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Diligencias
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Diligencias

Las diligencias eran prácticamente carruajes llevados por caballos y fueron un medio de transporte de uso cotidiano en aquella época. Se trasladaba a personas con un itinerario fijo y recorrían grandes distancias con escasas paradas para comer y dormir; además, la berlina se acostumbraba cerrada y con ventanas de cristales, por lo que el viaje en ellas podía ser agotador. Aunque empezaron a funcionar desde 1819, algunos artículos argumentan que se popularizaron de 1840 a 1850.

Su gran impacto en el transporte se debió a que para esos años la velocidad era su principal atracción (llegaba a recorrer hasta 110 kilómetros en un viaje), además de ser más seguras y de que las tarifas no eran tan elevadas. Sin embargo, aunque la diligencia buscó todas estas comodidades, se dice que el viaje era una pesadilla, los desplazamientos demoraban varias semanas y fue a raíz de estos problemas que perdieron su popularidad, no obstante, en esta colección destacamos este medio de transporte como parte fundamental de la vida cotidiana decimonónica, de la cual hay que conocer los testimonios que existen de su historia. Cabe destacar que las diligencias pronto fueron desplazadas por el avance significativo del uso del ferrocarril.