“Me levanté en armas, a la edad de 14 años en 1913 […] y pelié [sic] hasta 1919”, así da comienzo este documento, que es un agregado para la hoja de servicios del veterano zapatista Modesto Estrada Hernández; en la narración de los hechos, el autor hace referencia a que tuvo un sueño premonitorio en el que el gobierno, usando un sombrero tejano, lo perseguía. Ya despierto, cuenta algunas de las actividades realizadas durante la mañana y más adelante, don Modesto escribe que ese mismo día del relato soñado, llegó el gobierno a Tetelilla, y después de una breve escaramuza contra los zapatistas, Modesto fue atrapado.

Describe también las preocupaciones que en el momento lo embargaron: la tristeza que le producía pasar preso frente a su casa familiar y el natural miedo al saberse prácticamente condenado a muerte. Por fortuna, Modesto Estrada se salvó de morir fusilado; en las dos hojas de hechos del veterano quedó testimonio de la intervención de don José Rico, quien evitó su muerte. El documento forma parte de las pruebas que don Modesto reunió con la finalidad de conseguir la pensión que se otorgó a través de la Ley de Beneficios, Estímulos y Recompensas a los Veteranos de la Revolución promulgada el 31 de diciembre de 1959. Éste es apenas un testimonio de uno de los muchachos de Zapata, de los que no salen en las fotos, de los que no registran los libros de historia…