Las películas producidas durante el gobierno de Tomás Garrido Canabal en Tabasco jugaron un papel fundamental como herramientas de propaganda política; no sólo documentaban los eventos y reformas implementadas, sino que también servían como un medio para difundir la ideología del garridismo. A través del cine, se buscaba mostrar la transformación de la sociedad tabasqueña, la lucha contra el alcoholismo y la religión, y la promoción de la educación y la productividad. Las imágenes en movimiento capturaban las actitudes, gestos y emociones de los ciudadanos, especialmente de las mujeres, quienes eran representadas en roles públicos no tradicionales. De esta manera, el cine garridista no sólo registraba la realidad de la época, sino que también contribuía a moldear las percepciones y la mentalidad colectiva de la sociedad, reforzando los valores y las ideas del régimen de Garrido Canabal.