invitación de los “embajadores totonacos” |
Entre las idas y venidas de
Teudilli, Cortés recibió la visita de algunos hombres de Cempoala. Marina
informó al extremeño que los cempoaltecas tenían un señor que estaba sujeto,
por la fuerza, a Motecuhzoma. Cortés habló con algunos de los cempoaltecas, quienes le informaron sobre los tributos que Motecuhzoma imponía, así como la resistencia de varios pueblos y las guerras que eso ocasionaba. |
Primera fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz |
Cortés habló a sus hombres sobre
la abundancia de las tierras en que se encontraban y la posibilidad que
tenían de aliarse con los enemigos de Motecuhzoma; por ello, consideró que
lo mejor era iniciar un poblado que, además, les permitiría enviar y recibir
navíos de las islas cercanas. Posteriormente, Cortés tomó posesión de la
tierra en nombre de su rey, se conformó un cabildo y renunció a los cargos e
instrucciones que recibió de los “frailes jerónimos” y de Diego
Velázquez. El cabildo acordó nombrar a Cortés como alcalde y justicia mayor. |
Llegada a Cempoala. Las quejas del “Cacique Gordo” |
Cuando los españoles llegaron a
Cempoala se sorprendieron por su prosperidad; Zorita describe que la ciudad
“era toda un vergel”. Fueron bienvenidos por muchos hombres y mujeres que
les regalaban flores y frutas. El señor cempoalteca, que era muy gordo,
recibió a Cortés en la entrada de sus casas y hospedó a sus hombres en el
patio principal. Los hispanos pasaron quince días descansando en Cempoala,
siendo muy bien atendidos. Posteriormente, Cortés habló al señor de la ciudad acerca del rey español, las razones de su llegada y sobre la fe católica. El cacique escuchó atentamente y, adoptando un semblante triste, contó a Cortés la reciente opresión que Motecuhzoma había impuesto a su pueblo; aquellos que se resistían eran cruel y severamente castigados. Asimismo, el señor de Cempoala le contó sobre los aliados de Tenochtitlan y la gran fortaleza de su ciudad, pero también mencionó a sus principales enemigos: Tlaxcala y Huexotzinco. Cortés se alegró mucho con esta información y prometió a su anfitrión que haría todo lo posible para deshacer los agravios que sufría. |
Llegada a Quiahuiztlan. Captura de los recaudadores mexicas |
Cortés, acompañado de gente de
Cempoala, llegó a una ciudad llamada “Chiauiztlan”, donde fue muy bien
recibido por el gobernante. Mientras platicaban, fueron interrumpidos por la
llegada de veinte hombres que llevaban varas gordas en las manos y causaron
gran temor en los lugareños, pues eran cobradores de tributo de Motecuhzoma.
Cortés le aseguró su protección al señor de Chiauiztlan”, por lo que éste
se animó a capturar a los recaudadores mexicas, que fueron apaleados por
resistirse. Mientras los indígenas dormían, Cortés envió a algunos de sus hombres para que liberaran a dos de los prisioneros, les dio de comer y los mandó de vuelta con Motecuhzoma con varios mensajes: que notara su buena voluntad al liberar a su gente de sus enemigos, que le pesaba que fuese mal servido en aquellas tierras y que lamentaba que, aparentemente, hubiera despreciado su amistad. |
Alianza hispano-indígena en Quiahuiztlan | Al día siguiente, el señor de “Chiauiztlan” y “los principales del pueblo” se reunieron y, finalmente, decidieron rebelarse en contra de “los de México”. Acordado esto, los indígenas pidieron a Cortés que los liderara y defendiera, asegurándole que podrían reunir hasta cien mil hombres de guerra. Se enviaron mensajeros a numerosos pueblos de la serranía, por lo que muchos se coaligaron y rebelaron contra Motecuhzoma. |
Segunda fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | Muchos indígenas de “Chiauiztlan” y Cempoala ayudaron a cortar árboles y a cargar piedras para construir la Villa Rica de la Vera Cruz, al amparo de un peñol. Se planearon los espacios públicos y se trazó una fortaleza. |
Toma de Tizapancingo | Cempoala pidió ayuda a los españoles en contra de Tizapancingo, una fortaleza en la que había una guarnición “culúa”; ésta causaba gran daño intentando acabar con la rebelión de los cempoaltecas y los totonacos. Cortés partió acompañado de sus hombres y muchos indígenas, tomó la ciudad y la entregó a sus aliados. Zorita resalta que ésta fue la primera victoria española en contra de los “culúas”. |
Derrocamiento de ídolos en Cempoala. Entrega de mujeres cempoaltecas |
Antes de partir hacia
“Aquiahuiztlan”, Cortés recibió ocho mujeres “nobles y ricas” en Cempoala;
una de ellas era sobrina del señor de la ciudad, que se la daba al extremeño
para que fuera su mujer. Antes de partir, Cortés convenció a los cempoaltecas de que dejaran de adorar a sus dioses, que derribaran sus ídolos y que destruyeran los sepulcros de sus gobernantes anteriores. |
Partida hacia Tenochtitlan con el consejo y ayuda de Cempoala |
El 16 de agosto de 1519, Cortés
partió de Cempoala con cuatrocientos españoles, quince caballos, seis tiros
de artillería y más de mil aliados indígenas. Los cempoaltecas dieron a los
españoles numerosos cargadores, provisiones, algunos “principales” a manera
de rehenes y se comprometieron a mantener segura y bien provista a la Villa
Rica de la Vera Cruz. Posteriormente, los cempoaltecas aconsejaron a Cortés que marchara a Tlaxcala y buscara su alianza. |
Acontecimientos | Historia natural y moral de las Indias. En que se tratan de las cosas notables del cielo, elementos, metales, plantas y animales dellas y los ritos y ceremonias, leyes y gobierno de los indios de Joseph de Acosta |
Llegada a Cozumel | |
Los náufragos | |
Toma de Potonchán | |
Batalla de Centla | |
Acuerdos de paz en Potonchán. Entrega de Malintzin | Joseph de Acosta sólo dice que los españoles llevaban consigo a una indígena llamada Marina, que entendía la lengua de los mexicas. |
Llegada a San Juan de Ulúa. Primer encuentro con dignatarios de Motecuhzoma |
Joseph de Acosta afirma que la
flota de Fernando Cortés fue vista en 1518; Motecuhzoma se apesadumbró de
ello y, en consejo, llegó a la conclusión de que era Quetzalcóatl, por lo
que decidió enviarle mensajeros y ponerse a su servicio. Los embajadores
mexicas entregaron a Cortés las ropas de la deidad y numerosos presentes; el
extremeño trató de confirmar las suposiciones de los indígenas sobre su
identidad. Cortés y sus capitanes consideraron que Motecuhzoma era muy poderoso, por ello acordaron que debían hacerse reputación de “bravos y valientes”. Los españoles dispararon su artillería, lucieron a los caballos y organizaron una escaramuza entre ellos y después invitaron a los indígenas a participar; sin embargo, éstos se negaron, lo que les ganó la denostación y el maltrato de los hispanos. Por esta razón, los mexicas cambiaron de opinión y comunicaron a Motecuhzoma que Cortés no era Quetzalcóatl, sino un dios enemigo que iba a destruirlos. Motecuhzoma envió hechiceros para entorpecer el avance de los españoles, pero no tuvo éxito. Muy apesadumbrado, el señor mexica ordenó que los pueblos sujetos a su mandato sirvieran en todo a los hispanos y se resignó a esperar su llegada. |
La invitación de los “embajadores totonacos” | |
Primera fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | |
Llegada a Cempoala. Las quejas del “Cacique Gordo” | |
Llegada a Quiahuiztlan. Captura de los recaudadores mexicas | |
Alianza hispano-indígena en Quiahuiztlan | |
Segunda fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | |
Toma de Tizapancingo | |
Derrocamiento de ídolos en Cempoala. Entrega de mujeres cempoaltecas | |
Partida hacia Tenochtitlan con el consejo y ayuda de Cempoala | |
Acontecimientos | Historia general de las cosas de la Nueva España de fray Bernardino de Sahagún |
Llegada a Cozumel | |
Los náufragos | |
Toma de Potonchán | |
Batalla de Centla | |
Acuerdos de paz en Potonchán. Entrega de Malintzin | La obra de Bernardino de Sahagún sólo menciona que una mujer llamada María era intérprete de Cortés. |
Llegada a San Juan de Ulúa. Primer encuentro con dignatarios de Motecuhzoma |
Motecuhzoma recibió noticias
sobre la exploración de Juan de Grijalva, por lo que ordenó vigilar las
costas y que se construyeran atalayas; así, en el año trece conejos, se
divisaron los navíos al mando de Hernando Cortés. Motecuhzoma consideró que
estas noticias significaban el regreso de Quetzalcóatl, por lo que envió a
Yoallichan, a Tepuztecatl, a Tizaoa, a Ueuetecatl y a Veicazmecatlheca para
que lo recibieran. Estos hombres llevaron, como regalos, los atavíos del
dios Quetzalcóatl y también del dios Tlalocatecutli. Precediendo al título
del capítulo III, se observa una imagen en la que tres hombres muestran a
Motecuhzoma algunos collares de cuentas. Los enviados de Motecuhzoma entregaron los obsequios a Hernando Cortés, quien ordenó atarlos para que observaran y escucharan los disparos de su artillería. Posteriormente, el extremeño invitó a los mexicas para que pelearan con los españoles y probaran si era cierta su reputación de grandes guerreros, éstos se negaron. En el capítulo V se puede ver la imagen de un navío ocupado por españoles e indígenas, éstos sostienen suntuosos obsequios; la figura de uno de los hispanos resalta por su tamaño (posiblemente se trata de Cortés): se le observa sentado, vestido formalmente y con sombrero, con una mano sobre el pecho a la altura del corazón y acompañado por Malintzin, que está a su izquierda. Inmediatamente después aparece otra imagen en la que los indígenas son atados por los españoles en la cubierta del barco; de nuevo resalta la figura de un hombre también vestido formalmente y con un sombrero con plumas. En la página siguiente encontramos a un soldado hispano disparando una escopeta sobre el navío; en el otro extremo hay al menos tres indígenas en el suelo, como desmayados, y uno de ellos casi está cayendo por la borda. Antes del título del capítulo VI se aprecia una escena, sobre un barco, en la que los españoles parecen ofrecer pan y una jarra, presumiblemente con vino, a un grupo de indígenas. Al inicio del libro XII se observa la imagen de un desembarco de españoles; en ésta se aprecian los navíos, caballos, cerdos, ganado, armas de fuego, algunos indígenas, un hombre escribiendo y, posiblemente a Malintzin fungiendo como intérprete. Los mensajeros se apresuraron para contar a Motecuhzoma todo lo observado; éste se sorprendió y atemorizó ante las nuevas. Posteriormente, el señor de Tenochtitlan envió más mensajeros y a varios hechiceros: los primeros ofrecieron tortillas con sangre a los españoles, alimento de dioses, pero éstos las rechazaron; por su parte, los segundos hicieron todo lo posible por enfermarlos o matar a los extranjeros, pero no tuvieron éxito. Al inicio del capítulo VI vemos una pequeña imagen en la que se observan numerosos indígenas remando en canoas; su orientación parece indicar que se dirigen a la costa. Más adelante aparece Motecuhzoma sentado y apuntando con el dedo, y también se muestra un sacrificio humano en curso; el sacrificador parece salpicar a un grupo de hombres con sangre, posiblemente los mensajeros que llevaban noticias sobre los españoles. En el capítulo VII se ve una escena en la que los españoles están desplegados con su caballería, armas de fuego y artillería; un indígena parece presenciarlo todo, está ataviado con una manta atada al hombro y se ve uno de sus brazos alzados y señalando con el dedo. Debajo se aprecia a Motecuhzoma, con la mano y dedo levantados, hablando a dos hombres que, a su vez, parecen responder algo; se ve una serpiente justo arriba de la mano del tlatoani. Motecuhzoma se entristeció ante el fracaso de sus hechiceros, por lo que envió mensajeros y embajadores constantemente para que sirvieran en todo a los españoles, aunque también para que le informaran sobre sus movimientos. El señor mexica consideró la posibilidad de huir, de esconderse o de refugiarse en el “paraíso terrenal” o en el “infierno”, por lo que intentó localizar la cueva de Cincalco. Finalmente se resignó a esperar y esforzarse para lo que le deparara el futuro. En el capítulo VIII se observa a varios españoles dentro de una estructura y sentados a la mesa, posiblemente se trate de Cortés y sus capitanes; del otro lado hay varios indígenas ofreciendo alimentos a los individuos sentados. Antecediendo al título del capítulo IX, podemos ver una imagen de Motecuhzoma sentado, hablando, derramando lágrimas y con una mano levantada; ante él hay cuatro hombres, dos mujeres y un niño pequeño, los adultos están llorando. |
La invitación de los “embajadores totonacos” | |
Primera fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | |
Llegada a Cempoala. Las quejas del “Cacique Gordo” | |
Llegada a Quiahuiztlan. Captura de los recaudadores mexicas | |
Alianza hispano-indígena en Quiahuiztlan | |
Segunda fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | |
Toma de Tizapancingo | |
Derrocamiento de ídolos en Cempoala. Entrega de mujeres cempoaltecas | |
Partida hacia Tenochtitlan con el consejo y ayuda de Cempoala | Un “indio principal”, llamado Tlacochalcatl, fue quien guio a los españoles hacia Tlaxcala y Tenochtitlan, y también fungió como intérprete. Es posible que este indígena fuera de Cempoala. |
Acontecimientos | Historia de las Indias de Nueva España e islas de la tierra firme de fray Diego Durán |
Llegada a Cozumel | |
Los náufragos | |
Toma de Potonchán | |
Batalla de Centla | |
Acuerdos de paz en Potonchán. Entrega de Malintzin | Según la obra de Diego Durán, Marina también estuvo en una expedición anterior a la de Cortés; posiblemente se refiere a la de Juan de Grijalva. |
Llegada a San Juan de Ulúa. Primer encuentro con dignatarios de Motecuhzoma |
El gobernador de Cuetlaxtlan,
llamado Pinotl, informó inmediatamente a Motecuhzoma sobre el avistamiento
de navíos españoles en la costa de Chalchiuhcueyacan. Pinotl y Motecuhzoma
lograban comunicarse rápidamente gracias a un sistema de postas que iba
desde Cuetlaxtlan hasta Tenochtitlan. Motecuhzoma envió a Tillancalqui para que, junto con el señor de Cuetlaxtlan, proveyeran de todo lo necesario a los españoles, a quienes consideraban dioses. Los mexicas y Cortés lograron comunicarse entre ellos gracias a Marina. El señor de Tenochtitlan se entristeció al saber que las intenciones de Cortés eran ir a verlo, pues consideró que moriría bajo sus manos, por lo que encargó el cuidado de sus hijos a Tlillancalqui. Posteriormente, ordenó que se sacrificaran diez esclavos para los españoles, y Cortés no lo impidió. Aquí se afirma que Motecuhzoma siempre buscó la paz y la concordia y que hizo todo lo posible para servir de la mejor manera a los españoles, a los que incluso se les llama “ingratos y desconocidos”. |
La invitación de los “embajadores totonacos” | |
Primera fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | |
Llegada a Cempoala. Las quejas del “Cacique Gordo” | Los españoles se asentaron en Cempoala, donde fueron muy bien recibidos. Mientras tanto, Motecuhzoma decidió enviar a un grupo de “encantadores y hechiceros” para impedir que Cortés y sus hombres llegaran a Tenochtitlan; éstos eran de Yauhtepec, Oaxtepec, Malinalco y Tepuztlan y su misión era matar, enfermar o ahuyentar a los extranjeros. Los hechiceros regresaron sin éxito ante Motecuhzoma, afirmando que los españoles debían ser dioses, pues eran inmunes a sus encantamientos. |
Llegada a Quiahuiztlan. Captura de los recaudadores mexicas | |
Alianza hispano-indígena en Quiahuiztlan | |
Segunda fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | |
Toma de Tizapancingo | |
Derrocamiento de ídolos en Cempoala. Entrega de mujeres cempoaltecas | |
Partida hacia Tenochtitlan con el consejo y ayuda de Cempoala | |
Acontecimientos | Monarquía Indiana de fray Juan de Torquemada |
Llegada a Cozumel |
Fernando Cortés partió, junto
con su armada, el 18 de febrero de 1519; ya en el mar, se nombraron
capitanes. Los navíos se dispersaron debido a una tormenta y lograron
reunirse en Cozumel, tal como se les había ordenado. Algunos castellanos
llegaron a la isla antes que Cortés y encontraron los poblados vacíos, por
lo que tomaron algunas joyas, mantas y gallinas. A su llegada, el capitán se
puso en contacto con los nativos y su cacique, les habló en son de paz y
logró que volvieran a sus casas. En Cozumel había numerosos templos, uno de ellos sobresalía por ser el más grande; Cortés pidió a los nativos que derribaran las imágenes de sus dioses, pero éstos consideraron que ello les acarrearía numerosos males. No obstante, el extremeño decidió destruir los ídolos y mandó a colocar una cruz de madera y una imagen de la Virgen María; antes de partir, encomendó a los indígenas que veneraran aquellas imágenes. |
Los náufragos |
Los habitantes de Cozumel
comunicaron a Cortés la presencia de algunos hombres barbados y extranjeros
en Yucatán. El extremeño convenció a tres indígenas para que llevaran cartas
dirigidas a los posibles españoles, en las que les pedía reunirse con él;
para mayor seguridad envió un bergantín y otros dos navíos. Gerónimo de
Aguilar recibió una de las cartas, éste logró que el cacique al que servía
lo liberara, pero no alcanzó a las embarcaciones que aguardaban en la
costa. Aguilar se las arregló para llegar a Cozumel, donde fue recibido por Andrés de Tapia; otro día contó a sus compañeros que había naufragado cerca de Jamaica, junto con otros veinte sobrevivientes, que murieron de hambre o sacrificados por los indígenas. Aguilar logró ponerse al servicio de un cacique más benévolo, llamado Aquincuz, y gobernador de Xamancona; posteriormente estuvo al mando de su sucesor, Taxmar. Otro náufrago, llamado Gonzalo Guerrero, estaba al servicio de Nachaneam, señor de Chetemal; éste se había casado, tenía hijos y era muy querido por ganar numerosas batallas. Aguilar afirmó que se negó a regresar por vergüenza, pues tenía tatuajes y la nariz, labios y orejas horadadas. Cortés se alegró mucho de su encuentro con Gerónimo de Aguilar, pues necesitaba urgentemente un intérprete. |
Toma de Potonchán |
La armada de Cortés llegó al río
Grijalva, en la provincia de Tabasco, donde un cacique había regalado oro a
Juan de Grijalva. Los castellanos se adentraron en el río en embarcaciones
pequeñas, hasta que llegaron a un poblado protegido por una gruesa cerca de
madera; numerosos guerreros indígenas salieron a su encuentro para
impedirles el desembarco. Cortés no logró que los indígenas lo dejaran entrar a su pueblo, por lo que se retiró a una isleta. Por la noche, los indígenas sacaron sus pertenencias, a las mujeres y a los niños; por otra parte, Cortés envió a ciento cincuenta españoles, al mando de Alonso de Ávila, para que se ocultaran cerca de una entrada en la retaguardia del poblado. En la mañana, castellanos e indígenas volvieron a encontrarse: los primeros se negaban a marcharse y los otros no les permitían entrar a su pueblo; por eso iniciaron las hostilidades. Aunque los nativos se defendieron con fuerza, incluso ante el ataque de la artillería, finalmente tuvieron que retirarse. |
Batalla de Centla |
Cortés intentó persuadir al
cacique de la zona para que acordara la paz; éste no cedió y decidió juntar
fuerzas para atacar a los extranjeros. El capitán envió a Alonso de Ávila,
Pedro de Alvarado y Gonzalo de Sandoval para que, al mando de algunos
hombres, exploraran la zona en busca de alimento; uno de los grupos fue
atacado en un pueblo en el que intentó comprar maíz, y logró retirarse
gracias a que Cortés salió en su ayuda. Al día siguiente, más de cuarenta mil indígenas llegaron cerca del poblado. Cortés salió a enfrentarlos con cuatrocientos españoles y su artillería al mando de Alonso de Mesa; él mismo lideró a la caballería. Ambas fuerzas se encontraron en medio de unas acequias que dificultaban las maniobras de los castellanos, pero eran favorables para los arcos y hondas de los nativos. Posteriormente, el combate pasó a un terreno en el que los hispanos pudieron utilizar, con mayor efectividad, su artillería; sin embargo, empezaban a ser rebasados por la superioridad numérica de los indígenas. En el momento crítico, Cortés llegó por sorpresa con la caballería (se había retrasado por el mal terreno), con lo que logró la victoria. Según Juan de Torquemada, en la batalla murieron más de mil indígenas y sesenta españoles fueron heridos, pero ninguno murió. |
Acuerdos de paz en Potonchán. Entrega de Malintzin |
Cortés contactó al cacique de la
zona para que cesaran las hostilidades. Los nativos consideraron que los
castellanos eran demasiado fuertes, por lo que estuvieron de acuerdo en que
se hiciera la paz. El cacique, acompañado de “los más principales”, visitó a Cortés, le regaló algunas joyas que valían cuatrocientos pesos de oro y se puso a su servicio. Los nativos se sorprendieron por los caballos, a los que llamaban “tecuanes”. Cortés les dijo que éstos estaban enojados por su ataque; por ello decidieron pedirles perdón y regalarles mantas y gallinas. Cortés habló a los indígenas sobre la fe católica y les pidió destruir las imágenes de sus dioses, éstos lo escucharon con atención y le aseguraron que lo obedecerían en todo. Finalmente, el cacique se despidió de los españoles regalándoles provisiones y veinte esclavas; entre ellas estaba Marina, que fue entregada a Alonso Hernández Portocarrero. Más adelante, Torquemada narró que Marina había sido robada de Xalisco, un lugar al poniente de México. |
Llegada a San Juan de Ulúa. Primer encuentro con dignatarios de Motecuhzoma |
Torquemada dejó registro sobre
las supuestas historias que los indígenas conocían sobre el regreso de
Quetzalcóatl. Por ello, cuando Motecuhzoma fue informado del avistamiento de
los navíos de Cortés, éste consideró que se trataba de la deidad. Asimismo,
el fraile narró, con cierto detalle, algunas de las palabras que el señor de
Tenochtitlan intercambió con sus hombres y su preocupación por la inminente
pérdida de su señorío. Los españoles desembarcaron en los arenales de Chalchicoeca, donde Cortés fue contactado por Cuitlalpitoc, a quien Torquemada describe como ministro de Motecuhzoma; posteriormente, también acudió el gobernador de la zona, llamado Teuhtlille. Fue en estos encuentros cuando Cortés descubrió que Marina, a diferencia de Aguilar, entendía la lengua de los mexicas. Motecuhzoma se sorprendió y atemorizó ante las pinturas que Teuhtlille mandó a hacer sobre lo que sucedía en la costa, por ello consideró que lo mejor era dar buen trato a los extranjeros, para que éstos quedaran satisfechos y se marcharan lo más pronto posible. Cortés recibió valiosos y grandes regalos de Motecuhzoma, junto con la petición de que se marchara; Torquemada afirma que estos regalos fueron los que motivaron a Cortés a quedarse. En todas las ocasiones, Cortés se negó a desistir de visitar a Motecuhzoma, por lo que, finalmente, Teuhtlille decidió marcharse, sigilosamente, junto con todos los indígenas que proveían de alimento a los castellanos. |
La invitación de los “embajadores totonacos” |
Bernal Díaz del Castillo y otro
soldado divisaron a cinco indígenas que se les acercaban por la playa; éstos
pidieron ser llevados al campamento. Por medio de Marina, estos hombres
dieron la bienvenida a Cortés y dijeron ir de parte del señor de Cempoala
quien, enterado de lo que había sucedido en Tabasco, deseaba saber más sobre
los extranjeros. Torquemada afirma que estos indígenas eran
totonaques. Los cempoaltecas contaron a Cortés que Motecuhzoma era dueño de toda la tierra; sin embargo, cada región tenía a sus propios señores, pero éstos eran obligados a dar tributo y servir, incluso como esclavos. Cortés se alegró de saber que existían conflictos y divisiones internas, de lo que podría sacar provecho. |
Primera fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz |
Cortés y algunos de sus hombres
consideraron que los arenales de Chalchicoeca eran demasiado inhóspitos, por
lo que decidieron partir hacia una locación más favorable; ésta fue
localizada, previamente, por Francisco Montejo. Los castellanos se pusieron
en marcha hasta llegar a unos poblados abandonados, donde Cortés consideró
que debía consolidar su autoridad y renunciar al cargo y a las instrucciones
de Diego Velázquez. Torquemada afirma que “este mañoso capitán” se puso de acuerdo con sus más allegados para deslindarse de la autoridad de Velázquez. Por ello habló a sus hombres para convencerlos de que lo mejor era poblar aquellas tierras; trató de persuadir a sus opositores asegurándoles que, si regresaban a Cuba, serían detenidos por Velázquez. Finalmente, aquellos que ya estaban de acuerdo con Cortés le exigieron que iniciara un poblado; éste aceptó, haciéndose del rogar, a condición de ser nombrado capitán general y justicia mayor, y de un quinto del oro del que habían reunido. Así se fundó la Villa Rica. |
Llegada a Cempoala. Las quejas del “Cacique Gordo” |
El señor de Cempoala, enterado
de que los castellanos estaban cerca de su ciudad, ordenó a algunos de sus
hombres que salieran para proveerlos y guiarlos. Cortés y sus hombres fueron recibidos por veinte “principales”; el señor de la ciudad no salió en persona “por ser hombre grueso y pesado”. Torquemada describió a Cempoala como una gran ciudad, muy poblada, fértil y localizada entre dos ríos, incluso dice que parecía “un deleitoso paraíso”. Los españoles fueron aposentados en la plaza principal y los “calpules”, donde fueron bien atendidos y alimentados. Después de algunos días de descanso e intercambios de regalos, Cortés y el señor de Cempoala se reunieron; el primero deseaba saber todo lo posible acerca de la región y, especialmente, sobre Motecuhzoma. El señor de la ciudad contó al extremeño que los pueblos que se sometían voluntariamente a Tenochtitlan eran protegidos y considerados como aliados, mientras que los rebeldes eran terriblemente castigados. El cacique también describió las alianzas y enemistades de Motecuhzoma. Torquemada mencionó que había quien pensaba que toda esta información no nació del señor de Cempoala, sino que fue averiguada, astutamente, por Cortés. |
Llegada a Quiahuiztlan. Captura de los recaudadores mexicas |
Cortés fue recibido en
Chiahuiztlan gracias al consejo del señor de Cempoala. El cacique de la
ciudad se reunió con Cortés y, poco después, los alcanzó el gobernante
cempoalteca. Las pláticas fueron interrumpidas por la llegada de los
cobradores de Motecuhzoma, a quienes atendieron con gran velocidad y temor;
sin embargo, éstos exigieron la entrega de veinte mujeres y hombres para
sacrificar. Según Torquemada, esto era un castigo a los locales por recibir
a los españoles sin permiso del señor de Tenochtitlan. Cortés se informó sobre el alboroto gracias al señor de Cempoala y después animó a los indígenas para que capturaran a los cobradores; para ello, afirmó que su intención era deshacer y evitar agravios. El capitán ordenó liberar, secretamente, a dos de los presos, fingió no saber nada sobre lo sucedido y los envió de regreso a sus hogares. La finalidad del capitán era hacerle saber a Motecuhzoma su buena voluntad y amistad, a pesar de que Teuhtlille le mostró su enemistad al abandonarlo en Chalchicoeca. Torquemada calificó esta acción como un ardid de guerra. |
Alianza hispano-indígena en Quiahuiztlan | Los caciques de la zona decidieron rebelarse contra Motecuhzoma y pidieron a Cortés que los ayudara en ello. El capitán fingió prevenirlos de tan atrevida decisión, pero finalmente aceptó liderarlos; los indígenas hicieron pública su confederación con Cortés y prometieron su obediencia a los reyes de Castilla y León; esto quedó registrado ante el escribano Diego de Godoy. De esta forma, todos los pueblos de la sierra y de la costa se levantaron en armas y persiguieron a los cobradores mexicas. |
Segunda fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz |
Cortés acordó con sus capitanes
que la Villa Rica de la Vera Cruz se fundara a media legua de Chiahuiztlan.
Se trazó la iglesia, casa de regimiento, plaza, atarazanas, casa de
munición, una fortaleza y se repartieron solares para construir casas. En
todo ello ayudaron mucho los indígenas de Chiahuitzlan y de
Cempoala. Cuando Cortés partió, la villa quedó al resguardo de ciento cincuenta españoles. |
Toma de Tizapancingo | |
Derrocamiento de ídolos en Cempoala. Entrega de mujeres cempoaltecas | Torquemada afirma que el señor de Cempoala entregó veinte mujeres a Cortés antes de su partida hacia Chiahuiztlan; todas eran “nobles” y una de ellas era sobrina del cacique. |
Partida hacia Tenochtitlan con el consejo y ayuda de Cempoala |
Cortés partió de Cempoala el 10
de agosto de 1519, junto con numerosos cargadores y muchos “caballeros
cempoalles”, entre los que destacaban Mamexi, Teuch y Tamalli; asimismo, se
llevaron a varios indígenas que iban como rehenes. La Villa Rica de la Vera Cruz quedó al cuidado de los cempoaltecas. |
Acontecimientos | Anales de Tlatelolco |
Llegada a Cozumel | |
Los náufragos | |
Toma de Potonchán | |
Batalla de Centla | |
Acuerdos de paz en Potonchán. Entrega de Malintzin | |
Llegada a San Juan de Ulúa. Primer encuentro con dignatarios de Motecuhzoma | Cortés y sus hombres llegaron en el año 1 caña a Tecpantlayacac. Cuetlaxtecatl fue a su encuentro y le regaló un sol de metal y otro de plata, un espejo y otros valiosos regalos de oro y plumas. Asimismo, se hicieron sacrificios y se le ofreció sangre al capitán; éste se encolerizó y mató, con su espada, al ofrendante. Motecuhzoma envió estos regalos para que Cortés se marchara. |
La invitación de los “embajadores totonacos” | |
Primera fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | |
Llegada a Cempoala. Las quejas del “Cacique Gordo” | |
Llegada a Quiahuiztlan. Captura de los recaudadores mexicas | |
Alianza hispano-indígena en Quiahuiztlan | |
Segunda fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | |
Toma de Tizapancingo | |
Derrocamiento de ídolos en Cempoala. Entrega de mujeres cempoaltecas | |
Partida hacia Tenochtitlan con el consejo y ayuda de Cempoala | |
Acontecimientos | Crónica mexicana de Fernando Alvarado Tezozomoc |
Llegada a Cozumel | |
Los náufragos | |
Toma de Potonchán | |
Batalla de Centla | |
Acuerdos de paz en Potonchán. Entrega de Malintzin | |
Llegada a San Juan de Ulúa. Primer encuentro con dignatarios de Motecuhzoma |
Tezozómoc narra dos llegadas de
Cortés; posiblemente en la primera se refiere a la expedición de Juan de
Grijalva. También describe a Marina como la intérprete en ambas
ocasiones. Según Tezozómoc, los navíos fueron avistados, de nuevo, el 28 de marzo de 1519 en Chalchiuhcueehecan. Motecuhzoma envió a Tilancalqui para que recibiera a los castellanos; asimismo, indicó que les llevara todo género de alimentos y que le comunicara a su líder que le daba la bienvenida y estaba gustoso de cederle su lugar. El señor de Tenochtitlan, apesadumbrado por la presencia de Cortés y sus hombres, consideró que su muerte estaba cerca, por lo que encomendó sus hijos a Tilancalqui. Posteriormente mandó a llamar a numerosos hechiceros, a los que dio la misión de impedir la llegada de españoles: éstos debían infundirles temor para que se fueran, someterlos a un sueño profundo, hacer que se desbarrancaran o comerles los corazones; y si no podían, debían dejarlos llegar hasta Tenochtitlan, para ahí atacarlos; ninguno tuvo éxito. Apesadumbrado, Motecuhzoma envió a Huitznahual Motelchiuh para que sirviera en todo a los españoles y les comunicara que eran esperados en Tenochtitlan. No obstante, éste los guio por una “senda honda” en donde se despeñaron y murieron diez soldados; posteriormente, el mensajero de Motecuhzoma fue capturado y confesó que había traicionado conscientemente a los hispanos, y por ello fue atado y llevado a México. |
La invitación de los “embajadores totonacos” | |
Primera fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | |
Llegada a Cempoala. Las quejas del “Cacique Gordo” | En la obra hay una expresión de Motecuhzoma en la que, refiriéndose a los españoles, dice: “vinieron del cielo y llegaron a la orilla de la Gran Mar, junto a mis pueblos de Cuetlaxtlan y Cempoalla…” |
Llegada a Quiahuiztlan. Captura de los recaudadores mexicas | |
Alianza hispano-indígena en Quiahuiztlan | |
Segunda fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | |
Toma de Tizapancingo | |
Derrocamiento de ídolos en Cempoala. Entrega de mujeres cempoaltecas | |
Partida hacia Tenochtitlan con el consejo y ayuda de Cempoala | |
Acontecimientos | La conquista de México de Domingo Francisco de San Antón Muñón Chimalpahin Cuauhtlehuanitzin |
Llegada a Cozumel | Domingo Chimalpahin se apegó al texto de Francisco López de Gómara; tan sólo agregó o modificó algunas palabras. Añade que las joyas tomadas por los hombres de Cortés fueron muy valiosas. |
Los náufragos | Chimalpahin respetó la narración de López de Gómara, agregó algunas palabras y conectores, y también especificó, en el título del capítulo, que Jerónimo de Aguilar fue el intérprete de los españoles. |
Toma de Potonchán | La narración de la batalla es igual al original de López de Gómara, tan sólo se agregaron algunas palabras como conectores y se cambiaron otras. |
Batalla de Centla | Chimalpahin sólo modificó algunos verbos, adjetivos y conectores. |
Acuerdos de paz en Potonchán. Entrega de Malintzin |
Algunas palabras se modificaron.
