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Mesones en la Nueva España
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Mesones en la Nueva España

En la época novohispana, las personas en tránsito, o que necesitaban quedarse en un sitio por periodos cortos, se hospedaban en posadas, mesones o “ventas”, donde recibían albergue y comida para recuperar sus energías y continuar el camino. Los trayectos solían ser largos, y los viajeros se trasladaban a pie o utilizando tracción animal, y generalmente eran comerciantes que además transportaban sus mercancías. Todo ello hacía imprescindible contar con lugares en donde tanto personas como caballos fueran atendidos en su descanso y alimentación.

Aunque los servicios ofrecidos podían variar, en general, los mesones se encontraban con mayor frecuencia en ciudades grandes y se ubicaban en edificios adaptados para recibir viajeros, caballerías, mercancías y carruajes. Se tiene noticia de que fue en 1525 cuando se fundó el primer mesón en la Nueva España, ubicado en la ciudad de México a cargo de Pedro Hernández Paniagua, a quien el Ayuntamiento le concedió licencia para abrir un albergue en su casa “donde pudiera acoger a los que a él vinieren y les venda pan y vino, y carne, y todas las otras cosas necesarias”. En esta colección se muestran diversos documentos relacionados: solicitud de permisos para abrir nuevos locales; peticiones de ayuda para reparaciones de los mismos; demandas de la reglamentación de tarifas, entre otros, mostrando su relevancia para la vida cotidiana del momento.