Jesús M. Guajardo
a Emiliano Zapata,
San Juan Chinameca, 31 de marzo de 1919
Jesús M. Guajardo escribió su respuesta 10 días después de que Zapata le enviara su primera carta (documento 17). Quizá lo más sobresaliente de esta carta sea precisamente la fecha, pues da cuenta del tiempo en que se fraguó la conspiración para matar al de Anenecuilco. En esos 10 días, Pablo González interceptó la carta de Zapata, solicitó y obtuvo la autorización de Carranza para usar a Guajardo como agente doble, amenazó al coronel de caballería con acusarlo de traición si no cooperaba —en la conspiración traicionera—, y sólo después de obtener su promesa de colaboración ordenó la liberación de Guajardo, quien se hallaba preso después de no efectuar un ataque a Huautla.
Luego, González ordenó a Guajardo que respondiera a Zapata. En su respuesta, el traidor expresó la intención de participar en el movimiento revolucionario y ofreció algunos recursos materiales y humanos que podían favorecer los siguientes movimientos militares de Zapata. La breve carta es sumamente cuidadosa. Naturalmente, pidió garantías para él y sus hombres en el momento que se concretara su adhesión al ejército zapatista y también mejorar su circunstancia como militar. Zapata parece no haber reparado nunca en la lentitud de la respuesta. El plan para capturarlo vivo o muerto estaba en marcha.