Chimalpahin agregó el calificativo “simplonazos” a los indígenas que
regalaron cosas a los caballos para que no se enojaran. Más adelante, Chimalpahin agrega que Malintzin Tenepal se llamó Marina cuando se hizo cristiana; también afirma que era de Jalisco, específicamente de un pueblo llamado Huilotlan, que significa “lugar de tórtolas”. |
Llegada a San Juan de Ulúa. Primer encuentro con dignatarios de Motecuhzoma | Se cambian algunas palabras y nombres de lugares: Coazacualco por Coatzacualco, Cotasta por Cuetaxtlan, rey de España por rey de Castilla. |
La invitación de los “embajadores totonacos” | El relato de López de Gómara se mantiene, tan sólo cambian algunos conectores. |
Primera fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | Chimalpahin sólo cambia algunas palabras y agrega otras para dar mayor claridad al texto original. |
Llegada a Cempoala. Las quejas del “Cacique Gordo” | El relato se conserva; se modifican algunas palabras y verbos. |
Llegada a Quiahuiztlan. Captura de los recaudadores mexicas | Sólo se modificaron algunos conectores y se agregaron otros. |
Alianza hispano-indígena en Quiahuiztlan | Chimalpahin respetó el relato de López de Gómara. |
Segunda fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | El texto de López de Gómara se mantiene sin mayores modificaciones. |
Toma de Tizapancingo | Chimalpahin agregó al título del capítulo algunas palabras para indicar que en éste también se tratan otros hechos. |
Derrocamiento de ídolos en Cempoala. Entrega de mujeres cempoaltecas | El relato de López de Gómara se mantiene íntegro. |
Partida hacia Tenochtitlan con el consejo y ayuda de Cempoala | Chimalpahin se limitó a modificar algunas palabras y agregó varios conectores que posiblemente consideró más adecuados. |
Acontecimientos | Relación histórica de la nación tulteca y Historia Chichimeca de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl |
Llegada a Cozumel | Cortés partió de la isla de Guaniganiga el 28 de febrero de 1519 y, por el mal tiempo, llegó a la isla de Acozanil, cuyos habitantes habían huido por temor a los extranjeros. Posteriormente, los españoles hallaron a cuatro mujeres, una de ellas era “señora de la tierra”, por ello se le trató bien; así ganaron la confianza de los nativos. El extremeño predicó la fe católica y pidió a los indígenas que la adoptaran; éstos aceptaron y destruyeron las imágenes de sus dioses. |
Los náufragos |
Los indígenas dijeron a Cortés
que en Yucatán había hombres barbados, por lo que se envió a un grupo para
confirmarlo, pero tardaron tanto que el capitán no quiso esperarlos. El
extremeño se embarcó para Punta Cotoche; sin embargo, el navío de Pedro de
Alvarado hizo agua, lo que los obligó a regresar a Acuzamil. El primer domingo de cuaresma Jerónimo de Aguilar llegó a la isla en una canoa, acompañado de tres indígenas; al principio; los españoles consideraron que eran guerreros pues llevaban arcos y flechas en las manos. Aguilar narró que había naufragado en 1511; de los sobrevivientes sólo quedaban él y Gonzalo Guerrero, quien se había casado y “estaba muy rico”; éste se negó a partir por vergüenza de que los españoles lo vieran con la nariz horadada. |
Toma de Potonchán | Los españoles llegaron al río Tabasco, donde se internaron hasta encontrarse con el pueblo de Potonchán, que estaba protegido por una cerca de madera y “troneras para tirar flechas”. Numerosos guerreros indígenas salieron al encuentro de Cortés, quien peleó con ellos hasta capturar el pueblo. Ixtlilxóchitl afirma que Potonchán fue el primer lugar que los hispanos ganaron en tierra firme. |
Batalla de Centla |
Cortés intentó acordar la paz
con el cacique de Potonchán; sin embargo, éste siempre se rehusó.
Posteriormente, el capitán despachó hombres para explorar y comprar
alimentos, y éstos fueron atacados por los nativos, quienes hirieron a
muchos españoles y mataron a varios indígenas de Cuba. Al día siguiente, Cortés salió de Potonchán con quinientos hombres, trece caballos y algunas piezas de artillería; según Ixtlilxóchitl, los indígenas atacaron con cuarenta mil hombres. Con mucho trabajo, los hispanos vencieron, ayudados por la aparición del apóstol Santiago, que cabalgó en un caballo blanco; Cortés afirmaba que se trataba de su santo patrono: san Pedro. |
Acuerdos de paz en Potonchán. Entrega de Malintzin |
Tabasco, que según Ixtlilxóchitl
era “el señor más principal de aquella tierra”, acordó la paz con Cortés, le
regaló cierta cantidad de oro y abasteció de comida a los castellanos. Por
otra parte, el cacique informó al extremeño sobre la escasez de oro en la
región; no obstante, también le dijo que este metal era abundante hacia el
poniente. Finalmente, los nativos aceptaron adorar la cruz cristiana, que fue colocada en su templo mayor, celebraron el “día de ramos” y se dieron por vasallos del monarca hispano. Ixtlilxóchitl afirma que los potonchanos fueron los primeros súbditos, en aquellas tierras, de la Corona de Castilla. El poblado fue renombrado como Victoria. Más adelante, se narra que el señor de Potonchán dio varias mujeres a Cortés. Una de ellas sabía la lengua de los mexicas, por lo que sirvió como intérprete; ésta era de un pueblo llamado Huilotlan, en Xalatzinco, y además era hija de padres nobles y nieta del señor de Coatzacualco. Posteriormente se hizo cristiana y se llamó Marina. Ixtlilxóchitl afirma que, tiempo después, Marina se casó con Aguilar. |
Llegada a San Juan de Ulúa. Primer encuentro con dignatarios de Motecuhzoma |
Cortés llegó a San Juan de Ulúa
en Jueves Santo de 1519; fue recibido por Teotilli, gobernador de la región,
quien deseaba averiguar quiénes eran y qué querían los castellanos. El día
de “pascua de la resurrección” Teotilli visitó de nuevo al extremeño, en
esta ocasión le llevó valiosos regalos y ambos intercambiaron información e
impresiones sobre la grandeza y el poder de Motecuhzoma y del rey de
Castilla. Posteriormente, Teotilli informó a Motecuhzoma, Cacama y Totoquihuatzin sobre la presencia de los españoles; asimismo, dejó a Cuitlalpítoc, al mando de dos mil hombres, para que atendiera a los extranjeros. Ixtlilxóchitl narra que Motecuhzoma se reunió con todos los señores, y en este encuentro se impuso la opinión de su hermano Cuitláhuac, quien aconsejaba no recibir a los españoles. Por otra parte, el historiador afirma que, en este intervalo, Cortés recibió la visita de embajadores del príncipe Ixtlilxóchitl; éstos le dieron su amistad y le expresaron su voluntad de liberarse de Motecuhzoma. El extremeño se alegró mucho de saber sobre la existencia de conflictos locales. Por otra parte, Teotilli comunicó a Cortés sobre la bienvenida que le daba Motecuhzoma, pero también de su negativa a recibirlo o de acudir a su encuentro. |
La invitación de los “embajadores totonacos” | |
Primera fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | Cortés decidió edificar una villa por lo que, ante un escribano llamado Francisco Hernández, tomó posesión de la tierra en nombre del rey Carlos y nombró alcaldes y regidores; al recién creado cabildo se le denominó Villa Rica de la Veracruz. Posteriormente, el extremeño renunció al cargo y las instrucciones que recibió de los frailes jerónimos de la Isla Española y del gobernador Diego Velázquez; luego fue designado gobernador capitán general. |
Llegada a Cempoala. Las quejas del “Cacique Gordo” |
El señor de Cempoala envió a
cien hombres para que abastecieran y guiaran a Cortés y su gente a su
ciudad; también se disculpaba de no ir en persona, pues estaba impedido “por
ser hombre muy grueso y pesado”. Los hispanos fueron muy bien recibidos en Cempoala. El señor de la ciudad regaló mantas y joyas de oro a Cortés; durante varios días no se habló de negocios ni otro asunto. Finalmente, el extremeño y el señor de la ciudad se reunieron: el primero dio razón de su llegada y el segundo respondió con un “razonamiento muy largo” en el que habló sobre la tiranía de Motecuhzoma. El autor afirma que fue el señor de Cempoala quien comunicó a Cortés su deseo de aliarse con el rey de Castilla y conformar una alianza en contra de Motecuhzoma pues, aunque éste era muy poderoso, tenía numerosos enemigos, entre los que destacaban el príncipe tetzcocano Ixtlilxóchitl, los tlaxcaltecas y los huexotzincas. |
Llegada a Quiahuiztlan. Captura de los recaudadores mexicas |
Cortés fue recibido en
Quiahuiztlan por el señor de la ciudad, con quien trató de los mismos
asuntos que con el gobernante de Cempoala. No obstante, fueron interrumpidos
por la llegada de ocho cobradores de tributos de Motecuhzoma, lo que
atemorizó a los nativos, pues temieron represalias por recibir a los
extranjeros. El extremeño capturó a los cobradores por dos motivos: para
hacer notar que no tenía miedo del posible enojo de Motecuhzoma y para
incitar el inicio de la rebelión. Por la noche, Cortés ordenó liberar a dos o cuatro de los cobradores y los envió a Tenochtitlan con mensajes de amistad. |
Alianza hispano-indígena en Quiahuiztlan | Ante la supuesta huida de los cobradores, el señor de Quiahuiztlan no tuvo más remedio que rebelarse contra Motecuhzoma; envió mensajes a los pueblos cercanos para que tomaran las armas y dejaran de pagar tributo. Asimismo, los rebeldes pidieron a Cortés que fuera su caudillo, afirmando que podían disponer de cien mil guerreros. |
Segunda fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | El autor sólo dice que Cortés edificó la Villa Rica de la Veracruz con ayuda de muchos de sus nuevos aliados indígenas. |
Toma de Tizapancingo | Cortés marchó, junto con guerreros de Cempoala, hacia Tizapancico, ciudad en la que había una guarnición mexica. Las fuerzas hispano-cempoaltecas cercaron a los contrarios hasta encerrarlos en la ciudad y, finalmente, la tomaron por la fuerza. El capitán no permitió que Tizapancico fuera saqueado, pues no deseaba ganarse la enemistad abierta de Motecuhzoma. |
Derrocamiento de ídolos en Cempoala. Entrega de mujeres cempoaltecas |
Ixtlilxóchitl afirma que el
señor de Cempoala dio ocho doncellas nobles a Cortés, antes de que éste
partiera hacia Quiahuiztlan; una de ellas era sobrina del
cacique. Antes de partir hacia Tenochtitlan, Cortés hizo derribar los ídolos de Cempoala y mandó poner imágenes y cruces cristianas en los templos. |
Partida hacia Tenochtitlan con el consejo y ayuda de Cempoala |
Cortés partió de Cempoala el 16
de agosto de 1519; llevó consigo mil indígenas cargadores, mil trescientos
indígenas guerreros, cuatrocientos españoles y quince caballos. Por otra
parte, ciento cincuenta hispanos se quedaron en la Villa Rica de la Veracruz
y dejó “apercibidos” a todos los pueblos que se le habían aliado, que eran
cincuenta. En el camino, los cempoaltecas sirvieron como embajadores para los primeros contactos entre españoles y tlaxcaltecas. |
Acontecimientos | Descripción de la ciudad y provincia de Tlaxcala de Diego Muñoz Camargo |
Llegada a Cozumel | |
Los náufragos |
Muñoz Camargo cuenta que
Jerónimo de Aguilar naufragó de un barco enviado a Yucatán por Diego
Velázquez o posiblemente en la expedición de Francisco Hernández de Córdoba.
Aguilar fue capturado por los nativos y procuró servir eficientemente al
cacique de la zona que, como recompensa, le dio a Malintzin como su mujer.
Según el autor, Aguilar se horadó las orejas, la nariz y se tatuó la piel,
pero no olvidó la fe cristiana. Aguilar fue al encuentro de la hueste de Cortés con “gran muchedumbre” de canoas. Es posible que Muñoz Camargo confundiera a Jerónimo de Aguilar con Gonzalo Guerrero. |
Toma de Potonchán | |
Batalla de Centla | |
Acuerdos de paz en Potonchán. Entrega de Malintzin |
Diego Muñoz Camargo narra que
Malintzin fue entregada a los españoles en Potonchán, junto con otras veinte
mujeres; era llevada por unos mercaderes para ser vendida en Xicalango. Más
adelante, el autor dice que Malintzin era de un pueblo llamado Huilotla, en
la provincia de Xalisco; asimismo, afirma que fue hurtada, de niña, por unos
mercaderes. Da otras versiones: fue la hija de un mercader, fue entregada
como mujer de algún cacique, pues era muy bella. No obstante, Muñoz Camargo
dudó sobre el origen de Malintzin, aunque consideró que era “mexicana” pues
conocía el náhuatl. Según Muñoz Camargo, Cortés puso a Malintzin al cuidado de Juan Pérez de Arteaga. |
Llegada a San Juan de Ulúa. Primer encuentro con dignatarios de Motecuhzoma | Muñoz Camargo afirma que Motecuhzoma envió, en más de una ocasión, espías para que le informaran sobre la identidad y las intenciones de los españoles. La narración refleja una constante dubitación en torno a la naturaleza humana o divina de los hispanos. Parecían ser simples hombres porque consumían alimentos ordinarios y destruían o maltrataban las imágenes de los dioses; por otra parte, parecían sobrehumanos por sus armas, sus caballos y porque eran inmunes a los ataques mágicos. Finalmente, Motecuhzoma consideró que podría manejar la situación, en cualquier caso: si los extraños eran dioses los aplacaría con ofrendas y sacrificios, si eran hombres lidiaría con ellos y les ordenaría que se fueran de su tierra. |
La invitación de los “embajadores totonacos” | |
Primera fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | |
Llegada a Cempoala. Las quejas del “Cacique Gordo” |
Muñoz Camargo cuenta que fue en
Cempoala donde Cortés se informó sobre el gran poder de Motecuhzoma y
también de sus numerosos enemigos. Motecuhzoma envió espías a Cempoala para investigar a los hispanos. Posteriormente, el señor de Tenochtitlan ordenó que se impidiera que los españoles avanzaran más allá de Cempoala. |
Llegada a Quiahuiztlan. Captura de los recaudadores mexicas | |
Alianza hispano-indígena en Quiahuiztlan | |
Segunda fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz | |
Toma de Tizapancingo | |
Derrocamiento de ídolos en Cempoala. Entrega de mujeres cempoaltecas | |
Partida hacia Tenochtitlan con el consejo y ayuda de Cempoala | Cortés dejó a su gente al cuidado de Cempoala, por lo que decidió partir hacia Tlaxcala. Motivado por la información que recibió en Cempoala, el capitán decidió escribir a las cuatro cabeceras tlaxcaltecas y les envió mensajeros cempoaltecas. |
Aspectos de la
narrativa Documentos de la Conquista |
Llegada de los españoles a Tlaxcala | Batalla entre conquistadores y tlaxcaltecas | Resguardo de los conquistadores | El grupo de conquistadores llega a los asentamientos tlaxcaltecas | Agentes de información |
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Cartas de
Relación Hernán Cortés | La empresa conquistadora avanza tierra adentro y, conforme ingresan al territorito tlaxcalteca, es atacada por los indígenas. | Las batallas son continuas y muy aguerridas; sin embargo, las cifras de tlaxcaltecas que menciona Cortés son exageradas. Los constantes enfrentamientos generan daños y pérdidas a ambos bandos. | Cortés y sus huestes se refugian en un cerro, donde al parecer existe una estructura prehispánica, y ahí crean un pequeño emplazamiento estratégico para observar los ataques. Las batallas son constantes, tanto de día como de noche. Pasados unos días, un noble tlaxcalteca de nombre Xicoténcatl se reúne con Cortés para entablar una unión, misma que, según Cortés, resulta fructífera ya que Xicoténcatl le pide perdón y le solicita ser vasallo del rey. | Cortés y sus huestes entran a la ciudad de Tlaxcala. Él queda asombrado por su tamaño y su arquitectura: realiza una descripción del mercado y de los objetos que se adquieren en él. | Pese a que Marina era su principal traductora, el relato de Cortés la omite y se coloca a sí mismo como el principal mediador y orador con los indígenas. |
Historia verdadera
de la conquista de la Nueva España Bernal Díaz del Castillo | Durante el camino que recorrían los conquistadores para llegar a Tlaxcala fueron eran espiados y atacados por los tlaxcaltecas. | A lo largo de su trayecto tuvieron lugar diversas batallas entre españoles y tlaxcaltecas. El desconocimiento de los dos grupos respecto a las armas que utilizaban sus contrincantes no fue impedimento para que ambos bandos causaran estragos y muertes durante las peleas. | Según el cronista, el grupo de los conquistadores llegó a un pueblo de nombre Teoacingo o Teuacingo, en el cual se establecieron. Pasados unos días, Xicoténcatl, noble tlaxcalteca, preparaba un contingente de guerreros para atacar el lugar en donde residían los españoles. Una de las estrategias de los tlaxcaltecas fue enviar espías para observar a los conquistadores; sin embargo, fueron descubiertos y Cortés ordenó cortarles las manos y los dedos pulgares. Posteriormente, envió a Xicoténcatl a los indígenas mutilados. | Tras varios días de ardua batalla, Xicoténcatl decide reunirse con Cortés y entablar una alianza. Posteriormente, invita a los conquistadores a ir a la ciudad tlaxcalteca. Las huestes españolas entran a Tlaxcala y son bien recibidas: les otorgan presentes y alimentos. Acto seguido, los principales caciques de Tlaxcala se reúnen con los españoles y llevan a sus hijas para entregárselas, siendo esta una forma de entablar una alianza. | |
Relación breve de
la conquista de la Nueva España Fray Francisco de Aguilar | Se describe en la crónica la ciudad de Tlaxcala, su extensión territorial y algunos rasgos de los edificios. | Los conquistadores se enfrentan con el grupo tlaxcalteca; las diferencias entre las formas de hacer guerra de los indígenas y los europeos se hacen notorias. |
Los conquistadores se resguardan
en un cerro durante catorce o quince días (según el autor). La batalla se
reanuda durante todo ese tiempo; los españoles y los indígenas se vigilan
para conocer mejor su forma de pelea y sus armas. Los españoles capturan a algunos tlaxcaltecas que fueron enviados a espiar, les cortan la nariz y se las colocan a manera de collas colgando del cuello; posteriormente, los envían de regreso a Tlaxcala. |
Los europeos avanzan en contingente y se adentran, por la noche, a Zumpantzinco. Al amanecer los tlaxcaltecas observan sus movimientos dentro de la ciudad; Cortés les dice que no los atacó ni los mató porque deseaba establecer comunicaciones. Los tlaxcaltecas inician pláticas con los conquistadores y se vuelven sus aliados, y justifican las batallas anteriores argumentando que el grupo otomí y los chichimecas fueron responsables de esos actos. | |
Relación de méritos
y servicios del conquistador Bernardino Vázquez de Tapia. Vecino y
regidor de esta gran Ciudad de Tenustitlan, México
Bernardino Vázquez de Tapia | Llegan los conquistadores a Tlaxcala. | Inicia la batalla entre tlaxcaltecas y españoles. Al ver que los conquistadores eran acompañados por cempoaltecas, los tlaxcaltecas, atacan con ferocidad a los europeos. | Los españoles se resguardan en una torre (edificio indígena dedicado al culto religioso) durante treinta días. Los tlaxcaltecas los atacan constantemente por la noche, ya sea para espiarlos o para asesinarlos. | Los conquistadores entraban por la noche a los asentamientos tlaxcaltecas, tomaban provisiones y prendían fuego a las construcciones. | Bernardino Vázquez de Tapia y Pedro de Alvarado se ofrecen como mensajeros para llevar objetos a Moctezuma. En su trayecto pasan por la ciudad de Tlaxcala y son atacados. Entre Tlaxcala y Cholula las tropas españolas son atacadas por los cholultecas; no obstante, los tlaxcaltecas combaten junto con los españoles. |
Historia de las
Indias y conquista de México Francisco López de Gómara | El cronista menciona el significado de Tlaxcallan y Texcallan; a su vez, describe los alimentos, los oficios y la composición de los cuatro asentamientos que conforman Tlaxcala. | A lo largo de varios días se lleva a cabo una ardua batalla entre los conquistadores y los tlaxcaltecas; la cifra de personas combatientes que describe el autor alude a enormes ejércitos. | Durante la estadía de los conquistadores en los alrededores de Tlaxcala, los pobladores envían a algunas personas a proveerlos de alimentos; no obstante, Cortés y su gente se percatan de que son espías y, al interrogarlos admiten que fueron a observar lo que pudieran. Cortés decide cortarles las manos y enviarlos así a Tlaxcala para que vean esa acción como escarmiento y advertencia. | Xicoténcatl, noble tlaxcalteca, por consenso del estamento superior de Tlaxcala, se reunió con Cortés para entablar un diálogo y establecer una unión. Es así como Xicoténcatl le ofrece ir a la ciudad. El recibimiento de los conquistadores en Tlaxcala, según el cronista, causó furor y asombro, pues las personas se acercaban a las calzadas para observarlos y ponerse a su servicio. | |
Crónica de Nueva
España Francisco Cervantes de Salazar | Se describe el territorio tlaxcalteca y sus alrededores. | Las batallas entre españoles, tlaxcaltecas y otomíes son constantes. Los caballos que morían durante el enfrentamiento eran enterrados por orden de Cortés ya que no quería que los indígenas se dieran cuenta de que sus animales podían morir. |
Durante la estadía de los
conquistadores en los alrededores de Tlaxcala y los constantes
enfrentamientos con los tlaxcaltecas hacían que su avance tierra adentro
fuera lento, por lo que se resguardaban en lugares estratégicos que les
permitieran vigilar el territorio y a quienes venían a
enfrentarlos. Los tlaxcaltecas enviaban espías para observar las actividades y el campamento de los españoles. Al percatarse de esto, Cortés ordena que les corten las manos y, mutilados, los envía de regreso a Tlaxcala. |
Los tlaxcaltecas se reunieron para discutir sobre los conquistadores y pactaron una unión con ellos. Es así que Xicoténcatl va en representación de todo Tlaxcala para hablar con Cortés; ambos establecen la paz y forman una unión. Los españoles son recibidos en los asentamientos tlaxcaltecas y reciben diversos tipos de bastimentos. | |
Relación de algunas
de las cosas notables que hay en la Nueva España y de su conquista y
pacificación y de la conversión de los naturales de
ella Alonso de Zorita | El grupo de conquistadores llega a Tlaxcala y observa los asentamientos. | Los conquistadores intentan entablar diálogo con los tlaxcaltecas; no obstante, comienza una batalla que se extenderá durante varios días. |
En los alrededores de Tlaxcala,
la batalla entre tlaxcaltecas y españoles continuaba. Los tlaxcaltecas piden una reunión con Cortés y entablan la paz argumentando que los ataques que habían sufrido fueron un malentendido. Cortés acepta las disculpas; sin embargo, un cempoalteca de nombre Teuch le avisa que Xicoténcatl, noble tlaxcalteca de alto rango, prepara un ataque nocturno con un grupo de indígenas bastante amplio que se encontraba acuartelado en un cerro. |
Tras una serie de crueles batallas entre los conquistadores y los tlaxcaltecas, Cortés y Xicoténcatl se reúnen para hablar y llegar a un acuerdo. Una vez lograda una unión entre ambos bandos, los tlaxcaltecas invitan a Cortés y a sus huestes a ingresar dentro de uno de los asentamientos para alojarse ahí, abastecerse de alimentos y ofrecerles algunas mujeres. | |
Historia Natural y
Moral de las Indias José de Acosta | El cronista menciona que los tlaxcaltecas se habían aliado con los españoles. | ||||
Historia General de
las cosas de Nueva España Fray Bernardino de Sahagún | Los tlaxcaltecas reciben a los conquistadores por la paz y rápidamente entablan una alianza en contra de los cholultecas. | ||||
Historia de las
Indias de Nueva España e Islas de Tierra Firme Fray Diego Durán | Los tlaxcaltecas invitan a los españoles a entrar a la ciudad y establecen la paz. | Los tlaxcaltecas ofrecen a los conquistadores alimentos y entablan una unión en contra de los mexicas. | |||
Monarquía Indiana.
