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Portación de armas entre la población negra de la Nueva España
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Portación de armas entre la población negra de la Nueva España

Durante los primeros siglos del periodo novohispano fue común el temor a la población negra debido a que muchos de ellos formaron parte de los grupos conquistadores que dominaron a los indígenas del llamado Nuevo Mundo. Llevaron a cabo tareas militares y a estar del lado de los vencedores podían utilizar de manera legal tanto la fuerza como las armas, lo cual era un privilegio en una sociedad nacida del robo y la violencia. Esto explica el surgimiento de legislación que reguló el uso de armas entre los africanos y sus descendientes.

El resultado de estas medidas fue que sólo algunos afrodescendientes tuvieron el derecho de portar espadas o dagas, por lo que resultó común que se abusara de este privilegio y, por otro lado, aquellos que no lo tenían, buscaron la manera de procurarse esos objetos ellos mismos. Esto provocó que a finales del siglo xvi las armas proliferaran entre esta población y que aumentara la delincuencia y episodios como robos y despojo a hacendados de sus propiedades. Por su participación en asesinatos, riñas y diversos conflictos, los negros comenzaron a ser temidos por la población indígena y española. Esta situación pronto se transformó en un verdadero problema político, lo que llevó incluso a la fundación de una ciudad destinada especialmente a combatirlos: Córdoba, Veracruz, en 1618, debido a los ataques y asaltos que los cimarrones realizaban en el camino real Veracruz-Orizaba-México. La colección que presentamos sobre este tema muestra varios documentos en donde se otorga este derecho a diversas personas, así como las razones por las que lo adquirieron.