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Don Perpetuo en primera plana
Portadilla de Don Perpetuo en primera plana

Don Perpetuo en primera plana

El 3 de mayo se celebra a nivel mundial el Día de la Libertad de Prensa, se rinde homenaje a quienes han perdido la vida ejerciendo este derecho y también se busca reflexionar sobre los problemas de la actualidad en torno al periodismo. En México ha existido una larga tradición de intelectuales que se han dedicado a escribir para la prensa; su actividad ha sido interesante e influyente, tanto así que todos los gobernantes se han relacionado de diferentes maneras con los autores y los periódicos. Tal fue el caso de Porfirio Díaz, quien, para 1877, asumió la presidencia cuando México era un país debilitado que estaba recuperándose de la guerra de Independencia, de las disputas entre liberales y conservadores y de invasiones extranjeras,  por lo que la administración encabezada por el general oaxaqueño se valió de la represión a los grupos opositores, y se impuso ante los poderes Legislativo y Judicial supeditándolos a él, sin descuidar su relación con los fuertes grupos económicos. A grandes rasgos, Díaz se mantuvo en el poder con mano firme y se reeligió en 1884, 1888, 1892, 1896, 1900 y 1904. En esta muestra seleccionamos diferentes números del semanario satírico El Hijo del Ahuizote, publicación que formó parte de la prensa de oposición del régimen porfirista. 

Los semanarios de este tipo son una valiosa fuente de información documental, iconográfica, con indudables méritos artísticos. En las portadas del Ahuizote se plasmó constantemente a Porfirio Díaz, y los dibujantes construyeron dos figuras con las que representaron la pax porfiriana, a saber: Doña Paz Trancazo y Don Perpetuo. Quienes caricaturizaron al Llorón de Icamole (otro de los apodos de Díaz) tomaron sus rasgos más distintivos, los exageraron y los plasmaron en diversos escenarios para criticar la política que encabezaba. Se dibujó a Porfirio Díaz como un rey con doradas vestiduras y empuñando una espada; otras veces acompañado de gente muy cercana a él, o mancillando los planes que antes de su presidencia había defendido este “Saturno de la mitología reeleccionista”. Curiosamente, las caricaturas envejecieron junto con el dictador y los negros cabellos se volvieron blancos. Aquí podrán verse algunas representaciones en primera plana de Don Perpetuo, y apreciar que estos recursos buscaban manejar a la opinión pública, como años más tarde le ocurrió a Francisco I. Madero, quien fue presa de un acoso mediático desmedido por las revistas satíricas de aquel entonces.