De los veinte y un libros rituales y monarquía indiana, con el
origen y guerras de los indios occidentales, de sus poblazones,
descubrimiento, conquista, conversión y otras cosas maravillosas de
la mesma tierra Fray Juan de Torquemada | Cortés y sus huestes llegan a los límites territoriales de los tlaxcaltecas y un grupo de otomíes ataca a los conquistadores; según Torquemada, los otomíes eran vasallos de los tlaxcaltecas. | Durante el camino a Tlaxcala, diversos contingentes de guerreros tlaxcaltecas enfrentan a los conquistadores, realizando crueles y sangrientas batallas en las cuales ambos bandos eran severamente dañados. Los conquistadores atacaban pequeños asentamientos, los devastaban y les prendían fuego. | Cortés se establece en lugares estratégicos dentro del territorio tlaxcalteca; no obstante, los ataques a su campamento persisten. Los tlaxcaltecas envían a varios espías para observar a los conquistadores, pero son descubiertos, por lo que Cortés ordena que les corten las manos y, ya mutilados, los envía a Tlaxcala. | Xicoténcatl se reúne con Cortés para entablar un diálogo que los lleve a una futura alianza. Establecida la unión los tlaxcaltecas invitan a Cortés a entrar a la ciudad; según el cronista, los pobladores salieron a ver la llegada de los conquistadores con asombro y temor. | |
Historia de la
Nación Chichimeca Fernando de Alva Ixtlilxóchitl | La empresa conquistadora inició su marcha rumbo a Tlaxcala; sin embargo, durante su trayecto recibieron continuos ataques de los tlaxcaltecas. | Los españoles se establecían en lugares a lo largo del camino hacia Tlaxcala, y en cada lugar que se asentaban eran espiados y atacados por los tlaxcaltecas; no obstante, ellos argumentaban que los ataques provenían de los otomíes. | Los tlaxcaltecas se reúnen para discutir sobre los españoles y surge la idea de que, si no se alían con ellos, los conquistadores se volverán amigos de los mexicas y esa acción los perjudicaría. Por ello, se envía a Xicoténcatl a entablar alianza con los españoles y, habiéndose reunido ambos bandos, acuerdan la paz e invitan a los conquistadores a ingresar a la ciudad. Ya dentro son bien recibidos, les ofrecen diversos tipos de regalos y los hospedan en una casa principal. | ||
La conquista de
México Domingo Francisco de San Antón Muñón Chimalpahin Cuauhtlehuanitzin | Los españoles llegan a Tlaxcala e inmediatamente comienzan las batallas entre los conquistadores y los tlaxcaltecas. El cronista agrega adjetivos calificativos de cualidad, circunstancia y propiedades para aumentar la narrativa del texto. | Las contiendas entre los conquistadores y los tlaxcaltecas son aguerridas y muy prolongadas. Los españoles cortan las manos a los espías tlaxcaltecas. | Los conquistadores buscan lugares dentro del territorio de los tlaxcaltecas para establecerse. Atacan algunos asentamientos pequeños en la región. El cronista añade a la narración algunos párrafos para ejemplificar aspectos de los indios o de los españoles. | Tanto los españoles como los tlaxcaltecas querían dejar la guerra y entablar una alianza; esto se hace realidad a través de Hernán Cortés y Xicoténcatl. Los conquistadores entran a la ciudad de Tlaxcala y son bien recibidos. A lo largo de esta narración, el cronista se interesa por enriquecerla e incluye amplios párrafos donde realiza descripciones de los productos, lugares y características de los grupos y personas. | |
Descripción de la
ciudad y provincia de Tlaxcala Diego Muñoz Camargo | Los tlaxcaltecas realizan una junta y acuerdan recibir por la paz a los españoles. Xicoténcatl saluda a Cortés con un abrazo. | Según el cronista, los constantes ataques que recibieron los españoles fueron planeados y provocados por los otomíes de Tecohuactzinco. | Los españoles son bien recibidos y alojados por los tlaxcaltecas; les ofrecen comida y agua. | El cronista menciona a Malintzin y a Gerónimo de Aguilar como los principales medios de comunicación entre los españoles y los tlaxcaltecas. | |
Lienzo de
Tlaxcala | En pictografías o imágenes se representó el momento en el que los españoles llegan a Tlaxcala y son recibidos por los grupos tlaxcaltecas con regalos. | Se representa a Hernán Cortés y a Malintzin dentro de las ciudades tlaxcaltecas hablando con los principales caciques. | A lo largo de todo el documento, la representación de Malintzin o Marina es de suma importancia, pues la muestran en varias escenas al lado de Cortés; incluso, su figura suele tener mayores dimensiones que las imágenes del conquistador, por lo que se infiere que dentro de la narrativa es un personaje de gran importancia. |
Aspectos de la
narrativa Documentos de la Conquista |
Llegada de los conquistadores a Cholula | El abandono de la ciudad por parte de los cholultecas | Los conquistadores se enteran de la emboscada de los cholultecas | Matanza de Cholula |
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Cartas de
Relación Hernán Cortés | Los conquistadores son recibidos en la ciudad con una gran ceremonia, entre cantos y sonidos emitidos por los sacerdotes. Las tropas son alojadas dentro de uno de sus edificios. Sin embargo, al pasar pocos días el trato de los cholultecas cambia, pues dejan de llevarles bastimentos para su manutención. | Los cholultecas sacaron a sus mujeres, hijos y algunas pertenencias fuera de la ciudad, y se quedaron sólo los hombres para dar guerra a los españoles. | Según Cortés, la indígena de Potonchán que llevaba por lengua le advirtió del ataque, pues una india natural le había comentado que huyera con ella para salvar su vida. | Cortés narra que prefirió “prevenir que ser prevenido” y, así, decidió llamar a algunos principales, los invitó a pasar dentro de uno de los edificios donde se aposentaba y los apresó. Posteriormente, mandó disparar una escopeta y él, sus huestes españolas y sus aliados tlaxcaltecas y cempoaltecas atacaron a los cholultecas y devastaron el centro religioso, prendieron fuego a los edificios, asesinaron a la población, y a otros los hicieron salir de la ciudad. Terminada la matanza, dejó pasar varios días y exhortó a los principales que tenía presos a repoblar la ciudad. Cortés narra que por sus gestiones hizo que los cholultecas y los tlaxcaltecas se volvieran amigos. |
Historia verdadera
de la conquista de la Nueva España Bernal Díaz del Castillo | Durante el camino, los españoles se establecían en algunos lugares para descansar. A estos sitios llegaban nobles cholultecas que ofrecían regalos y les daban la bienvenida; no obstante, los tlaxcaltecas se percataron de que eran espías y alertaron a los españoles. Ya prevenidos, los hispanos entraron y se establecieron en Cholula. | El cronista no menciona un abandono masivo de la ciudad; al contrario, argumenta que los cholultecas prepararon el lugar para una batalla. | Una cholulteca de edad adulta, esposa de un cacique, le comentó a Marina que los atacarían, los asesinarían y los tomarían presos para llevarlos a Tenochtitlan; a su vez, le ofreció irse con ella para salvar su vida. Marina le avisó a Cortés y al resto de los españoles lo que planeaban los cholultecas. | Ya descubierta la emboscada por parte de los cholultecas, Cortés llamó a los caciques para hablar con ellos, les comentó que una acción así merecía un castigo que siempre recordaran y, al sonar un disparo de escopeta, dio la orden a los españoles de asesinar a los cholultecas. No obstante, el cronista menciona que los daños, saqueos, robos y la destrucción de la ciudad se debieron a los tlaxcaltecas que, al ser enemigos de los cholultecas, aprovecharon la oportunidad para acabarlos. |
Relación breve de
la conquista de la Nueva España Fray Francisco de Aguilar | La crónica describe la ciudad de Cholula, su expansión territorial y detalles de los edificios; asimismo, enfatiza que los cholultecas eran un grupo aliado de los mexicas y, por lo tanto, enemigo de los tlaxcaltecas. | Los españoles entran a la ciudad, piden alimentos, y se percatan que la ciudad esta despoblada. | En la crónica se minimiza el acontecimiento. Según Aguilar, los conquistadores asesinaron a los cholultecas que los proveían de agua y leña, y señala la cantidad de alrededor de dos mil indígenas muertos. Refiere que algunos de los conquistadores vieron mal este hecho, que podría haberse evitado (el autor menciona “disimular o pasar”). | |
Relación de méritos
y servicios del conquistador Bernardino Vázquez de Tapia. Vecino y
regidor de esta gran Ciudad de Tenustitlan, México
Bernardino Vázquez de Tapia | La narración de esta crónica es confusa. Se menciona que los conquistadores llegan a Cholula; posteriormente, recorren varios asentamientos y vuelven a llegar a Cholula. No obstante, después de arribar a esta última ciudad vuelven a ir a Tlaxcala. | El autor no menciona que la ciudad está despoblada; argumenta que los cholultecas los proveían de bastimentos de muy mala gana. | Se menciona la destrucción de la ciudad. El cronista señala que después de ese acontecimiento se volvió a edificar y a poblar. | |
Historia de las
Indias y conquista de México Francisco López de Gómara | Al llegar los conquistadores a Cholula, los pobladores salieron a recibirlos y les ofrecieron panes, aves y flores como regalos. | Por medio de Marina los conquistadores se enteraron del ataque sorpresa en su contra, pues ella había hablado con una mujer cholulteca, la cual le comentó que asesinarían a los españoles. Marina, buscó y habló con Gerónimo de Aguilar para que previniera a Cortés. | Los españoles deciden enfrentar a los cholultecas antes de que ellos los ataquen. Reúnen a éstos en el patio de uno de sus edificios, e inician el ataque contra ellos. La batalla se extiende por toda la ciudad, los españoles deciden no asesinar a las mujeres y a los niños, no obstante, matan a una enorme cantidad de cholultecas. | |
Crónica de Nueva
España Francisco Cervantes de Salazar | El cronista describe el territorio, así como detalles de la ciudad de Cholula. | Una mujer cholulteca, esposa de uno de los principales de la ciudad, le contó a Marina sobre la emboscada que les harían a los conquistadores. Marina, al ser la principal traductora de Cortés, lo advierte para que intervenga. | Cortés ordenó que los principales cholultecas se reunieran con él y, después de algunas advertencias, éstos admitieron que preparaban un ataque, por lo cual Cortés mandó matar a varios de los principales. Posteriormente, se ordenó disparar un arma en señal de ataque y, al escuchar esto las huestes de españoles, tlaxcaltecas y cempoaltecas atacaron a los cholultecas. | |
Relación de algunas
de las cosas notables que hay en la Nueva España y de su conquista y
pacificación y de la conversión de los naturales de ella
Alonso de Zorita | Los españoles se percatan de la rivalidad entre tlaxcaltecas y cholultecas. Llegan a la ciudad. | El cronista no menciona que la ciudad de Cholula estuviera deshabitada. Los cholultecas, de muy mala gana, proveían a los españoles de bastimentos. | A través de Marina, que había hablado con una mujer indígena cholulteca, los conquistadores se enteran de que varios cholultecas y mexicas estaban a las afueras de Cholula esperando el momento para atacarlos. | Los españoles hacen entrar a algunos principales cholultecas a una sala, donde los amarran y los suben al techo del edificio. Posteriormente, con la señal del disparo de una escopeta, los hispanos comienzan a asesinarlos, prenden fuego a los edificios y devastan la ciudad. |
Historia Natural y
Moral de las Indias José de Acosta | El cronista menciona que los cholultecas fueron duramente castigados por Hernán Cortés. | |||
Historia General de
las cosas de Nueva España Fray Bernardino de Sahagún | Los conquistadores llegan a Cholula y los cholultecas los reciben de manera indiferente, es decir, no entablan una batalla con ellos ni tampoco declaran la paz. Se quedan dentro de sus casas y planean atacarlos cuando éstos se establezcan bien. | Los cholultecas se reúnen en uno de los patios de su recinto sagrado sin llevar ningún tipo de armamento. Los españoles sitian el lugar, toman las entradas y comienzan a asesinarlos, y al no llevar armas, perecen fácilmente a manos de los conquistadores. | ||
Monarquía Indiana.
De los veinte y un libros rituales y monarquía indiana, con el
origen y guerras de los indios occidentales, de sus poblazones,
descubrimiento, conquista, conversión y otras cosas maravillosas de
la mesma tierra Fray Juan de Torquemada | Los españoles llegan a la ciudad de Cholula acompañados por los tlaxcaltecas y los cempoaltecas; son recibidos por los cholultecas con gran furor y festejo, quienes los aposentan dentro de una casa. | Cortés se percata a los pocos días de que los cholultecas dejan de ofrecerles alimento, que los señores principales evitan ir a verlo y que la ciudad está siendo modificada para llevar a cabo una batalla. | Los cholultecas y los mexicas pactan para acabar con los españoles. Marina es alertada de esta situación por una amiga cholulteca, y busca a Cortés para informarle del plan. | Cortés manda llamar a los principales de Cholula para interrogarlos. Ellos admiten que existe un plan para derrotarlos. Cortés ordena que, al escuchar el disparo de una escopeta, sus huestes ataquen la ciudad y a sus habitantes; sólo le perdonan la vida a mujeres y niños. El cronista menciona que los sacerdotes cholultecas que se encontraban en los templos preferían aventarse de cabeza de los edificios a ser asesinados por los conquistadores. |
Brevísima relación
de la destrucción de las Indias Fray Bartolomé de las Casas | El autor condena la cruel e injusta matanza que realizaron los españoles en contra de los cholultecas. El fin de esta masacre era generar temor. Según el cronista, los pocos indios que sobrevivieron se escondieron debajo de los cuerpos ensangrentados y, al salir, fueron apresados y maltratados. | |||
Historia de la
Naci��n Chichimeca Fernando de Alva Ixtlilxóchitl | Los conquistadores fueron bien recibidos por los cholultecas dentro de la ciudad de Cholula. | Los cholultecas tenían la intención de abandonar la ciudad, sin embargo, no lo hicieron. | Los españoles descubren sus planes de abandonar la ciudad y deciden actuar antes que ellos. | Cortés reúne a los principales cholultecas dentro de una sala y los apresa; al resto lo mantiene dentro del patio y, posteriormente, manda disparar un arcabuz como señal para que los españoles los maten. La ciudad fue destruida, saqueada y quemada. Según el cronista, este acto fue de temor y espanto. |
La conquista de
México Domingo Francisco de San Antón Muñón Chimalpahin Cuauhtlehuanitzin | Las huestes de Cortés llegan a Cholula y son bien recibidas por los pobladores. El cronista agrega algunos adjetivos calificativos de cualidad a las personas que aparecen dentro del texto. De igual forma, utiliza adjetivos determinativos para concretar ideas en la obra de López de Gómara. | Los españoles descubren que los cholultecas los quieren atacar por sorpresa; esta información se las transmite Marina, pues ella había hablado con una noble indígena, la cual le advirtió del plan. El cronista incluye dentro del texto varios adjetivos, así como líneas y párrafos completos, para abundar y hacer más rica la narración de este acontecimiento, destacando así a los cholultecas y a los mexicas como traicioneros. | Los españoles reaccionan a la noticia de la emboscada y deciden actuar ellos primero. Por orden de Cortés, sus huestes atacan a los cholultecas: el resultado es una gran matanza de indios y la destrucción y saqueo de la ciudad. Chimalpahin modifica el texto incluyendo adjetivos calificativos de circunstancia y cualidad, así como renglones y párrafos, para hacer más entendible y rica la narración de la obra de López de Gómara. | |
Descripción de la
ciudad y provincia de Tlaxcala Diego Muñoz Camargo | Los conquistadores llegan a Cholula, donde gobernaban dos personajes con los títulos de Aquiach y Tlalchiach. | El cronista menciona que los conquistadores enviaron mediadores tlaxcaltecas para negociar con los cholultecas; sin embargo, éstos no aceptaron el trato que los españoles ofrecían y, a su vez, ofendieron y humillaron a los tlaxcaltecas. El autor menciona que Cholula fue destruida, saqueada y robada. Los españoles mataron a muchos cholultecas y los pocos que quedaban vivos, se suicidaban al ver lo acontecido. De igual forma, se narra que el acontecimiento fue de proporciones avasalladoras y tan brutal, que la noticia se extendió por todo el territorio. | ||
Lienzo de Tlaxcala
| En el documento se representó la matanza de cholultecas a manos de los conquistadores españoles y los tlaxcaltecas dentro del recinto ceremonial de Cholula. |
Aspectos de la
narrativa Documentos de la Conquista |
Entrada a la Cuenca | Llegada a Iztapalapa | Entrada a Tenochtitlan y el encuentro de Cortés con Motecuhzoma | Estancia de los europeos en Tenochtitlan | Prisión de Motecuhzoma | Pánfilo de Narváez llega para apresar a Cortés | Matanza de Toxcatl y levantamiento de los indígenas |
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Cartas de
Relación Hernán Cortés | El contingente de españoles abandona Cholula, se dirige hacia los volcanes y, al bajar por ellos, se establece provisionalmente en Amecameca. | El contingente llega a Iztapalapa y es recibido por el tlatoani del lugar, hermano de Motecuhzoma. Pasan la noche en la ciudad. Cortés hace una breve descripción del sitio. | Los españoles salen de Iztapalapa y entran por una calzada a Tenochtitlan; ahí son recibidos por una comitiva de nobles indígenas. Cortés se encuentra a Motecuhzoma e intenta darle un abrazo, pero dos indígenas que acompañaban al tlatoani lo detienen. Ambos personajes intercambian collares, símbolo de prestigio. | El grupo de conquistadores entra a la ciudad y es hospedado por Motecuhzoma. Cortés describe la ciudad, los edificios, los mercados, aspectos de la religión, y cómo logró hacer prisionero a Cacamatzin, tlatoani de Tetzcoco. | Cortés decide tomar prisionero a Motecuhzoma y lo lleva, junto con su familia, al palacio donde él se encontraba hospedado. | Pánfilo de Narváez, por orden de Diego Velázquez, llega a las costas. Cortés se entera de la noticia y decide ir a enfrentarlo. Después de días de espionajes por ambas partes, Cortés llega a donde residía Narváez (Cempoala) y lo combate, tomándolo prisionero. | En la costa, Cortés se entera de que en Tenochtitlan los indígenas combatían en contra de los españoles y los habían acuartelado dentro del palacio. Cortés se dirige a la ciudad y logra entrar. Los mexicas atacan constantemente a las huestes españolas sitiadas. |
Historia verdadera
de la conquista de la Nueva España Bernal Díaz del Castillo | Los españoles entran a la cuenca y hablan con personas de Chalco, Tlalmanalco, Chimalhuacán, Amecameca y Acacingo. Cortés se reúne con Cacamatzin, señor de Tetzcoco. | Los conquistadores llegan a Iztapalapa; Bernal describe algunos aspectos de la ciudad y de un jardín que, al parecer, sorprendió demasiado al autor de la crónica. | El contingente entra a la ciudad. Bernal menciona que los indios se asombraban al verlos pues nunca habían visto hombres como ellos ni caballos. Primero se acercaron muchos nobles a saludar a Cortés y sus huestes, luego fueron los señores de Tetzcoco, Tacuba, Coyoacán e Iztapalapa a recibirlos. Después de esto, Motecuhzoma fue a recibir a Cortés; ambos a través de Malintzin intercambian palabras. Según Bernal, Motecuhzoma no quiso darle la mano a Malintzin. Los señores nobles guiaron a los españoles hasta sus aposentos. | Cortés le pide a Motecuhzoma ver el Templo Mayor, Tlatelolco y toda la ciudad. Los españoles hacen una pequeña capilla. Bernal registra muchos diálogos entre Cortés y Motecuhzoma durante su estadía en la ciudad. | Los españoles deciden tomar prisionero a Motecuhzoma; Cortés les pide a Pedro de Alvarado, Gonzalo de Sandoval, Juan Velázquez de León, Francisco Lugo, Alonso Ávila, Malintzin, Jerónimo de Aguilar y a Bernal que lo acompañen a apresarlo. Los españoles, a través de los traductores, le dicen a Motecuhzoma que los acompañe a sus aposentos y que, de dar gritos o alarma, lo mataran. Motecuhzoma se sorprende, duda y decide ir con ellos. Los nobles indígenas le preguntan si desea que les den guerra a los españoles, a lo cual el tlatoani responde que no. | Pánfilo de Narváez llega a la costa con órdenes de apresar a Cortés por mandato de Diego Velázquez. Las noticias sobre el nuevo contingente de españoles llegaron pronto a Tenochtitlan; Cortés investiga sobre Pánfilo de Narváez y sus huestes y decide ir a encontrarlos. Cortés determina enviar al religioso de la Merced con Narváez para fungir como espía. La situación entre ambos bandos es tensa. En Cempoala Cortés y sus hombres combaten a Narváez, lo derrotan y lo toman preso junto con algunos de sus capitanes. | Al regresar a la cuenca se enteran del levantamiento de los indios. Bernal menciona que durante el trayecto en varios poblados tenían combates con los indios locales. Llegando a Tenochtitlan se percata de que la ciudad se encuentra despoblada. Según el cronista, Cortés le pregunta a Pedro de Alvarado el motivo por el cual se levantaron, a lo que éste responde que los mexicas intentaron liberar a Motecuhzoma. |
Relación breve de
la conquista de la Nueva España Fray Francisco de Aguilar | El grupo de conquistadores llega a un lugar de nombre “cutlavac”. | La descripción que el autor hace de la entrada a Tenochtitlan es pormenorizada: describe la calzada por donde entraron, los edificios, la gente que los miraba, la comitiva de indígenas nobles que salieron a recibirlos. Menciona que a Motecuhzoma no se le podía ver pues lo traían cubierto con mantas de algodón. Cortés y Motecuhzoma se encuentran e intercambian unos collares. | Describe la ciudad, la comida, los animales. Es interesante que explique la fisionomía de Motecuhzoma y su trato pues menciona cómo y a qué hora se bañaba, cómo vestía, y el trato que recibía por parte de todos los indígenas. | Según el autor, Cortés invita a Motecuhzoma a vivir junto con él, mencionando que no había necesidad de que lo llevaran preso. Motecuhzoma envía a algunos guerreros a apresar a uno de los señores nobles que le había dado batalla a Cortés; por su parte, el conquistador envía al autor de la crónica (Francisco de Aguilar), a Andrés de Tapia y a un soldado de apellido Valparaíso. El soldado Botello le comenta a Cortés que Alvarado tiene problemas. | Francisco de Aguilar es uno de los soldados que acompañó a Cortés a combatir a Narváez. El autor narra cómo fue el camino hasta la costa y cómo uno de los espías de Narváez, Carrasco, les dio aviso para que atacaran a las huestes de Cortés. Después de una ardua batalla aprenden a Narváez y le colocan unos grilletes. |
Según el autor, se enteraron que
Motecuhzoma le había hecho la guerra a Pedro de Alvarado, quien se estaba al
mando. Los indígenas les dieron batalla a los españoles
acuartelados. Cortés y sus hombres entran a la ciudad soltando disparos y, haciendo mucho estruendo; logran reunirse con el otro grupo de españoles. |
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Relación de méritos
y servicios del conquistador Bernardino Vázquez de Tapia. Vecino y
regidor de esta gran Ciudad de Tenustitlan, México
Bernardino Vázquez de Tapia | El contingente de conquistadores llega a Amecameca y comienza a recorrer diversos pueblos de la zona./td> | El grupo de españoles pasa la noche en Iztapalapa. | Entran a la ciudad. | Según el autor, se quedan en la ciudad de Tenochtitlan alrededor de ocho meses. | Llega Pánfilo de Narváez y Cortés se dirige a la costa a combatirlo. | Cortés deja a cargo a Pedro de Alvarado; el autor (Vázquez de Tapia) es uno de los hombres que se quedan con Alvarado dentro de la ciudad. Según el cronista, todos los indios se alzaron en su contra y comenzaron a atacarlos; algunos españoles mueren y el resto queda herido. Al estar sitiadas las tropas castellanas, no tienen provisiones para alimentarse. Cortés llega tiempo después con alimentos, armas y toda la gente de Narváez que se le había unido. | |
Relación de algunas
cosas de las que acaecieron al muy ilustre señor don Hernando
Cortés Andrés de Tapia | Los españoles llegan a un poblado a las orillas de la laguna en donde la gente les da de comer. | El contingente llega a otro pueblo alrededor de la laguna en donde pasan la noche. | Cortés y sus huestes entran por una de las calzadas; sale a recibirlos uno de los hermanos del tlatoani y una comitiva de nobles indígenas. Motecuhzoma recibe después a Cortés y lo aposenta en un patio “que era recámara de los ídolos”. | El cronista habla de la comida de la ciudad y de algunos de los edificios y sus ídolos; también menciona cómo Cortés arroja a los ídolos de los templos. | Tapia reconstruye un diálogo entre Motecuhzoma y Cortés; este último le dice al tlatoani que es su amigo pero que debe de apresarlo, a lo que Motecuhzoma responde que él no debe de ser apresado (todo esto con ayuda de los traductores). | Cortés se entera de que Diego Velázquez, gobernador de Cuba, envió a alguien para apresarlo. Tiempo después se sabe que es el capitán Pánfilo de Narváez. Cortés decide ir a darle guerra y lo apresa junto con varias personas que lo acompañaban. | |
Historia de las
Indias y conquista de México Francisco López de Gómara | Los conquistadores llegan a Amecameca, en Chalco. En el mismo lugar Cortés se entrevista con Cacamatzin, señor de Tetzcoco, el cual le comenta que vaya a Iztapalapa. | El contingente llega a Iztapalapa en donde pasa la noche; según López de Gómara, se asombran al ver los jardines y algunos de los edificios de la ciudad. | Los españoles entran por una calzada a Tenochtitlan; varios de los nobles indígenas salen a verlos y a recibirlos. Motecuhzoma recibe a Cortés junto con Cuitláhuac y Cacamatzin. Después de intercambiar algunas palabras Cortés le obsequia un collar a Motecuhzoma. El tlatoani le obsequia otro collar a Cortés para corresponder el regalo. | El cronista describe varios de los edificios de Tenochtitlan, dedicados a la crianza y obtención de plumas, el juego de pelota y algunos de los ritos de los indios. Dedica unas líneas a los bailes y los dioses mexicas. | Con el pretexto de la muerte de varios españoles, Cortés decide tomar prisionero a Motecuhzoma. Posteriormente, como escarmiento, Cortés le coloca unos grilletes al tlatoani. Al pasar un tiempo, decide retirarlos. | Diego de Velázquez envió a Pánfilo de Narváez a arrestar a Cortés. Este último, al saber que había desembarcado el enviado, se preocupó, pues si Narváez llegaba a México sería su ruina, y si se iba a combatirlo, podría elevar el riesgo de una rebelión en la ciudad. Decidió partir hacia la costa y dejó a cargo a Pedro de Alvarado en Tenochtitlan. En la costa combatió a Narváez derrotándolo. |
Cortés se dirigió a
Tenochtitlan; durante el trayecto se enteró de que en la ciudad había una
rebelión contra los españoles. Según el autor, los mexicas pidieron permiso
para realizar una fiesta, y estando en el patio celebrándola, por orden de
Pedro de Alvarado, los españoles emboscaron y mataron a todos los que se
encontraban dentro del recinto. López de Gómara menciona que circulaban dos
motivos por los cuales los españoles hicieron la matanza: 1.- Que los indios se iban a levantar en contra de los españoles. 2.- Que los españoles fueron deslumbrados por el oro y se lo quisieron quitar a los indígenas que realizaban la fiesta. |
Crónica de Nueva
España Francisco Cervantes de Salazar | Cortés y sus huestes llegan a Amecameca, en la provincia de Chalco. Cortés se encuentra con Cacamatzin, señor de Tetzcoco, y hablan sobre la ciudad y Motecuhzoma. | El contingente se dirige a Iztapalapa. El tlatoani del lugar y el señor de Coyoacán salen a recibirlo. Varios indígenas también salen a observar su llegada. | Los conquistadores llegan a Tenochtitlan; los indígenas de la ciudad salen a observarlos. Motecuhzoma recibe a Cortés, y este último le coloca un collar en el cuello; el tlatoani le otorga otros collares a Cortés. Los señores de Iztapalapa y Coyoacán acompañan al conquistador. | Cervantes de Salazar describe aspectos relacionados con Motecuhzoma, su fisonomía, el trato que recibía, los animales que poseía, etcétera. De igual forma, hace una descripción de algunos de los edificios, lugares y mercados dentro de la ciudad. | Cortés se da cuenta de que Motecuhzoma intentó hacer que los españoles no entraran a la ciudad y que, ya estando ellos ahí, planeaba atacarlos y asesinarlos. Cortés decide tomar preso al tlatoani y le argumenta que es lo mejor para él. Por medio de Malintzin y Aguilar, Motecuhzoma se enteró de lo que decían los conquistadores sobre hacerlo prisionero. Al señor de Tetzcoco, Cacamatzin, lo aprisionan. Los españoles buscan oro por toda la cuenca. | Cortés se entera de la llegada a las costas de Pánfilo de Narváez con órdenes de arrestarlo por mandato de Diego Velázquez. Cortés se dispone a ir a buscarlo y enfrentarlo, dejando a cargo en Tenochtitlan a Pedro de Alvarado. Según el cronista, Motecuhzoma sale a dejar a las afueras de la ciudad a Cortés. La narración incluye lo acontecido en las ciudades que Cortés visitó durante su viaje a la costa y las noticias que tenía respecto a Narváez. | |
Relación de algunas
de las cosas notables que hay en la Nueva España y de su conquista y
pacificación y de la conversión de los naturales de
ella Alonso de Zorita | El contingente de conquistadores llega a Amecameca, en la provincia de Chalco. | Los españoles llegan a Iztapalapa y son recibidos por el señor del lugar y el tlatoani de Coyoacán. Zorita menciona los jardines y huertos de esa ciudad. | Los castellanos entran por una de las calzadas a Tenochtitlan; varios nobles indígenas salen a recibirlos. Motecuhzoma se encuentra con él en la calzada, y por medio de sus intérpretes intercambia palabras con Cortés. El capitán español le obsequia un collar a Motecuhzoma y, a su vez, el tlatoani hace lo mismo. | Cortés y sus huestes le piden a Motecuhzoma que les muestre la ciudad, haciendo énfasis en el mercado, pues querían ver con qué se comerciaba, el oro y la plata. | Según Zorita, Cortés pensó que si se enojaba Motecuhzoma podría dar la orden de asesinarlo, y era mejor tenerlo cerca; por ello, decidió aprenderlo y llevarlo hasta donde los habían aposentado. Tiempo después le pusieron unos grilletes, mismos que luego le fueron retirados. | Diego Velázquez envió a Pánfilo de Narváez a capturar a Cortés pues, según Velázquez, Cortés podría levantarse en su contra, y de ser así debían de aprenderlo y castigarlo. Al llegar Narváez a la costa, Cortés decide ir a buscarlo. Al encontrarse, desatan una ardua batalla en la cual Cortés resulta vencedor y apresa a Narváez. | El cronista menciona que los indios celebraban una fiesta y se encontraban ataviados con mucho oro, pulseras y collares en todo su cuerpo. Pedro de Alvarado (quien se había quedado a cargo) vio esto, y decidió enviar a quince hombres a cuidar a Motecuhzoma, y ordenó asesinar a los que se encontraban realizando la fiesta para quitarles el oro. A su regreso, Cortés observa que todos los indios de la ciudad se han levantado contra ellos. |
Historia Natural y
Moral de las Indias José de Acosta | Los españoles entran a la ciudad; Motecuhzoma se encuentra en la calzada y lo llevan cuatro indios en un palio. Cortés y el tlatoani se saludan amablemente. | Motecuhzoma hospeda a Cortés en un palacio dentro de la ciudad. | Cortés decide tomar preso a Motecuhzoma y colocarle unos grillos. | Pánfilo de Narváez llega a Veracruz, según el cronista, “de manera impertinente”. | Cuando Cortés partió de la ciudad, “el que dejó al mando” (Pedro de Alvarado) decidió castigar a los indígenas. En un baile los españoles asesinaron a varios mexicas, y al ver lo sucedido los indígenas atacaron a los españoles y los cercaron donde los habían hospedado. | ||
Historia General de
las cosas de Nueva España Fray Bernardino de Sahagún | El grupo de conquistadores se queda en Amecameca para pasar la noche. Envía a mensajeros para que traigan a los señores de Chinanpan (Xochimilco y Mizquic) a hablar con él. | Los españoles llegan a Iztapalapa. | El contingente entra armado para la guerra a Tenochtitlan, acompañado por tlaxcaltecas y huexotzincas. Una comitiva de nobles indígenas sale a recibirlos; entre ellos se encuentran los señores de Tlatelolco, Tetzcoco y Tacuba. Cortés y Motecuhzoma intercambian collares de oro. Posteriormente, por medio de Malintzin, entablan una conversación. | Los españoles registran los palacios y templos buscando oro; lo encuentran y comienzan a fundirlo. Destruyen diversas piezas, sobre todo de ropa y atavíos, para conseguir el oro. Las plumas y piedras se las daban a los tlaxcaltecas para que las repartieran entre ellos. Les piden a los mexicas que les lleven comida a todos. | Según el fraile, desde el momento en que los españoles entraron a la ciudad retuvieron a Motecuhzoma y al señor de Tlatelolco. A los señores de otros pueblos los dejaron irse. | Cortés viaja a la costa para recibir a Pánfilo de Narváez. Posteriormente, sólo se menciona que Cortés regresa a Tenochtitlan con muchos guerreros cempoaltecas y tlaxcaltecas. | Pedro de Alvarado, quien se había quedado a cargo, le insistió a Motecuhzoma que ordenar la realización de la fiesta a Huitzilopochtli, y así pudieran verla los castellanos. Los nobles mexicas prepararon todo para la fiesta, se pusieron los atavíos correspondientes y comenzaron su ritual. Los españoles cerraron todas las entradas del patio donde se encontraban los nobles y los emboscaron. Según el autor, había partes de cuerpos, brazos, manos, cabezas e intestinos regados en el patio. Los mexicas que se encontraban fuera comenzaron a atacar a los españoles y los sitiaron en uno de los palacios. Inicia la guerra entre ambos bandos. Cortés llega y da batalla a los mexicas. |
Historia de las
Indias de Nueva España e Islas de Tierra Firme Fray Diego Durán | Los españoles entran a la ciudad; Motecuhzoma junto con un grupo de nobles lo esperan en “Tocititlan”. Cortés y Motecuhzoma se abrazan, intercambian collares de oro y entablan una plática por medio de Malintzin. Caminan por la calzada y Motecuhzoma lleva a Cortés al templo de Toci. | El contingente de conquistadores registra el palacio, la habitación de Motecuhzoma, las recámaras y todos los cuartos en busca de oro. Los españoles piden que les lleven de comer. | Según el autor, desde el momento en que llegaron los españoles y el tlatoani les mostró el templo, salió Motecuhzoma del recinto de Toci con unos grilletes en los pies. | Cortés se entera de que Pánfilo de Narváez llegó al puerto; deja a Pedro de Alvarado a cargo en México y se dirige a la costa. Llegando a Cempoala combate contra Narváez; Cortés le arranca el ojo y lo toma prisionero. | Según el religioso, el marqués tenía interés en ver una fiesta, y por esas fechas se celebraba la fiesta de Toxcatl, por lo cual le pidieron a Motecuhzoma les mostrase cómo era. Mientras los nobles se encontraban danzando en el patio de uno de los templos, los españoles los emboscaron y mataron a todos, dejando las partes del cuerpo tiradas en el suelo. Los mexicas y los tlatelolcas se unieron y comenzaron a pelar contra los españoles. | ||
Códice Ramirez
| Por sugerencia de Cacamatzin, los españoles se dirigen a Iztapalapa. | Motecuhzoma recibe a Cortés y ambos intercambian collares como regalo. La interacción entre ambos ocurre a través de Malintzin. | EL tlatoani les da hospedaje en el palacio de Axayacatzin, su padre. | Se menciona que Cortés usó como pretexto la muerte de un cristiano para tomar prisionero a Motecuhzoma y, a través de los traductores, le explicó por qué lo hacía. Tiempo después le colocó al tlatoani unos grilletes. | Diego de Velázquez envió a Pánfilo de Narváez con novecientos hombres a apresar a Cortés. Este último le ofreció hacer las paces, pero Narváez se negó. Cortés fue a buscarlo y lo hizo prisionero. | Pedro de Alvarado pidió a Motecuhzoma hacer “un mitote” sin que los indios portaran armas. En un patio se encontraban unos danzantes; Alvarado dejó a algunos españoles cuidando a Motecuhzoma. El resto de los soldados se dirigieron al patio y asesinaron a los danzantes, después despojaron los cuerpos de las joyas que portaban. | |
Monarquía Indiana.
