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El Pípila
Portadilla de El Pípila

El Pípila

De entre las muchas páginas de nuestra historia patria surge un personaje que gracias a su increíble fuerza física, enorme valentía y gran heroísmo el movimiento  independentista pudo finalmente tomar, el 28 de septiembre de 1810, la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato, después de una férrea defensa llevada a cabo por la guarnición realista y por los habitantes españoles de esa ciudad, que se habían refugiado dentro de ella. Ese hombre, que para algunos historiadores es sólo una ficción, no es otro que José de los Reyes Martínez Amaro, mejor conocido como El Pípila. Nacido en San Miguel de Allende, fue uno más de la gran cantidad de barreteros que trabajaban en las minas y pasados los años se encargó de dirigirlos como su jefe inmediato en una de ellas. Días después de iniciado el alzamiento insurgente, se unió a las filas bajo el mando del cura Miguel Hidalgo y Costilla. 

Una vez que su ejército llegó a la ciudad de Guanajuato y después de todos los intensos ataques que dirigió contra la Alhóndiga –que era donde se almacenaban los granos para los periodos de escasez y que en ese tiempo se usó como fortaleza, defensa y refugio–, los que resultaron inútiles, decidió como estrategia para su captura que su entrada fuera incendiada. Según cuenta la historia, El Pípila cargó un enorme y pesado bloque de roca rectangular con el que cubrió su espalda y, llevando una antorcha encendida en su mano, se encaminó hacia la inmensa edificación recibiendo las ráfagas de balas que salían de ella. Al llegar a la puerta le prendió fuego y, una vez que su madera se consumió, los insurgentes ingresaron en la Alhóndiga, masacrando a los soldados españoles y a la población que estaba en su interior. El recuerdo de un acto tan heroico se esculpió en el monumento-mirador dedicado al Pípila, erigido en 1939, y que domina a la actual ciudad de Guanajuato.

También quedó registrado dentro de la obra gráfica del artista Leopoldo Méndez, cuyos dos bellos grabados que se encuentran en el Museo Nacional de la Estampa hoy exhibimos en Memórica México. La trascendencia histórica de este personaje ha sido utilizada dentro del sector educativo nacional al denominar a la Escuela Primaria “El Pípila”, cuya construcción se localiza en la calle Electrificación, colonia Ampliación Daniel Garza, alcaldía Miguel Hidalgo, en las inmediaciones de Los Pinos, en la Ciudad de México. Su proyecto de diseño arquitectónico y la obra de edificación estuvieron a cargo de los arquitectos Pedro Ramírez Vázquez y Horacio Boy. Imágenes fotográficas de su proceso de construcción durante 1950 se encuentran en el acervo del Museo Archivo de la Fotografía y hoy pueden apreciarse en esta colección.