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Cerros y montañas en la plástica mexicana
Portadilla de Cerros y montañas en la plástica mexicana

Cerros y montañas en la plástica mexicana

Dentro del panorama visual del paisaje mexicano los cerros y las montañas han sido motivo de inspiración para los artistas de diferentes épocas, disciplinas y técnicas: desde la pintura de caballete hasta el grabado o la fotografía. Grandes maestros paisajistas como José María Velasco o Gerardo Murillo (el Dr. Atl) han volcado su sensibilidad para capturarlos con sus pinceles. Estas elevaciones de la tierra, que en el caso de los cerros no superan los cien metros de altura desde la base y las grandes montañas de mayor tamaño, logran crear identidad y en su representación artística evocan espacios bien definidos de nuestro país. Son fenómenos de la naturaleza que cobran un importante valor estético en su representación plástica que los muestra en sus variadas formas y tonalidades; incluso en la gama de grises de la imagen fotográfica y en el trazo blanco y negro del grabado, como en los de Amador Lugo que aquí presentamos, se captura su esencia, testigos desde tiempos inmemoriales de la historia y del paso del tiempo. Ya lo dice el dicho popular: “¡Viejos los cerros y reverdecen!”