lupa
Agustín Víctor Casasola
Portadilla de <p>Agustín Víctor Casasola y el coleccionismo fotográfico</p>

Agustín Víctor Casasola y el coleccionismo fotográfico

Agustín Víctor Casasola (1874-1938) siempre ha sido considerado el fotógrafo más importante de la Revolución mexicana, pero su labor no se limitó a capturar con su cámara los instantes más icónicos de este movimiento social. En su acervo se encuentran muchas fotografías más, que poseen las mismas cualidades estéticas de sus imágenes más conocidas. De igual forma, Casasola ha sido considerado un destacado coleccionista fotográfico. Gracias a esta práctica, el archivo que hoy lleva su nombre contiene miles de fotografías que son testimonio del trabajo de alrededor de 400 fotógrafos.

Uno de los primeros trabajos que tuvo este destacado personaje fue en 1890, en el semanario El Mundo Ilustrado, publicación hermana del reconocido diario de la época porfirista El Imparcial. Con el tiempo y ya que se encontraba de cierta forma consagrado como fotógrafo, se quedó con los aproximadamente 12 mil negativos que produjo este diario gracias a la mediación de la oficina de Monumentos Coloniales que se los facilitó cuando el edificio del periódico iba a ser desocupado. Como es de imaginarse, El Imparcial contó con la colaboración de varios artistas de la lente, por lo que su acervo fotográfico se incrementó de manera importante. También recibió el archivo de Jerónimo Hernández cuando éste decidió retirarse del oficio, dentro del cual se encontraba la famosa imagen de la “Adelita” del ferrocarril, que tanto se conoce en nuestros días. De igual modo, forman parte del acervo Casasola, aunque los especialistas aún no saben cómo llegaron allí, los casi 200 negativos del estudio La Rochester, propiedad de Charles Harris, así como muchos negativos e impresiones sueltas que la familia de fotógrafos fue adquiriendo a través de los años. De esta manera, no fue sólo el célebre fotógrafo, ni sus hijos y luego sus nietos, quienes colaboraron con el enriquecimiento del inmenso acervo que lleva su nombre, pero sí facilitaron su preservación y resguardo para el beneplácito de las futuras generaciones.