De los veinte y un libros rituales y monarquía indiana, con el
origen y guerras de los indios occidentales, de sus poblazones,
descubrimiento, conquista, conversión y otras cosas maravillosas de
la mesma tierra Fray Juan de Torquemada | Los españoles llegan a Amecameca. De ahí se van a Ayotzinco; en este lugar Cacamatzin, tlatoani de Tetzcoco, habla con Cortés. | El contingente llega a Iztapalapa; el tlatoani del lugar recibe a Cortés. El conquistador describe poco de la ciudad. Después de ahí se dirige a Tenochtitlan. | Los españoles entran a la ciudad por una de las calzadas; a lo lejos ven a un grupo de indios nobles. Motecuhzoma, quien se acompaña de Cuitláhuac, espera a Cortés. El conquistador y el tlatoani mexica entablan un diálogo gustoso e intercambian collares. | Cortés pide a Motecuhzoma que le enseñe la ciudad y a sus dioses. Llevan al conquistador al Templo Mayor. Cortés pide permiso a Motecuhzoma para edificar una capilla y se hace una misa en dicho lugar. | Cortés toma prisionero a Motecuhzoma bajo la idea de que, si tiene a su lado y vigilado al tlatoani, los mexicas no se levantarían en contra de los españoles. Según el cronista, tiempo después le colocara unos grilletes, pero por el afecto que Cortés le tenía a Motecuhzoma se los mandó quitar. Al tlatoani de Tetzcoco, Cacamatzin, lo toman preso y lo matan a garrote sin que los indígenas se den cuenta. | Pánfilo de Narváez llega a las costas por orden de Diego Velázquez acompañado de un ejército. Cortés, al enterarse de esto, se dirige a la costa para enfrentarlo. Dividió a sus hombres en tres tropas y planeó una estrategia pormenorizada de ataque. Los soldados llegan hasta donde se encuentra Narváez y combaten, resultando este mal herido pues le dañan el ojo con una pica. Vencido Narváez, es tomado prisionero por Cortés. |
En la costa, Cortés se entera de
que Pedro de Alvarado y los demás castellanos están siendo atacados por los
mexicas. Cortés logra entrar a la ciudad y les pregunta a los castellanos
cuál fue el motivo de la insurrección, y le contestan lo
siguiente: 1.- Por enterarse que Narváez quería apresar a Cortés. 2.- Porque Cortés se fue de la ciudad. 3.- Para liberar a Motecuhzoma. 4.- Para recuperar el oro robado. 5.- Por traer a los tlaxcaltecas. 6.- Por destruir a sus dioses. La variedad de motivos en la narración revela el uso de diferentes fuentes utilizadas por Torquemada para construir su relato pues los seis puntos anteriores muestran diversos factores que fueron motivo de la rebelión indígena. |
Historia de la
Nación Chichimeca Fernando de Alva Ixtlilxóchitl | Cortés y sus huestes pasan la noche en Quauhtéchcatl; después de ahí se dirigen a Amecameca, en donde pernoctan. | El contingente llega a Iztapalapa y Cortés se entrevista con Cuitlahuatzin. | Los españoles entran a la ciudad; varios indios principales salen a verlos. Motecuhzoma y Cortés se encuentran. Este último le regala un collar a Motecuhzoma; él regresa el favor y le da a Cortés dos collares de oro. El tlatoani hospeda a Cortés en las casas de Axayacatzin, quien fuera su padre. | En la ciudad, los mexicas les entregan el oro a los españoles. | Cortés determina apresar a Motecuhzoma, por lo cual le menciona al tlatoani que es conveniente que vaya preso a donde él se ubica. Cortés le pide una disculpa al tlatoani y le dice que lo perdone, que no tiene otra opción, pues si no hace dicha acción sus soldados castellanos se sublevarían. De igual forma, pide a Motecuhzoma que les diga a los mexicas que no se alteren por verlo preso. | Pánfilo de Narváez arriba a Veracruz con diez navíos y novecientos hombres. Por órdenes de Diego Velázquez tiene como misión apresar a Cortés. Enterado de esto, éste le envía una carta a Narváez diciendo que no le estorbe y se una a él. No obstante, Narváez rechaza la oferta. Narváez hace un proceso contra Cortés y lo sentencia a muerte. Ambos se enfrentan en batalla y Cortés termina por apresar a Narváez. | Los mexicas celebraban la fiesta de Toxcatl; estaban ataviados con oro y plumas y, por orden de Pedro de Alvarado, los españoles y tlaxcaltecas rodearon la plaza donde se realizaba el ritual, cerraron los accesos y comenzaron a matarlos. Después, despojaron a los cuerpos del oro que portaban. Los mexicas que se encontraban en la ciudad vieron esto y atacaron a los españoles, acorralándolos en las casas de Axayacatzin. Cortés llega a la ciudad y logra entrar hasta donde se encontraban sus soldados. |
La conquista de
México Domingo Francisco de San Antón Muñón Chimalpahin Cuauhtlehuanitzin | El autor retoma la narración de López de Gómara y hace cambios en cuanto a la distancia de los recorridos e incluye alusiones a la divina providencia. En algunos casos añade el nombre del tlatoani del lugar mencionado. | En la parte de Iztapalapa, Chimalpahin coloca adjetivos calificativos de circunstancia y propiedad para referirse a los jardines y huertas de Iztapalapa. | El cronista añade enormes párrafos en donde se detallan factores geográficos de la cuenca y de la ciudad. A su vez, cuando alude a los señores que recibieron a Cortés, anota el parentesco entre cada uno de ellos y su linaje. | Al describir algunas de las cosas que los españoles vieron en Tenochtitlan, Chimalpahin se limita a añadir pequeños conectores, palabras o renglones cortos para hacer más clara una parte de la narración descriptiva. | El autor respeta la narración de López de Gómara sobre la prisión de Motecuhzoma, sólo incluye algunos conectores gramaticales. | Chimalpahin respeta la narración de López de Gómara respecto a la batalla entre Cortés y Motecuhzoma, sólo agrega algunos adjetivos calificativos a los personajes. | El cronista incluye algunas palabras para hacer más clara la narración de López de Gómara; en este sentido, no realiza muchas modificaciones a la obra. |
Descripción de la
ciudad y provincia de Tlaxcala Diego Muñoz Camargo | Cortés es recibido en Tenochtitlan por Motecuhzoma “de muy buena manera”. | Llega Pánfilo de Narváez por orden de Diego Velázquez y se establece en Cempoala. Cortés deja a Pedro de Alvarado a cargo de Tenochtitlan y viaja a combatir a Narváez; al llegar a Cempoala pelean y toma prisionero a Narváez. Muñoz Camargo menciona que Cortés “le quebró un ojo” a Narváez. | Cortés regresó a Tenochtitlan y vio que los indios atacaban a los españoles, quienes se encontraban encerrados en las habitaciones de Motecuhzoma. Cortés habló con los mexicas diciendo que castigaría a los soldados que los habían agredido; no obstante, los habitantes de Tenochtitlan continuaron atacándolos. | ||||
Lienzo de
Tlaxcala | En la imagen se observa a un español, posiblemente Cortés, a caballo, y a un costado tres señores indígenas y un perro. Sobre el camino se encuentra un tameme. | Se representó a Cortés sentado; a su espalda se encuentra Malintzin. Ambos están haciendo ademanes que indican que hablan. Frente a ellos están cuatro señores indígenas: el primero está sentado y hablando con Cortés. Bajo la escena se dibujaron ofrendas, jaulas con aves y venados. | En la imagen se representó un patio con cuartos a los lados. Dentro de él se encuentran dos españoles montando a caballo, algunos guerreros indígenas y Malintzin. En el piso hay partes de cuerpos desmembrados y armas tiradas. A fuera del recinto hay varios guerreros mexicas. | ||||
Códice Aubin/ Historia
de la nación mexicana | Se representó en una imagen el Templo Mayor con un indígena y un español armados. | ||||||
Códice
Azcatitlan | Se representó a Cortés y sus huestes, Malintzin, y tamemes (cargadores) caminando en procesión. Uno de los soldados lleva una bandera con el Espíritu Santo. | En la imagen se representó un templo, un patio, y al fondo otra estructura arquitectónica. También se observan indios armados y en posición de pelea, uno de los indios toca un tambor. En la misma escena se dibujó una bandera con el Espíritu Santo. | |||||
Anales de Tlatelolco,
unos anales históricos de la nación mexicana | Cortés y sus huestes entran a Tenochtitlan en el mes de quecholli, del año 8 Éhecatl. | Los indígenas les ofrecieron mantenimiento, comida, agua y regalos a los españoles. El autor menciona que tenochcas y tlatelolcas lo hicieron por separado. | Se menciona que al segundo día de la fiesta de Toxcatl, los cantores estaban desnudos, sólo ataviados con sus collares, penachos y caracoles. Los viejos tocaban los tambores y las sonajas. Se les ordenó adornar a Huitzilopochtli, y por órdenes de Tonatiuh (Pedro de Alvarado), asesinaron a los que estaban presentes, comenzando por los viejos; primero les cortaron las manos y la cabeza. Según el autor, Alvarado asesinó a los mexicas durante veinte días hasta la llegada de Cortés. | ||||
Códice
Moctezuma | Se representó a indígenas y españoles peleando con armas. En una de las imágenes se aprecia el Templo Mayor en llamas y, arriba de él, un indígena y un español peleando. |
Acontecimientos | Cartas de Relación de Hernán Cortés |
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Refugio de los conquistadores y batallas dentro de Tenochtitlan | Los conquistadores se refugiaron en sus aposentos; por su parte, los mexicas los atacaban desde el exterior. Cortés escribió que tuvo una plática con varios indígenas nobles y les solicitó que pararan el combate, pero los mexicas le respondieron que se fueran de su tierra, pues de lo contrario no pararían hasta verlos muertos. Durante el combate, los mexicas subieron a un templo que se encontraba al lado de su refugio y comenzaron a atacarlos desde arriba. Los españoles salieron para combatirlos; sin embargo, ya heridos o muertos, caían rodando por las escaleras. Este hecho, según el autor, ocurrió varias veces pues ellos perdían los lugares ganados y los indígenas los recuperaban; de esta manera, los ataques y enfrentamientos eran diarios y constantes. |
Muerte de Motecuhzoma | Según el autor, Motecuhzoma le solicitó que lo sacara a la azotea del lugar donde se encontraban para que pudiera hablar con los mexicas y calmar la guerra. Cortés accedió al pedimento del tlatoani y lo sacó; no obstante, cuando Motecuhzoma intentó hablar con su pueblo le arrojaron una piedra en la cabeza que resultó en su muerte tres días después de acontecido este hecho. El conquistador mandó a que dos nobles indígenas que se encontraban presos con el tlatoani sacaran su cuerpo y se lo entregaran a los mexicas. |
Salida de la ciudad | Al ver los constantes ataques por parte de los mexicas, el desabasto de agua y alimentos, así como los múltiples heridos españoles, Cortés decidió hacer un puente de madera para poder pasar entre las calzadas. Según el conquistador, sus capitanes ya le habían solicitado en ocasiones anteriores salir de la ciudad. En vista de esto, Cortés mandó guardar y empacar el oro del rey, de él y de sus soldados, y posteriormente, les otorgó a sus capitanes una yegua para transportar una parte del botín; no obstante, otra parte de las riquezas se quedó abandonada dentro de la fortaleza. |
Aviso de alerta entre los mexicas | |
Recorrido por la calzada | El contingente salió de sus aposentos por la noche dejando los fogones encendidos para que los mexicas pensaran que seguían ahí. En el primer tramo de la calzada colocaron el puente para cruzar; sin embargo, el madero se rompió. En ese momento salieron muchos indígenas a combatirlos. Por la desventaja, varios españoles y tlaxcaltecas murieron y el oro que llevaban consigo se hundió en la laguna o quedó tirado sobre la calzada. |
Salida de la ciudad y muerte de indígenas nobles | Cortés junto con otros cinco conquistadores que iban a caballo y varios a pie lograron avanzar por la calzada entre los puentes hasta llegar a Tacuba. En ese punto, el capitán decidió volver por más españoles y tlaxcaltecas que se habían quedado atrás. Al llegar hasta donde estaban se percató de que muchos de ellos habían muerto y que algunos otros estaban heridos; logró rescatarlos y los puso a la delantera mientras él y otros conquistadores luchaban contra los mexicas. Sus tropas lograron llegar a Tacuba, sin embargo, ahí fueron nuevamente atacados y debieron salir aprisa del lugar. Llegaron a un cerro que tenía un templo en lo alto en el cual improvisaron un fuerte; los mexicas los rodearon y continuaron atacándolos. Según Cortés, ahí contabilizó la cantidad de muertos de españoles, indígenas, caballos y yeguas y durante el balance, se percató de que el hijo y las hijas de Motecuhzoma que él llevaba consigo, así como los nobles indígenas que tenía presos, habían muerto. Posteriormente, los europeos salieron por la madrugada hacia Tlaxcala guiados por un indio tlaxcalteca. |
Batalla de Otumba y llegada a Tlaxcala | El contingente de españoles y tlaxcaltecas continuó el camino por donde los guiaba el indio tlaxcalteca; sin embargo, los mexicas y otros indígenas los seguían para continuar combatiendo. De igual forma, en cada poblado al que llegaban eran atacados y tenían que pelear. Según Cortés, en una de estas batallas resultó herido de la cabeza pues los indígenas habían logrado acertarle dos pedradas. Durante el recorrido los conquistadores juntaron maíz para cocer y utilizaron la carne de los caballos que morían para alimentarse. Posteriormente, lograron llegar a las cercanías de Tlaxcala en donde varios tlaxcaltecas los reconocieron y ayudaron; al poco tiempo, Maxixcatzin y Xicoténcatl llegaron para hablar con Cortés y ofrecerle ayuda y alimentos. |
Acontecimientos | Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo |
Refugio de los conquistadores y batallas dentro de Tenochtitlan | Los conquistadores y sus aliados tlaxcaltecas se resguardaron en sus aposentos mientras los mexicas les hicieron múltiples amenazas desde afuera. Salen por un momento a combatirlos en uno de sus templos; no obstante, los guerreros mexicas superaban en número a los europeos y se vieron obligados a volver a refugiarse. |
Muerte de Motecuhzoma | En un intento por calmar la situación y hacer una tregua para poder salir de la ciudad, Cortés decide sacar a Motecuhzoma a una azotea para que dirigiera unas palabras a los mexicas. Sin embargo, los indígenas insultan al tlatoani y lanzan piedras y flechas contra él y los españoles, atinando tres pedradas al tlatoani: una en la cabeza, otra en el brazo y la última en la pierna. Para Bernal, estas heridas derivaron en la muerte de Motecuhzoma; el cuerpo fue entregado a los mexicas. |
Salida de la ciudad | Cortés junto con sus tropas decidieron salir de la ciudad por la noche. Antes de media noche, y durante una llovizna, dejaron el aposento en donde se resguardaban y se llevaron consigo a varios nobles indígenas; entre ellos a algunos de los hijos de Motecuhzoma. Al frente del contingente iban Gonzalo de Sandoval, Diego de Ordaz, Francisco Saucedo y Francisco de Lugo; en medio estaban Hernán Cortés, Alonso de Ávila y Cristóbal de Olid. Entre los capitanes se encontraban resguardados los nobles prisioneros, doña Luisa y Malintzin. Una de las prioridades de la empresa conquistadora era la obtención de oro, y es por lo que Cortés le ordena a Cristóbal de Guzmán que, junto con los tlaxcaltecas, saquen el oro de la ciudad y lo resguarden junto con las joyas. |
Aviso de alerta entre los mexicas | Según Bernal, durante el trayecto los mexicas tenochcas se percatan de la huida de los europeos y comienzan a gritar y a alertar a los mexicas tlatelolcas exhortándolos a subir a sus canoas y emboscar a los conquistadores. |
Recorrido por la calzada | En el trayecto comienza una ardua batalla entre el contingente de los conquistadores y los tlaxcaltecas contra los mexicas. Estos últimos lanzaron flechas y piedras contra los europeos. Por la huida rápida y la prisa, los castellanos rompieron los maderos que utilizaban como puentes para salir de la ciudad, lo que provocó que las armas se mojaran y que el oro cayera a la laguna y se perdiera. Los españoles atravesaron la calzada pisando a los muertos y los objetos que quedaron tirados. Se defendieron de los ataques mexicas dando cuchilladas a pocos metros de distancia. |
Salida de la ciudad y muerte de indígenas nobles | Las tropas lograron atravesar la calzada y llegaron a Tlacopan. Posteriormente, se enteraron de que doña Luisa y Malintzin se encontraban con vida, pues un grupo de tlaxcaltecas logró sacarlas de la ciudad. A su vez, tuvieron noticia de que en la calzada quedaron muertos los hijos e hijas de Motecuhzoma, al igual que Cacamatzin, quien era tlatoani de Tetzcoco. |
Batalla de Otumba y llegada a Tlaxcala | El contingente emprende su marcha hacia Tlaxcala; según Bernal, durante el trayecto se refugian unos días en un templo enorme donde después estaría la iglesia de la Virgen de los Remedios. Siguiendo con su recorrido, logran llegar y tener refugio en Tlaxcala. |
Acontecimientos | Relación breve de la Conquista de la Nueva España de fray Francisco de Aguilar |
Refugio de los conquistadores y batallas dentro de Tenochtitlan | Según el cronista, las batallas duraron alrededor de quince días y en cada ocasión que los españoles lograban ganar algo de terreno y edificios fuera de sus aposentos, por la noche tenían que regresar a resguardarse, lo que hacía que los mexicas volvieran a tomar el terreno. Los indígenas los atacaban con piedras, flechas y dardos por lo cual varios españoles resultaban heridos y los patios donde se encontraban resguardados estaban llenos de los objetos que les lanzaban. Según Aguilar, él fue uno de los heridos; no obstante, dos italianos que se encontraban en el lugar los curaron con bálsamos y aceites. Tomaban agua de un pozo hediondo de uno de los patios. |
Muerte de Motecuhzoma | Aguilar menciona que Cortés dialogó con Motecuhzoma para que saliera a hablar con los mexicas y sosegara su reacción. El tlatoani accedió a hacerlo y subió a uno de los techos del aposento; Cortés y Cervantes iban frente a él con escudos de acero para protegerlo, y de igual forma, un grupo de españoles los acompañó para resguardar al tlatoani. Según el cronista, los indígenas que se encontraban en el lugar eran forasteros, y comenzaron a arrojarles piedras y flechas a los españoles; una de estas piedras golpeó a Motecuhzoma en la sien y lo hizo caer. El autor menciona que el tlatoani fue llevado a una de las habitaciones en donde estaban varios nobles mexicas presos. En una de las noches posteriores, Cortés y sus capitanes asesinaron a los nobles indígenas y, a altas horas de la madrugada, obligaron a algunos nobles que quedaban vivos a cargar los cadáveres y llevarlos junto con los españoles a un lugar cerca del aposento para tirarlos. Varias mujeres se percataron de esto y fueron con antorchas al lugar para intentar reconocer los cadáveres y a Motecuhzoma. |
Salida de la ciudad | Varios de los conquistadores tenían miedo de morir a manos de los mexicas por lo cual decidieron comentarle a Cortés la propuesta de salir por la noche. No obstante, éste rechazó la idea. El resto de los conquistadores realizó un puente con una viga, aun cuando los mexicas tenían hogueras encendidas por toda la ciudad para poder ver a los europeos. El día de la huida, los hispanos le demandaron a Cortés que deseaban salir de la ciudad y lo harían ese mismo día; si él no quería salir se podía quedar solo. A Cortés no le quedó más remedio y aceptó irse de la ciudad. El capitán y sus soldados partieron por la noche. Aguilar menciona que él iba a caballo y que por cada caballo se subían dos o tres jinetes, los cuales estaban heridos, y ésta era la causa por la que se amontonaban en los animales. Colocaron la viga en la calzada para poder cruzar, pero por el peso de las tropas el madero se rompió, por lo que los indios tlaxcaltecas, que iban primero, se ahogaron y los españoles usaron sus cuerpos como puente. |
Aviso de alerta entre los mexicas | Un indio que se encontraba en la calzada se subió al techo de un edificio que se encontraba a un costado y comenzó a alertar al resto de los mexicas. Aguilar registra que la clara luz de la luna y los diversos fogones hacían imposible que pasaran desapercibidos. |
Recorrido por la calzada | Los mexicas salen a combatirlos y comienzan a golpearlos con piedras, flechas y sus armas. Aguilar argumenta que por el miedo y la prisa nadie se detenía a ayudar a nadie, por lo cual había varios españoles muertos o desmayados en la calzada. Durante el combate, el paje de Cortés, quien llevaba mucho fardaje de oro, y otros españoles se vieron obligados a retroceder y regresar a la ciudad y buscar refugio; el cronista menciona que estuvieron luchando por tres días hasta que perdieron y fueron despedazados por los mexicas. El oro que quedaba tirado en la calzada era buscado codiciosamente por los españoles y los indios; no obstante, este hecho les costaba la vida. |
Salida de la ciudad y muerte de indígenas nobles | Los castellanos logran salir de la ciudad y llegan a un lugar que Aguilar denomina “la torre de la victoria”; posteriormente, emprenden su marcha hacia Tlaxcala. En Otumba los indígenas los esperaban para combatir por lo cual se desató una aguerrida batalla entre españoles y tlaxcaltecas contra los de Otumba. El cronista menciona que las armas se habían perdido durante la salida de Tenochtitlan. |
Batalla de Otumba y llegada a Tlaxcala | Los mexicas enviaron a algunos mensajeros a Tlaxcala con regalos de oro y joyas para dárselos a Xicoténcatl y Maxixcatzin; les solicitaron no recibir a los europeos y que salieran a esperarlos en el camino y los atacaran. Los señores tlaxcaltecas se negaron a realizar dicha acción. Los castellanos llegaron a Tlaxcala en donde fueron bien recibidos por Maxixcatzin; éste les proporcionó comida y alojamiento. |
Acontecimientos | Relación de méritos y servicios del conquistador Bernardino Vázquez de Tapia. Vecino y regidor de esta gran Ciudad de Tenustitlan, México de Bernardino Vázquez de Tapia |
Refugio de los conquistadores y batallas dentro de Tenochtitlan | Los conquistadores se resguardan en sus aposentos tras los constantes ataques de los mexicas. No contaban ya con provisiones y no podían salir a buscar comida pues eran atacados y asesinados por los indígenas de la ciudad. Los mexicas prendían fuego a las puertas de sus aposentos y lanzaban piedras con hondas y flechas. |
Muerte de Motecuhzoma | Cortés le solicita a Motecuhzoma que salga a hablar con los mexicas para tranquilizar la situación, a lo cual el tlatoani accede y es resguardado por un grupo de españoles que lo rodean para protegerlo. Según Vázquez de Tapia, una piedra lanzada con una honda le acertó en medio de la frente a Motecuhzoma resultando herido, y fue llevado a sus aposentos en donde Cortés lo mandó curar. En sus últimos momentos, el tlatoani le encomendó a Cortés el cuidado de su hijo Chimalpopoca; a los dos o tres días de lo ocurrido, Motecuhzoma falleció. Según el cronista, les entregaron a los mexicas el cuerpo del tlatoani en un costal y ellos pensaron que los conquistadores lo habían asesinado. |
Salida de la ciudad | Los mexicas continuaron con los ataques al aposento de los europeos. Cortés intentó hablar con ellos; sin embargo, su esfuerzo de pacificar las cosas fue en vano ya que la respuesta de los indígenas consistía en que no pararían hasta verlos muertos a todos. Es así que Cortés decide salir de la ciudad a medianoche, ya que los mexicas habían destruido algunas partes de la calzada, y los españoles construyeron unos puentes levadizos de madera para colocarlos en las partes faltantes y poder atravesarla. |
Aviso de alerta entre los mexicas | |
Recorrido por la calzada | Los mexicas se percatan de la huida de los españoles y comienzan a atacarlos en canoas en el agua y por tierra; según el cronista, se podía ver y escuchar cómo morían las personas. |
Salida de la ciudad y muerte de indígenas nobles | Vázquez de Tapia escribe que durante la huida murió el hijo de Motecuhzoma así como dos de sus hijas. |
Batalla de Otumba y llegada a Tlaxcala | A los dos o tres días que salieron de la ciudad, llegaron a un templo que después, según el cronista, se llamó Santa María de los Remedios, en donde contaron las bajas y la pérdida del tesoro. Continuaron su trayecto hasta llegar a Tlaxcala. |
Acontecimientos | Historia de las Indias y conquista de México de Francisco López de Gómara |
Refugio de los conquistadores y batallas dentro de Tenochtitlan | Los mexicas están disgustados por la masacre cometida por Pedro de Alvarado. Cortés mandó a que los mexicas pusieran el mercado; sin embargo, al hacerlo se refirió a ellos como perros y argumentó que no eran merecedores de ningún buen trato. Acto seguido, le ordenó a un noble indígena que diera instrucciones para que el mercado se llevara a cabo; no obstante, el mexica se percató de la actitud de los conquistadores y notó que los estaban ofendiendo. Este noble al salir del fuerte alertó a todos los mexicas, quienes sitiaron los aposentos de los españoles y comenzaron a atacarlos. Los indígenas destruyeron partes de las calzadas, aventaron piedras y flechas en contra del fuerte donde se resguardaron los hispanos y prendieron fuego a algunas paredes del recinto para poder entrar. Según narra el cronista, los combates y ataques ocurrían tanto de día como de noche. |
Muerte de Motecuhzoma | Cortés le solicitó a Motecuhzoma hablar con los mexicas para que terminaran la guerra y se fueran. Motecuhzoma salió a una azotea acompañado por un castellano con un escudo que tenía como tarea cuidarlo. Al comenzar a hablar los mexicas le aventaron piedras, y una de ellas golpeó al tlatoani en la sien y lo derribó. Cortés salió a comentarles a los mexicas que Motecuhzoma estaba muriendo a causa de la pedrada que ellos le habían propinado; no obstante, éstos no creían lo que les decía Cortés. El tlatoani murió a los tres días. El conquistador mandó que dos nobles indígenas que tenía presos sacaran el cuerpo de Motecuhzoma y se lo entregaran a su pueblo. |
Salida de la ciudad | Después de varios días de guerra y de carecer de alimento y provisiones, Cortés y sus tropas se prepararon para salir de la ciudad. El capitán mandó construir un madero cuyo fin era ser utilizado como puente en las partes de la calzada que los mexicas habían destruido. De igual forma, indicó que se separara el quinto del rey, se empaquetara y se cargara en una de sus yeguas, mientras que el resto del botín fue repartido entre los miembros de su empresa. Cortés tomó a los nobles indígenas que tenía presos y los preparó para la huida; entre ellos se encontraban un hijo y dos de las hijas de Motecuhzoma, Cacamatzin y uno de sus hermanos, así como otros nobles indígenas. Salieron del fuerte por la noche y caminaron por la calzada a Tacuba: al frente del contingente se encontraban Cortés, Gonzalo de Sandoval y Antonio de Quiñones; en la retaguardia estaba Pedro de Alvarado. Con ayuda del madero que habían elaborado, las tropas castellanas y aliadas lograron pasar el primer tramo de la calzada. |
Aviso de alerta entre los mexicas | Los mexicas se percataron de la huida de los castellanos y comenzaron a tocar sus caracolas. El resto de los indígenas que se encontraban en la ciudad salieron a perseguir a los europeos. |
Recorrido por la calzada | En el segundo tramo de la calzada los mexicas combatieron ferozmente a los castellanos. Cortés junto con cinco de sus hombres a caballo y varios que iban a pie lograron llegar hasta Tacuba. Posteriormente, el capitán dejó en ese lugar a los que iban a pie al cuidado de Juan Jaramillo y regresó con cinco hombres a caballo para ayudar a Alvarado, que se encontraba aún en la calzada. |
Salida de la ciudad y muerte de indígenas nobles | Pedro de Alvarado se percató de que no podía seguir resistiendo y huyó, logró brincar con su caballo uno de los tramos de la calzada que habían sido destruidos y llegó hasta Tacuba. Los españoles que se quedaron dentro del fuerte fueron capturados, sacrificados y comidos por los mexicas. Asimismo, varios europeos quedaron muertos en la calzada junto con el botín de oro. Las armas, el oro y las joyas se perdieron durante la batalla. Los nobles indígenas que llevaban como prisioneros también murieron. |
Batalla de Otumba y llegada a Tlaxcala | Al salir de Tacuba, Cortés y sus tropas se dirigieron a un pequeño cerro que, según López de Gómara, lo llamaban Nuestra Señora de los Remedios. En ese lugar descansaron y pasaron un día; sin embargo, los mexicas los seguían atacando. Durante la noche salieron de su refugio guiados por un indio tlaxcalteca y emprendieron su viaje hacía Tlaxcala. A lo largo del camino varios indígenas los atacaban y no les daban oportunidad de estar mucho tiempo en algún lugar. En Otumba, un gran contingente de guerreros indígenas salió a combatirlos y, pese a la falta de alimentos y las heridas, los españoles lograron derrotar al indio que lideraba el contingente, con lo cual el resto de guerreros indígenas salió huyendo. Finalmente, Cortés y sus soldados lograron llegar a Tlaxcala en donde fueron recibidos y provistos de alimentos por Maxixcatzin, Xicoténcatl y Acxotecatl. |
Acontecimientos | Relación de algunas de las muchas cosas notables que hay en la Nueva España y de su conquista y pacificación y de la conversión de los naturales de ella de Alonso de Zorita |
Refugio de los conquistadores y batallas dentro de Tenochtitlan | Los mexicas atacaron a los europeos de manera aguerrida. Con el fin de buscar una ruta de escape de la ciudad, los españoles intentaron varias veces salir por Tacuba y se percataron de que los mexicas habían destruido partes de la calzada. Durante este trayecto los indígenas los atacaban y los europeos se veían forzados a regresar a su fuerte. |
Muerte de Motecuhzoma | Según Zorita, Cortés le pidió a Motecuhzoma que saliera a hablar con los mexicas para que la guerra terminara. El tlatoani subió a la azotea del recinto acompañado por un castellano con escudo que tenía la obligación de cuidarlo. Motecuhzoma habló con los mexicas, y éstos, al escucharlo, le arrojaron piedras y flechas, y una de las piedras golpeó al tlatoani en la cabeza e hizo que cayera. El golpe le provocó la muerte algunos días después, sin bautizarse, aunque en ocasiones anteriores el tlatoani les había solicitado a los castellanos ser bautizado. Su cuerpo fue arrojado a los mexicas. |
Salida de la ciudad | Cortés decidió salir a medianoche al frente del contingente. En la parte trasera iba Pedro de Alvarado y en el fuerte se quedaron algunos españoles. Antes de partir, Cortés le mencionó a sus tropas que el oro que habían juntado y resguardado se podría considerar perdido; no obstante, los castellanos que decidieron salir esa noche llenaron los bolsillos y sus petacas con el oro. |
Aviso de alerta entre los mexicas | El contingente avanzó por la calzada con rumbo a Tacuba hasta que llegaron a una de las partes destruidas. En ese tramo ya se encontraba un grupo de mexicas que hacía guardia y comenzaron a alertar a los demás indígenas. Un español, ya fuera por el ruido o la confusión, disparó una escopeta. Esto hizo que los demás mexicas que se encontraban en la ciudad acudieran a la calzada para combatirlos. |
Recorrido por la calzada | Los mexicas llegaron por la calzada, así como en canoas dentro de la laguna, y comenzaron a atacar a los españoles que huían despavoridos, muriendo varios en sus intentos. |
