Ir a la cédula
Francisco Toledo refirió una leyenda donde una deidad se apiada de un quiróptero aterido y ordena a un pájaro darle algunas de sus plumas. El murciélago se torna soberbio, así ataviado, y la divinidad le retira el don. Glabro y avergonzado, ya sólo sale al abrigo de la noche. Tzinacantecuhtli, el hombre-murciélago descrito en el Códice Fejérváry-Mayer, llevado por grupos de zapotecas y mixtecas a Tenochtitlan, es un personaje usual en ritos funerarios y de renovación.