El pueblo yaqui ha sido uno de los pueblos indígenas que más firmemente se han resistido a renunciar a su identidad cultural, al tiempo que han participado en los procesos históricos fundamentales de la nación.
La tenaz determinación del pueblo yaqui por conservar su organización política y social, así como sus costumbres y tradiciones, pero sobre todo los territorios que históricamente han ocupado, los han hecho el centro de constantes agresiones como las que vivieron durante el Porfiriato, mismas que se expresaron en el traslado y esclavización en los campos henequeneros de la península de Yucatán para castigar su rebeldía ante el despojo de sus territorios. Esta situación los llevó a participar de forma muy activa en el proceso revolucionario que inició en 1910, aportando combatientes a las facciones revolucionarias. En el fondo fotográfico de la Embajada de México en Washington de la Fototeca Amalia González Caballero de Castillo Ledón se encuentra el testimonio gráfico de su participación y liderazgo en ese proceso social armado.
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