Salvador Reyes Avilés

 
 

a Gildardo Magaña,

 
 

Sauces, 10 de abril de 1919

 
 
 
 



El mismo día del asesinato, Salvador Reyes Avilés, secretario particular de Emiliano Zapata, informó al general Gildardo Magaña, principal responsable del cuartel general zapatista, de lo ocurrido en la hacienda de Chinameca. Cuatro días después, Magaña remitió una copia del informe a Jenaro Amezcua, el hombre del ejército libertador del sur en La Habana (Cuba). Copia de un original que acaso se encuentra en los papeles de Magaña, este documento puede verse como el parte oficial de los zapatistas —y así gemelo del documento 4. Dado que relata los acontecimientos ocurridos en los días previos al asesinato, en particular cómo y por qué se estableció el contacto y el posterior acercamiento con el coronel Jesús Guajardo, se infiere que Zapata y Magaña no mantuvieron comunicación en los días inmediatamente anteriores a la emboscada de Chinameca.

En el texto, Salvador Reyes indica que se adjuntan copias autorizadas de la correspondencia entre Guajardo y Zapata —que bien pueden ser los documentos 17, 18  y 19 de esta muestra. En el informe se describe el acercamiento de Zapata y Guajardo el 9 de abril, como resultado del intercambio de cartas que tuvieron los días anteriores. De igual forma, sale a relucir la participación de Feliciano Palacios, el hombre de confianza de Zapata que fue al campamento de Guajardo para verificar la alianza. También se hace mención de la ejecución de 59 hombres, por parte de Guajardo, que estaban bajo las órdenes de Victoriano Bárcenas. (Esta acción la ordenó Zapata para que Guajardo la ejecutara como una muestra de la lealtad al movimiento campesino).

Finalmente, la narración llega al 10 de abril y se explican los momentos previos al asesinato; por ejemplo, la patrulla que encabezó Zapata ante la posible amenaza del enemigo y, que al no detectar nada extraño, regresó a Chinameca; cómo Guajardo y Palacios se encontraban en el interior de la hacienda, y cómo, cuando el jefe se decidió, ordenó que sólo 10 hombres lo acompañaran, se internó montado en el caballo que Guajardo le había obsequiado un día antes y apenas llegó a la puerta los hombres de Guajardo le dispararon. A manera de epílogo, el documento termina aceptando que la traición era la única forma en la que sus enemigos podrían acabar con el líder morelense.
 

 
 

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