Salida de la ciudad y muerte de indígenas nobles | Cortés junto con Gonzalo de Sandoval y Francisco Corral lograron huir hacia Tacuba. Según Zorita, los castellanos que iban enfrente del contingente huyeron y abandonaron al resto del grupo en la calzada, por lo que les resultó más fácil a los mexicas atacarlos. Pedro de Alvarado se encontraba en la parte trasera del contingente, no obstante, saltó entre las partes de la calzada que habían sido destruidas y logró huir para posteriormente encontrarse con Cortés en Tacuba. En el lugar murieron Chimalpopoca, quien era hijo de Motecuhzoma, así como otras dos de sus hijas que el tlatoani le había entregado a Cortés. Los españoles que se habían quedado en el fuerte fueron capturados y asesinados por los mexicas; en cambio, los que habían salido cargados de oro murieron pues por el peso no se podían defender bien o caían al agua. El botín de los europeos se perdió al quedar tirado en la calzada o al hundirse en el lago. |
Batalla de Otumba y llegada a Tlaxcala | Los españoles lograron salir de la ciudad y continuaron su camino hasta un río; a un costado de éste se encontraba un cerro en el cual se colocó una imagen de la Virgen de los Remedios. Continuaron su camino hacia Tlaxcala, pero en cada poblado al que llegaban salían a atacarlos varios indígenas que se escondían entre los maizales. En Otumba salió un gran contingente de guerreros indígenas que combatió a las tropas que huían de Tenochtitlan. Los españoles estaban cansados, heridos y débiles por la falta de comida, no obstante, pelearon contra los indígenas y asesinaron a varios de sus capitanes; esto propició que continuaran su huida. Posteriormente, los castellanos lograron llegar a Tlaxcala en donde fueron recibidos por Maxixcatzin, y ahí pudieron descansar y curar sus heridas. |
Acontecimientos | Historia Natural y moral de las Indias de José de Acosta |
Refugio de los conquistadores y batallas dentro de Tenochtitlan | Los españoles son atacados por los mexicas; estos últimos utilizan sus armas y piedras para enfrentarlos. |
Muerte de Motecuhzoma | Según Acosta, los españoles hicieron que Motecuhzoma subiera a una azotea acompañado de otro indígena noble y un pequeño grupo de españoles con escudo. A través del indígena noble, Motecuhzoma habló con los mexicas y les pidió que pararan la batalla; no obstante, fue insultado y le arrojaron piedras. Una de ellas golpeó al tlatoani y le provocó la muerte. Acosta mencionó que entre los indígenas se contaba que ellos encontraron el cadáver de Motecuhzoma tras haber sido asesinado a puñaladas junto con otros indígenas nobles por la mano de los españoles. De igual forma, el cronista registró que los mexicas no quisieron hacerle los ritos mortuorios a Motecuhzoma, ni como gobernante ni como persona del pueblo, y en cambio, un criado suyo se apiadó de los restos del tlatoani e hizo una fogata para incinerarlo; posteriormente, colocó sus cenizas en un lugar común. |
Salida de la ciudad | Cortés planeó salir de la ciudad a media noche y en silencio. El contingente llevaba puentes de madera para atravesar dos acequias de gran proporción. |
Aviso de alerta entre los mexicas | Según el cronista, una india se percató de la huida antes de que los españoles pudieran pasar a la segunda acequia y, al ver esto, alertó a los mexicas para que salieran a combatir. |
Recorrido por la calzada | Los europeos lograron pasar a la segunda acequia, sin embargo, varios españoles murieron, ya fuera por heridas o aplastados entre la multitud. Algunos otros perdieron la vida al intentar recoger el oro y las joyas que caían al suelo o fueron capturados para ser sacrificados. El botín que llevaban los españoles se perdió al caer a la laguna. El cronista mencionó que todo esto ocurrió en donde después se fundó la ermita de los mártires. |
Salida de la ciudad y muerte de indígenas nobles | Acosta mencionó que en la carta que Cortés le envió al emperador se anotó que uno de los hijos de Motecuhzoma y varios nobles indígenas fueron asesinados por los mexicas durante esa noche. |
Batalla de Otumba y llegada a Tlaxcala | Los españoles siguieron su marcha durante dos o tres días siendo constantemente atacados por los indígenas hasta que llegaron a Tlaxcala; ahí fueron bien recibidos y abastecidos. |
Acontecimientos | Historia General de las cosas de Nueva España de fray Bernardino de Sahagún |
Refugio de los conquistadores y batallas dentro de Tenochtitlan | Los mexicas atacaban diariamente los aposentos en donde se resguardaban los europeos arrojando dardos y flechas, y los conquistadores contratacaban con tiros de pólvora. Como estrategia, los mexicas subieron al templo contiguo al lugar que utilizaban los españoles como fuerte y desde ahí arrojaban vigas, piedras y flechas contra ellos. Los europeos salieron a combatirlos en el templo. Al ganarle a los indígenas, los castellanos regresaron a resguardarse donde estaba el resto de los suyos. El fraile mencionó que en alguna ocasión los españoles salieron de su fuerte para tomar algunas mazorcas de maíz. |
Muerte de Motecuhzoma | Según Sahagún, los mexicas encontraron los cuerpos de Motecuhzoma y de Itzquauhtzin tirados fuera de su palacio, cerca de uno de los muros. Posteriormente, los cadáveres fueron llevados a un oratorio denominado Copulco, en donde se les realizaron los preparativos correspondientes para poder ser incinerados. En la imagen que acompaña al texto se observa a dos españoles lanzando el cadáver de Motecuhzoma al lago; el cuerpo de Itzquauhtzin ya se encontraba flotando en el agua. |
Salida de la ciudad | Los europeos salieron por la noche mientras llovía; éstos se encontraban al frente de la marcha y los tlaxcaltecas atrás del contingente, y para cruzar entre las acequias utilizaban puentes de madera fabricados por ellos. |
Aviso de alerta entre los mexicas | Una mujer salió a tomar agua y se percató de la huida de los europeos; al ver esto, comenzó a gritar que los españoles huían y exhortó a los mexicas a combatir. Al escucharla un indígena que se encontraba en el templo de Huitzilopochtli comenzó a alertar a los demás. |
Recorrido por la calzada | Los mexicas comenzaron a atacar a los españoles por tierra y dentro de la laguna, lograron arrinconarlos en un lugar denominado Mictlantonco Macuilcuitlapilco; por un lado, los atacaban los mexicas tenochcas, y por el otro, los mexicas tlatelolcas. Los españoles lograron llegar a una acequia de nombre Tlaltecayocan; no obstante, el tramo en la calzada estaba destruido por lo cual españoles y tlaxcaltecas cayeron al agua, y los que aún quedaban vivos atravesaron por encima de los cadáveres para poder seguir su marcha. Llegaron así a Petlacalco, en donde se reagruparon y, posteriormente, se dirigieron a Puputla. |
Salida de la ciudad y muerte de indígenas nobles | Los conquistadores salieron de Puputla para llegar a las cercanías de Tlacopan, a un lugar denominado Tliliuhcan; ahí asesinaron al señor de Tlacopan, el cual era hijo de Motecuhzoma. A su vez, los nobles indígenas Tlaltecatzin y Tepanécatl Tecuhtli perdieron la vida en ese lugar. |
Batalla de Otumba y llegada a Tlaxcala | El contingente salió de Tlacopan sufriendo constantes ataques por parte de los mexicas en todo el camino. Los europeos y tlaxcaltecas arribaron a Otonteocalco y ahí fueron bien recibidos por los otomíes del pueblo de Teucalhuican, los cuales les otorgaron comida y bastimentos. Una vez recuperados, continuaron su marcha pasando por diversos asentamientos hasta llegar a Tlaxcala, en donde fueron acogidos con amabilidad. |
Acontecimientos | Historia e las Indias de Nueva España e Islas de Tierra Firme de fray Diego Durán |
Refugio de los conquistadores y batallas dentro de Tenochtitlan | Los mexicas cercaron a los españoles y eso provocó la falta de suministros dentro del refugio de los conquistadores. Su fortaleza sufría ataques por parte de los mexicas tanto de día como de noche. |
Muerte de Motecuhzoma | Según Durán, cuando los españoles dejaron la ciudad, los mexicas entraron en los aposentos donde aquellos estuvieron y encontraron el cadáver de Motecuhzoma atado con una cadena en los pies y con cinco puñaladas en el pecho. A unos pasos, los nobles indígenas que se encontraban prisioneros junto con el tlatoani también fueron asesinados a puñaladas. En opinión del fraile, la muerte de los indígenas principales debió de ocurrir antes de que los españoles dejaran el lugar. No obstante, el cronista aclaró que la muerte por puñaladas de los nobles indígenas es la versión que se cuenta entre los mexicas, mientras que los españoles afirman que murió a causa de una pedrada propiciada por los mismos indios. |
Salida de la ciudad | Una noche comenzó a llover fuertemente y esto hizo que los mexicas se refugiaran en sus casas y que los fogones y braceros que había en la ciudad se apagaran. Cortés decidió salir esa misma noche y les indicó a sus huestes que no se llevaran nada del oro, ya que éste seguiría en el lugar cuando regresasen. El capitán también les pidió que tomaran pan y provisiones para su viaje. |
Aviso de alerta entre los mexicas | Según Durán, varios españoles e indios salieron de los aposentos cargados de oro; esto hizo que su retirada fuera notada por una india, la cual avisó a los mexicas para que salieran a pelear. |
Recorrido por la calzada | Los mexicas comenzaron a atacar a los contingentes que huían. Algunos españoles regresaron a los aposentos de donde habían salido e intentaron resguardarse ahí; no obstante, fueron asesinados por los mexicas. Algunos europeos lograron pasar varios puentes; sin embargo, tanto tenochcas como tlatelolcas los atacaban dentro de las calzadas. Los españoles y tlaxcaltecas que traían cargando oro murieron fácilmente. Las acequias quedaron llenas de cadáveres y de riquezas. |
Salida de la ciudad y muerte de indígenas nobles | El contingente de europeos y tlaxcaltecas logró salir de la ciudad y llegar a un lugar que es denominado por Durán como Nuestra Señora de los Remedios. |
Batalla de Otumba y llegada a Tlaxcala | El cronista menciona que, al llegar los españoles a Otumba, los esperaban contingentes de indígenas otomíes y muchos otros pertenecientes a Teotihuacan, Tullan, Cuauhtitlan, Tenayuca y Tlalnepantla. Al ver a los europeos, los indígenas comenzaron a atacarlos desatando una ardua pelea. Los españoles lograron reclamar la victoria de esa batalla y continuaron hacia Tlaxcala. Una vez ahí, fueron bien recibidos y protegidos. |
Acontecimientos | Monarquía Indiana. De los veinte y un libros rituales y monarquía indiana, con el origen y guerras de los indios occidentales, de sus poblazones, descubrimiento, conquista, conversión y otras cosas maravillosas de la mesma tierra de fray Juan de Torquemada |
Refugio de los conquistadores y batallas dentro de Tenochtitlan | Los mexicas peleaban contra los españoles en el patio que estaba frente al Templo Mayor; los castellanos intentaban subir al recinto, pero los mexicas arrojaban piedras y tablas contra los conquistadores. Después de algunos intentos lograron subir y combatir a los mexicas, no obstante, varios de ellos se desplomaban desde lo alto del templo y caían muertos. Los europeos ganaron el templo, y arriba de éste encontraron cacao y comida que les sirvieron como provisiones. Sus aliados, los tlaxcaltecas y los cempoaltecas, comieron los cuerpos de los mexicas vencidos. Posteriormente, los españoles se vieron cada vez más acorralados pues los mexicas recrudecían el combate. Poco a poco sus tropas quedaron sin comida y sin agua. Según Torquemada, los castellanos sacaban agua de un pozo dentro del fuerte y ésta era dulce. Los mexicas arrojaban piedras e incendiaban los muros del fuerte con el fin de poder entrar. |
Muerte de Motecuhzoma | Según Torquemada, Motecuhzoma le solicitó a Malintzin que le comunicara a Cortés que él saldría a hablar con los mexicas para calmar la situación y acabar con la guerra. Motecuhzoma subió a una azotea acompañado de Cortés, Malintzin y un grupo de españoles, entre los que se encontraba uno que portaba un escudo, y que fue encomendado para cuidar del tlatoani. Así, Motecuhzoma les rogó que pararan la guerra; sin embargo, los mexicas lo insultaron y le arrojaron piedras y flechas. Una de las piedras golpeó al tlatoani en la sien y dejó convaleciente al señor de Tenochtitlan, quien, en su lecho de muerte, pudo hablar con Cortés y le solicitó que cuidara de sus hijos e hijas y que castigara a las personas que se habían levantado en su contra. No obstante, Torquemada también registró otra versión de la muerte del tlatoani: los españoles decidieron dar garrote a Motecuhzoma y a Itzquauhtzin, señor de Tlatelolco. Acto seguido, arrojaron los cuerpos de los dos principales fuera del fuerte, en un lugar denominado Tehuayoc. |
Salida de la ciudad | Cortés y sus soldados decidieron salir del fuerte. El capitán solicitó a Juan de Guzmán que él junto con los regidores y alcaldes recogieran el quinto del rey. Posteriormente, Cortés ordenó a Alonso de Ojeda que revisara los aposentos para ver si no se quedaba nadie. Los contingentes salieron por la calzada de Tacuba: al frente estaban Gonzalo de Sandoval y Antonio de Quiñones, junto con ellos iba el capitán Magarino con cincuenta hombres que llevaban cargando el puente elaborado con madera; en la retaguardia se encontraban Pedro de Alvarado, Cristóbal de Olid, Diego de Ordás y Juan Velázquez, y en los caballos cargaron a los heridos para que les resultara fácil la huida. De igual forma, llevaban consigo a un hijo y dos de las hijas de Motecuhzoma, así como a muchos nobles indígenas. Según Torquemada, Cortés se quería favorecer de la compañía de estos prisioneros de la casa del tlatoani para recuperar el control de la ciudad. |
Aviso de alerta entre los mexicas | Los castellanos habían podido huir sin ser vistos; lograron colgar el puente en la calzada y, mientras se apresuraban a pasar, una mujer mexica salió a tomar agua y se percató de la huida de los europeos. La mujer informó a los mexicas de la ciudad y fue escuchada por algunos indígenas que se encontraban en uno de los templos, quienes comenzaron a dar aviso al resto de los suyos. |
Recorrido por la calzada | Las tropas castellanas lograron pasar el primer tramo de la calzada que se encontraba en Tecpantzinco; sin embargo, tuvieron que abandonar el puente, ya que por los ataques los hombres ya no pudieron cargarlo. Al llegar al segundo tramo destruido en Toltecacalco los españoles encontraron una viga muy corta para pasar por ella. Varios de ellos, así como los heridos que iban a caballo, cayeron a la zanja y murieron. Los europeos que aún quedaban vivos pasaron sobre los cuerpos para poder salvarse. Según el cronista, los conquistadores podían escuchar los gritos y lamentos de los que caían al agua y se ahogaban, de los heridos en la calzada; sin embargo, al no poder verlos por la oscuridad de la noche, no pudieron salvarlos. |
Salida de la ciudad y muerte de indígenas nobles | Los castellanos dejaban atrás a los muertos y avanzaban combatiendo en la calzada. Cortés iba de un lugar a otro luchando contra los mexicas e intentando salvar a sus capitanes y a sus hombres. De esta forma lograron salir por Tacuba, no obstante, el oro, las armas y las pocas provisiones se perdieron en la batalla. Según Torquemada, los posibles nobles indígenas que murieron durante la salida de la ciudad fueron Cihuacohuatl, Tzihuacpopocatzin, Cipocatli y Teucuecuenotzin, todos ellos hijos de Motecuhzoma. |
Batalla de Otumba y llegada a Tlaxcala | Cortés y sus huestes emprendieron su marcha a Tlaxcala, y durante el trayecto fueron atacados por grupos indígenas. Al llegar a Otumba, los castellanos descansaron en la ladera oriente del monte Aztaquemecan; los mexicas que los seguían desde la ciudad se colocaron sin ser vistos en el lado poniente del cerro. En la mañana los españoles continuaron su marcha y los mexicas salieron por sorpresa a combatirlos. Una fuerte y aguerrida lucha surgió entre ambos bandos, y tras varias horas de combate Cortés logró ver a un capitán de los mexicas que, a su parecer, era la cabeza y organización del grupo. Se dirigió hacia donde estaba el capitán mexica de nombre Cihuacatzin y lo combatió; tras varios minutos de pelea logró vencerlo y, posteriormente, Juan de Salamanca decapitó al guerrero indígena. Al ver esto, los mexicas cesaron la guerra y se retiraron. Los castellanos continuaron su marcha hasta llegar a Hueyotlipa, poblado dentro de Tlaxcala, en donde fueron bien recibidos por los tlaxcaltecas. Ese mismo día fueron a verlos los señores de Tlaxcala, Maxixcatzin y Xicoténcatl, así como el señor de Huexotzinco, quien ya bautizado se llamó Juan Xuárez; estos nobles indígenas les ofrecieron alimento y ayuda a las tropas castellanas. |
Acontecimientos | Brevísima relación de la destrucción de las Indias de fray Bartolomé de las Casas |
Refugio de los conquistadores y batallas dentro de Tenochtitlan | Los mexicas atacaban a los españoles dentro de la ciudad de Tenochtitlan; varios de ellos se encontraban heridos. |
Muerte de Motecuhzoma | Según Bartolomé de las Casas, le pusieron un puñal en el pecho a Motecuhzoma e hicieron que hablara con los mexicas para pacificar la situación, no obstante, los indígenas ignoraron sus órdenes. |
Salida de la ciudad | Los conquistadores acordaron salir de la ciudad por la noche. |
Aviso de alerta entre los mexicas | Los mexicas se enteran de que los españoles huían. |
Recorrido por la calzada | Los mexicas les hicieron justa guerra a los españoles pues éstos cometieron diversas atrocidades contra los indígenas. Varios españoles quedaron muertos en los puentes que había en la laguna. |
Salida de la ciudad y muerte de indígenas nobles | |
Batalla de Otumba y llegada a Tlaxcala | |
Acontecimientos | Códice Aubin / Historia de la nación mexicana |
Refugio de los conquistadores y batallas dentro de Tenochtitlan | Se menciona que europeos y mexicas combatieron durante varios días. |
Muerte de Motecuhzoma | |
Salida de la ciudad | El autor indígena registró que los españoles salieron de la ciudad rumbo a Tlaxcala en la fiesta de Tecuilhuiltontli. |
Aviso de alerta entre los mexicas | Se registró la muerte de Motecuhzoma. Según el texto, el cadáver del tlatoani fue tomado por Apanécatl, quien lo trasladó a Huitzillan. Sin embargo, el cuerpo y su cargador fueron rechazados del lugar. Posteriormente, Apanécatl, junto con otros indígenas, se dirigió a Ecatitlan en donde fue atacado pues le lanzaron flechas para que se llevara el cadáver. Continuó su marcha con el tlatoani muerto a sus espaldas hasta Tecpantzinco, aunque no fue bien recibido. Es en Acatliyacapan donde aceptan e incineran a Motecuhzoma. En la imagen que acompaña al texto se representó a un cargador que lleva a sus espaldas un bulto mortuorio. |
Recorrido por la calzada | |
Salida de la ciudad y muerte de indígenas nobles | |
Batalla de Otumba y llegada a Tlaxcala | |
Acontecimientos | Anales de Tlatelolco, unos anales históricos de la nación mexicana |
Refugio de los conquistadores y batallas dentro de Tenochtitlan | Se menciona que estalló la guerra entre mexicas y conquistadores. |
Muerte de Motecuhzoma | Las muertes de Motecuhzoma y de Itzquauhtzin se registraron en el documento en el año 2 técpatl. |
Salida de la ciudad | Según el autor tlatelolca, los castellanos salieron en la noche en que se festejaba la fiesta de Tecuílhuitl; se menciona que los conquistadores murieron en el Canal de los Tolteca y los que quedaron vivos fueron obligados a dispersarse. |
Aviso de alerta entre los mexicas | |
Recorrido por la calzada | |
Salida de la ciudad y muerte de indígenas nobles | En el año 3 calli se registró la muerte de los príncipes Ciuacóuatl Tziuacpopocatzin y Cipactzin Tencuecuenotzin, así como la de los hijos de Motecuhzoma: Axayaca y Xoxopeuáloc. |
Batalla de Otumba y llegada a Tlaxcala | Los europeos recorren diversos poblados, pero en varios de ellos son alcanzados por los tlatelolcas, quienes los obligan a huir hasta llegar a Tlaxcala. |
Acontecimientos | Crónica Mexicana de Hernando Alvarado Tezozomoc |
Refugio de los conquistadores y batallas dentro de Tenochtitlan | Los tetzcocanos ayudaron a que Cortés pudiera ingresar a la ciudad para rescatar a los europeos atrapados. Las partes faltantes de las calzadas eran reparadas por los hombres tetzcocanos, quienes ayudaron a Cortés a pelear contra los mexicas. |
Muerte de Motecuhzoma | Según Alvarado Tezozómoc, los europeos pusieron un asalto a Motecuhzoma pues lo llevaron al techo de un pequeño edificio para hablar con los mexicas; estos últimos le lanzaron una pedrada que le provocó la muerte. Tezozómoc mencionó que esta acción no pudo dañarlo pues el tlatoani estaba muerto desde cinco horas antes, ya que los españoles le habían enterrado una espada en la parte baja, asesinando así al gobernante mexica. |
Salida de la ciudad | Cortés decidió salir por la noche de la ciudad y se llevó a la mitad de su contingente. |
Aviso de alerta entre los mexicas | |
Recorrido por la calzada | Los castellanos intentaron salir por la calzada de Tacuba. Según el cronista, en San Hipólito los emboscaron los mexicas y comenzaron a pelear. Los muertos y heridos fueron llevados por los mexicas a los templos para sacrificarlos. |
Salida de la ciudad y muerte de indígenas nobles | Los europeos lograron salir de la ciudad gracias a los tetzcocanos, pues éstos peleaban contra los mexicas y los detenían. |
Batalla de Otumba y llegada a Tlaxcala | El contingente de conquistadores llega a un valle entre Otumba y Cempohualan y los tetzcocanos les entregan comida para continuar su trayecto. Los europeos llegan a Cempohualan y ahí pasan la noche; posteriormente, se dirigen a Tlaxcala en donde son bien recibidos a su llegada. |
Acontecimientos | La conquista de México de Domingo Francisco de San Antón Muñón Chimalpahin Cuauhtlehuanitzin |
Refugio de los conquistadores y batallas dentro de Tenochtitlan | Chimalpahin utilizó y modificó la crónica de Francisco López de Gómara. Dentro de la narrativa de la batalla entre los mexicas y los castellanos, el cronista indígena sólo agregó verbos conjugados, artículos y palabras para unir algunas oraciones. |
Muerte de Motecuhzoma | El cronista respetó la narrativa de López de Gómara y sólo incluyó verbos, artículos y oraciones cortas para describir los acontecimientos o para unir dos ideas u oraciones. |
Salida de la ciudad | Chimalpahin se limitó a agregar muy pocas palabras en la narrativa que aborda la salida de los españoles en la calzada de Tlacopan. |
Aviso de alerta entre los mexicas | Incluyó algunas palabras y modificó la posición de otras para hacer más clara la escena. |
Recorrido por la calzada | En el texto el cronista modificó el orden de algunas palabras para que la oración tuviera más sentido. |
Salida de la ciudad y muerte de indígenas nobles | En su mayoría, Chimalpahin conservó la narrativa de López de Gómara y sólo agregó muy pocos artículos. |
Batalla de Otumba y llegada a Tlaxcala | En el relato sobre la batalla el cronista agregó algunos nombres de lugares (como Teotihuacan, Tenayucan y Quauhtitlan), así como verbos conjugados, artículos, adjetivos calificativos y varios gentilicios de grupos indígenas (como tlaxcaltecas y otomíes). |
Acontecimientos | Relación histórica de la nación tulteca y Historia Chichimeca de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl |
Refugio de los conquistadores y batallas dentro de Tenochtitlan | Cortés le había encomendado a un indígena noble que se realizara el mercado; no obstante, esto no se llevó a cabo por lo cual Cortés reprendió severamente al indígena, lo que desató la ira de los mexicas, quienes ya estaban hartos de los abusos de los españoles por lo que decidieron combatirlos. |
Muerte de Motecuhzoma | Según De Alva Ixtlilxóchitl, Cortés le mandó a Motecuhzoma que subiera a una torre y hablara con los mexicas para tranquilizarlos. El tlatoani emitió varias palabras a los indígenas; sin embargo, éstos le reprocharon su cobardía y le lanzaron flechas y piedras; una de las piedras lo golpeó en la sien y esto le provocó la muerte a Motecuhzoma cuatro días después. |
Salida de la ciudad | Al ver que los ataques mexicas eran cada vez más constantes y que Motecuhzoma había muerto, Cortés decidió poner a Cacamatzin como tlatoani de Tenochtitlan; sin embargo, los mexicas no lo aceptaron y eligieron a Cuitláhuac como tlatoani. Cercados por los mexicas, los españoles deciden salir una noche. Antes de partir, según De Alva Ixtlilxóchitl, asesinaron a Cacamatzin con cuarenta y siete puñaladas. Salieron de la ciudad el 10 de julio de 1520, y una vez avanzando por la calzada los mexicas se percataron de la huida de los castellanos y salieron a combatirlos. |
Aviso de alerta entre los mexicas | |
Recorrido por la calzada | En el barrio de Mazatzintamalco, en donde se encontraba la calzada Toltecaacalco, los mexicas cercaron a los españoles y los combatieron. Como resultado de este enfrentamiento, varios españoles y caballos quedaron muertos a lo largo de la calzada. |
Salida de la ciudad y muerte de indígenas nobles | Los castellanos se dirigieron hacia Tlacopan y se reagruparon en el cerro Tototépec, que posteriormente se llamó de Nuestra Señora de los Remedios. Durante la huida murieron varios nobles indígenas que Cortés había tomado prisioneros: cuatro hijos de Motecuhzoma de nombres Zoacontzin, Tzoacpopocatzin, Zepactzin y Tencuecuenotzin, así como cuatro hijas del tlatoani Nezahualpiltzintli. De igual forma murió Xiuhtototzin, quien era tlatoani de Teotihuacan, y que ayudaba a Cortés durante la huida. |
Batalla de Otumba y llegada a Tlaxcala | Las tropas dirigidas por Cortés emprendieron su viaje a Tlaxcala y conforme avanzaron en el territorio los indígenas los atacaron con el fin de asesinarlos. En Otompan los españoles enfrentaron a un gran contingente de indígenas que estaban preparados para pelear contra ellos. Los españoles lucharon aguerridamente y así pudieron ganar la batalla. Finalmente, llegaron a Hueyotlipan y Maxixcatzin salió a recibirlos y los acompañó hasta Tlaxcala, en donde fueron bien recibidos. |
Acontecimientos | Códice Ramírez. Relación del origen de los indios que habitan en la Nueva España según sus historias |
Refugio de los conquistadores y batallas dentro de Tenochtitlan | Los mexicas atacaron a los españoles por las crueldades que Pedro de Alvarado cometió contra ellos. |
Muerte de Motecuhzoma | Motecuhzoma salió a una azotea a hablar con los mexicas, pero éstos comenzaron a ofenderlo y le aventaron flechas y piedras. Una de estas piedras golpeó al tlatoani en la cabeza y esto le provocó la muerte cuatro días más tarde. No obstante, el autor del Códice registró que Motecuhzoma murió horas antes pues los españoles lo habían asesinado al acuchillarlo en el abdomen. |
Salida de la ciudad | Una noche, Cortés decidió salir con la mitad de sus tropas. |
Aviso de alerta entre los mexicas | |
Recorrido por la calzada | El contingente salió por Tacuba, sin embargo, los mexicas lo encontraron en San Hipólito y durante la batalla murieron varios españoles e indígenas. El resto de los castellanos que se habían quedado en el fuerte fueron capturados y sacrificados por los mexicas. |
Salida de la ciudad y muerte de indígenas nobles | Los europeos logran salir de la ciudad y emprenden su marcha. En el camino son atacados por varios grupos indígenas. |
Batalla de Otumba y llegada a Tlaxcala | En Otompan las tropas que huyeron de Tenochtitlan son atacadas. Tras una aguerrida pelea en donde resultan vencedores los europeos y sus aliados, siguen su camino y logran llegar a Tlaxcala en donde son bien recibidos por los gobernantes. |
Acontecimientos | Descripción de la ciudad y provincia de Tlaxcala de Diego Muñoz Camargo |
Refugio de los conquistadores y batallas dentro de Tenochtitlan | Los españoles y los tlaxcaltecas se encontraban resguardados en las casas de Motecuhzoma; los mexicas los atacaban constantemente. |
Muerte de Motecuhzoma | En un intento por calmar la situación, Motecuhzoma salió al techado de uno de los edificios e intentó hablar con los mexicas, sin embargo, éstos se amotinaron contra él, lo ofendieron y le lanzaron armas y piedras. Un mexica lanzó con una honda una piedra que impactó en la cabeza del tlatoani y le provocó la muerte. El cronista menciona que los conquistadores que él conoció le indicaron que antes de morir Motecuhzoma pidió ser bautizado, por lo cual murió siendo cristiano. |
Salida de la ciudad | Los conquistadores estaban desesperados pues las provisiones se les habían terminado, y para poder tomar agua hicieron algunos pozos; no obstante, el agua que emanaba de ellos era salobre. Se decidió que las tropas debían abandonar Tenochtitlan por la noche. |
Aviso de alerta entre los mexicas | Según Muñoz Camargo, los conquistadores salieron sin hacer ruido por la calle de Tacuba, sin embargo, fueron vistos por una vieja vendedora de comida que se encontraba en el barrio de Ayoticpac. Ella alertó a los mexicas para que salieran a pelear. |
Recorrido por la calzada | Al escuchar los gritos de la vendedora, los mexicas comenzaron a atacar a los españoles por tierra y agua, concentrándose así una gran cantidad de indígenas. |
Salida de la ciudad y muerte de indígenas nobles | Según el cronista, al ser una batalla en la laguna, entre acequias y con puentes destruidos, los españoles se vieron en desventaja y el resultado fue una batalla sin precedentes, muy cruel y sangrienta. De igual forma, Muñoz Camargo registra que murieron muchos españoles y tlaxcaltecas y sus cuerpos quedaron en los puentes y dentro de la laguna, tiñendo el agua de sangre. Los hispanos fundieron todo el tesoro de Motecuhzoma en barras de oro, mismas que durante la batalla se perdieron al caer al agua o quedar tiradas en la calzada. A su vez, la narrativa del cronista resalta a dos capitanes tlaxcaltecas que ayudaron a Cortés: el primero de nombre Antonio Temaxahuitzin y el segundo, Antonio Calmecahua; este último era de los encargados de cuidar el oro, es decir, iba en el contingente que llevaba consigo los tesoros que buscaban sacar de la ciudad. |
Batalla de Otumba y llegada a Tlaxcala | El contingente caminó hacia Tlacopan; posteriormente a Teocalhuiyacan y después a Tzacuhyocan. En este último lugar, según el autor, se construyó la ermita de Nuestra Señora de los Remedios. Los europeos llegaron a Otompan en donde fueron atacados por los tetzcocanos y se produjo una enorme batalla; sin embargo, los españoles lograron combatirlos y continuar su camino hacia Tlaxcala, en donde fueron recibidos por los indígenas gobernantes. |
Acontecimientos | Lienzo de Tlaxcala |
Refugio de los conquistadores y batallas dentro de Tenochtitlan | En dos imágenes se representó un palacio; dentro del patio se encuentran Cortés, Malintzin, los europeos y sus aliados indígenas. Afuera del recinto hay varios guerreros mexicas ataviados lanzando flechas y atacando la fortaleza de los conquistadores. De igual forma, se observa una batalla entre los europeos y los mexicas en un gran templo. |
Muerte de Motecuhzoma | |
Salida de la ciudad | En una imagen se representan dos edificios que son separados por un canal de agua en el que se hunden un caballo y una escalera. En uno de los edificios se observa a un español y a un indígena utilizando un cañón; en el otro, un español toca una trompeta. Ambos edificios son atacados por guerreros mexicas. |
Aviso de alerta entre los mexicas | |
