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Cambio en la ruta de la enseñanza del arte: el Dr. Atl y Alfredo Ramos
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Cambio en la ruta de la enseñanza del arte: el Dr. Atl y Alfredo Ramos

Durante muchos años prevaleció en la enseñanza del arte en México, específicamente en las áreas de dibujo y pintura, un estilo conocido como el método Pillet; también un academicismo formal que estaba inspirado en el género clásico de las grandes obras griegas y romanas y aun en aquellas del Renacimiento en las que la armonía y la proporción eran la más clara expresión de la belleza, lo que propició el desarrollo del neoclásico como la característica predominante de la producción al interior de la Academia de San Carlos, cuestión que prevaleció todavía a inicios del siglo XX.

Es decir, que los cánones estéticos eran ajenos a las vanguardias artísticas que estaban teniendo lugar en Europa. Por ello, el que los jóvenes mexicanos de entonces tuvieran la oportunidad de viajar y conocer las nuevas tendencias favoreció que a su regreso intentaran cambiar el rumbo de la enseñanza del arte en nuestro país, que en ese entonces se centralizaba al interior de la Academia, tal fue el caso de los pintores Gerardo Murillo, quien se autonombró Dr. Atl (1875-1964), y de Alfredo Ramos Martínez (1875-1946).

Mientras que en Francia se desarrollaban nuevas propuestas pictóricas, como el impresionismo y el simbolismo, que propugnaban por un arte realizado al aire libre en el que se plasmara la imagen con iluminación natural, alejada de los oscuros salones de las escuelas para estimular así la creatividad individual de los alumnos, en México se seguía la antigua tradición didáctica de copiar con precisión los modelos clásicos, anulando la personalidad expresiva de los educandos, tal como ocurría con Gerardo Murillo, de 22 años, quien en 1897 logró una beca que le permitió seguir con su formación en Inglaterra, Italia, España y Francia, donde se enfrentó a las nuevas propuestas. Al volver al país atacó abiertamente los rígidos y anticuados métodos educativos, hecho que sembró en los más jóvenes inquietudes que pronto se verían cristalizadas en un movimiento estudiantil que finalizó en una huelga general que paralizó San Carlos el 28 de julio de 1911, encabezada, entre otros, por el profesor Alfredo Ramos, que también había conocido las nuevas tendencias artísticas del viejo continente, y quien al término del conflicto fue nombrado director. Fundó en 1913 las llamadas Escuelas de Pintura al Aire Libre, la primera ubicada en Santa Anita. Desde ahí, Ramos impulsó la renovación en las nuevas tendencias modernistas y los alumnos finalmente pudieron aprovechar una novedosa propuesta pedagógica, más natural y menos academicista, en la que se abrió un espacio a los temas nacionales y a la libre expresión. La obra de ambos impulsores conforma esta muestra.