La afirmación de la independencia y soberanía nacional a partir de 1821 implicó una intensa actividad diplomática para establecer relaciones con el mundo.
La consolidación de la soberanía nacional una vez declarada la independencia respecto a la Corona española planteó la necesidad de buscar un lugar en el contexto internacional. La diplomacia mexicana se desplegó para buscar el reconocimiento de las principales potencias y al mismo tiempo establecer esfuerzos de integración con los países de la región latinoamericana recién independizados también. Este proceso se fue concretando a través de la firma de tratados de amistad, navegación y comercio con diversas naciones. Bajo el resguardo de la Bóveda de Tratados en custodia del Acervo Histórico Diplomático, se presenta una representativa colección de los primeros tratados firmados por el México independiente para dar cuenta de dicho proceso, fundamental en la conformación de independencia y soberanía nacional.
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