Recorrido por la calzada | Se representó en una imagen la calzada o “canal de los tolteca” con un tramo destruido; van varios españoles a caballo y algunos indígenas a pie. En el tramo destruido se dibujó a varios españoles e indígenas hundiéndose en el agua, así como diversas partes de cuerpos flotando. Los guerreros mexicas se encuentran en canoas atacando la calzada y al contingente de conquistadores que huye por ese tramo. |
Salida de la ciudad y muerte de indígenas nobles | En una imagen se representó la llegada de Cortés a Tlacopan acompañado por Malintzin y doña Luisa, así como a algunos indígenas principales tlaxcaltecas. |
Batalla de Otumba y llegada a Tlaxcala | El contingente de conquistadores avanza en el territorio; a cada lugar a donde va se encuentra con un nuevo enfrentamiento hasta que consigue llegar a Tlaxcala y es bien recibido. En la imagen se muestra una abundancia de alimentos y aves. |
Acontecimientos | Códice Moctezuma |
Refugio de los conquistadores y batallas dentro de Tenochtitlan | |
Muerte de Motecuhzoma | En la imagen se observa un edificio en cuya azotea se encuentra Motecuhzoma hablando; de su cuello sale una soga que llega a las manos de un español que está detrás de él, es decir, se muestra al tlatoani mexica capturado, sometido y amarrado. A un costado del edificio puede verse el cuerpo de un indígena, el cual es apuñalado en el abdomen con una espada. |
Salida de la ciudad | |
Aviso de alerta entre los mexicas | |
Recorrido por la calzada | |
Salida de la ciudad y muerte de indígenas nobles | |
Batalla de Otumba y llegada a Tlaxcala |
Acontecimientos | Cartas de Relación de Hernán Cortés |
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Recibimiento en Tlaxcala |
Hernán Cortés y sus hombres
llegaron al territorio de Tlaxcala el domingo 8 de julio de 1520. Fueron
recibidos en una provincia llamada Hueyotlipan; a su encuentro acudieron
Maxicatzin y Xicoténcatl. Los tlaxcaltecas se mostraron consternados por la
derrota española en Tenochtitlan; no obstante, refrendaron su alianza con
Cortés, le ofrecieron asentarse en su ciudad principal y se mostraron
dispuestos a cuidar a los heridos. El capitán fue aconsejado por sus hombres para que se retiraran a la Villa Rica de la Vera Cruz, pues temían que los aliados indígenas los traicionaran al verlos tan debilitados. Cortés consideró que irse de la ciudad habría sido una muestra de debilidad mayor, por lo que permaneció en ella veinte días. |
Toma de Tepeaca |
Cortés recibió informes de que
en Tepeaca habían matado a diez o doce españoles que iban de camino desde la
Villa de la Vera Cruz hacia Tenochtitlan. Según el texto, el ejército
hispano aún estaba herido y “muy flaco” cuando salió de Tlaxcala. Los guerreros de Tepeaca salieron al encuentro de los hombres de Cortés; éste hizo los requerimientos de paz que consideró necesarios, aunque sin éxito. Los defensores trataron de cuidar las entradas a su pueblo y ciertas posiciones estratégicas, sin embargo, los atacantes tomaron la ciudad. Según Cortés, ningún español murió en las batallas y, al asegurar Tepeaca, también se hizo del control de muchos otros pueblos que le estaban sujetos. El extremeño, viendo la rebeldía de los tepeaqueños, ordenó tomar ciertos pobladores como esclavos, a manera de castigo y escarmiento. Cortés consideró que Tepeaca podía volver a rebelarse, por lo que fundó la villa Segura de la Frontera, donde también ordenó hacer una fortaleza. |
“Liberación” de Quauhquechollan |
Cortés recibió embajadores de
Quauhquechollan; éstos le aseguraron que daban su obediencia a la Corona
española y se disculpaban por no presentarse antes. Asimismo, los mensajeros
pidieron ayuda para librarse de algunos capitanes mexicas que permanecían en
su ciudad y que estaban al mando de una guarnición de treinta mil hombres
que esperaban en las afueras. Cortés envió a uno de sus capitanes al mando
de trece caballos, doscientos españoles y treinta mil indígenas aliados; su
plan era llegar sigilosamente a Quauhquechollan y, de acuerdo con los
locales, matar a los capitanes enemigos. De camino, el ejército fue contactado por gente de Huejotzingo; éstos afirmaban que eran conducidos a una emboscada. El capitán español apresó a los mensajeros huejotzincas y a los de Quauhquechollan, regresó a Cholula y escribió a Cortés, informándole de la situación. El extremeño decidió hacerse cargo personalmente, por lo que dejó sus asuntos y partió hacia el encuentro con sus hombres y aliados. Los españoles llegaron a las afueras de Quauhquechollan sin ser vistos, los locales rodearon a los capitanes mexicas e incluso hicieron algunos prisioneros; sin embargo, sus aposentos fueron el principal punto de resistencia. Cortés entró en la ciudad y sus fuerzas entablaron combate; cuando la guarnición mexica se enteró, intentó incendiar el poblado, lo que fue impedido por la caballería española. Los mexicas fueron perseguidos hasta un paso en el que les fue imposible avanzar, por lo que muchos murieron. Cortés afirmó que, tras la victoria, sus aliados indígenas saquearon e incendiaron la ciudad. |
Toma de Izúcar y alianza con otros pueblos |
Los españoles y sus aliados
descansaron en Quauhquechollan durante tres días; posteriormente, partieron
hacia Izúcar, donde había una guarnición mexica. Cortés narra que sus
aliados indígenas se contaban en más de ciento veinte mil; eran tantos que
cubrían casi todos los campos y sierras a la redonda. En Izúcar había cinco o seis mil guerreros defensores que, tras presentar una breve resistencia, se retiraron y fueron perseguidos. Los pobladores pidieron perdón a Cortés y le aseguraron que servirían al rey español a partir de ese momento. Asimismo, todos los poblados cercanos a Izúcar acudieron ante los hispanos para ofrecerles su amistad; también llegó gente de Huejotzingo y Coixtlahuaca. |
El nuevo tlahtoani de Tenochtitlan: Cuauhtémoc |
Cortés se enteró, gracias a los
cautivos de guerra, de que Tenochtitlan tenía un nuevo gobernante:
Cuauhtémoc, señor de Iztapalapa; también supo que la ciudad mexica se
fortalecía y departía guerreros constantemente. El extremeño atribuía la
sucesión de Cuauhtémoc al hecho de que los hijos de Motecuhzoma habían
muerto o no eran aptos para gobernar. Cuauhtémoc no sólo estaba dedicado a fortificar su ciudad, sino que también enviaba mensajeros para perdonar los pagos a sus pueblos tributarios y, así, ganar su apoyo. |
“Pacificación” de Zautla y Xalazingo |
A principios de diciembre de
1520, Cortés envió a uno de sus capitanes, al mando de veinte caballos,
doscientos españoles y numerosos aliados indígenas, para que “pacificara”
los poblados de Zautla y Xalazingo. Sus motivos eran el supuesto asesinato
de algunos hispanos en la región y la lealtad de estos pueblos hacia
Tenochtitlan. Dos días antes de Navidad, ya en Tlaxcala, Cortés fue informado de que “Catalmi” y Xalazingo habían jurado vasallaje al rey hispano, aunque no sin dar batalla. |
Llegada a Tetzcoco |
Cortés salió de Tlaxcala el 28
de diciembre de 1520; para ese entonces sus fuerzas estaban compuestas por
cuarenta caballos, quinientos cincuenta peones, ochenta ballesteros y
escopeteros y ocho o nueve tiros de artillería. Asimismo, contaba con la
alianza de numerosos pueblos indígenas. Los castellanos llegaron a Tetzcoco el 31 de diciembre de 1520 y, aunque fueron bien recibidos, sintieron desconfianza ante la poca gente que se veía en la ciudad. Cortés se percató de que los lugareños huían por la laguna hacia Tenochtitlan e intentó detenerlos, pero no tuvo éxito. Después de tres días, el extremeño recibió a enviados de Coatinchán, Huexotla y Atenco; éstos le prometieron obediencia. Cortés afirma que el señor de Tenochtitlan envió mensajeros a esos pueblos para reprenderlos por su sumisión ante los españoles, sin embargo, los enviados fueron apresados y llevados ante los hispanos. Finalmente, el capitán decidió liberar a los tenochcas y enviarlos de regreso a su ciudad; su objetivo era evitar la enemistad de los pueblos cercanos. |
Ataque a Iztapalapa |
Tras ocho días de estancia
pacífica en Tetzcoco, Cortés partió hacia Iztapalapa junto con doscientos
españoles, dieciocho hombres a caballo, treinta ballesteros, diez
escopeteros y entre tres y cuatro mil aliados indígenas. El extremeño afirma
que esta ciudad tenía hasta diez mil “vecinos” y dos terceras partes de ésta
se encontraba sobre el agua. Los defensores de Iztapalapa atacaron por tierra y agua, sin embargo, al final se retiraron por la laguna. Cortés afirma que sus fuerzas dieron muerte a seis mil indígenas y quemaron algunas casas. Mientras los españoles y sus aliados entraban en Iztapalapa, los indígenas de la ciudad rompieron una presa. El texto parece indicar que Cortés no se percató de esto hasta en la noche, cuando ordenó una apresurada retirada en la que se ahogaron varios de sus aliados y se perdió todo lo que se había tomado. El mismo capitán señala que, de haber permanecido más tiempo, habría quedado encerrado en la ciudad. Al amanecer del siguiente día, la laguna se llenó de canoas con guerreros, por lo que Cortés decidió volver a Tetzcoco. |
Alianza con Chalco |
Gonzalo Sandoval partió hacia
Chalco al mando de doscientos españoles, veinte caballos, algunos
ballesteros y escopeteros y muchos tlaxcaltecas. Fue enviado por Cortés,
pues éste tenía noticia de que los chalcas deseaban ser vasallos de la
Corona y, además, deseaba asegurar los caminos para enviar mensajeros y
tropas con seguridad. Sandoval fue atacado en su camino hacia Chalco; en una ocasión, sus enemigos sorprendieron la retaguardia del ejército y mataron a algunos tlaxcaltecas. No obstante, el capitán español logró asegurar el camino. Los españoles fueron muy bien recibidos en Chalco y algunos de los “principales” acompañaron a Sandoval hasta Tetzcoco para encontrarse con Cortés, a quien regalaron objetos con un valor de trescientos pesos oro, le pidieron perdón por las guerras pasadas, en las que negaron su participación, y le aseguraron su amistad. Al día siguiente regresaron a su ciudad, escoltados por Gonzalo Sandoval y algunos hombres más. |
Ataque a los pueblos del lago y preparación final de los bergantines |
Cortés recibió noticias de que
varios poblados cercanos a Tetzcoco se preparaban para combatirlos, por ello
marchó con parte de sus fuerzas para dispersar a los atacantes que se
reunían. Al día siguiente, algunos mensajeros de los pueblos mencionados
fueron ante el capitán para pedirle perdón y le aseguraron que ya no
recibirían instrucciones de Tenochtitlan. Poco tiempo después, los españoles recibieron a algunos hombres de Chalco que pedían ayuda ante un supuesto inminente ataque de Tenochtitlan; sin embargo, Cortés no estaba en condiciones de enviarles refuerzos. La llegada de los chalcas coincidió con la visita de varios emisarios de Huejotzingo y Quauhquechollan; el extremeño les indicó que debían confederarse y ayudarse entre sí. Tres días después, Cortés mandó a Gonzalo Sandoval a que atacara un poblado, en la frontera tlaxcalteca, cuyo nombre no menciona, porque en ese lugar habían matado a algunos españoles que viajaban desde la Villa Rica. Con esto, el capitán pretendía asegurar el camino para el transporte de los bergantines, cuya construcción había concluido cerca de Tlaxcala. Los tlaxcaltecas marcharon para encontrarse con Cortés en Tetzcoco: “Yutecad” y “Teutipil”, al mando de diez mil guerreros, y “Chichimecatecle”, con otros diez mil hombres; también se menciona que con ellos iban dos mil cargadores. Cortés partió de Tetzcoco con trescientos españoles, veinte caballos, cincuenta ballesteros y escopeteros, seis tiros pequeños y treinta mil aliados indígenas. En primer lugar, atacaron y quemaron Xaltocan, aunque con gran esfuerzo; posteriormente, llegaron a “Goatitan”, avanzaron hacia “Tenainca” y Azcapotzalco, en donde no hallaron resistencia, y finalmente, atacaron Tacuba, donde encontraron una considerable oposición. Cortés afirma que la ciudad fue saqueada y quemada por sus aliados indígenas. El extremeño trató de dialogar o averiguar la situación de los mexicas de Tenochtitlan desde Tacuba; éstos se mantenían firmes en la defensa de su ciudad, por lo que españoles y tlaxcaltecas volvieron hacia Tetzcoco. |
Campaña del sur parte 1 |
De regreso en Tetzcoco, Cortés
recibió otra petición de ayuda de parte de Chalco, por lo que envió a
Gonzalo Sandoval al mando de trescientos hombres y veinte caballos. Sandoval
llegó a la ciudad, cuyos guerreros ya estaban preparados y acompañados por
gente de Huejotzingo y Quauhechollan. El ejército combinado atacó Huaxtepec
y Acapichtla, esta última fue especialmente difícil de tomar, pues estaba
bien fortificada; posteriormente, Sandoval regresó a Tetzcoco. Cortés narra que los chalcas rechazaron un gran ataque mexica y poco después, el 28 de marzo de 1521, recibió mensajeros de Tizapán, “Mascalcingo” y “Nautan”, que se daban por vasallos del monarca castellano. |
Campaña del sur parte 2 |
Cortés salió hacia Chalco el 5
de abril de 1521, con él iban trescientos peones, treinta caballos y veinte
mil hombres de Tetzcoco. Durante su marcha por el territorio chalca se le
unieron otros cuarenta mil guerreros. El extremeño escribió que su ejército marchó entre dos sierras “muy agras” y atacó un peñol fortificado, sin embargo, les fue imposible tomarlo. Posteriormente, atacaron otro peñol, menos protegido, y lograron asegurarlo. Durante este tiempo, las fuerzas de Cortés sufrieron por el calor y la falta de agua en la zona. Los españoles y sus aliados partieron hacia Huaxtepec. De ahí atacaron Yauhtepec, cuyos defensores estaban desprevenidos. Cortés ordenó quemar la ciudad. Desde aquí, el ejército fue hacia Cuauhnáhuac, población bien fortificada y defendida por numerosos guerreros; su captura fue posible gracias a que varios tlaxcaltecas entraron en la ciudad por un paso peligroso y no vigilado, lo que causó caos entre los defensores. |
Xochimilco |
Tras descansar una noche en
Cuauhnáhuac, los españoles y sus aliados partieron para Xochimilco. La
ciudad estaba edificada en la parte dulce del lago y fortificada con
albarradas y acequias; también se habían retirado los puentes que llevaban a
las entradas. Las fuerzas de Cortés ganaron terreno poco a poco, y el mismo
capitán estuvo a punto de ser capturado cuando su caballo cayó de cansancio,
pero fue auxiliado por un guerrero tlaxcalteca y uno de sus
mozos. Tomada la ciudad, los hispanos resistieron el ataque de los xochimilcas y gente de Tenochtitlan que acudió por tierra y por agua, en canoas. Después de tres días, y sin dejar de ser agredidos, Cortés incendió la ciudad y ordenó a sus fuerzas la retirada. |
Acontecimientos | Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo |
Recibimiento en Tlaxcala |
Bernal Díaz del Castillo afirma
que él y sus compañeros temían sobre la postura de los tlaxcaltecas al
verlos derrotados y débiles; narra que Cortés les pidió que no causaran
ningún problema en Tlaxcala, sobre todo a los hombres de Pánfilo de
Narváez. Los españoles llegaron a Hueyotlipan, donde compraron algunos alimentos y finalmente fueron contactados por los señores tlaxcaltecas: Maxicatzin, Xicoténcatl y Chihimecatecle. Éstos refrendaron su alianza con los hispanos e invitaron a Cortés y sus hombres a que se fueran a la cabecera de Tlaxcala. Bernal cuenta que, durante la recuperación en Tlaxcala, los principales de la ciudad enfrentaron algunos problemas internos: Xicoténcatl el Joven trataba de convocar a su gente para exterminar a los españoles, sin embargo, Chihimecatecle, Maxicatzin y Xicoténcatl el Viejo se lo impidieron. El cronista no es muy claro con el destino final del conspirador, pues tan sólo menciona que se le exhibió y humilló ante el consejo tlaxcalteca. |
Toma de Tepeaca |
Tras veintidós días en Tlaxcala,
Cortés ordenó marchar hacia Tepeaca, con el argumento de que ahí habían
matado a muchos españoles. No obstante, antes de partir, la hueste hispana
debió resolver la renuencia a combatir de los hombres que habían servido a
Pánfilo de Narváez, pues éstos se negaban a seguir peleando. Finalmente,
Cortés partió con cuatrocientos veinte españoles, tan sólo siete caballos,
seis ballestas y dos mil aliados tlaxcaltecas. Cortés trató de negociar, sin éxito, la rendición de Tepeaca. Al día siguiente, la guarnición mexica se enfrentó con los españoles y los tlaxcaltecas en unos llanos cercanos a la ciudad; los defensores fueron derrotados y perseguidos cuando se retiraban. En el texto se afirma que sólo murieron tres tlaxcaltecas y un caballo y que hirieron a doce españoles. Tras la derrota, los habitantes de Tepeaca expulsaron a los mexicas y dieron su vasallaje al monarca español. Cortés fundó la villa de Segura de la Frontera para afianzar la región. Tanto tlaxcaltecas como españoles tomaron como esclavos a numerosos tepeaqueños y a gente de otros dos poblados, llamados Cachula y Tecamachalco. |
“Liberación” de Quauhquechollan |
Según Bernal, los habitantes de
Quauhquechollan enviaron mensajeros a Cortés para que les ayudara a liberar
a su pueblo de los robos y saqueos de las guarniciones mexicas. Para ello,
el extremeño envió a Cristóbal de Olid al frente de más de trescientos
españoles, los mejores caballos y muchos aliados
tlaxcaltecas. Algunos aliados indígenas atemorizaron a los hombres que habían servido a Narváez, pues afirmaron que les esperaba una fuerza aún mayor a la combatida en Otumba. Por esta razón, varios soldados comunicaron a Olid su negativa de seguir adelante. El capitán español regresó hacia Cholula y escribió a Cortés. La respuesta del extremeño molestó mucho a Olid, por lo que reprendió a los posibles desertores y continuó la marcha. Los caciques de Quauhquechollan recibieron a los españoles y les informaron sobre las posiciones exactas de la guarnición mexica. Bernal afirma que, en menos de una hora, los defensores de la ciudad emprendieron la retirada; también recuerda, con cierto asombro, que los tlaxcaltecas y los lugareños mataron y apresaron a muchos mexicas. |
Toma de Izúcar y alianza con otros pueblos |
La guarnición de Quauhquechollan
se refugió en Izúcar, en donde quebraron un puente para obstruir la entrada
a la ciudad; no obstante, Cristóbal de Olid derrotó rápidamente a los
mexicas. Bernal resalta que el capitán español arremetió con tal enojo que
sufrió una herida en el muslo y casi matan a su caballo. Tras la derrota mexica, varios caciques de poblados cercanos se presentaron ante Olid para ofrecer su vasallaje. |
El nuevo tlahtoani de Tenochtitlan: Cuauhtémoc | Bernal cuenta que los mexicas alzaron a un nuevo gobernante, Cuauhtémoc, pues el anterior murió de viruela. El texto lo describe como un hombre de veinticinco años, esforzado y que pronto se hizo temer por todos. El nuevo señor de Tenochtitlan envió regalos y perdonó tributos a los pueblos que dominaba para animarlos a combatir a los españoles; también mandó numerosas guarniciones para reforzar sitios estratégicos. |
“Pacificación” de Zautla y Xalazingo |
La hueste española recuperó
fuerza gracias a las aportaciones de los navíos al mando de Pedro Barba y
Rodrigo de Morejón de Lobera. Aunque fueron enviados por Diego Velázquez,
éstos terminaron aliándose con Cortés. También recibieron refuerzos de
navíos al mando de un capitán llamado Camargo, los de Garay, otros de Miguel
Díaz de Auz y, por último, de Ramírez el Viejo. En este contexto, Cortés recibió noticias de que en Zautla y Xalacingo habían asesinado a muchos soldados españoles y les habían robado el oro que transportaban. El capitán decidió enviar a Gonzalo de Sandoval para castigar a los pueblos mencionados. Los españoles entraron al pueblo, Bernal no especifica cuál, desde dos puntos y, tras una considerable resistencia, expulsaron a los mexicas. Tras la victoria, los españoles esclavizaron a muchas mujeres y “muchachos”. Los caciques de Zautla y Xalacingo se presentaron ante Sandoval para pedirle perdón y ofrecer su obediencia al monarca hispano; también le informaron que ya no tenían el oro robado. Poco después, Cortés recibió la visita de los señores de Zautla, Xalacingo y muchos otros pueblos de la región, y todos le ofrecieron su vasallaje. |
Llegada a Tetzcoco |
Cortés partió hacia Tetzcoco
después de la Pascua de Navidad. Bernal no recuerda el número exacto de las
fuerzas hispanas, pero afirma que Xicoténcatl el Viejo aportó, al menos,
diez mil guerreros tlaxcaltecas al mando de Chichimecatecle. El ejército
marchó con mucho cuidado y desconfianza, sin embargo, llegó sin mayor
problema hasta un poblado sujeto a Tetzcoco. Bernal afirma que lo mexicas no
se animaron a atacarlos porque tenían algunos problemas con los tetzcocanos
y porque todavía no se recuperaban de la viruela. Cortés y sus fuerzas fueron recibidos pacíficamente en Tetzcoco, se les aposentó y alimentó. El extremeño solicitó a los lugareños que le devolvieran el oro que los españoles habían perdido durante su retirada de Tenochtitlan, pero ya estaba en posesión de los mexicas. La ciudad lucía vacía y sus pobladores permanecían resguardados, lo que causó desconfianza entre los hispanos y sus aliados. Ante esta situación, Cortés ordenó a Pedro de Alvarado y a Cristóbal de Olid que subieran a un templo para observar todo el lugar; éstos se percataron de que los habitantes huían por el lago hacia Tenochtitlan. El extremeño ordenó capturar al señor de Tetzcoco, pero fue el primero en huir. Durante su estancia en Tetzcoco, Cortés pidió mano de obra a sus aliados indígenas para que ensancharan los canales y acequias por los que debían pasar los bergantines que se construían en territorio tlaxcalteca. Durante estos días, los españoles recibieron a mensajeros de Coatinchán y otros pueblos tributarios de los tetzcocanos, quienes ofrecieron disculpas por las guerras pasadas y dieron su vasallaje. |
Ataque a Iztapalapa |
Tras doce días de estancia en
Tetzcoco, Cortés consideró necesario iniciar la marcha hacia Iztapalapa;
llevó consigo a Andrés de Tapia, Cristóbal de Olid, trece caballos, veinte
ballesteros, seis escopeteros, doscientos veinte soldados, a los aliados
tlaxcaltecas y a algunos guerreros de un aliado indígena al que se nombra
como don Hernando. Iztapalapa estaba edificada, en parte, sobre el agua; en su auxilio acudieron ocho mil guerreros que opusieron una intensa resistencia ante los atacantes. Bernal cuenta que, repentinamente, los combatientes mexicas dejaron el campo de batalla, huyendo en canoas y refugiándose en las casas emplazadas sobre el agua, permitiendo que los españoles se establecieran en la ciudad. No obstante, se trató de un ardid, pues se liberó el agua de dos acequias que casi ahogó a las fuerzas de Cortés; varios tlaxcaltecas no pudieron escapar, pues no sabían nadar. Los españoles perdieron la pólvora, pues ésta se mojó, y pasaron una mala noche: empapados, con frío, hambre, y humillados por las burlas, gritos y silbidos que les dedicaban los mexicas. Al día siguiente, Cortés decidió regresar a Tetzcoco, pues numerosas canoas con guerreros indígenas se reunieron para expulsarlos. |
Alianza con Chalco |
Cortés se enteró de que Chalco y
“Tamanalco” deseaban aliarse con él, sin embargo, éstos necesitaban su ayuda
para librarse de las guarniciones enviadas por Tenochtitlan. El extremeño
despachó a Gonzalo de Sandoval y a Francisco de Lugo para que expulsaran a
los mexicas de territorio chalca y para que aseguraran los caminos; los
envió junto con quince caballos, doscientos españoles, algunos escopeteros y
ballesteros y aliados tlaxcaltecas. Durante la marcha, los tlaxcaltecas en la retaguardia del ejército de Sandoval fueron atacados por los mexicas, que causaron estragos y mataron a dos ballesteros antes de que el capitán español acudiera a combatirlos. Posteriormente, Sandoval entabló combate con una gran fuerza y, tras derrotarla, los señores de Chalco salieron a recibirlo amistosamente. Hispanos y aliados indígenas regresaron a Tetzcoco acompañados de los hijos del recién difunto gobernante de Chalco; según Bernal, su última voluntad fue que su pueblo buscara la amistad de los españoles. Cortés recibió con gran entusiasmo a los chalcas, quienes le ofrecieron su alianza y vasallaje; esto también incluía a todos los pueblos sujetos a Chalco. |
Ataque a los pueblos del lago y preparación final de los bergantines |
Cortés envió una fuerza
comandada por Gonzalo de Sandoval para escoltar a los chalcas de vuelta a su
ciudad, y atacar un poblado al que llamaron Pueblo Morisco (posiblemente
Calpulalpan) y, finalmente, para que fuera a Tlaxcala por la madera de los
bergantines. Bernal afirma que en el Pueblo Morisco asesinaron a cuarenta soldados españoles; cuando Sandoval atacó, la gente huyó y tan sólo capturaron a algunos “indios principales”. El texto narra que los españoles encontraron sangre y dos caras desolladas de sus compañeros, ofrecidas a los dioses indígenas; también hallaron cuatro pieles de caballos y ropas castellanas. Posteriormente, Sandoval partió hacia Tlaxcala, donde se reunió con el ejército que escoltaba los materiales para la construcción de los bergantines. Esta fuerza estaba compuesta por ocho mil tlaxcaltecas, al mando de Chichimecatelce, Teuctepil y Ayotecatl, y por un grupo de españoles dirigidos por Martín López. Cortés ordenó atacar Xaltocan a los cinco días de la llegada de los tlaxcaltecas a Tetzcoco. Bernal resalta que esta decisión fue tomada porque los guerreros indígenas estaban ociosos, les empezaban a faltar las provisiones y su comandante, Chichimecactle, estaba ansioso por ir a la guerra. El extremeño lideró una fuerza compuesta por doscientos cincuenta españoles, treinta caballos, numerosos ballesteros y escopeteros, todos los tlaxcaltecas y una capitanía de guerreros tetzcocanos. Bernal afirma que la guarnición mexica que defendía Xaltocan se retiró hacia los montes tras sufrir algunas bajas. Después de resistir un contraataque mexica, las fuerzas de Cortés partieron hacia Cuauhtitlán, luego a Tenayuca y después hacia Azcapotzalco; todos estos sitios estaban abandonados. Finalmente, los españoles y sus aliados llegaron a Tacuba, en donde encontraron gran resistencia pues era un punto muy cercano a Tenochtitlan. Los mexicas efectuaron una falsa retirada para emboscar a sus enemigos en un puente; esta estrategia tuvo éxito y, según cuenta Bernal, el mismo Cortés escapó con trabajo, gracias a una retirada ordenada. Los combates en Tacuba siguieron durante otros cinco días, hasta que los españoles regresaron a Tetzcoco. |
Campaña del sur parte 1 |
Cortés recibió una petición de
ayuda de los chalcas, por lo que les envió a Gonzalo de Sandoval al frente
de doscientos soldados, veinte caballos, diez o doce ballesteros y
escopeteros y aliados tlaxcaltecas y tetzcocanos. Llegó a territorio de
Chalco el 12 de marzo de 1521; ahí le indicaron que debía dirigirse a
Huaxtepec, en donde se reunían las fuerzas mexicas. El ejército de Sandoval fue confrontado por los mexicas cerca de Huaxtepec; empujándolos, poco a poco, de vuelta a la ciudad; la caballería fue poco eficaz debido al terreno. Los hispanos y sus aliados llegaron a las afueras de Huaxtepec, y ahí les sacaron mayor provecho a los caballos, sin embargo, la resistencia que encontraron fue intensa. Tras una breve pausa para curar a los heridos y un ataque sorpresa de los mexicas, Sandoval logró despejar el poblado. El capitán español intentó negociar la rendición de Acapistla, pero no tuvo éxito. A pesar de que muchos de sus hombres estaban heridos, decidió partir para tomar la ciudad. La resistencia que encontró fue considerable, pues Acapistla estaba en una posición elevada. Los españoles y aliados indígenas que treparon sufrieron muchas heridas; el mismo Sandoval fue “descalabrado”. Tras un intenso combate la ciudad fue ganada. Bernal afirma que los tlaxcaltecas fueron los más crueles, pues mataron a muchos, tomaron mujeres y saquearon objetos de valor. Gonzalo de Sandoval volvió hacia Tetzcoco, aunque fue enviado de vuelta inmediatamente, pues los chalcas supieron que un ejército de veinte mil mexicas se dirigía a atacarlos. Para cuando Sandoval llegó, los guerreros de Chalco, aliados con Huexotzingo, ya habían derrotado a sus atacantes. |
Campaña del sur parte 2 |
Según Bernal, los españoles
debían ayudar a los chalcas cada semana, por lo que Cortés decidió acudir
personalmente y, así, poner fin a los ataques mexicas en la región. El
extremeño partió con trescientos soldados, treinta caballos, veinte
ballesteros, quince escopeteros y muchos aliados indígenas; en Chalco se les
unieron más de veinte mil guerreros de la región, así como huexotzincas y
hombres de otros pueblos. Bernal recuerda, con cierto asombro, el inmenso
tamaño del ejército reunido en aquella ocasión. Las fuerzas al mando de Cortés partieron desde Chimalhuacán y atravesaron una región serrana en donde había numerosas fortificaciones, sin embargo, siguieron su marcha hasta Yautepec. Los españoles y sus aliados atacaron un peñol, tuvieron algunas pérdidas, sufrieron numerosas heridas y, finalmente, se retiraron. El ejército marchó, afectado por la falta de agua, hacia otro peñol; no lograron escalarlo ni atacar a sus defensores, pues estaba muy asegurado. Al día siguiente, Cortés ubicó a sus ballesteros y escopeteros en una posición elevada para que pudieran disparar hacia el peñol y aunque no lograron hacer gran daño, los defensores se rindieron, pues también sufrían de falta de agua. La hueste de Cortés llegó a Huaxtepec y desde ahí partió hacia Cuauhnáhuac, que estaba resguardada por una gran guarnición mexica. En el camino, el ejército atacó Tepoztlán, cuyos defensores estaban desprevenidos; la mitad de las casas fueron quemadas. Cuaunáhuac estaba muy fortificada y no tenía entradas para la caballería. Bernal cuenta que varios tlaxcaltecas y españoles se percataron de que podían burlar las defensas de la ciudad trepando por unos árboles; gracias a esto, algunos hombres lograron atacar a los mexicas en la retaguardia. Con esta victoria, Cortés aseguró la región y partió hacia Xochimilco. |
Xochimilco |
De camino a Xochimilco, los
españoles y sus aliados indígenas sufrieron de sed, incluso algunos
murieron. Bernal afirma que, en las afueras de la ciudad, él mismo se
aventuró para encontrar agua, lo que dio alivio a una parte del
ejército. La mayor parte de Xochimilco estaba sobre el agua y bien defendida. Durante la batalla, Cortés fue derribado de su caballo y hubiera sido capturado de no ser porque Cristóbal de Olea acudió en su ayuda. Tras vencer una ardua resistencia, los españoles aseguraron el lugar. Según Bernal, los hispanos soportaron, durante varios días el ataque de miles de guerreros mexicas que acudían a Xochimilco por tierra y agua; ambos bandos hicieron prisioneros durante los combates, lo que les permitió enterarse de la situación del otro. Ante esto, Cortés ordenó la retirada hacia Coyoacán; durante la marcha, los mexicas persistieron en sus ataques. |
Acontecimientos | Relación breve de la conquista de la Nueva España de fray Francisco de Aguilar |
Recibimiento en Tlaxcala | Maxicatzin recibió a los españoles derrotados, los proveyó de alimentos abundantes y les dio hospedaje. Este mismo señor tlaxcalteca impidió que Xicoténcatl matara a Cortés y a sus hombres; había sido convencido con regalos que le enviaron desde Tenochtitlan. |
Toma de Tepeaca |
Cortés recuperó fuerzas gracias
a los hombres de la armada de Garay, gobernador de Jamaica. Esto permitió al
extremeño juntar algunos hombres y caballos para marchar hacia Tepeaca.
Aguilar afirmó que la ciudad se rindió sin dar batalla y dio su obediencia
al rey español. El autor no cuenta el resto de las incursiones españolas, tan sólo se limita a decir que, desde Tepeaca, Cortés enviaba capitanes que siempre eran recibidos en son de paz y les rendían vasallaje. |
“Liberación” de Quauhquechollan | |
Toma de Izúcar y alianza con otros pueblos | |
El nuevo tlahtoani de Tenochtitlan: Cuauhtémoc | Aguilar no menciona a Cuauhtémoc, pero narra que Tenochtitlan se fortalecía, juntaba provisiones y guerreros de todas las provincias cercanas. También preparaban acequias y albarradas para defenderse. |
“Pacificación” de Zautla y Xalazingo | |
Llegada a Tetzcoco | Cortés ordenó que se cortara madera y se llevara a Tetzcoco para hacer bergantines. El cronista cuenta que Tetzcoco era casi tan grande y poderosa como Tenochtitlan, sin embargo, los españoles fueron recibidos pacíficamente, pues el señor de la ciudad, Coahuanacotzin, y uno de sus hermanos habían partido para fortalecerse en Tenochtitlan. |
Ataque a Iztapalapa | |
Alianza con Chalco | |
Ataque a los pueblos del lago y preparación final de los bergantines | Según Aguilar, Cortés envió capitanes para pacificar a todos los pueblos alrededor del lago; en el texto tan sólo se menciona que el objetivo se logró, aunque los principales guerreros de la región permanecían en Tenochtitlan. |
Campaña del sur parte 1 | |
Campaña del sur parte 2 | |
Xochimilco | Aguilar menciona que Xochimilco era una gran ciudad que, posteriormente, tan sólo conservó unas diez mil casas. |
Acontecimientos | Relación de méritos y servicios del conquistador Bernardino Vázquez de Tapia. Vecino y regidor de esta gran ciudad de Tenustitlan, México de Bernardino Vázquez de Tapia |
Recibimiento en Tlaxcala |
Cortés y sus fuerzas debilitadas
fueron bien recibidos en Tlaxcala, en donde pasaron varios días curándose y
descansando. Los tlaxcaltecas reafirmaron su alianza con los españoles y
prometieron ayudarlos en guerras futuras. Posteriormente, el capitán
escribió a la Villa Rica de la Veracruz para que enviaran algunos
refuerzos. Bernardino Vázquez de Tapia afirmó que los tlaxcaltecas pudieron acabar con el malherido ejército de Cortés. |
Toma de Tepeaca | Cortés partió hacia Tepeaca junto con sus hombres y más de tres mil aliados tlaxcaltecas. Según Vázquez de Tapia, tardaron varios días en combatir a todos los pueblos de la región hasta que, finalmente, llegaron a Acatcingo y luego a Tepeaca. |
“Liberación” de Quauhquechollan | El autor narra que, tras la toma de Tepeaca, Cortés conquistó los pueblos de Tecamachalco, Quecholac, Tehuacán, Zapotitlán, “Estecala”, Cholula, “Guaquechula”, “Mitlán”, Nepatlán y muchos más. No se da mayor detalle al respecto. |
Toma de Izúcar y alianza con otros pueblos | |
El nuevo tlahtoani de Tenochtitlan: Cuauhtémoc | |
“Pacificación” de Zautla y Xalazingo | |
Llegada a Tetzcoco | Cortés y sus fuerzas partieron hacia Tetzcoco, en donde debían hacerse los bergantines. |
Ataque a Iztapalapa | |
Alianza con Chalco | |
Ataque a los pueblos del lago y preparación final de los bergantines | Vázquez de Tapia sólo dice que él participó en todas las batallas previas al ataque a Tenochtitlan. Resalta el hecho de que estuvo a cargo de enfrentamientos con caballería. |
Campaña del sur parte 1 | |
Campaña del sur parte 2 | |
Xochimilco | Bernardino Vázquez de Tapia fue enviado hacia la Villa Rica Vieja para recibir algunos navíos recién llegados, por lo que alcanzó a Cortés en Coyoacán, cuando Tenochtitlan ya estaba sitiada. |
Acontecimientos | Historia de las Indias y conquista de México de Francisco López de Gómara |
Recibimiento en Tlaxcala |
Los españoles se alegraron de
ver las sierras tlaxcaltecas, aunque también temieron que sus aliados los
traicionaran al verlos derrotados y débiles. El ejército llegó a
Hueyotlipan, donde fueron bien recibidos y proveídos durante tres días.
Posteriormente, fueron contactados por Maxicatzin, Xicoténcatl y Acxotecatl.
López de Gómara afirma que estos señores de Tlaxcala iban al frente de
cincuenta mil hombres de guerra para acudir en ayuda de sus aliados
españoles. Cortés y sus hombres fueron conducidos a la cabecera de Tlaxcala, en donde fueron muy bien recibidos y se les dieron muchos regalos. El cronista hace hincapié en la hospitalidad y benevolencia de Maxicatzin, pues, además de todo, éste impidió que Xicoténcatl el Joven organizara al pueblo para matar a los españoles y, así, ganarse la amistad de los mexicas. La mayoría de los hombres de Cortés pudieron curarse, sin embargo, algunos murieron por falta de atención a sus heridas. |
Toma de Tepeaca |
Tras veinte días de reposo,
Cortés ordenó atacar Tepeaca, lugar en el que habían asesinado a doce
españoles que iban desde Veracruz hacia Tenochtitlan; además, esta ciudad
era aliada de los mexicas y agredían constantemente a Tlaxcala. Maxicatzin
aportó cuarenta mil guerreros y varios cargadores para el
ataque. Cortés intentó negociar la rendición pacífica, pero no tuvo éxito. López de Gómara afirma que los defensores de Tepeaca pelearon arduamente, pero al final fueron derrotados sin que muriera ningún español. Los habitantes del lugar dieron su vasallaje a la Corona española; Cortés, en castigo, esclavizó a muchos indígenas, derribó sus ídolos y fundó la villa de Segura de la Frontera. |
“Liberación” de Quauhquechollan |
En Tepeaca, Cortés recibió la
visita de mensajeros del señor de Quauhquechollan; éstos le informaban que
deseaban su ayuda para expulsar a las guarniciones mexicas que consumían sus
provisiones y tomaban a sus mujeres. El extremeño se alegró y mandó a los
enviados de regreso junto con más de trescientos españoles, trece caballos,
treinta mil tlaxcaltecas y otros aliados indígenas. Según el texto, en
Quauhquechollan estaban varios capitanes mexicas y en los alrededores había
hasta treinta mil guerreros. López de Gómara cuenta que los capitanes españoles creyeron que los de Quauhquechollan y los huexotzingas planeaban llevarlos a una emboscada, por lo que éstos fueron aprendidos y la hueste se dirigió a Cholula para escribir a Cortés. No obstante, se trató de un malentendido, y el extremeño aclaró la confusión: tras interrogar a los mensajeros, explicó a sus hombres que el plan era meter a los españoles en la ciudad sigilosamente, sin que fueran vistos por los mexicas. Cortés decidió ir al frente del ejército para evitar más problemas. Por la noche, los indígenas que pidieron la ayuda de Cortés rodearon a los capitanes mexicas y, al amanecer, los españoles atacaron Tepeaca; para ese momento los de Quauhquechollan ya habían tomado cuarenta prisioneros. Durante la batalla, una guarnición mexica acudió para ayudar a sus compañeros e intentaron incendiar la ciudad. Esto fue impedido por la caballería hispana, lo que ocasionó la retirada de los defensores hacia una cuesta, en donde ningún ejército podía moverse. Finalmente, los españoles recibieron apoyo de sus aliados indígenas, por lo que los mexicas fueron derrotados; muchos de ellos murieron de calor y cansancio. Tras la victoria, Cortés y sus aliados consiguieron un gran botín en las casas que habían ocupado los capitanes mexicas. |
Toma de Izúcar y alianza con otros pueblos |
Cortés se enteró de que en
Izúcar había fuerzas mexicas que atacaban a los aliados de los españoles,
por lo que decidió combatirlas. En la ciudad había seis mil guerreros, sin
embargo, las huestes del extremeño entraron por la fuerza y los expulsaron;
muchos se ahogaron en la huida, pues habían destruido los puentes como
medida defensiva. A pesar de que la caballería no pudo avanzar rápidamente,
casi todos los mexicas de Izúcar fueron asesinados o capturados. Según López
de Gómara, para ese entonces la fuerza cortesiana ya contaba con más de
ciento veinte mil combatientes. Los habitantes de Izúcar huyeron por miedo; el señor de la ciudad no volvió, pues posiblemente era pariente de Motecuhzoma. Ante tal situación, Cortés designó un nuevo gobernante, muy joven, que dejó encargado a dos “caballeros” de Izúcar y de Quauhquechollan. Poco tiempo después, el extremeño recibió mensajeros de “Claoxtomacan”, que también se daba por vasallo de los españoles. |
El nuevo tlahtoani de Tenochtitlan: Cuauhtémoc |
Un prisionero de guerra informó
a Cortés que Cuitláhuac era el nuevo señor de Tenochtitlan; éste era el
responsable de la derrota de los españoles. El nuevo gobernante también
estaba fortificando su ciudad y perdonaba tributos hasta por más de un año
para convencer a todos los pueblos de que atacaran a los hispanos. El cronista narra que esta información era certera, excepto por el hecho de que Cuitláhuac había muerto de viruela y fue sucedido por Cuauhtémoc, sobrino de Motecuhzoma y gran guerrero. |
“Pacificación” de Zautla y Xalazingo |
Cortés envió a veinte hombres a
caballo, doscientos soldados españoles y numerosos aliados indígenas para
pacificar Zautla y Xalacingo. El motivo del ataque era el asesinato de
algunos de sus compañeros en la región. El cronista afirma que, a pesar de
que se moderaron, las fuerzas de hispanos e indígenas quemaron y saquearon
aquellas ciudades. Una vez aseguradas Zautla y Xalacingo, Cortés recibió la visita de muchos pueblos de la región que, por la fuerza o voluntariamente, le prometieron obediencia y le pidieron perdón. Finalmente, Cortés y sus hombres regresaron a Tlaxcala para pasar la Navidad. |
Llegada a Tetzcoco |
Cortés decidió emprender la
marcha hacia Tetzcoco antes de que sus tropas perdieran el ánimo; aunque
para ese entonces contaba con el apoyo de más de ochenta mil guerreros
indígenas, partió con veinte mil y ordenó al resto esperar hasta que se
construyeran los bergantines. Según López de Gómara, los españoles se encontraron con varios árboles que estorbaron su marcha y también tuvieron que dispersar una fuerza contraria que se reunió para cortarles el paso. Cortés fue bien recibido en Tetzcoco, aunque dudó de la sinceridad de sus anfitriones; posteriormente, sus fuerzas se alojaron en Coatinchán. El extremeño intentó recuperar los objetos de valor que los tetzcocanos le quitaron a su ejército tras ser derrotado en Tenochtitlan, pero éstos ya se encontraban en posesión de los mexicas. Muchos de los habitantes de Tetzcoco huyeron por el lago, incluido el gobernante, sin que Cortés pudiera evitarlo; por ello se nombró a Fernando (Ixlilxóchitl), hijo de Nezahualpilli, como nuevo señor de la ciudad. Al poco tiempo, los señores de Coatinchán, Huaxutla y Atenco acudieron ante los españoles para pedir perdón por las hostilidades pasadas y ofrecer su vasallaje. |
Ataque a Iztapalapa |
Tras ocho días sin novedad en
Tetzcoco, Cortés partió hacia Iztapalapa con doscientos soldados, quince
jinetes, diez escopeteros, treinta ballesteros y cinco mil aliados
indígenas. Los defensores de la ciudad acudieron en numerosas canoas para
combatir a los atacantes; López de Gómara afirma que éstos no pelaron mucho,
sino que atrajeron a los españoles hasta la ciudad para eliminarlos
ahí. Tras vencer una gran resistencia, las fuerzas de Cortés expulsaron a los iztapalapeños hacia el lago, sin embargo, la mayoría de éstos se salvaron nadando o subiendo a sus canoas. Los hispanos y sus aliados quemaron y saquearon parte de la ciudad, pero Cortés les ordenó salir de noche, apresuradamente, pues algunos pobladores liberaron el agua de una calzada; muchos tlaxcaltecas se ahogaron y se perdió el botín de guerra. Luego de salir de la ciudad, los españoles y sus aliados pasaron una noche de frío y hambre. Por la mañana, una gran fuerza mexica los atacó desde tierra y agua: los primeros eran demasiados como para ser rechazados y a los que iban en canoas no se les podía hacer daño. Ante esta situación, Cortés ordenó una difícil retirada hacia Tetzcoco. |
Alianza con Chalco |
Según López de Gómara,
mensajeros de Otumba ofrecieron su vasallaje a los españoles poco después de
lo sucedido en Iztapalapa. Estos mismos enviados comunicaron a Cortés que
los chalcas también deseaban ofrecerle su alianza y obediencia, sin embargo,
primero debían ser liberados de las guarniciones mexicas de la
región. A Sandoval también se le encargó encaminar mensajeros a Veracruz y escoltar, parte del camino, a algunos tlaxcaltecas que transportaban objetos valiosos obtenidos durante las batallas. En un descuido, los aliados indígenas fueron atacados y saqueados antes de que el capitán español acudiera en su ayuda. El ejército español y sus aliados llegaron a Chalco, en donde derrotaron a los mexicas. Sandoval volvió a Tetzcoco acompañado de los hijos del señor chalca; éstos entregaron a Cortés obsequios con un valor de cuatrocientos pesos de oro y, llorando, le pidieron perdón. El extremeño los trató bien. |
Ataque a los pueblos del lago y preparación final de los bergantines |
Cortés recibía la visita de
mensajeros de muchas ciudades y pueblos que le ofrecían su vasallaje, así
como numerosas solicitudes de ayuda en contra de los mexicas. El extremeño
no podía responder a todos los llamados pues su prioridad era traer, desde
Tlaxcala, los materiales para construir bergantines. Éstos finalmente
llegaron a Tetzcoco transportados por ocho mil hombres y protegidos por las
fuerzas de Sandoval, diez mil guerreros tlaxcaltecas al mando de
Chichimecatet y otros diez mil liderados por “Teutipil” y
Teutecatl. Pasados cuatro días, Cortés mandó armar los bergantines y cavar una zanja para echarlos al lago. Posteriormente, el extremeño salió de Tetzcoco con trescientos españoles, veinticinco caballos, cincuenta escopeteros y ballesteros, seis tiros de artillería y numerosos aliados indígenas. Tras derrotar a una fuerza mexica en campo abierto, el ejército se dirigió hacia Xaltocan. López de Gómara afirma que Cortés no revelaba los puntos hacia los que pensaba marchar, pues desconfiaba de los tetzcocanos. La caballería española no pudo entrar en Xaltocan debido a las hondas acequias que la protegían, sin embargo, los hombres a pie ingresaron saltando o como mejor pudieron y, tras una ardua batalla, expulsaron a los defensores; se quemó buena parte de las casas. Posteriormente, los hispanos y sus aliados partieron para “Huatullán”, luego hacia “Tenaniocan” y por último, a Azcapotzalco; todas estas ciudades estaban vacías. Finalmente, Cortés partió hacia Tacuba, punto muy cercano a Tenochtitlan; la ciudad fue tomada rápidamente, a pesar de que estaba bien defendida. Según López de Gómara, los hispanos permanecieron seis días sin combates en aquel sitio. Cortés intentó dialogar con el señor de Tenochtitlan, pero no tuvo éxito, por lo que decidió volver a Tetzcoco. El cronista afirma que los mexicas persiguieron a los españoles en su retirada, pero éstos fueron emboscados, por lo que no se les vio en muchos días. |
Campaña del sur parte 1 |
Según López de Gómara, los
mexicas decidieron atacar Chalco, ante el poco éxito que tenían combatiendo
a los españoles. Los chalcas pidieron ayuda a Huexotzingo y
Quauhquechollan; Cortés les envió a Gonzalo de Sandoval, al mando de
trescientos hombres y quince caballos. El ejército se dirigió hacia Huaxtepec, lugar en el que se encontraba la guarnición mexica; ésta salió de la ciudad para enfrentar a los atacantes, pero fue rechazada por la caballería y, posteriormente, fue echada de la ciudad. Tras resistir un contraataque mexica, los españoles y sus aliados aseguraron Huaxtepec. El cronista cuenta que, después de dos días, Sandoval partió hacia Accapichtlan, ciudad fortificada en una posición elevada. Los españoles y sus aliados indígenas enfrentaron una ardua resistencia y padecieron por falta de agua, pero al final capturaron y acabaron con buena parte de la guarnición mexica que la defendía. Después de esto, Gonzalo de Sandoval regresó a Tetzcoco. Cuauhtémoc ordenó atacar Chalco en represalia por las guarniciones perdidas en Huaxtepec y Accapichtan, sin embargo, su ejército fue derrotado por los chalcas. |
Campaña del sur parte 2 |
El cronista afirma que
Cuauhtémoc preparó una fuerza de cincuenta mil hombres para atacar Chalco,
por lo que sus habitantes pidieron ayuda a Cortés. Durante estos días, el
español recibió el vasallaje de “Accapán”, “Mixcalcingo”, Nautla y
otros. El extremeño partió con trescientos españoles, treinta caballos y veinte mil guerreros tlaxcaltecas y tetzcocanos; se reunió con el ejército chalca en Tlalmanalco. Las fuerzas de Cortés atacaron un peñol fortificado: Cristóbal Corral, Juan Rodríguez y Francisco Verdugo lideraron grupos de entre cincuenta y sesenta españoles que intentaron escalar, sin embargo, todos fueron rechazados y heridos. Además, Cortés tuvo que atacar una fuerza mexica que acudía en auxilio del peñol atacado. Al día siguiente, Cortés atacó otro peñol, pues le pareció menos fortificado. Los ballesteros y escopeteros se ubicaron en posiciones elevadas cercanas. López de Gómara afirma que los defensores del peñol no recibieron gran daño de los disparos, pero se rindieron por miedo y asombro ante las armas de fuego españolas. Cortés trató bien a los habitantes del lugar, por lo que éstos llamaron a los del peñol más fortificado que, por falta de agua o por evitar más luchas, también se rindieron. Dos días después, Cortés partió hacia Huaxtepec y desde ahí marchó hasta Xilotepec, que fue tomada fácilmente pues sus defensores estaban desprevenidos; como su gobernante nunca acudió a rendirse, los españoles quemaron la ciudad. Antes de partir, el extremeño recibió el vasallaje de Yautepec. El ejército hispano y sus aliados atacaron Cauaunáhuac, sitio muy bien defendido al que no podían entrar los caballos, pues estaba cercado por barrancas muy hondas. No obstante, un guerrero tlaxcalteca logró burlar las defensas de la ciudad y entró por “un paso muy peligroso, pero muy secreto”; a éste lo siguieron otros indígenas y españoles. Los defensores, sorprendidos de que hubieran superado sus trincheras, se retiraron; la mayor parte de la ciudad fue quemada y, por la tarde, su gobernante se rindió ante Cortés. |
Xochimilco |
El ejército marchó hacia
Xochimilco, edificado en la parte de agua dulce del lago, y en el camino
sufrió mucho por la falta de agua. La ciudad estaba bien defendida con
albarradas, acequias y puentes rotos para evitar la entrada de la
caballería, pero las fuerzas de Cortés avanzaron gracias al apoyo de sus
escopetas y ballestas; la batalla duró hasta la noche. López de Gómara narra
que algunos indígenas fingían negociar la paz, pero era un ardid para ganar
tiempo hasta que llegaran refuerzos desde Tenochtitlan. Los defensores de Xochimilco ofrecieron una gran resistencia; Cortés mismo estuvo a punto de ser capturado, pero fue ayudado por un tlaxcalteca. Cuauhtémoc intentó recuperar la ciudad enviando a miles de guerreros mexicas por tierra y agua. Los españoles y sus aliados resistieron en la ciudad por tres días y, finalmente, quemaron el lugar y partieron hacia “Culuacán”. |
Acontecimientos | Crónica de la Nueva España de Francisco Cervantes de Salazar |
Recibimiento en Tlaxcala |
Cortés y sus hombres fueron bien
recibidos en Tlaxcala, por más de doscientas mil personas. Maxicatzin ordenó
que se les proveyera con abundantes alimentos y condujo a Cortés hacia el
recinto principal de la ciudad. Según Francisco Cervantes de Salazar, Cortés enfermó y tuvo calentura debido a una herida en la cabeza; fue desahuciado por los cirujanos y estuvo a punto de morir. El cronista narra que al extremeño le “sacaron muchos huesos”, por lo que poco a poco se recuperó; aunque conservó malestar en una mano en la que tenía enterrado el pedernal de una flecha. Cortés y sus hombres pasaron más de cincuenta días en Tlaxcala. Durante este periodo, el capitán tuvo que lidiar con el deseo de algunos hombres que querían volver a Cuba. Por otra parte, Xicoténcatl, junto con los guerreros que lideraba, no estaba conforme con la presencia y la alianza con los españoles; incluso se recibieron a embajadores mexicas que ofrecían su amistad y obsequios para que los tlaxcaltecas se aliaran con ellos y acabaran con los extranjeros. No obstante, Maxicatzin defendió la alianza con los hispanos y terminó humillando públicamente a Xicoténcatl, tirándolo gradas abajo en el consejo. |
Toma de Tepeaca |
Según el cronista, el mismo
Xicoténcatl que se opuso a Cortés terminó ayudándolo para atacar Tepeaca,
aunque no de buena fe. El extremeño envió mensajeros a esa ciudad para
convencerlos de dejar la guerra, pero no tuvo éxito; antes de partir, los
tlaxcaltecas le dieron cincuenta mil guerreros, también se les unieron
tropas de Cholula y Huexotzingo. En total, sumaron más de ciento cincuenta
mil hombres. El ejército de Cortés enfrentó a la guarnición mexica en unos maizales cerca de Zacatepec; los combates duraron tres días. Un español llamado Ojeda derrotó a los mexicas que defendían unos “grandes y reales aposentos”; muchos guerreros se retiraron hacia estas estructuras, en donde fueron capturados o asesinados. Tras la batalla, los españoles entraron sin mayor resistencia a Tepeaca, en donde permanecieron cuatro meses, y atacaron otros pueblos, aunque siempre padecieron de sed y hambre. Antes de que Cortés partiera, la ciudad fue gravemente afectada por la viruela y se fundó la Villa Segura de la Frontera. |
“Liberación” de Quauhquechollan |
Cortés envió a Diego de Ordás y
a Alonso de Ávila para que atacaran las tierras de Quauhquechollan, en
donde, según el autor, había cincuenta mil guerreros mexicas. Ambos
capitanes tuvieron algunas batallas e hicieron numerosos
prisioneros. El señor de Quauhquechollan, viendo que no podía combatir a los españoles y los tlaxcaltecas, envió mensajeros a Cortés para ofrecer su vasallaje y pedirle que lo liberara de la guarnición mexica. El extremeño se alegró con este mensaje y envió de nuevo a Diego de Ordaz y a Alonso Ávila con doscientos españoles y muchos aliados indígenas. El plan del señor de Quauhquechollan era que su gente informara a los hispanos sobre las posiciones de los mexicas, sin embargo, al no llevar intérprete, los capitanes de Cortés entendieron que les tenían preparada una emboscada. Ante el malentendido, los españoles y sus aliados apresaron a los mensajeros y regresaron a Cholula para escribir a Cortés. Cortés comprendió la confusión y partió junto con Pedro de Alvarado para dirigir el ejército. Los de Quauhquechollan cumplieron con su palabra y, junto con los otros aliados indígenas, cercaron sigilosamente a los mexicas; al amanecer, cuando atacaron los españoles, ya había cuarenta prisioneros. Los mexicas, rodeados, opusieron gran resistencia, pero casi todos murieron; otra guarnición trató de apoyarlos, sin embargo, fue repelida y perseguida hasta una cuesta en la que fueron derrotados. Cervantes de Salazar afirma que ésa fue una de las mayores matanzas de mexicas, en la que participaron más de sesenta mil aliados indígenas que apoyaron a Cortés. Los vencedores saquearon y quemaron la ciudad. |
Toma de Izúcar y alianza con otros pueblos |
Los pobladores de Izúcar
consideraron que la guarnición mexica de la zona, de ocho mil hombres, los
perjudicaba, por lo que enviaron mensajes a Cortés para que les ayudara a
expulsarla. Aunque superados en número, los mexicas ofrecieron resistencia; finalmente, se retiraron de Izúcar, fueron perseguidos y algunos se ahogaron en un río que, por las lluvias, era muy caudaloso. Cortés quemó los templos y las figuras de los dioses de la ciudad. El gobernante de Izúcar huyó hacia Tenochtitlan, por lo que Cortés nombró nuevo señor al heredero que mejor le pareció; apenas era un muchacho de doce años, por lo que quedó al cuidado de dos “caballeros” viejos. |
El nuevo tlahtoani de Tenochtitlan: Cuauhtémoc |
Mientras se hacían los
bergantines, Cortés supo que el sucesor de Motecuhzoma era Cuitláhuac. Éste
fue el responsable de la expulsión de los españoles de Tenochtitlan y,
además, se dedicó a fortificar la ciudad, enviar regalos y prometer tributos
a los pueblos cercanos para que se aliaran con él. El extremeño también supo
que, poco tiempo después, Cuitláhuac murió de viruela y fue sucedido por
Cuauhtémoc, quien continuó y aumentó los trabajos de su predecesor para
defender su ciudad. El cronista narra una especie de diálogo entre el señor de Tenochtitlan y sus hombres: los exhorta a ser valientes y enfrentar a los españoles; éstos le responden con igual ánimo. |
“Pacificación” de Zautla y Xalazingo |
Cervantes de Salazar menciona
que Cortés envió capitanes a pacificar muchos pueblos: Tecalco,
“Yztacmichitlán”, “Teguacán” y otros. No obstante, sólo dice que los
españoles partieron hacia Xalancingo, en donde estuvieron cinco o seis días,
hasta que tuvieron que salir a buscar comida. Tras treinta días en la región, y sin ningún suceso notable, los hispanos regresaron hacia Tlaxcala. |
Llegada a Tetzcoco |
Después de hacer el recuento de
tropas y animar a españoles y tlaxcaltecas, Cortés partió de Tlaxcala el Día
de los Inocentes; con él iban ochenta mil indígenas y otros ciento cincuenta
mil quedaron a la espera de los bergantines. Marchó por territorio
huexotzinca y antes de llegar a Tetzcoco halló árboles que estorbaban el
camino, sin embargo, sus aliados despejaron la ruta. El cronista también
cuenta que el ejército dispersó a una fuerza enemiga de cien mil
hombres. Cortés fue recibido pacíficamente en Tetzcoco; el señor “Quaunacucín”, lo invitaba a que se hospedara ahí. Algunos españoles subieron a lo alto de un templo, desde donde contemplaron, asombrados, una inmensa cantidad de gente que huía en canoas hacia Tenochtitlan, o a pie rumbo a las sierras. El extremeño nombró a don Hernando nuevo señor de la ciudad y trató de impedir la huida de sus habitantes, pero no lo logró. No obstante, la ciudad volvió a poblarse con aquellos que iban a visitar al recién nombrado gobernante. Pasados tres días, algunos poblados fueron a dar su obediencia a Cortés, entre ellos: Coatinchán, Guaxuta y Atenco. |
Ataque a Iztapalapa |
Cortés estuvo ocho o nueve días
en Tetzcoco, sin incidentes y tratando de fortalecer su posición. Ante la
falta de iniciativa de los mexicas, el capitán decidió partir hacia
Iztapalapa con doscientos españoles, dieciocho caballos, treinta
ballesteros, diez escopeteros y cuatro mil tlaxcaltecas. La guarnición de Tenochtitlan advirtió a Iztapalapa del ataque de los españoles y sus aliados mediante ahumadas. Los iztapalapeños se refugiaron en la parte edificada sobre el agua y los guerreros salieron por tierra y en canoas a combatir. Los defensores tan sólo entablaron algunas escaramuzas con sus enemigos, pues su intención final era atraerlos hacia el interior de la ciudad, para después liberar el agua de las acequias y ahogarlos. Según Cervantes de Salazar, las batallas duraron más de tres horas, murieron cinco mil mexicas, algunos tlaxcaltecas y ningún español. Cortés se percató de la emboscada y ordenó a su ejército que se retirara rápidamente; algunos tlaxcaltecas se ahogaron y se perdió todo el botín de guerra. Tras una mala noche, los españoles y sus aliados fueron atacados por numerosos guerreros mexicas a pie y en canoas. Las fuerzas de Cortés, desgastadas, no se atrevieron a entablar combate directo, sino que se limitaron a retirarse hacia Tetzcoco en actitud defensiva. El cronista afirma que murieron varios tlaxcaltecas y un español. |
Alianza con Chalco |
Cortés envió a Gonzalo de
Sandoval hacia Chalco, lo proveyó con veinte caballos, doscientos soldados,
escopeteros, ballesteros y rodeleros. La misión de Sandoval también era
escoltar a algunos tlaxcaltecas hasta su tierra y asegurar los caminos
cercanos a Tetzcoco. Las fuerzas de Sandoval se enfrentaron a un ejército mexica de diez mil hombres y, tras dos horas de pelea, se alzaron con la victoria, pues eliminaron a sus principales caudillos. Posteriormente, los habitantes de Chalco recibieron a los españoles; los hijos de los señores chalcas fueron hasta Tetzcoco para garantizarle su alianza a Cortés, quien los recibió muy bien. Finalmente, Sandoval escoltó a los enviados de vuelta a su tierra. |
Ataque a los pueblos del lago y preparación final de los bergantines |
Cortés fue advertido de que los
mexicas planeaban atacarlo, por ello previno a sus soldados y, finalmente,
salió al mando de doscientos hombres, doce caballos, dos tiros de artillería
y algunos aliados tlaxcaltecas. El ejército mató y capturó a numerosos
espías, destruyó albarradas, atacó varios pueblos y quemó muchas
casas. Los chalcas pidieron ayuda a Cortés ante un inminente ataque mexica, sin embargo, éste no pudo enviar a sus hombres, pues esperaba los materiales para construir los bergantines; por ello, encomendó a sus aliados indígenas que pactaran con Huexotzingo, Cholula y Quauhquechollan. Gonzalo de Sandoval fue enviado para escoltar los materiales para los bergantines, que saldrían de Tlaxcala; marchó al mando de doscientos peones y quince caballos. En el camino también asoló un pueblo llamado Zultepeque, en el que habían matado a algunos españoles. Gonzalo de Sandoval se reunió con las fuerzas que escoltaban los suministros para construir los bergantines: ocho mil hombres cargaban los materiales, al frente iban ocho jinetes y cien españoles; a los flancos marchaban diez mil tlaxcaltecas comandados por Ayutecatl y Tepetepil, y en la retaguardia iba Chichimecatle, con otros diez mil hombres. Según Cervantes de Salazar, el contingente era tan grande que tardó seis horas para entrar en Tetzcoco. El cronista narra que Chichimecatle se ofendió mucho por ir en la retaguardia del ejército, no obstante, con mucho trabajo, los españoles lo convencieron de que su posición era de gran importancia. Pasados algunos días, Cortés partió con treinta caballos, trescientos peones, cincuenta ballesteros y escopeteros, seis tiros de artillería y treinta o cuarenta mil tlaxcaltecas. El ejército derrotó a una guarnición mexica; tras acampar, atacó Xaltocan, en donde halló gran resistencia. Desde esta ciudad, el ejército partió hacia “Guautitlán”, después a Tenayuca y Azcapotzalco; no hubo enfrentamientos en estos pueblos. Finalmente, las fuerzas de Cortés llegaron a Tacuba, cuyos defensores fueron expulsados con gran esfuerzo; los tlaxcaltecas y demás aliados indígenas saquearon y quemaron la ciudad. Cortés pasó seis días en Tacuba, siempre combatiendo; intentó contactar con el señor de Tenochtitlan, pero no tuvo éxito, por lo que decidió partir a Tetzcoco. Durante el regreso, los españoles y sus aliados fueron perseguidos por los mexicas, no obstante, desistieron tras caer en una emboscada. |
Campaña del sur parte 1 |
Los mexicas lamentaban la
rebelión de Chalco, pues la región los proveía de maíz, leña y madera, por
lo que planearon atacar y recuperarla. Ante esto, los chalcas pidieron ayuda
a Cortés, quien envió a Gonzalo de Sandoval; a éste se unieron fuerzas de
Chalco, Huexotzingo y Quauhquechollan. Una gran guarnición mexica enfrentó a las fuerzas de Sandoval cerca de Huaxtepec; ésta fue obligada a retirarse hacia la ciudad, sin embargo, los mismos pobladores ayudaron a expulsarlos. Los españoles y sus aliados continuaron su marcha hacia Acapistla, un poblado situado en lo alto y bien fortificado. Según Cervantes de Salazar, los aliados indígenas de los españoles no se atrevían a atacar, por lo que Sandoval y Andrés de Tapia se adelantaron y animaron a sus compañeros. Los mexicas fueron expulsados de la ciudad y perseguidos hasta unas barrancas, en las que muchos cayeron. Una vez asegurada Acapistla, Sandoval volvió hacia Tetzcoco. |
Campaña del sur parte 2 |
Los chalcas acudieron a Cortés
para pedirle ayuda, una vez más, ante otro inminente ataque mexica. Un día
antes de partir, el extremeño recibió el vasallaje de “Tucupán”,
“Mexcalcingo” y “Autlán”. El viernes 5 de abril de 1521, los españoles salieron de Tetzcoco con treinta caballos, trescientos peones y más de veinte mil tlaxcaltecas y tetzcocanos. En Chalco se les unieron otros cuarenta mil hombres. Cortés dirigió el ejército hacia un peñol muy fortificado, dudó en combatirlo, pues también esperaba el ataque de una fuerza mexica; al final, analizó la fortificación y ordenó que varios escuadrones lo escalaran desde diferentes puntos. Los defensores del peñol, y lo accidentado de éste, impidieron el avance de los españoles, que empezaban a acumular heridos; mientras tanto, una fuerza se reunía abajo para atacar al resto del ejército de Cortés. Ante esta situación, el extremeño ordenó la retirada. Tras esta derrota, Cortés arremetió contra un peñol que, supuestamente, estaba menos fortificado; sus hombres padecían por la falta de comida y agua. Cervantes de Salazar afirma que esta fortaleza era casi tan resistente como la anterior, sin embargo, el extremeño posicionó a sus escopeteros y ballesteros en puntos elevados, desde los que pudieron disparar a sus enemigos. Los defensores, asediados por todos los flancos, se rindieron. Los indígenas derrotados contactaron a los del primer peñol, por lo que éstos también depusieron las armas. El ejército partió hacia Huaxtepec y reposó en una hermosa huerta que había pertenecido a Motecuhzoma. Posteriormente, Cortés se dirigió a Yautepec, cuyos defensores huyeron casi sin combatir; desde aquí continuó a Xiutepec, cuyos protectores fueron derrotados rápidamente, pues estaban desprevenidos. Finalmente, el extremeño atacó Cuauhnáhuac: la ciudad estaba rodeada por barrancas y los puentes que conducían a sus entradas fueron retirados con motivos defensivos. Cervantes cuenta que los españoles eran rechazados y heridos con flechas cada vez que se acercaban, sin embargo, un tlaxcalteca logró colarse por un punto débil sin ser visto; los defensores, desconcertados y pensando que más enemigos habían entrado, huyeron. La caballería persiguió a los indígenas derrotados y buena parte de la ciudad fue quemada o saqueada; finalmente, los señores de la ciudad acudieron a Cortés para ofrecer su vasallaje. |
Xochimilco |
Una vez asegurada Cuaunáhuac,
Cortés partió hacia Xochimilco; sus hombres sufrieron sed en el camino, por
lo que algunos tlaxcaltecas murieron. La mayor parte de esta ciudad estaba
sobre el agua, defendida por acequias y albarradas, y ocupada por numerosos
guerreros. El extremeño llamó a los lugareños para que se rindieran pacíficamente; éstos se negaron. Los españoles y sus aliados indígenas atacaron la primera albarrada y, gracias a sus escopeteros y ballesteros, la superaron rápidamente. Según el texto, la mayor parte de la ciudad fue ganada en tan sólo media hora. Los defensores pelearon hasta el anochecer y, en ocasiones, fingieron buscar la paz, ganando tiempo para recibir refuerzos. Dos españoles murieron, pues se alejaron del grueso del ejército para saquear. Cortés lideró a la caballería para rechazar un contraataque mexica, pero en el fragor de la batalla su caballo cayó de cansancio y el extremeño se vio rodeado de enemigos; fue ayudado por un tlaxcalteca y, posteriormente, por algunos de sus mozos. El cronista narra que Cuauhtémoc, enfurecido por la situación, exhortó a los guerreros mexicas para que atacaran a los españoles; éstos partieron por tierra y por agua. Los hispanos y sus aliados dividieron sus fuerzas y, principalmente con ayuda de la caballería, rechazaron el ataque. Cortés ordenó quemar la ciudad y permaneció en ella durante tres días de continuos combates. |
Acontecimientos | Relación de la Nueva España de Alonso de Zorita |
Recibimiento en Tlaxcala |
Cortés marchó, triste, hacia
Tlaxcala, en donde fue bien recibido por Maxicatzin; los heridos pudieron
descansar y recuperarse. Al poco tiempo, los tlaxcaltecas se mostraron agobiados por la carga de mantener a los españoles, por lo que les pidieron que volvieran a Tenochtitlan; para ello les darían guerreros. |
Toma de Tepeaca |
Aunque Cortés deseaba
recuperarse y recibir refuerzos, emprendió la marcha hacia Tepeaca, poblado
cercano a Tlaxcala. El lugar estaba defendido por muchos guerreros, pero los
hispanos los derrotaron y tomaron la ciudad. Zorita afirma que los
tlaxcaltecas hicieron muchos prisioneros, los cuales fueron sacrificados y
comidos. El extremeño nombró alcaldes y regidores y dejó fundada la Villa de Segura de la Frontera. |
“Liberación” de Quauhquechollan | Zorita sólo narra que Cortés conquistó muchos pueblos desde Tepeaca; Quauhquechollan entre ellos. |
Toma de Izúcar y alianza con otros pueblos | Cortés envió gente a Izúcar desde Tepeaca. Zorita cuenta que en estas conquistas se hicieron muchos esclavos. |
El nuevo tlahtoani de Tenochtitlan: Cuauhtémoc | En Tepeaca, Cortés se enteró sobre la situación en Tenochtitlan: el nuevo gobernante, Cuauhtémoc, tenía enemistades internas en México, sin embargo, era sagaz, por lo que intentaba atraer a amigos y aliados, ya fuese mediante regalos o por medio de amenazas. Afirmaba que él echaría a los españoles, tal como los habían echado de Tenochtitlan. |
“Pacificación” de Zautla y Xalazingo |
Zorita sólo narra lo mismo que en ocasiones anteriores: Cortés envió gente desde Tepeaca para atacar Zutla y Xalazingo. Posteriormente, se dice que Cristóbal de Olid fue enviado a estas provincias; se reunió con el extremeño en Tlaxcala. |
Llegada a Tetzcoco |
Cortés ordenó apresurar le
elaboración y recolección de los materiales para construir bergantines y
posteriormente partió hacia México; su ejército durmió en varios pueblos
sujetos a Tetzcoco, casi todos despoblados, hasta que llegó a esta
ciudad. El señor de Tetzcoco, “Cacamazi”, envió gente para recibir pacíficamente a los hispanos. Muchos tetzcocanos partieron hacia la sierra o a Tenochtitlan; los bienes dejados atrás fueron saqueados por los tlaxcaltecas. Posteriormente, la ciudad se fue repoblando poco a poco y sus señores dieron su alianza a Cortés. |
Ataque a Iztapalapa | Los españoles y sus aliados indígenas atacaron Iztapalapa y quemaron buena parte del lugar. Los mexicas liberaron el agua de una albarrada, por lo que los invasores tuvieron que salir asidos unos de los otros y nadando. Posteriormente, Cortés ordenó volver a Tetzcoco. |
Alianza con Chalco | Cortés envió a Gonzalo de Sandoval a Chalco para despejar los caminos de guerreros mexicas; una de sus razones fue que algunos tlaxcaltecas deseaban regresar a su tierra, pero no se atrevían por la presencia de enemigos. Los chalcas se alegraron de la llegada de los españoles y “se dieron de paz”. Sandoval volvió a Tetzcoco. |
Ataque a los pueblos del lago y preparación final de los bergantines | Cortés supo que la madera, cuerdas y demás materiales para los bergantines estaban listos y ordenó traerlos y comenzar su construcción. Entretanto, el capitán salió de Tetzcoco con la mayor parte de su ejército y se dirigió a los pueblos de los alrededores del lago. |
Campaña del sur parte 1 | |
Campaña del sur parte 2 | |
Xochimilco | |
Acontecimientos | Historia natural y moral de las Indias de José de Acosta |
Recibimiento en Tlaxcala | Los españoles huyeron de Tenochtitlan, se recuperaron en Tlaxcala y, posteriormente, retomaron la guerra. José de Acosta atribuye la salvación de los españoles a la divinidad. |
Toma de Tepeaca | |
“Liberación” de Quauhquechollan | |
Toma de Izúcar y alianza con otros pueblos | |
El nuevo tlahtoani de Tenochtitlan: Cuauhtémoc | |
“Pacificación” de Zautla y Xalazingo | |
Llegada a Tetzcoco | |
Ataque a Iztapalapa | |
Alianza con Chalco | |
Ataque a los pueblos del lago y preparación final de los bergantines | De Acosta tan sólo menciona que después de hacer los bergantines se libraron muchas batallas peligrosas. |
Campaña del sur parte 1 | |
Campaña del sur parte 2 | |
Xochimilco | |
Acontecimientos | Historia general de las cosas de la Nueva España de fray Bernardino de Sahagún |
Recibimiento en Tlaxcala |
Los españoles llegaron a
Tlaxcala en el mes llamado Tecuilhuitontli. Al mes siguiente, los mexicas ya
se habían recuperado un poco de la guerra, por lo que hicieron los festejos
correspondientes a Huey Tecuilhuitl. Antes de iniciar el capítulo, se
observa una imagen del Templo Mayor y a algunos mexicas, posiblemente
preparándolo para los festejos. En el capítulo 20 hay una imagen en la que
se pueden ver a varios individuos postrados a causa de la viruela; sus
cuerpos están cundidos por ronchas. Antes de que los españoles regresaran a Tenochtitlan, la ciudad sufrió una epidemia de viruela que acabó con la vida de mucha gente. |
Toma de Tepeaca | |
“Liberación” de Quauhquechollan | |
Toma de Izúcar y alianza con otros pueblos | |
El nuevo tlahtoani de Tenochtitlan: Cuauhtémoc | |
“Pacificación” de Zautla y Xalazingo | |
Llegada a Tetzcoco | |
Ataque a Iztapalapa | |
Alianza con Chalco | |
Ataque a los pueblos del lago y preparación final de los bergantines | El texto narra que los bergantines se labraron en Tlaxcala y posteriormente fueron llevados hasta Tetzcoco, en donde se armaron. Fueron echados al agua en un embarcadero llamado Acachinanco. |
Campaña del sur parte 1 | |
Campaña del sur parte 2 | |
Xochimilco | En el texto se dice que los españoles regresaron en 1521, entraron por Cuauhtitlán y llegaron hasta Tlalpa, en donde estuvieron siete días, antes de volver. Es posible que se refiera a la incursión de Cortés en Xochimilco. En el capítulo 29 hay tres imágenes en las que se pueden ver a los españoles en marcha, con armadura y algunos a caballo; en primer lugar, llegan a Cuauhtitlán, representado con su glifo y, por último, a Tenochtitlan; en ambas escenas puede verse a varios guerreros indígenas que atacan por tierra y agua. |
Acontecimientos | Historia de las Indias de Nueva España e Islas de Tierra Firme de fray Diego Durán |
Recibimiento en Tlaxcala | Diego Durán cuenta que Cuauhtémoc, nuevo señor de Tenochtitlan, hizo lo posible para que los tlaxcaltecas se le aliaran y mataran a los españoles. Cortés denunció a los señores de Tlaxcala que conspiraban en su contra y le entregaron al principal, a quien puso en prisión; posiblemente después lo ejecutó. |
Toma de Tepeaca | |
“Liberación” de Quauhquechollan | |
Toma de Izúcar y alianza con otros pueblos | |
El nuevo tlahtoani de Tenochtitlan: Cuauhtémoc |
Durán afirma que Cuauhtémoc fue
coronado con gran solemnidad, pero también con alegría, debido a la
situación de guerra que vivía Tenochtitlan. El nuevo gobernante trató de
ganar el apoyo de otros pueblos mediante dádivas o amenazas, llenó la ciudad
de numerosas guarniciones de todas partes y la fortificó tanto como
pudo. Según el fraile, Cuauhtémoc ya sabía, gracias a sus oráculos, que le esperaba la derrota, sin embargo, se propuso defender su ciudad hasta la muerte. |
“Pacificación” de Zautla y Xalazingo | |
Llegada a Tetzcoco |
Cortés partió hacia Tetzcoco
junto con sus aliados tlaxcaltecas, huexotzincas y cholultecas, no sin antes
ordenar que se dieran prisa en la preparación de los bergantines.
Posteriormente, los mismos tetzcocanos también se confederaron con los
españoles y los otros pueblos indígenas. Cortés fue muy bien tratado por uno
de los hijos de Nezahualpilli, quien, posteriormente, fue nombrado como
nuevo gobernante tetzcocano. El extremeño permaneció en Tetzcoco durante meses, hasta que estuvieron listos los bergantines. |
Ataque a Iztapalapa | |
Alianza con Chalco | Durán afirma que Cortés salió de Tetzcoco hacia Chalco, en donde fue recibido con alegría; le regalaron mantas, joyas, plumas y mucha comida. Los chalcas prometieron ayudarle para atacar Tenochtitlan y también aportaron numerosos carpinteros para la construcción de los bergantines. |
Ataque a los pueblos del lago y preparación final de los bergantines | |
Campaña del sur parte 1 | Durán sólo narra que la parte de Cuauhtitlán y la región tlahuica se mantenían en contra de los españoles, específicamente Yacapichtlan, Huaxtepec, Yauhtepec, Tepoztlán, Cuauhnáhuac, Tlayacapan y Tololapan, junto con todos los pueblos que tenían sujetos. |
Campaña del sur parte 2 | |
Xochimilco | |
Acontecimientos | Monarquía Indiana de fray Juan de Torquemada |
Recibimiento en Tlaxcala |
Los españoles fueron recibidos
con gran lástima en Hueyotlipan y, posteriormente, fueron contactados por
Maxicatzin y un señor de Huexotzingo. Cortés se alegró mucho al saber que
los tlaxcaltecas le refrendaban su alianza. Los hispanos fueron conducidos a la cabecera principal de Tlaxcala y Cortés se hospedó en la casa de Maxicatzin. Algunos tlaxcaltecas estaban inconformes con la carga que representaban los españoles; Xicoténcatl el Joven los encabezaba. Ante esta situación, muchos pidieron a Cortés que diera la orden de retirarse hacia Veracruz. Por otra parte, los mexicas enviaron mensajeros a Tlaxcala; su misión era llevar numerosos regalos y convencer a los señores de la región para que atacaran a los extranjeros. Xicoténcatl el Joven encabezó al grupo que deseaba permanecer leal a sus costumbres antiguas y aliarse con los mexicas, no obstante, Maxicatzin se opuso y defendió los beneficios de la amistad de los hispanos; su postura prevaleció. |
Toma de Tepeaca |
Xicoténcatl ofreció a Cortés su
ayuda para atacar a los pueblos que eran hostiles hacia los españoles, entre
ellos, Tepeaca. El extremeño deseaba más tiempo para recuperarse, sin
embargo, no podía dejar pasar la oportunidad; envió mensajeros para obtener
la rendición pacífica de los indígenas, pero éstos respondieron con
burlas. Cortés partió de Tlaxcala con sus castellanos y seis mil flecheros; por otra parte, Xicoténcatl encabezaba una fuerza de cincuenta mil guerreros indígenas. La guarnición de Tepeaca fue ayudada por la de Zacatepec; éstos emboscaron a los españoles en unos maizales. La batalla fue difícil, pero los hispanos y sus aliados se impusieron; los tlaxcaltecas capturaron un palacio en el que muchos de sus enemigos murieron cuando se retiraban. Posteriormente, Cortés partió hacia Acatzinco, otra ciudad aliada de Tepeaca. Enterados de las derrotas, los defensores de Tepeaca abandonaron la ciudad, por lo que Cortés la tomó sin mayor resistencia. Torquemada narra que se hicieron muchos esclavos en la región y se fundó la villa Segura de la Frontera para reforzar los caminos y dar confianza a los lugareños. |
“Liberación” de Quauhquechollan |
El señor de Tenochtitlan envió a
Quauhquechollan veinte mil guerreros para impedir que la región se aliara
con Cortés. El gobernante de ese lugar, afrentado por los abusos mexicas,
visitó al extremeño para ofrecerle su vasallaje y pedirle que le ayudara a
librarse de las guarniciones que ocupaban su ciudad. Para esto, Diego de
Ordáz y Alonso de Ávila fueron enviados al mando de trescientos castellanos,
doce caballos y guerreros tlaxcaltecas; en el camino se les unieron algunos
capitanes huexotzingas. Los españoles creyeron que se les tendía una emboscada, por lo que apresaron a los mensajeros de Quauhquechollan y a los huexotzingas. Cortés aclaró el malentendido y se reunió con sus hombres. El ejército llegó a Quauhquechollan sin que fuera avistado; asimismo, los lugareños tomaron las armas y atacaron a las guarniciones mexicas. Ganada la ciudad, el capitán español ordenó derrumbar las imágenes de los dioses locales. |
Toma de Izúcar y alianza con otros pueblos | Torquemada narra que, desde Tepeaca, Cortés atacó varios pueblos, y entre éstos menciona a Tuchtepec, Tecalco e Izúcar; sin embargo, no se describen las batallas. |
El nuevo tlahtoani de Tenochtitlan: Cuauhtémoc | Cortés se enteró, gracias a los prisioneros de guerra, que en Tenochtitlan se había nombrado a un nuevo gobernante: Cuitláhuac, hermano de Motecuhzoma y señor de Iztapalapa; éste era el responsable de la derrota española, fortificaba la ciudad con fosos, trincheras, equipaba a sus guerreros con picas largas y perdonaba tributos para ganar alianzas en contra de sus enemigos. Al poco tiempo, Cuitláhuac murió de viruela y lo sucedió Cuauhtémoc, sobrino de Motecuhzoma; éste dio continuidad a las medidas de fortalecimiento de Tenochtitlan, juntó provisiones y llenó la ciudad de guerreros. |
“Pacificación” de Zautla y Xalazingo | |
Llegada a Tetzcoco |
Cortés partió de Tlaxcala el Día
de los Inocentes de 1520; ante él desfilaron los señores de las cuatro
cabeceras tlaxcaltecas y miles de guerreros. La marcha del ejército español y sus aliados indígenas fue descubierta por sus enemigos, que hicieron grandes ahumadas para alertar a todos los pueblos. A pesar de esto, Cortés pudo dispersar al contingente que le salió al encuentro. Cerca de Tetzcoco, los hispanos fueron recibidos por algunos lugareños que portaban una bandera de oro en señal de paz; éstos afirmaron ir de parte del señor de la ciudad, Cohuanacotzin, quien ofrecía su servicio. La mayoría de los habitantes de Tetzcoco huyeron de la ciudad en canoas, por lo que Cortés nombró nuevo gobernante a un hijo de Nezahualpilli; acusaba a Cohuanacotzin de haber matado a uno de sus hermanos, para quedarse con el trono, y de ser leal a Tenochtitlan. Poco tiempo después, Cortés recibió el vasallaje de Coatinchán, Huexotla y Atenco. |
Ataque a Iztapalapa |
Tras ocho días en Tetzcoco,
Cortés salió de la ciudad al mando de doscientos españoles, dieciocho
caballos y cuatro mil guerreros tlaxcaltecas; se dirigió hacia Iztapalapa.
Los habitantes de ese lugar, enterados del ataque, tomaron sus pertenencias
y huyeron por el lago; sus defensores resistieron durante tres horas, hasta
que también se retiraron. Torquemada afirma que en la batalla murieron cinco
mil guerreros de Iztapalapa, algunos tlaxcaltecas y ningún español. Los
aliados indígenas saquearon y quemaron parte de la ciudad. A pesar de la victoria obtenida, Cortés tuvo que ordenar la retirada apresurada de sus fuerzas, pues los mexicas liberaron el agua de una calzada; algunos tlaxcaltecas se ahogaron y los españoles y sus aliados pasaron una noche de frío y hambre. Al día siguiente, los mexicas reunieron numerosos guerreros para expulsar a las fuerzas de Cortés, que se retiraron combatiendo hacia Tetzcoco; en esta ocasión murió un castellano y varios tlaxcaltecas. |
Alianza con Chalco |
Los caminos hacia Tlaxcala y a
la Villa Rica de la Vera Cruz estaban controlados por los mexicas, por lo
que Cortés envió a Gonzalo de Sandoval, al mando de doscientos soldados y
veinte jinetes, para que los despejaran. Sandoval también escoltó a un grupo de tlaxcaltecas para que llevaran parte del botín de guerra a su tierra; sin embargo, como éstos iban en la retaguardia, fueron atacados por mexicas antes de que la vanguardia del ejército llegara a ayudarlos. Posteriormente, cerca de Chalco, las fuerzas de Sandoval enfrentaron a una guarnición mexica compuesta por doce mil guerreros. Los chalcas, al enterarse de la victoria española, salieron de su ciudad para recibir al capitán hispano y lo acompañaron hasta Tetzcoco para darle algunos obsequios y asegurarle su alianza. |
Ataque a los pueblos del lago y preparación final de los bergantines |
Cortés supo que dos pueblos
sujetos a Tetzcoco, cercanos a la laguna, se estaban fortificando para
oponerle resistencia. Por ello, los atacó con doscientos españoles, doce
jinetes, dos piezas de artillería y algunos aliados tlaxcaltecas. En la
batalla hizo varios prisioneros, quemó las casas de los pueblos y destruyó
las defensas que preparaban; poco tiempo después recibió la visita de varios
gobernantes locales que le daban su vasallaje. Un “criado de Cortés”, de veinticinco años, le informó que los bergantines estaban listos en Tlaxcala; el extremeño envió a Gonzalo de Sandoval a escoltar los materiales hasta Tetzcoco. Antes de llegar a territorio tlaxcalteca, Sandoval asoló Zultepec, lugar en el que asesinaron a algunos españoles y colocaron la piel de sus caballos en los templos. Mientras tanto, los materiales para los bergantines estaban listos; éstos salieron de Hueyotlipan, escoltados por algunos españoles y ciento ochenta mil guerreros tlaxcaltecas. Torquemada consideraba que la cifra era excesiva y debía estar errada. En el camino, este ejército se encontró con las fuerzas de Sandoval; buena parte de los tlaxcaltecas volvieron a su tierra y tan sólo se quedaron Ayutecatl, Teutepil y Chichimécatl, al mando de diez mil hombres cada uno. Cortés se percató de que sus aliados tlaxcaltecas estaban ansiosos, por lo que lideró una fuerza para atacar Xaltocan, Azcapotzalco y, finalmente, Tacuba; aunque esta última ciudad estaba bien defendida, el ejército del extremeño la ocupó. Los hispanos mantuvieron su posición durante seis días, en los que se dieron numerosas escaramuzas y desafíos entre mexicas y tlaxcaltecas. Cortés intentó comunicarse con Cuauhtémoc pero no lo logró, por lo que decidió volver hacia Tetzcoco. |
Campaña del sur parte 1 |
Cortés recibió una petición de
ayuda de Chalco, pues los mexicas pretendían atacar la región. En respuesta,
se envió a Gonzalo de Sandoval con trescientos españoles y veinte
caballos. Sandoval llegó a territorio chalca, en donde se le unieron guerreros de Huexotzingo y Quauhquechollan. El ejército combinado se dirigió hacia Huaxtepec; las guarniciones mexicas salieron a combatir, pero fueron derrotadas. Torquemada cuenta que los chalcas saquearon la ciudad. Las fuerzas de Sandoval rechazaron un ataque mexica que pretendía retomar Huaxtepec y, posteriormente, partieron hacia Yacaichtla, ciudad que fue muy difícil de tomar, pues estaba fortificada y en una posición elevada. Finalmente, Sandoval regresó a Tetzcoco. |
Campaña del sur parte 2 |
Cortés partió de Tetzcoco el 5
de abril de 1521; acudía, una vez más, a responder un pedido de ayuda por
parte de Chalco. En esta ocasión, las fuerzas del extremeño contaban con
trescientos españoles, treinta caballos y veinte mil tlaxcaltecas y
tetzcocanos; además, en Chalco se le unieron otros cuarenta mil
guerreros. Durante la marcha, el ejército se encontró con un peñol muy bien defendido; Cortés decidió atacarlo para no dar muestras de debilidad; no obstante, sus hombres no lograron llegar a la cima pues el terreno era sumamente áspero. Según Torquemada, los castellanos y sus aliados rechazaron a numerosos guerreros que acudieron en ayuda del peñol, por lo que sus defensores, y también los de otra fortificación, se rindieron. Posteriormente, Cortés marchó hacia Huaxtepec, en donde reposó un día, luego partió a Yauhtepec, que tomó sin gran problema y, finalmente, tomó Xicotepec, en donde murieron muchos mexicas y se quemaron las casas. El ejército de españoles e indígenas llegó hasta Quauhnáhuac, cuyas defensas parecían impenetrables. Un tlaxcalteca logró colarse en la ciudad por un “paso peligroso”; a éste lo siguieron seis castellanos, quienes causaron pánico, y la huida de los defensores. Al día siguiente, el gobernante del lugar acudió ante Cortés para pedirle perdón. |
Xochimilco |
Cortés y sus aliados llegaron
hasta Xochimilco, lugar asentado sobre el agua. Tras media hora de combate,
media ciudad ya estaba en manos de los castellanos. Algunos de los
defensores pedían la paz a los invasores, sin embargo, tan sólo era una
treta para que los lugareños tuvieran tiempo de huir con sus pertenencias.
El extremeño estuvo a punto de ser capturado, pues su caballo cayó de
cansancio, pero fue ayudado por un tlaxcalteca. Al día siguiente, Cortés
buscó al indígena que lo había salvado, pero no lo encontró, por lo que
atribuyó el hecho a la ayuda milagrosa de san Pedro. Cuauhtémoc incitó a sus guerreros para retomar Xochimilco, por lo que éstos se embarcaron en dos mil canoas y se dirigieron hacia la ciudad. Cortés dividió sus fuerzas en tres y ordenó a quinientos tlaxcaltecas que atacaran y luego se retiraran hacia un cerro, para después volver al combate junto con el resto del ejército. Torquemada narra que los mexicas llevaban algunas espadas españolas que habían capturado. Las batallas duraron tres días, hasta que las fuerzas de Cortés se movieron hacia Coyoacán. |
Acontecimientos | Brevísima relación de la destrucción de las Indias de fray Bartolomé de las Casas |
Recibimiento en Tlaxcala | |
Toma de Tepeaca | Fray Bartolomé cuenta que en Tepeaca se hizo una gran matanza, mayor que la de Cholula, pues la ciudad era muy grande. |
“Liberación” de Quauhquechollan | |
Toma de Izúcar y alianza con otros pueblos | |
El nuevo tlahtoani de Tenochtitlan: Cuauhtémoc | |
“Pacificación” de Zautla y Xalazingo | |
Llegada a Tetzcoco | |
Ataque a Iztapalapa | |
Alianza con Chalco | |
Ataque a los pueblos del lago y preparación final de los bergantines | |
Campaña del sur parte 1 | |
Campaña del sur parte 2 | |
Xochimilco | |
Acontecimientos | Códice Aubin |
Recibimiento en Tlaxcala | |
Toma de Tepeaca | |
“Liberación” de Quauhquechollan | |
Toma de Izúcar y alianza con otros pueblos | |
El nuevo tlahtoani de Tenochtitlan: Cuauhtémoc | En 2 técpatl Cuitláhuac ocupó el poder en Tenochtitlan, gobernó ochenta días y murió de viruela. Posteriormente, en 3 calli, Cuauhtémoc fue designado como nuevo gobernante. |
“Pacificación” de Zautla y Xalazingo | |
Llegada a Tetzcoco | |
Ataque a Iztapalapa | |
Alianza con Chalco | |
Ataque a los pueblos del lago y preparación final de los bergantines | |
Campaña del sur parte 1 | |
Campaña del sur parte 2 | |
Xochimilco | |
Acontecimientos | Anales de Tlatelolco, unos anales históricos de la nación mexicana |
Recibimiento en Tlaxcala | Los españoles fueron recibidos en Tlaxcala, en donde descansaron y fueron alimentados con guajolotes, huevos y maíz. Durante este periodo surgió una plaga de fiebres y ronchas. |
Toma de Tepeaca | |
“Liberación” de Quauhquechollan | |
Toma de Izúcar y alianza con otros pueblos | |
El nuevo tlahtoani de Tenochtitlan: Cuauhtémoc | |
“Pacificación” de Zautla y Xalazingo | |
Llegada a Tetzcoco | Después de doscientos días, los españoles regresaron y se establecieron en Tetzcoco. |
Ataque a Iztapalapa | |
Alianza con Chalco | |
Ataque a los pueblos del lago y preparación final de los bergantines | Tras cuarenta días en Tetzcoco, los españoles fueron hacia Tlacopan y combatieron durante siete días. El texto narra que los guerreros de Xaxtocan, Quauhtitlan, Tenanyocan, Azcapotzalco y la misma Tlacopan, se fueron a Tenochtitlan. |
Campaña del sur parte 1 | |
Campaña del sur parte 2 | Después de ochenta días en Tetzcoco, los españoles aparecieron en Oaxtepec, y de ahí marcharon hacia Cuernavaca. |
Xochimilco | Desde Cuernavaca, los hispanos fueron a Xochimilco y, finalmente, volvieron a Tetzcoco. |
Acontecimientos | Crónica mexicana de Hernando Alvarado Tezozómoc |
Recibimiento en Tlaxcala |
Hernán Cortés y sus derrotadas
fuerzas descansaron en Hueyotlipan; Maxicatzin fue a su encuentro junto con
cincuenta mil guerreros, les llevó alimentos y los apremió para que fueran
hacia la cabecera de Tlaxcala. Los cuatro señores tlaxcaltecas recibieron
con gran regocijo al extremeño, quien fue alojado en la casa de
Xicoténcatl. Hernando Alvarado Tezozómoc cuenta que, durante este tiempo, la viruela afectó terriblemente a Tenochtitlan, en donde murieron miles de personas. Los mexicas enviaron seis embajadores a Tlaxcala; éstos les prometieron paz eterna y concordia a cambio de que dieran la espalda a los españoles. Xicoténcatl se mostró partidario de los mexicas y Maxicatzin se le opuso. Tezozómoc afirma que, mientras se discutía en la sala de consejo tlaxcalteca, una nube entró y cubrió la cruz que había en el recinto, lo que entristeció a todos y reafirmó la postura de Maxicatzin, quien finalmente se impuso. |
Toma de Tepeaca |
Xicoténcatl recomendó a Cortés
que atacara Tepeaca, pues la región era rebelde y debían asegurarse los
caminos. El capitán partió hacia esa ciudad en compañía de cuatro mil
tlaxcaltecas, huexotzincas y cholultecas, comandados por Tianquiztlatoatzin
y otros hijos de Xicoténcatl. El ejército de Cortés entabló combate con los mexicas en Zacatepec y posteriormente en Acatzinco; finalmente, entró a Tepeaca sin encontrar más resistencia. Tras la victoria, los españoles hicieron muchos esclavos y fundaron la villa Segura de la Frontera. |
“Liberación” de Quauhquechollan | Tezozómoc narra que los habitantes de Quauhquechollan se rindieron ante Cortés, quien expulsó a las guarniciones mexicas de esta ciudad. |
Toma de Izúcar y alianza con otros pueblos | Tras reorganizarse en Quauhquechollan, los españoles fueron hacia Izúcar, ciudad que sometieron con mucho esfuerzo, pues era defendida por los mexicas y los lugareños. Tezozómoc afirma que Cortés permaneció veinte días en Izúcar. |
El nuevo tlahtoani de Tenochtitlan: Cuauhtémoc | El texto cuenta que Cuitláhuac murió de viruela y lo sucedió Cuauhtémoc, sumo sacerdote, quien apena |